El juego y el animé Pokémon no son de mi propiedad. Pertenece a Nintendo, todos los derechos reservados. Sólo soy autor de fic.
Supervivencia en Gallalade
Por Cristian Reynolds
Prólogo.
Example = Texto en general.
"Example" = diálogo a través de telepatía.
Punto de vista del protagonista:
Esta es una historia diferente y demasiado complicada para resumir. Quien sabe cuanto dure pero quiero que conozcan mi experiencia en tener este tipo de vida que llevo.
Muchos se preguntan ¿quien soy yo? Es un placer conocerlos, me llamo Ángel Zagorakis, tengo 15 años y aunque provengo de Grecia, vivo un largo tiempo en la región de Kalos. Si, aunque no lo crean vivo en un territorio Pokémon.
Normalmente no me atrae mucho eso de ser un entrenador de estos seres pokémon por que exige mucho para llegar a ser el mejor; tales son los casos de uno de ellos, Ash Ketchum, que por cierto siempre lo he admirado por su manera de entrenar a sus pokemones y que aunque tiene grandes probabilidades de ganar alguna liga, desafortunadamente po motivos pierde ante otro entrenador con más progresión, el ultimo caso ante Alain en estas tierras, aún refuerdo de esa batalla tan difícil, el mega Greninja no pudo soportar el equilibrio desde que se enfrentó ante el temible mega Charizard; no hablaré mucho de ese tema porque los aburriría pero no descarto esa idea de ser un buen estratega y tener mis propios Pokemon. En fin, hubo muchas cosas que cambiaron cuando Ash pasó por estas tierras, pero la que quizas ha causado escándalo y a la vez un gran cambio, aunque no me gusta llamarlo por ese nombre por que me hace sentir sucio, pero en la mayoría de regiones la mal llamada "Pokefilia" comenzó a ser legal, pero siempre y cuando las relaciones entre humano fueran con pokemones de carácter humanoide, ya saben, de casi forma humana, aunque no faltaba la ilegalidad en regiones como Hoenn o Jotho. Hasta incluso en el gimnasio que la actriz Diantha, actual campeona de la Liga de mi región, permitió esa clase de afecto permitiendo la libertad y tranquilidad; luego le siguió la bella Cynthia en Sinnoh y así con la mayoría de las regiones.
Pero bueno, dejando un lado esos sucesos, estoy yo. Normalmente estudio en la secundaria cursando el noveno grado y aunque parezca el menor del salón, tengo un buen sentido del aprendizaje. Mi gran meta es llegar a convertirme en biólogo no sólo para estudiar la anatomía pokémon, también para conocer sus estrategias de ataque. Así como el profesor Oak pero no siendo científico.
Pero por ahora sólo voy a la secundaria de Kalos y me ha ido bien sacando buenas notas en la mayoría de las materias dadas, pero no faltaba los "chicos malos", esos que me atormentaban con robos, golpes y abusos, típico que sufrimos los inteligentes como ésta persona.
Y luego aqui estoy, en mi cuarto con un dia alegre en la mañana, me preparo para salir a la escuela, un nuevo día por estudiar. Recogí mi bolsa y salí de mi recámara con mi uniforme de color azúl. Tenía cabello negro casi largo, aunque siempre mojado, ojos de color verde, una estatura más o menos intermedia, tez no tan blanca. Si, un chico normal.
— ¡Mamá! ¡Voy al Instituto, no sé si regrese hasta tarde! — bajé las escaleras de mi casa para encaminar hacia ese lugar. Mis padres no se quedan mucho en casa, suelen irse a muchas partes y volvían hasta muchos días siguiente dependiendo en qué región se encontraban; mi mamá es científica asignada por el profesor Oak y mi papá es árbitro en los estadios de las batallas Pokémon, causa de ello casi no los veo todos los días.
— Está bien hijo, te preparo la cena de una vez y en caso de que no regrese te dejé dinero para que vayas a donde quieras a cenar.— Mamá tenía las maletas listas para su inminente salida a Ciudad Carmín.
— Oh está bien. Te extraño mucho, no puedo quedarme solo casi todos los días, ¿donde queda pasar el tiempo juntos con papá?.
— Ángel, se que estás triste pero no puedo quedarme sin empleo para tu futuro ni tampoco tu papá. Debo irme para que cuando haya tiempo libre, tengamos una mejor vida. — Me abrazó, y me sentí triste.
