"Las ideas son como las pulgas: saltan de unos a otros, pero no pican a todos".
George Bernard Shaw, escritor irlandés (1856–1950).
Todos los personajes son de JK Rowllig
Triángulo Dorado
Advertencias:
OcC.
Yaoi.
Contenido Hetero.
One–shot.
La siempre presente falta de ortografía.
El lector podría morir de aburrimiento.
A Harry le gusta Hermione, a Hermione le gusta Ron, y a Ron… ¿Será?
Ron vio con una sonrisa como su mejor amigo tropezaba al salir del bar donde habían celebrado su despedida de soltero; cortesía del Elegido, de un alborotado grupo de Gryffindors y de uno que otro Hufflepuff añadido. El moreno soltó una sonora carcajada, mientras se sujetaba con fuerza del marco de la puerta, lo que evidenciaba lo tomado que estaba el Chico-Que-Vivió.
- No más whisky de fuego para ti, hermano –le dijo el pelirrojo mientras se pasaba una mano de Harry por los hombros al tiempo que lo tomaba por la cintura, ayudándole a caminar.
Fue entonces que los ojos verdes del hombre notaron que alguien estaba de pie junto a él, y brillaron al reconocer quien era esa persona.
Sujetó al pelirrojo con brusquedad por el cuello, atrayéndolo para que cayera casi por completo sobre él. El pelirrojo dio un grito al perder el equilibrio con el brusco movimiento, pero fue rápidamente callado por unos labios hambrientos que buscaban los suyos. Ron sintió como una tibia lengua se abría paso hacia su boca, acariciándola por completo.
- Te amo… -balbuceó Harry contra su boca una vez que se separaron, con la mirada empañada por el placer y el alcohol.
Ahora fue el turno del Weasley de tomar a su amigo por la nuca, arrojándolo a sus brazos. Unió de nuevo sus labios con ansia, el ansia guardada en secreto por años. Dejó que su boca se moviera con algo de brusquedad contra la contraria, llegando incluso a morderse mutuamente.
- M-mione… -susurró entonces el moreno, sujetándose con más fuerza del cuello de Ron, puesto que apenas conseguía mantenerse de pie-. Te amo, Hermione.
Al día siguiente Ronald Weasley estaba seguro de haber tomado la decisión correcta al ver como una sonriente Hermione Granger caminaba hacia él, vestida de blanco. Era la decisión correcta porque él podía hacer feliz a Hermione, y porque sabía a con certeza que Harry no amaba tanto a su amiga como creía. Para él, ese beso al salir de un bar en una solitaria calle del Londres muggle era más que suficiente para toda una vida.
Porqué Ronald Weasley también tenía la certeza de que eso era lo más que podría obtener de Harry Potter.
Cortito pero bonito :3 Esto pasa cuando te levantas a las 4 a.m. para tomar un autobús, tres horas de camino en la carretera, una buena cantidad de antigripales, un mal humor de los mil infiernos y el cuaderno viejo del que nunca te separas. ¡Sí! ¡Mi primer fic yaoi de Harry Potter! :3 o más bien slash ¬¬
Zaludos
Zaphy
Sela Yal than Rami usa te, finta Zaphyrla... Temo si la ura le.
