Los personajes no nos pertenecen, son de stephanie meyer, nosotras solo jugamos con el lado más pervertido de cada uno de ellos. Si alguien es sensible a las escenas sexuales... sería mejor que ni empezaseis a leer :(

Esperamos que os guste y disfruteis tanto como nostras escribiendolo


Capitulo 1:

El despertador sonó haciendo que pegará un salto. Las 8 maldición hoy empezaba mi nuevo trabajo. No me gustaba madrugar me ponía de mala leche. Pero tenía que llegar pronto mejor no dar mala impresión a mi nuevo jefe, necesitaba el trabajo, necesitaba dinero.

Tras pasar todo el invierno estudiando había conseguido trabajo en lo que me gustaba. Por fin iba a poner en práctica lo aprendido durante el curso. A mis padres no les hacía mucha ilusión mi vocación, preferirían que fuese médico como mi padre pero a mi lo que de verdad me gustaban eran los coches. Mi hermana Rosalie había estudiado mecánica y yo ahora seguía su ejemplo.

Me monté en mi volvo y tras conducir una hora llegué a mi nuevo empleo. En un polígono junto a la carretera encontré la nave. Entré y me dirigí a la oficina para hablar con mi jefe.

Cual fue mi sorpresa al encontrarme a una dulce chica con ojos color chocolate. Su pelo castaño caía en cascada sobre sus hombros. Levantó la vista y me dedicó una perfecta sonrisa angelical. Debería ser la secretaría… acababa de decidir que me encantaban las secretarias.

- hola soy Edward Cullen creo que me están esperando.-

- papa el chico nuevo ya esta aquí

-Hola chaval, bueno te presento a mi hija Bella, a veces me hecha una mano aquí como secretaria

-Hola señor y encantado de conocerte Bella- dije sonriéndole a aquella tierna chica mientras ella se sonrojaba un poco bajo mi mirada

- Bueno vamos y te enseño donde está cada cosa y te doy tu mono

Charlie, que era como se llamaba mi nuevo jefe, me enseñó mi lugar de trabajo y me explicó el funcionamiento de todo aquello. Realmente no era un taller muy grande pero sería perfecto para empezar.

La mañana se me pasó volando, miré el reloj y debían de ser las doce cuando Charlie me comentó que se iba a desayunar con su mujer. Asentí mientras continuaba con mi faena. Estaba intentando arreglar un motor cuando una voz me sobresaltó por detrás haciendo que me golpeará la cabeza.

- ¿no almuerzas?- la sonrisa tímida me hizo olvidar mi cabreo

- debería, creo…-

- los mecánicos suelen desayunar ahí en el almacén…- dijo señalando con el dedo la puerta

- ¿Y tu? ¿Desayunas? Quiero decir, no te has ido con tus padres…

-Yo me quedo para que tú puedas desayunar aquí pero la puerta se cierra para que podamos estar tranquilos y ningún cliente moleste en el descanso- dijo sonriendo pícaramente mientras desabrochaba un botón de su blusa y se acercaba a mi

-Voy… voy a por mis cosas- me empezaba a poner nervioso que esa preciosidad se acercase tanto a mi

-Yo te esperaré aquí- dijo ella tumbándose demasiado cómoda sobre un sillón que había en el almacén

Me costo encontrar la forma de abrir la dichosa cremallera de mi mochila. Cuando lo logré tomé mi bocadillo y me fui al almacén. La chica estaba mordiéndose el labio cuando entré. Ese simple gesto podía volver loco a cualquiera.

-¿y tú desayuno?-

- pensaba que me invitarías tu…

- ah ¿quieres bocadillo?- pregunté ofreciéndole. ¿Por qué estaba tan nervioso?

- no tengo hambre de bocadillo…

-ah… y… ¿de que tienes hambre?- conforme formulé le pregunta me arrepentí

-No se, pensaba en algo más sabroso- dijo levantándose y dirigiéndose con andares felinos hacia mi ¿Dónde estaba su timidez?

