Esmerelda subió las escaleras de piedra lentamente y en silencio. Su desconfianza hizo que todas las sombras se convirtieran en un mounstro asechandola, cada antorcha brillante era como fuego del infierno, cada sonido un diablo en picada con las garras al descubierto el objetivo era su garganta. Pero cuanto más arriba subia, desaparecian los secretos pues todo cada vez se miraba mas claro, por lo que continuó el ascenso.
Esmeralda entró en la alcoba oscura, aferrándose a su chal. Ella vio una silueta reflejada en el balcon, una ominosa forma oscura e implacable. Estaba mirandola? Ella no podía saberlo con exactitud.
"Hola, gitana".
Su profunda voz de barítono la envolvia invitadoramente, pero sabía que aquella oscura tentacion seria solo su muerte
"¿Qué quieres?" dijo Esmeralda.
Frollo se rió entre dientes, aquel sonido del mal hacia eco por toda la habitación, rebotando en las campanas en su reposo de metal tocado por la luz de la luna.
"Usted".
Esmeralda cerró los ojos. "Usted está enfermo", dijo con enojo. "Yo he venido a negociar por la seguridad de mi pueblo."
"Y vamos a negociar", dijo Frollo. Salió al balcón y se dirigió hacia ella. Cuando la luz de la luna finalmente le reveló, Esmeralda se sorprendió al ver lo mucho que su compostura se había desintegrado desde la última vez que lo vio. Había bolsas bajo los ojos ardientes, y llevaba el pelo hacia arriba y desubicado a pesar de que había tratado de acomodarlo.
"Mi propuesta es muy simple", dijo Frollo, cruzando las manos juntas. "elijeme a mi y voy a dejar que tu gente vivia libremente y sin persecución en París."
Esmeralda levantó una ceja. "Y si no te elijo?"
"No me elijas, y las cosas continúaran como siempre pero tu ya no podras aclamar santuario jamas. Voy a hacer que todos los gitanos sean quemados en la hogera, y ya no habra ningun gitano en el mundo, por lo que vas a vivir el tiempo suficiente para ver a tu gente morir, retorciéndose entre las llamas! "
Él se acerco a ella , jadeante de ira, una sola hebra de cabello gris colgaba sobre el ceño fruncido. Esmeralda dio un paso hacia atras, la boca abierta en estado de shock.
"Eres un monstruo!" -gritó, tirando de su manto con más fuerza a su alrededor.
Frollo se enderezó y se alisó el pelo hacia atrás, respirando profundamente. "Os he dado una opción razonable, gitana. Piensa de mí lo que quieras, pero no subestimes mis esfuerzos para lograr la paz."
"Hacer la paz?" escupió Esmeralda. "Más bien hacerme tu sierva personal. Nunca me sometere a gente como tú!" Giró en redondo y pisando fuerte hacia la puerta, casi corriendo por la escalera. Frollo la siguió.
"¡Espera!" -exclamó. Se dio la vuelta con rabia, casi resbalando en las escaleras de piedra. Para su gran sorpresa y consternación, él la agarró por los hombros y tiró de ella en un beso.
los ojos de esmeralda se abrieron de golpe. Su boca era implacable contra la de ella, áspera, pero no abrumadora, no haciendo nada bien, pero no haciendo nada mal tampoco. Por un momento dejó que sus ojos se cerraran, permitió que sus labios se movieran en sincronía con los de ella. Y entonces se sintió totalmente acosada, y se separó de él.
En ese pequeno instante sus ojos se conectaron, parecia rogarle. Parecía que miraba directamente hacia el interior de su alma.
Esmeralda se volvió y corrió por las escaleras, en la oscuridad, su piel ardía como el fuego del infierno.
