N/A: Hoooooola de nuevo, me parece que este es mi... cuarto drabble participante, esto es demasiado adictivo. Debo confesar que nunca había escrito tan seguido, para mí esto ya es mucho, pero hay chicas que ya van por el noveno y eso me hace sentir muy motivada \o/.
De nuevo, los personajes no me pertenecen pero la historia es mía.
Estación y Sensación: Verano y Alivio.
Palabras: 541.
D N.
CONTIGO
El sol estaba en su máximo esplendor y sus cálidos rayos alumbraban toda la aldea, sin embargo para ella era un poco insoportable, pues en el traje de sacerdotisa su piel no respiraba muy bien que digamos, además de que el calor del ambiente aumentaba un poco más dentro de toda esa vestimenta.
Se levantó del lugar en donde se encontraba limpiando algunas plantas medicinales y se secó el sudor de la frente con la manga de su traje, se sentía sucia; comenzó a caminar sin percatarse. En esos momentos extrañaba un poco la moda de su época, y es que normalmente en verano las chicas andaban en falda y con blusas de tirantes, con vestidos cortos y sandalias o con shorts y una remera corta. Suspiró un tanto frustrada, también en su época había cosas frías para comer como helados o paletas congeladas, oh y los granizados de hielo con algún sabor… esos eran sus favoritos; sabía que a veces extrañaba su época más de lo que debería y solamente por ciertas comodidades que le brindaba.
Cuando detuvo su andar apenas y se había percatado de que se había dirigido al pozo que la llevó de vuelta a la época antigua con su querido InuYasha. Es verdad, ella había querido regresar con él por voluntad propia, no dejaría que sus antojos de verano la traicionaran como para querer regresar.
Aunque también debía admitir que eso no era el único motivo de extrañar su era, había veces en las que echaba de menos a toda su familia, le preocupaba el estado de su abuelo, el cómo estaba creciendo Sôta, y si su madre se sentía sola sin ella en casa.
Suspiró.
—Kagome —la llamó alguien a sus espaldas, el dueño de aquella voz masculina que bien conocía ella la envolvió en un posesivo abrazo desde atrás suspirando el aroma que desprendía. —Te estaba buscando.
—Caminé sin darme cuenta hasta acá —dijo volteándose para verlo sin deshacer el abrazo.
El ambarino la miró confundido y puso una mano en la mejilla sonrosada de su mujer —Te noté extraña mientras mirabas el pozo, acaso tú… ¿quieres volver a tu época?
La voz angustiada de InuYasha hizo que Kagome sintiera ternura, él a veces era muy temeroso, especialmente cuando ella decidía hablar de su familia o amigas del Japón futuro. Sin embargo a pesar de extrañar tanto sólo había algo que la calmaba y la hacía sentir un alivio genuino, las palabras consolantes de él.
—Tonto —habló finalmente Kagome sonriendo. —No te dejaré nunca, eso ya te lo había dicho.
—Keh, yo sé que sería imposible para ti el tan siquiera pensarlo —la actitud tan altanera en la que había dicho eso último significaba entonces que él ahora también estaba aliviado.
Y es que simplemente a veces tenía miedo de que Kagome fuera a desaparecer y abandonarlo de nuevo, pero las miradas llenas de cariño que ella le brindaba le hacían saber que eso nunca sucedería. Porque ella lo hacía sentir tranquilo y completo.
Porque ambos eran el complemento ideal para hacer que el otro se sintiera simplemente aliviado y sin temor alguno.
Tengan un poco de piedad, lo hice un poco rápido. Espero que les guste y me hagan saber su opinición.
Besos.