— Está bien mamá. Te echaré de menos en tu viaje. Además creo que papá no vendrá tampoco.
— Oh Ángel... Prometeme que no harás locuras mientras no estemos.
— Mamá no soy un rebelde. — sonrío — pero trataré de ser responsable como todos los días.
— Está bien. — Mamá sonrío, y me abrazó fuertemente. —Te quiero hijo.
— Cuidate Mamá, si encuentras a papá, saludalo, ¿si?. — Nos separamos y como tenía que desayunar, vi salir a mi madre fuera de la casa. A veces los extrañaba pero me acostumbré difícilmente a vivir solo. Oí el sonido del automóvil desplazando fuera de este sitio.
Al prepararme salí del hogar y camino hacia la escuela que no quedaba lejos de casa
Llegando al aula veía a muchos estudiantes con sus pokebolas a mano, diciendo que ataques tenían éstos seres, era uno de los pocos que no llevaba estos elementos, a veces me daba envidia de ver esas situaciones pero siempre me acostumbré a soportarlo. Como cualquier chico queria un pokemon para al menos divertirme con ellos pero no, no podia. Sonó el timbre, caminé al salon y comenzaron las clases como unicorriente durante todo el tiempo.
En el descanso no tenía amigos, pero tuve dos cuando se fueron: Diego y Luke. Ambos se fueron a otra escuela donde había dominio pokemon. No me dijeron mucho detalle pero ojalá me uniera a ellos ya que son mis únicos amigos de mi infancia, pero era impredecible.
En fin, volviendo a mi vida tomaba una botella de agua para refrescarme la cabeza. Las sesiones de Matemáticas con las de Física eran muy estresantes pero al menos aprendía todo, sus fórmulas y números. No tenía a nadie de amigo pero tampoco era el comodín de los bravucones.
Estaba a punto de salir pero una joven de pelo azabache y un poco más alta que yo me esperaba en la entrada con una mirada triste, no quería verla.
— ¿Ángel? — Comenzó a frotar y entrelazar sus dedos nerviosamente. — ¿Podemos hablar?
— ¿De qué? — Lo dije con tono alegre pero a la misma vez entrecortada. — No hay nada de qué discutir. — Quería salir de aquí y perderme.
— Ángel, se que estás decepcionado de verme pero quiero pedirte perdón. — Comienza a llorar.
— ¿Perdonar? No hay de qué perdonar Danna, estamos bien, no fue el fin del mundo. — Estaba con presión, Necesitaba salir de aquí. Ella me había traicionado por el gran Roberto, un chico popular que presume de ser una promesa de un futuro entrenador Pokémon, con su Darkrai y Garchomp. Lo peor era que los vi besándose en uno de los salones de clase justo al lado del área de química donde entregué una maqueta de la fórmula del Cobalto. Sentía mucha vergüenza y deshonra a mi mismo por ser un gran tonto.
— Ángel, perdóname por ser una tonta. Yo...
— No vuelvo a repetir lo que dije hace dos días, estaba muy feliz contigo, sentía felicidad al tenerte a mi lado, ¡incluso le agradaste a mis papás! Y aún así me hiciste quedar en ridículo, claro, saliendo con el guapo Roberto ¡el sueño de toda chica de este lugar! Pero ¿Sabes lo peor de todo? Es que jamás lo había descubierto cuando salían a escondidas, pero una persona a través de un Frolass me dijo que salían hace dos meses a escondidas... No quiero alargar el tema pero ya... Ya no más mentiras, Danna. Ahora si me disculpas debo entregar un taller de biología. Por favor no me sigas ni me veas en pintura. — Salí con el asombro de los transeúntes de aquella cafetería pero no les hice caso. Continúe con mi caminata hasta el salón donde estudiaba. Era demasiado difícil de vivir así, pero quisiera librarme de aquí.
Después de entregar un reporte sobre la forma de vida de Lucario, me dirigía a la salida de este lugar como cualquier otro estudiante. Debía volver a casa parea cumplir con carteleras y trabajos. A veces quería un Pokemon de compañía, tipo Sandalash o al menos un ratatta. Pero mis padres no me dejaban tenerlos por temor a peligros. Reglas eran reglas.
Cuando estaba a punto de salir por la puerta grande, una mano delicada me tocó el hombro, sorprendido lo mire o más bien la observé. Con cabello negro con rayos rojizos con su estilo de cogido de modo oficina, con gafas y muy mayor que yo en estatura era la directora del Instituto, una persona muy bella, sueño de todo Chico menos para mi.
