Advertencia: este fic contiene lemmon por lo tanto si lo lees es bajo tu responsabilidad, no me hago responsable ni de reclamos por parte de padres ni de las hemorragias nasales que la lectura pueda provocar.

Los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto, y he de constar que estoy cabreada por la muerte de Neji así que después hare un fic exclusivo de mi amore xD

Rubia tentación

Un joven de larga cabellera rubia subía pesadamente las escaleras del edificio donde vivía, sus clases en la universidad cada día eran más exigentes causando que se sintiera realmente fatigado, en sus manos sostenía una gran cantidad de libros todos sobre arte y sobre la espalda una mochila llena de libretas, pinceles, botes de color y una que otra brocha, sumado a todo esto su estomago rugía hambriento, subió un par de escalones más y se encontró en el pasillo que lo llevaría a su hogar, su semblante de repente mostraba alivio; sin previo aviso sintió un cuerpo muy cerca de el, extrañado se volvió hacia atrás encontrándose con una joven de ojos aguamarina, la falda del uniforme colegial era más corta de lo común dejando ve unas piernas largas y torneadas, la blusa blanca de botones la llevaba ligeramente apretada a su cuerpo produciendo que sus desarrollados atributos resaltaran y su coleta alta dejaba al descubierto la piel apetecible de su níveo cuello.

- Deidara- san ¿Necesita ayuda?- pregunto desenvueltamente la muchacha.

El joven sintió un calorcito en sus mejillas, sentir a su vecina tan cerca y después de varios meses de celibato, la necesidad invadió su organismo.

-Hai, Ino- chan hm- el rubio extendió algunos libros a la jovencita la cual los recibió gustosamente.

Después de algunos pasos más la pareja se encontró frente a la puerta café del apartamento del mayor; Deidara saco de una de las bolsas de su pantalón las llaves, abrió la puerta y le indico a la rubia que podía pasar.

- Ino chan, ¿gustas algo de tomar?hm- ofreció el joven

- Hai Deidara san-

-puedes dejar los libros en la mesa hm- pronuncio mientras se adentraba en la pequeña cocina; la joven obedeció la orden y jalo una silla de la mesa para sentarse en ella; era la primera vez que entraba a la casa de su vecino en los dos años que él tenía en habitar allí, las paredes de un inmaculado blanco estaban decoradas con distintos cuadros casi todos mostraban mujeres en poca ropa exudando sensualidad, todas pudo deducir de la época de los emperadores romanos, frente al modesto comedor se encontraba una salita en forma de L y cerca del ventanal un librero angosto pero lo suficiente alto, el cual estaba inundado de libros tanto de literatura como de arte, en si el lugar se mostraba pulcro y ordenado para pertenecer a un joven universitario, la joven hizo un ademan de levantarse pero fue interrumpida por la presencia del dueño del lugar, en ambas manos Deidara traía un vaso con un liquido verde suave, extendió una de ellas, ofreciendo le la bebida a la joven.

- espero que te guste la limonada hm- termino por guiñarle un ojo, la joven se ruborizo levemente ante tal gesto.

-arigato Deidara san- la muchacha se sentía nerviosa, desde que el joven se mudara al apartamento, había tratado de acercarse a el pero siempre este estaba rodeado tanto de hermosas jóvenes como de apuestos muchachos provocando que la joven se sintiera insegura de dar un paso más adelante en su cordial trato, y aunque esté siempre se mostraba amable y educado su relación no iba más allá de ser buenos vecinos; nunca habían tenido una conversación profunda en sí y ahora extrañamente este la había dejado entrar a su hogar.

Al contrario de lo que pensaba la joven, Deidara se había dado cuenta del interés de la rubia por él, y aunque notaba lo hermosa y seductora que era, decido mantenerse alejado de la tentación, no porque le importara el decir de la gente si no porque prefería mantenerse alejado de algún contratiempo que lo llevara a una convivencia incomoda en el edificio por consecuente había decidido no involucrase con la tentadora Ino.

