Notas de la Autora: Sigo con mi tradición de oír KoRn mientras hago los trabajos de la escuela, lo que me desconcentra enormemente y me obliga a deteneme para escribir cosas como esta. Me salí un poco de los cánones cotidianos de mis fics... Creo que un poco de variación no vendrá mal. Tengo que reconocer que está un poco como imitando un cuento de Abelardo Castillo, que no menciono por las dudas que lo hayan leído y acabe con el final. Tiene mucho morbo, por eso la clasificación, pero nada más. Espero que lo disfruten. Oh! Y dejen reviews. Muchos reviews.
... Quizás ...
Quizás... no.
No puedo, no.
Pero...
Oigo un ruido y oculto rápidamente el cuchillo tras mi espalda. Volteo el rostro en todas direcciones: sólo es el viento entrando por la ventana abierta. Me acerco y la cierro suavemente. Suspiro.
Observo mi arma. Recuerdo que en una ocasión vi en la tele que no era como en las películas: podían necesitarse más de diez puñaladas, lo cual sería una asquerosidad. Además, despertaría y lo notaría y sería un desastre. Quizás si cortara en algún lugar clave... como el cuello¿No? Dos tajos a ambos lados del cuello. No estaría mal.
Tiemblo. Bueno, sí, me da miedo¿Ok? Qué voy a hacer. Nunca hice esto antes. No es que lo vaya a hacer tampoco. Aunque quizás... Sonrío. Qué locura.
Acaricio el borde del filo con mi dedo índice. Sólo debería hacer un poco de presión y... No, qué va. Pero... ¿Tanto daño hago al mundo? No lo sé, no sé nada. Tan sólo me levanté a mitad de la noche, tomé el cuchillo... Y ahora estoy aquí, junto a su cama.
Con la punta del cuchillo corro el flequillo de su frente. Respira con suavidad. Una respiración que podría ser cortada de un momento a otro. Quizás... oh, Dios.
Bueno, pero sería el fin de todos mis problemas¿No? Sería como darle un puntapié a la competencia, arrojar los modelos al pozo y ser como yo quiera sin que nadie pueda decirme que se puede hacer mejor. Sin nadie que me quite lo que es mío en primer lugar. Quizás... pero estoy delirando, sólo estoy delirando.
No hay odio verdadero aquí¿No? Yo soy inocente, no sería capaz, pero, quizás...
Todos saben que yo soy una persona muy buena. Todos lo saben. Nadie sospecharía de mí¿No?
Quizás...
¿No...?
Risa¿Qué hacés levantada a esta hora? –Reacciono justo a tiempo para ocultar la evidencia.
Me volteo (había estado caminando en círculos sin darme cuenta) y la veo a ella, a mi hermana, sentada, mirándome con preocupación.
Nada, es que no tenía sueño.
Bueno, pero acostate o mañana en la escuela te vas a quedar dormida. No hace bien dormir poco, vamos.
Está bien, ya voy.
Buenas noches.
Buenas noches. –Murmuro.
Ella cierra los ojos otra vez. Miro el cuchillo. Quizás... Pero no. Lo guardo en mi cajón y me quedo dormida.
... FIN ...
Lila Negra
PD: El cuento al que hice referencia es Las Panteras y el Templo. Y me encantaría que alguien deje un review en mi último fic yaoi de Megami Kouhosei... Please?
Edición Junio 2005: Por los reviews, se nota que casi nadie entendió lo que quise decir. Supongo que está mal escrito, pero me da fiaca rehacerlo, por lo que les explico qué está pasando para que no haya más confusión: Risa está pensando en la posibilidad de matar a Riku. ESA es la historia, no hay suicidios ni ninguna Riku asesina, es RISA la que quiere matarla, la que está despierta y caminando al rededor de la cama de su hermana... Bien, espero que ahora esté mejor. Si alguien quiere decirme qué es lo que me salió tan mal en esta historia, es bienvenido. Un beso a todos y gracias por leer.
Domingo, 04 de Julio de 2004