-Ashita ga Aru, Ashita ga Aru, Ashita ga Aru sa~
El cielo era azul, un azul puro y claro, cubierto por algunas nubes blancas similares al algodón. Algunas naves volando en él.
La cercanía del esperado verano estaba presente en todas partes.
Así como la alegre melodía resonaba por toda aquella escuela, junto con las distintas voces de los alumnos.
La letra de la canción era optimista y divertida en cierto modo. Era agradable al oído.
Un pajarillo se posó en la ventana, mirando al interior de la clase, aquella alegre melodía lo había llevado hasta allí.
En el interior de la clase había personas de todas las edades vestidas con distintos trajes, cada uno más llamativo que el otro, destacando el más sencillo de ellos, que llevaba una bata blanca y una corbata rosa, su pelo estaba despeinado y rizado, destacando entre todos los demás al ser plateado, además. Sus ojos rojos de pez muerto posados en los alumnos.
Ellos estaban de pie de espalda a la pared, en una colocación típica de un coro, cantando. Mientras ellos cantaban, una joven de pelo color lavanda tocaba el piano acompañada por un chico de pelo "largo" y color castaño ceniza tocaba la guitarra española. Los ojos lilas de la chica estaban posados en los que cantaban, los del joven que la acompañaba… Era imposible descifrar hacia dónde miraba, porque sus ojos eran cubiertos del todo por su pelo.
-Ashita ga Aru sa… -sonó el final de la canción.
Tanto las voces como el acompañamiento descendieron hasta llegar al silencio.
El profesor -que sólo podía ser el peliplateado- se levantó de su asiento para caminar hacia ellos dando aplausos con desgana y cara neutra.
-Bien~~ Ahora podéis iros a casa -habló, con un tono aburrido.- Hasta mañana~~
Todos ellos asintieron y, destruyendo el precioso silencio, cada uno se fue a su bola, hablando, cantando, chillando, discutiendo o lo que fuera hasta que la clase quedó completamente vacía. O casi.
El profesor suspiró y con una sonrisa de trol salió de la clase sin decir nada, cerrando tras de sí la puerta con llave. "Un pequeño castigo no les vendrá mal… Como sea, voy a tomarme un parfait".
-Huh… -Abrió los ojos con lentitud, viendo que estaba en clase y que no había nadie más allí.- ¿Ahhhh~?
-Duermes como una marmota, ¿eh? -sonó una voz sin emoción alguna a sus espaldas, una voz terriblemente familiar e irritante.
-Dormir es esencial para mantener la belleza de una mujer ~aru -contestó con pereza, girando la cabeza sólo para verlo. A él. "Precisamente tenía que ser ÉL. No podía ser otro, no".
Él se limitó a mirarla con la cara apoyada en una mano desde la mesa de al lado.
-Para los monstruos eso no sirve, China.
Una vena se marcó en su sien mientras fruncía el ceño con enfado.
-¡¿Qué insinúas, Sádico?! -se puso en pie de un salto y lo señaló.- ¡¿Quieres pelear acaso?!
Él sonrió "inocentemente", divertido por el hecho de hacerla enfadar tan fácilmente, y se puso en pie para caminar hacia ella.
-Encantado, pero primero tenemos que encontrar una manera de salir de aquí~ -dijo mientras pasaba por su lado e iba hasta la puerta.
Ella lo observó con curiosidad ladeando ligeramente la cabeza.
-¿Eh? ¿Qué quieres decir con "encontrar una manera de salir de aquí"?
-Cielos, eres lenta captando situaciones, ¿eh? -el castaño suspiró, girando la cabeza hacia ella mientras le daba la espalda.- Estamos encerrados.
Kagura se quedó en silencio unos segundos, luego comenzó a reír ante la mirada neutra de Sougo.
"¿De qué se ríe esta ahora…?", la respuesta no tardó en llegar.
-Creo que he oído mal, porque me ha parecido oír que estamos encerrados ~aru.
Se llevó una mano a la cara y la miró asintiendo.
Ella dejó de reír al instante. Se acercó a la puerta, lo apartó de un ligero empujón e intentó abrirla de una patada en silencio. Nada.
-Si fuera tan fácil yo no seguiría aquí y podría estar en el cuartel mirando mi novela, ya debe de haber empezado. Me la estoy perdiendo por tu culpa, China.
-Como si me importara lo que haces en tu tiempo libre -se giró para mirarlo de frente, agarrándolo por el cuello.- ¡¿Y por qué demonios es mi culpa ~aru?! ¡Piensa antes de hablar, sádico bastardo!
-¿Huh~? Está claro: es porque te quedaste dormida.
-¡PERO SI TÚ TAMBIÉN ESTABAS DURMIENDO, IDIOTA!
-Ah… ¿Sí?
-¡Deja de hacerte el inocente, imbécil!
Tras eso, ella lo lanzó por los aires, yendo él a chocarse contra la pared de la clase, al lado de la pizarra.
Él se llevó una mano a la cabeza y la miró ahora enfadado, perdiendo el control sobre sí mismo.
-¡¿Por qué has hecho eso?! ¡¿Quién te crees que eres, China?! ¡Sólo bromeaba! ¡BRO-MEA-BA!
Ella se rió de él llevándose una mano a la boca, burlona.
En un visto y no visto ambos se habían enzarzado en una pelea digna de destrozar la clase por completo. Las sillas, mesas, borradores y sus mochilas volaban por todas partes, mientras ellos saltaban de aquí a allá, esquivando y atacando, insultando y replicando.
La puerta se abrió levemente y por ella asomó la cabeza de un peliplateado.
-Oi, chicos, ya podéis-
Se quedó petrificado, al igual que Okita y Kagura, que estaban peleando en el suelo, la pelinaranja sobre él, estirándole del pelo y el castaño debajo de ella, estirándole de los mofletes.
"Ginpachi-sensei" miró a ambos lados, viendo el completo desastre que había allí.
Luego los miró a ellos.
-...Mañana quiero ver esto como nuevo -y se fue, cerrando con llave tras de sí de nuevo. "No debería haberlos dejado solos… ¡Ah! ¡Hoy sacan la Jump, es verdad!", se desatendió del tema al instante.
ANTES QUE NAAAADA... || ANTES QUE NADA MIS NARICEEEES, ANTES DE ESTO ESTÁ EL CAP, ASÍ QUE DI ANTES DEL CAP! :( || ~~seh, hablo sola.
Me gustaría avisar que esta historia la escribí hace MUCHO, cuando aún no sabía ni lo que escribía. (?) Así que espero no os disguste mucho lo OoC que algunas veces serán Okita y Kagura. ¡Ahí os dejo la historia!