- Ino chan, ¿tus papas no se molestaran si pasas mucho tiempo aquí?- pregunto desinteresadamente

- Etto, no se encuentran, salieron en un viaje de negocios, así que estaré sola esta semana-

Al joven tal información se le hizo interesante, tal vez si manejaba adecuadamente la situación podría tener una semana llena de noches de pasión, de forma juguetona paso su lengua por sus labios, tal acción no paso desapercibida por la ojiazul, que trago el liquido dificultosamente, lentamente el rubio se acerco a la muchacha y sin previo consentimiento de esta beso sus labios carmín, el beso fue apasionado y necesitado, los labios se movían sincronizadamente rozando y mordiéndose mutuamente, pronto la joven necesito levantarse de su asiento para hacer más cómodo el contacto, sutilmente Ino posiciono una pierna a la altura de las caderas del rubio acercándolo a ella, aprovechando tal insinuación, el ojiazul acaricio la piel de la pierna sintiendo su suavidad, el toque estremeció a la joven la cual suspiro; faltándoles aire separaron los labios pero incapaz de dejar de saborear el cuerpo de la rubia, Deidara paso sus labios hasta el cuello de la mujer lamiendo y mordisqueando causando que la mujer lo apretara más hacia ella con su pierna, y cuando sus cuerpos empezaban a rendirse a la lujuria de las caricias unos golpeteos en la puerta los hizo separase.

En las mejillas de la jovencita se había instalado un pronunciado rubor mientras que en él su hombría había despertado, de mala gana abrió la puerta dejando ver a un rubio con una inmensa sonrisa.

- konishiwa Deidara Niisan- Un rubio de cabello corto y alborotado saludaba alegremente, una gran maleta era sostenida con sus manos y una mochila cargada sobre su espalda.

- konishiwa, otouto- saludo de una forma áspera el mayor al verse interrumpido anteriormente, y es que había olvidado que su hermano pequeño se mudaría con él.

- Etto, ¿Quien es ella?- apunto el menor

Momentáneamente Deidara olvido a su acompañante, volvió su mirada hacia ella, e Ino rápidamente se presento ante el recién llegado.

- Domo, mi nombre es Ino y soy vecina de Deidara san- extendió la mano para entrelazar la del rubio menor.

- mucho gusto Ino chan, soy naruto, hermano menor de Deidara - termino entrelazando la mano que le ofrecía la joven.

-Etto me tengo que retirar, nos vemos después Deidara san, Naruto kun- se despidió la joven.

Los jóvenes se quedaron solos en el apartamento, después de instalar a naruto en su respectiva habitación, decidieron ir a comer algo pues ambos estaban hambrientos.

Al día siguiente Deidara se encontraba en clases, el tema que el profesor estaba impartiendo, el dripping era una técnica relativamente nueva y popular entre los artistas.

- se designa el termino dripping a la técnica que utiliza el goteo para crear una pintura, la técnica se realiza a base de pinceladas y el uso de pequeñas proporciones del cuerpo, como lo son las manos y algunas veces las rodillas, pero en este último caso solo se utilizarían si la obra es de gran tamaño.

Así pues, mis queridos alumnos ustedes utilizaran el dripping en su próximo proyecto- sonrió burlón el maestro al ver las caras expectantes de sus estudiantes- deben usar toda su imaginación y creatividad para poder desarrollar esta técnica y tengan en cuenta de que no debe tener una forma específica o identificable.- termino escribiendo una fecha en el pizarrón- este es el último día para entregar dicho proyecto- golpeteo lo escrito con la pisa que tenía en su mano.

Deidara escucho la exposición, tema absolutamente aburrido para el joven de cabellos dorados, era una técnica estúpida y sin estética, quien es su sano juicio consideraría arte a unas machas en un cuadro carente de forma; él prefería los bellos cuadros del inmortal Botticelli, las representaciones de sus sensuales diosas, y la vivaz mezcla de los colores tan seductores, sugerentes a ser engullidos por la fantasía representada. Y tras pensar en las hermosas mujeres de las pinturas recordó a cierta chica de ojos aguamarina y una idea sumamente pervertida inundo su

mente, tal vez odiara dicha técnica pero el llevarla a cabo seria más divertido. En el rostro del joven una sonrisa malévola se formo.