— ¿Ángel Zagorakis?
— ¿Si? Con él en persona. — me daba escalofríos, ella era demasiado estricta con un alto grado de autoridad, ¿habia hecho algo mal? No lo sé por qué no podía pensar. Tuve que sonreír forzosamente.
— Sígueme a la oficina, tenemos que discutir algo que te involucra. — Se dio media vuelta y caminó, no tuve más remedio que seguirla por cuestiones de obediencia. Durante el camino veía a muchos chicos con sus pokebolas listas para sacar, supongo que se enfrentarían en batallas para potenciar a sus pokemones. No me interesaba en absuluto sobre ese tema, yo solo quería un pokemon como amigo.
Llegamos a la dirección y antes de sentarme me quedé tieso cuando vi a ¿un Gallade? ¿En este lugar? Esto no era normal, algo no cuajaba. La directora se puso al lado del gran pokemon donde me habló.
— Ángel, antes que nada quiero presentarte a él — Señala al pokemon macho. — Él es Gabriel, el subdirector de la Secundaria de Gallalade.
— ¿Qué tengo q...— Una voz de hombre con un sonido muy envolvente me interrumpía.
"Ángel Zagorakis, no temas."
— P..Pero... — Ya me había asustado cogiendo fuertemente mi mochila.
" Soy Gabriel, un placer conocerte. Sé que te preguntas cómo puedo hablar, yo uso la telepatía a través de su mente, al igual que la mayoría de pokemons de carácter psíquico. Soy el subdirector de Gallalade y he venido a este buen Instituto para decir una información. De acuerdo con tu seguimiento tienes buenas aptitudes académicas pero veo que no estás familiarizado con algún pokemon."
— Perdón por interrumpir. — hice seña de tiempo. — ¿Que tiene que ver con mi presencia?
"Según tu registro tu capacidad mental, incluso sabes fórmulas de grados altos y es una oportunidad para que salgas con más experiencia pero con menos tiempo."
— Me ha hecho confundir. En otras palabras quiero saber cuál es su propósito.
"Iré directamente al punto. Una de mis estudiantes más inteligentes me ha pedido una solicitud de traspaso de mi institución y de acuerdo con la exigencia hemos buscado a un aprendiz con muy buen rendimiento académico y de acuerdo con tus datos eres el indicado para la transferencia. Sólo depende de su decisión si acepta o no el cambio." Gabriel sonrío.
— ¿Pero al menos ha hablado con mis padres del tema?
"Sus padres ya sabían de esto, incluso estaban convencidos de un cambio ya que quedaba más cerca de sus lugares de trabajo, al menos recortada la distancia. Han firmado la solicitud pero principalmente depende de su respuesta. — El Gallade lo dice de forma contundente.
— Además — Intervino la directora. — Hemos visto que no te sientes feliz aquí, aunque eres de los mejores estudiantes de este colegio. Extrañas a tus dos amigos que te animaban, además estas pasando por un mal momento. Lo que quiero es que estés bien. Escucha, hablo frecuentemente con tu madre sobre tus notas y situación de convivencia y ella me ha respondido que necesitas alguna compañía, pero nadie de mi institución no tiene la intención de hacerlo. Así que por tu bienestar es una gran oportunidad de cambiar tu estilo.
— Pero.. ¿Y las notas? ¿Y las evaluaciones? — ¿Era normal esto? Insistí a la rectora.
" Automáticamente se traspasarán a Gallalade como prueba de que has progresado en esas áreas." Gabriel concluyó.
— Oh..
"Debes tomar una decisión pronta. Piensalo bien y a conciencia. Si quieres puedes ir a tu casa y volver cuando estés dispuesto." El Gallade me miró serio.
— Está bien. ¿Puedo pensar fuera de aqui.? No tengo ganas de volver a casa.
— Toma tu tiempo. Hablaré con Gabriel un momento. — La directora sonrió.
Salí extrañado del lugar. ¿Sera seguro esto? No sé aún cual era el punto de mi selección. Estoy bien de notas, hasta incluso he tenido mejores calificaciones en matemáticas. ¿Pero un traslado de colegio? Ni siquiera lo hubiera imaginado.
Tomo un profundo aire y pienso sobre esto. Si mis padres ya fueron convencidos de esa solicitud asi que no me opongo. Es que el Gallalade es uno de los mejores colegios de todas las regiones, incluso pokemones han llegado a altos rangos. Pero es extraño para mi que me llegue esa solicitud.
