Bueno bueno, esto es una lokura que ha estado pasando por mi mente desde hace tiempo y al fin me decidi por escribirla. Sera una serie de one-shot, tal ves este este un poco largo, pero habia que explicar algunas cosas para poder entender los demas. Ojala les guste y si no, bueno me lanzaran tomatazos virtuales. Ojala les guste y se rian un rato simas qui esta el fic.
DECLAIMER: BLEACH LE PERTENECE A NUESTRO GUIA ESPIRITUAL TITEKUBO-SAMA, OH! ALABADO SEAS JAJAJAJA
DESVENTURAS DE YAMI…
La última vez que Kurosaki Ichigo vio su cuerpo fue cuando Kon, su alma sustituta, estaba dentro de él. Literalmente la pervertida píldora le dijo lo siguiente:-no te preocupes Ichigo, yo cuidare de tu cuerpo-el pelinaranja quedo tranquilo con eso y se fue junto con todos los demás Shinigamis y sus amigos a patearle el culo a Aizen y su tropa de Arrancars mal pagados. Una vez terminada la ardua batalla nuestro héroe volvió a su casa dispuesto a volver a su cuerpo, pero encontró al peluche tirado en su cama leyendo una revista ¿Qué changos hacia Kon en su cuerpo de peluche cuando debería estar en el cuerpo de Ichigo? El Shinigami lo descubrió unos minutos después.
-pues veras Ichigo, la última vez que estuve en tu cuerpo caí desmallado y cuando abrí los ojos de nuevo estaba en mi súper sexy cuerpo-el peluche estaba modelando.
-¡Kon! PELUCHE SIN RELLENO PERDISTE MI CUERPO ¿QUÉ ARE YO AHORA? ¿VIVIR EN UN GIGAI?-el pelinaranja zarandeaba al muñeco de aquí para allá gritándole una y mil cosas. Para ser breves, nunca más se encontró el cuerpo material de Kurosaki Ichigo; así que él, resignado, tubo que meterse a un Gigai para poder terminar el instituto.
No paso mucho tiempo para que Yamamoto le ofreciera el puesto de Capitán en el Quinto escuadrón, el chico acepto sin pensárselo, después de todo no podía vivir una vida normal en la tierra si no tenia su cuerpo verdadero. Y así nuestro Shinigami favorito termino viviendo en el Seireitei, con un puesto como capitán y casado con Kuchiki Rukia.
Ahora, veinte años después de ese "fatal acontecimiento", como él lo llamaba, se veía exactamente igual que cuando tenia 17 años, cuando en realidad tenia 40. Por el momento se encontraba en una misión en Karakura, alojándose en un departamento dispuesto por la Sociedad de Almas, ya que estaba siendo atacada constantemente por Hollows y Menos Grandes, pero no estaba solo, Rukia había ido con él y la morena llevo a rastras a su hijo mayor, Yami, acababan de llegar y regresarían dentro de un mes para ser exactos.
Kurosaki Yami era el hijo mayor de ambos, tenia 15 años y para su desgracia media con suerte 1.33, aunque todavía guardaba la esperanza de crecer más, tenia el cabello igual que su padre, con la diferencia de que este era de color negro y uno que otro mechón anaranjado; sus ojos, igual que los de su padre, pero de color violeta intenso. Para que hablar de su carácter, teniendo a ese par como padres es de esperarse como es.
Ese día, estuvieran o no estuvieran en misión, asistirían a la inauguración del nuevo hospital de Ishida, pero no dejarían a Yami en el departamento solo, oh no.(tomose en cuenta que Ichigo y Rukia se ven jóvenes cuando todos sus amigos humanos se ven cuarentones, ya que por ser almas envejecen como tal).
-¡Rukia, apúrate en el baño!-el pelinaranja le golpeaba la puerta a la Kuchiki-¡vamos a llegar tarde, joder!
-supongo que no me obligaran a ir a ese lugar-el bajito pelinegro miraba a su padre desde la entrada de la alcoba, estaba apoyado en el marco de la puerta de brazos cruzados.
-supones bien-el ahora capitán lo miro incrédulo mientras seguía apurando a Rukia en el baño-pero no creas que te dejaremos solo.
-¡¿Qué? ¡Ustedes dos siempre me están haciendo la vida imposible!-entro de lleno a la habitación, pero justo en ese momento Rukia salio del baño.
-¡ya deja de alegar!-le dio pape en la cabeza-te quedaras con una niñera y punto, Ichigo súbeme el cierre-se daba la vuelta para que el mencionado le abrochara el vestido.
-bien-dijo entre dientes Yami.
-ha claro, hazle caso a la enana y a mi ignórame-comenzó a reclamar el pelinaranja.
-¿a quien le dices enana, descerebrado?-le pego un codazo que lo dejo sin aire, por mas años que hallan pasado seguían igual que siempre.
-ya déjense de discutir-dijo el chico con un deje de enfado.
-¡Tu no nos mandas, renacuajo!-dijeron al unísono, otra pelea comenzaba para estos tres.