El timbre de fin de clases sonó, perezosamente la chica de la larga coleta guardo sus libros en su maletín y tras revisar no olvidar nada, se hecho a andar, en la puerta una joven de cabellos cortos y rosas la esperaba, por desgracia ese año les había tocado en diferentes salones pero aun así se veían durante el receso y al final de las sesiones.

- konishiwa Ino- saludo la de cabello rosa

- konishiwa Sakura.. ¿Como te ha ido frente de marquesina?- le pico la pelilargo

- muy bien Ino- cerda ¿ Y a ti, tus neuronas ahora si te funcionaron?- se defendió la otra

En la frente de Ino una venida sobresaltada latía, una cosas era que la insultara pero otra que insinuara que era una descerebrada la molesto.

- claro Sakura, yo si uso la cabeza no como otras, que se la pasan pensando en estupideces, como en Sasuke kun- río malévola

Ahora si se había pasado su amiga, soportaría que la llamara frentona y de otras formas pero insultar al perfecto Sasuke tenía sus consecuencias

- pues al menos el me dirige la palabra no como a ti- le saco la lengua al terminar su frase

- por compromiso, por compromiso frentona- repitió para hacer enojar a su amiga - dudo que agrade de tu compañía- viendo como un sospechoso humo salía de la cabeza de la pelirosa decidió correr hacia la salida del instituto pues si no lo hacía de seguro moriría por el puño de su mejor amiga.

Tan distraída en escapar de Sakura, Ino no reparo en la figura parada en la salida del instituto e irremediablemente se estrello contra esta.

- auch- pronuncio al llevar sus manos a su adolorada nariz - deberías de fijarte por donde..- pero antes de terminar fue cortada bruscamente.

- la que debería de fijarse eres tu hm, me has dando un buen golpe con tu cabezota hm-

La muchacha alzo la mirada al reconocer la voz que le hablaba e instintivamente se sonrojo.

- Deidara san, Que hace aquí?-

- pues deseaba verte, que no es obvio hm- afirmo de forma áspera.

-oh! Etto..- y un golpe en su espalda la desconcentro, un manotazo se había estrellado contra esta, cortesía de Sakura; el joven les vio ceñudo era tan infantil su comportamiento pero si deseaba llevar a cabo lo que su pervertidamente le había revelado horas atrás tenía que soportarlo.

Al darse cuenta de la presencia del rubio, la pelirosa se presento ignorando a su llorosa amiga.

- soy Haruno Sakura- extendió una mano y sonrió

- un placer, Uzumaki Deidara- apretó la mano ofrecida

Los ojos jade de sakura se abrieron en sorpresa, ese joven que tenía en frente era el hermano mayor del chico nuevo en su clase, y su pensamiento fue reafirmado cuando escucho la chillona voz del Rubio menor.

-Deidara Niisan ¿Que haces aquí? ¿Has venido por mi?, si te importo ttebayo- pronuncio con ojitos llorosos - oh Sakura chan también está aquí- ahora sus ojos reflejaban un brillo de esperanza.

Al mayor ya se le antojaba absurda la situación y si quería llevar a cabo su plan debía de deshacer de los indeciables, su otouto y la chica del cabello raro de la cual ya había olvidado el nombre.

- Naruto, por que no llevas a tu amiguita a comer un helado, yo invito- trato de sonar lo más agradable posible.

- Etto... Yoo- Sakura trataba de negarse mas la mirada y la voz que le interrumpieron la desarmaron completamente.

- vamos Sakura, hazlo por mí hm- trato de imitar al pervertido de kakashi, compañero de clases, casi todas las mujeres cedían ante tal gesto del peli plata, y ahora él lo utilizaría aun que no fuera con su estilo.