-No se a que te refieres, yo… lo siento pero no llevo nada más- dije retrocediendo hasta que topé con la mesa a mis espaldas

-No hace falta que lleves nada, contigo tenemos bastante- dijo acercándose más a mi y deslizando su dedo por mi pecho

-Yo… bueno… es que… creo que no te estoy entendiendo- ¿Qué si lo entendía? Más de lo que ella creía pero era mi primer día y no quería cagarla con la hija del jefe

- Bueno tu solo déjate llevar ¿si?- dijo mientras sus dedos se colocaban en la cremallera de mi mono.

- no- Joder ¿esto que coño era? Una broma al novato, una prueba o simplemente que la hija de mi jefe estaba salidísima?

-¿no?- dijo apartándose de mí- ¿estas seguro?

-¿Cómo que si estoy seguro? Nos pueden pillar tus padres y…- ¿y que coño le decía? Estaba prácticamente temblando por los nervios

-Tranquilo, mis padres no volverán hasta dentro de una hora- dijo dejando escapar su aliento contra mi cuello y dejando un lametón allí

-Oye, no quiero jugar contigo, de verdad déjalo, no quiero acabar con una llave inglesa encastada en la cabeza mi primer día- dije mientras intentaba quitármela de encima o la cosa podía acabar muy mal

-¿Esa es tu respuesta definitiva?- sus brazos se posaron en sus caderas y su cara cambió de provocativa a desafiante

-si- dije seguro de mi mismo.

- Bueno te advierto que aún así no pasarás de los tres meses nadie lo hace. Encima que te iba amenizar tu querido tiempo en mi taller. Pero tu te lo has buscado…-

Se giró y se sentó en aquel sofá mientras tomaba una revista de coches. ¿Dónde estaba la educada y sencilla secretaria? Aquello era una fiera.

-¿Cómo que ninguno pasa de los tres meses? ¿Que quieres decir?

-Parece que no caes en con quien hablas, soy la hija del dueño y si yo quiero tu desaparecerás de aquí más rápido de lo que has llegado- dijo riendo maliciosa

-¿Harías que Charlie me despidiera por no querer nada contigo?- estaba alucinando, esta de angelical y buena niña tenía muy poco

-No, haría que te despidiera porque me caes mal, eres un estúpido que no sabe lo que pierde, porque mi padre te ha dado mi puesto y porque… porque eres demasiado mono para tu bien- dijo de forma distraída

- Espera, espera… me quieres decir que como no he sucumbido a tus encantos ¿te caigo mal? Eso es lo que haces tu? ¿Intentar tirarte al personal que contrata tu padre? Me preguntó que pensara tu padre sobre esto- si me iba a joder la vida ella yo se jodía… lo tenía claro.

Sus ojos se abrieron como platos para después entrecerrarlos. Pero eso fue cuestión de segundos…. Una sonrisa malvada apareció en su cara.

-¿a quien va a creer mi papi? ¿A su hijita y ojito derecho o al nuevo?

Mierda, ella tenía razón, yo estaba jugando con desventaja. Siempre la creerían antes que a mi y además perdería el trabajo que tanto me había costado de conseguir y del que tanto esperaba.

En ese mismo instante escuchamos la gran puerta de hierro abrirse y sus padres no se hicieron de esperar.

Aquella chica me había puesto de mal humor, encima de que elegía la opción correcta me caía el marrón igual, esto no quedaría así. Si lo llego a saber elijo lo que mi cuerpo pedía.

-Chico, no has comido nada- dijo Charlie reparando en mi bocadillo intacto sobre la mesa

- Es que no me entraba nada, supongo que los nervios del primer día- dije sonriendo intentando excusarme

-Espero que eso no sea una costumbre, necesitarás fuerzas para este trabajo- para lo que necesitaría fuerzas sería para lidiar con su hija.


Quereis recibir a un Edward manchadito de grasa, con su mono de mecanico y su... herramineta?? dadle al botoncito y dejad reviews please :)