Mientras ellos discutían a grito pelado, el timbre del departamento sonó, pero ninguno de los tres Shinigamis lo escucho. La mujer que estaba al otro lado de la puerta pensó que había llegado en mal momento y decidió llamar por teléfono para verificar si aun tenía el trabajo de esa noche.
-¡diga!-bramo Ichigo por el celular, el par de pelinegros a los que llamaba familia les había dado contra él.
-etto…emmm-la mujer estaba realmente intimidada.
-quien quiera que sea que hable de una puta vez-ya se estaba hartando, por un lado no le contestaba por el otro lado del teléfono y por el otro tenia a Rukia montada en su espalda tirandole el cabello y a Yami mordiéndole una pierna, claro ambos actos eran por falta de atención por parte del afectado.
-¡soylaniñera! Llame por teléfono por que toco el timbre y no sale nadie-dijo a una velocidad supersónica.
-aah-fue la seca respuesta, luego se escucho la voz del pelinaranja pero a lo lejos, aun no cortaba la llamada-quítense de encima ahora, llego la niñera-y la llamada se corto.
Antes de que la puerta del departamento se abriera se escucharon una serie de gritos y algunos golpes, la muchacha pensó lo peor, hasta que la puerta se abrió dejando ver al pelinaranja que tenia pinta de tirar fuego por los ojos, con el seño muy marcado y una expresión de fastidio. Aparte, tenia una parte del pantalón llena de baba, el cabello mas desordenado de lo normal y la camisa con la chaqueta mal puesta; resultados de una pelea dos contra uno , atrás de él se veía a una Rukia cogiendo su cartera y regañando a Yami.
-bu-buenas tar…tardes, so-soy Ikimono Luzia-hizo el ademán de extenderle la mano para saludarlo pero un escalofrío recorrió su espalda y se arrepintió.
-adelante-rápidamente se hizo a un lado para dejarla pasar. La chica tenia una altura promedio y su cabellos asemejaba un poco al de Rukia.
-OH! Buenas tarde, soy Rukia-la morena ya había comenzado a usar ese tonito de vos ambos, padre e hijo, hicieron un gesto de desagrado al escucharla-disculpa al estupido de mi esposo, tiene pinta de matón-ambos mujeres se carcajearon.
-Mi nombre es Ikimono Luzia, un gusto-la chica se sintio mas a gusto con la morena que con el fastidiado pelinaranja ¬¬ por obvias razones.
-el es Yami, descuida no te causara problemas…-y Rukia continuo dandole todas las indicaciones. Luego de eso se comenzó a despedir del pelinegro.
-¡oii! Enana, vamos a llegar tarde por tu culpa.
-y si me llego a enterar de que… ¡¿a quien le dices enana, descerebrado?-mientras escuchaba las quejas de su mujer, se la puso bajo el brazo (como cuando la fue a rescatar) y salio del departamento en dirección al ascensor.
-¡pásalo bien, Yami!-fue la última burla que escucho por parte de su padre antes de que se cerraran las puertas del ascensor.
Como buen adolescente rebelde que no quiere una niñera o encuentra innecesario el gasto de dinero por parte de sus padre, dinero que le podrian a dar a él, Yami estaba dispuesto a hacer sufrir a la pobre muchacha, pero no contaba con que ella fuera tan lista, claro que tal vez sucedieran cosas inesperadas que lo ayudaran en algo.
-bueno Yami-le sonrío con dulzura-¿Cuántos años tienes?
-quince-se cruzo de brazos y desvío la mirada-y no digas nada respecto a mi altura-se tumbo en el sofá.
-te aseguro que he cuidado a mucho niños malcriados como tú-le dijo desafiante-así que no creas que me ganaras tan fácilmente-adivino las intensiones del pelinegro.
-pues-la vio de reojo al mas puro estilo de Ichigo-te aseguro que es la primera vez que cuidas a alguien como yo-sonrío con autosuficiencia, ahora, al mas puro estilo de Rukia.
Luego de ese corto dialogo el chico se instalo en el sofá de color negro a ver el programa de Don Kan'onji, a veces se paresia mas de lo que él quería a su madre. De la nada Kon entro por el balcón y aterrizo al medio de la sala.
-¡¿Cómo mierda entras por el balcón si estamos en el piso 15?-Yami casi salto del sofá cuando vio entrar a Kon y ahora estaba de pie casi junto a él.
-BBBUUUUAAAAA! ICHIGO ME LANZO DESDE LA ACERA-el león había comenzado a lloriquear y Luzia presenciaba todo el espectáculo con cara de no entender nada-BUUAAAAA NEE-SAN SE VEIA HERMOSA ¡¿QUÉ TIENE EL DESCEREBRADO DE ICHIGO QUE NO TENGA YO?-el Kurosaki presente tomo al peluche de una pata y lo vio achicando los ojos.