- Hai- termino aceptando la joven

- yo también voy- hablo una joven rubia, la cual habían ignorado hasta ahora, aun que el rubio mayor no le había quitado el ojo de encima.

- Iie tu vienes conmigo hm- le susurro al oído al llegar cerca de ella.

Los otros ensimismado en una discusión ni cuenta se dieron de lo que los rubios hacían; al ver que su hermano y la chica pelirosa ya estaban lo bastante alejados, hablo a la aguamarina.

- sígueme hm- ordeno

- Etto, ¿A dónde vamos Deidara san?

- ya lo veras hm-

Un estudio de un tamaño mediano yacía frente a ellos, saco las llaves de esta y abrió la puerta, le indico a la joven que podía pasar, los ojos de la rubia exploraron el lugar, era espacioso, en un lugar postrado se encontraba un caballete y cerca de este una mesa,sobre ella una paleta con colores, pinceles y botes de pinturas reposaban, al lado contrario de estos objetos, unas esculturas de arcilla se encontraban, algunas deformadas como si hubieran sido explotadas, todo lo dispuesto era digno de un estudiante de arte y no le extraño lo que veía, sin embargo lo que veía frente a ella sí lo hizo, una gran hoja de un material desconocido para ella se encontraba en el suelo de la bodega y cerca de esta unos baldes con pintura.

- Etto Deidara san- comenzó a decir pero al sentir uno de los brazos del Rubio rodearle y apretujar uno de sus hombros callo.

- vamos a hacer arte, Ino, hm- hablo sensualmente- tu me ayudaras, serás mi pincel hm-

Al escuchar las palabras del mayor, Ino se estremeció.

-¿cómo podría serlo? Pregunto aturdida

- para empezar quitándote ese estorboso uniforme hm- señalo burlonamente

La joven se sonrojo mas no se intimido, le deseaba y ahora obtendría lo que en mucho sueños quería; lentamente se desabotono la blusa blanca dejando ver su sostén lila el cual le daba una forma sensualmente redondeada a sus pechos, después llevo sus manos al cierre de su falda deslizado lo pausadamente y una vez completamente abierto la dejo descenderla lentamente por sus largas piernas, a conjunto de su sostén unas bragas lilas de encaje guardaba su sexo, las zapatillas las lazo juguetona mente mientras que las medias las retiro suavemente con sus manos como si fuera una caricia; el rubio no dejaba de ver el espectáculo erótico frente a él, empezaba a sentir como su fisionomía respondía a tan tentadora visión, y sin tapujos observo como la joven retiraba su ropa interior para mostrar su desnudes ante él, la boca se le hizo agua mientras observaba los actos de Ino, deseoso de ser las manos que retiraban la prendas pero se abstuvo. Se acerco a ella y le indico que tomara pintura con la parte que deseara de su cuerpo y así lo hizo la mujer se embadurno las manos, pierna y pechos, comenzó con unas volteretas que salpicaron el papel; Deidara observaba como los enormes pechos de la rubia rebotaban sensual y tentadoramente con cada movimiento producido por su cuerpo, preso del instinto irracional se despojo de su propias prendas, mientras la joven jugueteaba con la pintura ignorante de las intensiones del hombre, se acerco a ella y la abrazo por la espalda, asustándola por la repentina acción, la sostuvo contra si, oliendo el perfume que desprendía; Ino sentía un hormigueo en su entrepierna pues el erecto miembro del joven estaba en intimo contacto con sus glúteos, a la mujer se le escapo un suspiro, el cual indujo en Deidara una oleada de excitación, despacio, demasiado despacio acaricio el abdomen, las caderas y los muslos hasta llegar a la intimidad de su amante, una vez allí en lo más intimo de su anatomía introdujo un par de dedos que se mojaron de los líquidos vaginales, presiono y palpo los labios vaginales excitándolos para que produjeran mas lubricación, con la mano que aun la sujetaba en un abrazo empezó a presionar los senos en una caricia ruda pero satisfactoria, la mujer gemía entrecortadamente al recibir tanta estimulación, sin reparo la hizo sostenerse en cuatro sobre el papel, la joven estaba expectante, sabía lo que acontecería y no le importaba que fuera pasajero, froto su virilidad sobre la húmeda entrada, de vez en cuando introducía levemente la punta del pene, arrancando gemidos a la muchacha, sabiendo se torturada la joven empezó a autosatisfacerse, descaradamente llevo una de sus manos hacia su vagina y empezó a introducir un par de dedos y comenzó un vaivén con sus caderas, pronto jadeaba con las sensación auto producida; dicha escena le produjo un gran libido al rubio que al igual que la chica en cuatro empezó a frotar su propio miembro, cansado del juego que sostenían, se sostuvo de las caderas de la mujer la cual en su asombro libero la mano con la que se tocaba, y sin aviso introdujo su hombría en la joven, la estreches le produjo cierta dificultad pero el grito sensual que soltó la rubia le indico que era hora de seguir, embistió a la chica por algunos minutos desde esa posición hasta que sintió que los brazos empezaban a fallarle a Ino, se detuvo y salió de ella, los fluidos goteaban mezclándose con la pintura regada, la sangre de un intenso rojo le parecía al artista un toque especial en la obra, la hizo acotarse y pronto se acomodo sobre las piernas de su amante pues su lujuria aun se reflejaba en su enorme erección, e Ino parecía dispuesta a seguir con la faena, pues se tocaba sugerente dándole a entender que aun no estaba satisfecha, empezó a penetrarla una vez mas pero ahora sus labios se deleitaban con los níveos pechos de la joven, succionaba necesitadamente los pezones erectos.