Pero vería cosas buenas; lejos de esos problemas con los bravucones, lejos de esos malestares... E incluso lejos de ese Roberto y... Danna... Sería mejor esto, cambiarme de aires y de costumbres. No sé aún cómo es el sistema de esa institución pero creo que ya tengo la desicion tomada.
Volví a la oficina, donde el gran Gallade estaba esperanzado en mi respuesta. Bueno, espero que no me arruine la sorpresa, ya que ellos y las Gardevoir pueden leer mis pensamientos.
— He tomado una decisión que puede favorecer a todos. Estoy dispuesto a realizar la transferencia, así que iré a Gallalade.
" Buena decisión Ángel." Gallade sonrió y asintió positivamente. "Estoy feliz que hayas tomado el rumbo correcto. Bueno, toma esto." Gallade me entrega un documento. "Este es un mapa que te llevará a nuestra institución. Pero debes ir con maletas, por que Gallalade será tu casa temporal. Te espero mañana mismo a las 9:00 horas para que debas saber más detalles sobre tu ingreso." Gabriel estrecha la mano. Por suerte no llevaba sus espadas en los brazos. Acepté.
— Muchas gracias por estar en esta institución. Te echaremos de menos aunque te visitaré para ver tu rendimiento. — la directora sonríe y me abraza.
Salí de la oficina en dirección a mi casa y apenas llegué comencé a empacar todo, ropa, accesorios y demás cosas. Fui a la sala de la casa a ver mi correo, donde aparecía el nombre de mamá en el mensaje. Lo abrí y lo leí.
**Querido hijo
Sé que no te había contado sobre una noticia que debes saber. Desde hace días hemos sido contactados por uno de los prestigiosos colegios que hay en la frontera entre Sinnoh y Kalos, La Secundaria de Gallalade; la ubicación es casi lejana de las regiones ya mencionadas pero es muy cercana a nuestras zonas de trabajo. Tanto yo como tú padre vimos una gran oportunidad de que aumentes tus niveles de estudio, ya que ese colegio tiene el mejor registro de buenas notas.
No quiero alargar aún más el tema pero mientras no estés en Kalos, lo mejor es que dejes la casa y encargues las llaves a tu tía Rosa y vayas a aquella frontera. Te guardamos cerca de $2000 pokedolares para que puedas gastar en lo necesario. Están guardados en el armario de la cochera. Estamos a la expectativa de visitarte en algún momento allá, tu padre no volverá hasta dentro de dos meses más, ya que aún las ligas se han triplicado y tiene que hacer un gran papel.
Estaré en Ciudad Carmín durante algunas semanas. Pero vendré pronto a verte. Cuidate mucho y promete que te vaya bien en ese lugar. Por cierto hay algunas pokebolas en mi armario, quiero que tomes la cantidad necesaria de ellas para que tengas tus propios Pokemon. Ya estás preparado para esas cosas.
Mucha suerte hijo mío. Te quiero mucho.
Mamá.**
Asentí pero tenía ganas de llorar, se siente feo que diga esas cosas ya que no verlos casi nunca en ese tiempo me desespera. Hice lo que mamá dijo, pasé por la habitación y recogí unas tres pokebolas; recogí el dinero solicitado pero agarré aparte unos mil más por si algo malo me pasaba.
Todo lo que tenía que hacer era mirar y merorear por última vez mi hogar, donde era un ambiente fascinante y tranquilo. Echaría de menos a mi tía y mis dos primas con su Vulpix y Growlithe, respectivamente.
Era el momento de tomar un nuevo desafío en el lugar de frontera. Mi vida estaba a punto de dar ese gran giro, observé el último atardecer en mi casa, Kalos.
Muchas gracias por leer. Como saben es mi debut en el mundo Pokemon, y soy sincero: me gustan mucho las primeras temporadas, con Ash, Brock y Misty y Pikachú; pero bueno, les hablaré más de ese tema más adelante. Jajaja
En fin, el fic se centrará en la vida escolar de Ángel, donde será 50% AU, 50% según Pokemon, y pues ya saben cual será la pareja pero las primeras interacciones se sabrán en el próximo capítulo. Aunque es inspirado en uno de los fics de Murloc Rampage.
Cualquier review es bienvenido, sea buena o mala. Me ayudará en el mejoramiento de mis historias. Saludos a todos y nos vemos, un abrazo.