- ¿Te gusta hm?- preguntaba sensualmente sobre el oído de su amante

- ha Hai- apena y podía responder ya que su voz se había convertido en una sinfonía de gemidos entrecortados.- mas, da dame mi mas fu fuerte- exigía la pelilarga

- eres insaciable Ino hm- beso sus labios pasionalmente.

Incrementando la profundidad, el joven alzo las piernas de la rubia, dejándolas reposar en sus hombros; cuando la mujer sintió ser penetrada más profundamente gimió el nombre del Rubio

- Deidara san, Deidara san, hágamelo-

El rubio no respondió pero acelero las envestidas, después de algunos minutos más llegaron al orgasmo, ella con un grito placentero y el eyaculando dentro de la mujer.

Empezaron a incorporarse, el cuerpo le dolía a la rubia mas no hizo ningún gesto delatatorio.

- detrás de esa puerta hay un baño, puedes ducharte si así lo deseas-

- arigato Deidara san- la joven sostuvo sus prendas y aun desnuda se dirijo al baño; dentro de este la mujer dejo cerca del lavabo su ropa y dentro de la ducha vio un banquito, cosa que le extraño, mas no le puso atención , abrió la regadera y las gotas del agua empezaron a mojar su cuerpo llevándose los restos de pintura en su piel, el calor del agua le producía cierto alivio a su adolorido cuerpo mas la sensación de bienestar se disipo cuando la joven escucho que alguien invadía su privacidad, no era otro que Deidara, el cual si pudor se introdujo bajo el agua muy cerca de ella, la mujer al sentir el roce de la piel del joven contra la de ella, le hizo estremecerse, sin permiso, grácilmente la movió para acomodar el banquito bajo el agua y sin más se sentó sobre él, recargando su espalda sobre la baldosa del cuarto, Ino se extraño de la acción más pronto su duda se despejo cuando el ojiazul le indico que se sentara sobre sus piernas, un intenso rubor invadió las mejillas de la pelilarga pues el pene del joven yacía erecto entre sus piernas, por lo tanto la indicación de que se sentara sobre sus piernas no era más que para que la joven se introdujera aquello una vez más; dudosa se acerco a donde reposaba Deidara y sensualmente rodeo con su mano el pene del joven, y con la libre estimulo su propia entrada para humedecerla, lo froto por algunos segundos, sintió como un liquido algo espeso salía de este, liquido pre seminal obviamente, lo unto sobre lo largo del pene para que de igual manera sirviera de lubricación; empezaba a voltearse para quedar a espaldas del ojiazul pero su voz la detuvo.

- frente a mi Ino, quiero probar tus pechos hm-

todo esto no era nuevo para Ino pues conocía demasiado de sexualidad pero una cosa era leerlo en los textos y otra practicarlo así que su rubor aumento considerablemente y se avergonzó ligeramente, mas obedeció la orden sin rechistar, poso sus piernas a cada lado del cuerpo del rubio y poco a poco bajo hasta sentir la punta del pene rozarle los labios vaginales, suspiro al tacto y se aferro a los hombros de Deidara, movió sus caderas rosando los sexos, ambos gemían por tan exquisita sensación y en un acto de lujuria Deidara llevo sus manos a las caderas de la mujer obligándola a descender completamente e introduciendo su pene en ella, la joven grito sensualmente al sentirse llena una vez más, con frenesí empezó un movimiento de cadera placentero ayudada de las varoniles manos, en su vaivén sus pechos rebotaban muy cerca del rostro de Deidara, los pezones erectos se le antojaban sobremanera así que dejando que la rubia moviera por su cuenta las caderas llevo una de sus manos sobre el pecho derecho presionando lo y sujetándolo, lamió el erecto pezón, después delineo con su lengua la rosada areola y por ultimo introdujo en su boca el pecho degustándolo, Ino se sentía fuera de sí, sus sentidos estaban llenos de lujuria y pasión, no había cabida para ninguna otra cosa que el de satisfacer sus instintos sexuales, la joven se tenso en un último movimiento sintió una sacudida que la llevo al éxtasis y sobre la piel de su muslo sintió un liquido cálido correrse, ambos habían terminado con un extenso orgasmo.

La había dejado en la puerta de su apartamento y aun que le chocaba hacerse el cursi, beso delicadamente los labios de la muchacha, lo hizo como si de un gracias se tratase pues queriendo protegerse de malos entendidos le informo a la joven de su situación y de que sin duda lo que había pasado no le ataba a ella, Ino comprendió y acepto los términos de su relación, ella como él sentía una gran atracción física pero sus sentimientos estaban guardados para un chico de cabello negro. Se sintió aliviado al verse sin ataduras y con una mujercita que satisfaseria sus deseos carnales cuando lo necesitara pero por un lado se sentía envidioso, Ino le había confesado que amaba a otro joven y no estaba seguro de querer compartirla, mas debía contener su egoísmo pues ella misma había acepto compartirlo si a él se le antojaba dormir con alguien de su mismo sexo; si, le había confiado su secreto, el Deidara Uzumaki era bisexual y ya tenía un amante de planta el cual había ignorado los últimos meses debido a sus ocupaciones; pero la sensualidad que despedía la chiquilla lo hizo caer en la tentación, ahora tendría que hablar con su pelirrojo compañero pues sus noches de pasión con la rubia apenas empezaban y si Sasori lo quería de verdad tenía que aceptar a Ino como parte de la relación.

Notas de la autora:

Muajajaja oh kami soy una hentai xD bueno he de confesar que la idea original es de mi Imoto Aby-chan, Etto y ps al fin escribiré mi tan anhelado Yaoi, el siguiente capitulo será un Deidara/sasori y el tercer y ultimo capitulo será... Una sorpresa jejeje! .

Bueno tmb he de decir que estoy muy agradecida con las personas que siguen mis otras historias y si eres nuevo leyendome, anda ve y le mis otras historias xD no, mentira, has lo que desees!

Y como petición, podrían dejarme un comentario siii? Anden digan que si! Escriban algo que me de ánimos de seguir escribiendo!

Sin mas se despide: Tsuki Hatake.