-¿todavía lo preguntas?-todavía con el peluche colgando en su mano, se dirigió a su habitación para encerrarlo ahí. Luego regreso a la sala para seguir viendo el programa, pero la muchacha no pretendía quedarse callada.
-¡¿Qué fue eso? ¡El peluche habla!-se puso en frente de la televisión, estaba a punto de tener un colapso nervioso.
-seh, seh, el verdadero problema es callarlo-agitaba su mano en señal de despreocupación-¿Por qué no lo olvidas?
-¡OLVIDARLO!
-OK, solo es un juguete a baterías, ya se las quite-frunció el ceño-ahora déjame seguir viendo la tele-se acomodo mas en el sofá.
-"bien, él quería asustarme, pero no me va a vencer ¡no lo hará!"-Luzia no se daría por vencida-¿A dónde vas?-lo miro inquisidoramente.
-tengo hambre-dijo aburrido-y luego me voy a mi habitación-ahora era realmente frío. Rukia estaría orgullosa de él en ese momento.
-¿no tienes más hermanos?-pretendía desviar el tema, haber si lograba mantener al mocoso tranquilo.
-siii-dijo cantarinamente, el chico si que podía ser bi-polar cuando quería-se llama Noa y tiene 5 años-se estaba preparado un emparedado con jamón y queso.
-¿y no esta aquí?-levanto una ceja, era raro que no estuviera hay.
-puess-miro el techo, tomándole gusto a la conversación-no…-dijo secamente-esta con mi tío y no, no volverá pronto-adelantándose a la pregunta de la chica.
En un abrir y cerrar de ojos Yami desapareció de la cocina dejando a Luzia sola, ya mas rato iria ver que hacia el muchacho.
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Paso como una hora para que Luzia fuera a ver al chico y comprobar que aún seguía en el departamento. Toco a la puerta pero no contesto nadie, seguramente se había dormido, aunque recién eran las 8:30. Abrió la puerta lo mas silenciosa que pudo y se encontró a Yami sentado en la silla del escritorio mirando hacia la puerta, la luz estaba apagada y tenia algo que sobresalía de su espalda, podía jurar que ese "algo" era mas grande que él.
-¿Qué se supone que tienes ahí?-Luzia se apoyo en el marco de la puerta de brazos cruzados.
Levantándose de la silla y mirando al techo, Yami habla despreocupadamente-tú quisiste saber-toma la empuñadura de la Zampakuto que tiene en la espalda y la desenfunda apuntando a la chica-¡conoce a…!-no termino por que la chica se puso a gritar.
-¡¿CÓMO ES POSIBLE QUE TUS PADRES TE DEJEN TENER UNA ESPADA?
-¡QUE NO ES UNA ESPADA, JODER! ES UNA KATANA.
-¡SEA LO QUE SEA! BAJA ESO ANTES DE QUE TE SAQUES UN OJO.
Una feroz discusión empezó, pero termino cuando Yami llamo a su Zampakuto y la niñera, Ikimono Luzia, casi se tira del quinceavo piso.
UNAS HORAS MAS TARDE…
-¡ya estamos en casa!-Ichigo anunciaba la llegada de ambos, pero nadie contesto. Todas las luces estaban apagadas.
-¿hay alguien?-ambos achicaron los ojos, estaban casi seguros de que el pelinegro algo había echo. Prendieron las luces y encontraron a la niñera que habían contratado en un rincón, en posición fetal susurrando cosas como "este niño es el diablo" o "me va a matar". Eso fue el colmo para ambos, unas cuantas venitas aparecieron en la frente de los Shinigamis y se fue a la mierda toda la paciencia que le tenían a su malcriado hijo.
-¡YAMI, TE QUIERO AQUÍ EN ESTE MOMENTO!-el grito del pelinaranja resonó en todo el edificio, y en dos milisegundos el mencionado estaba frente a él.
-¿si papi?-eso era el colmo ¿hacer como que no hizo nada? Tal vez le resultara con Rukia, pero Ichigo tenia bastante experiencia con la morena como para creérselo-¡joder, te dejamos 4 horas! ¡4 HORAS! CON LA NIÑERA Y MIRA LO QUE LE HACES.
-¡NO CREAS QUE TE QUEDARAS SIN CASTIGO POR ESTO!-ahora era Rukia la que venia al ataque-MENOS MAL QUE PODEMOS CAMBIAR SUS RECUERDOS.
-¡SI NO HASTA NOS DEMANDARIA!-gritos y reproches inundaron el departamento por mas de 3 horas. Antes de llegar a Karakura habían quedado en que no harían que Yami fuera al instituto, después de todo solo estarían un mes ahí, pero luego de eso se iría con viento fresco a la tortura diaria de 8 horas.
Luego, cuando ya los tres estaban en sus respectivas habitaciones listos para ir a dormir, a Rukia se le paso por la mente una duda…
-¿Qué crees que hubiera pasado si Noa también estuviera aquí?-pregunto inocente metiéndose en la cama.
-no quiero ni imaginarlo-Ichigo la imito-quizá hasta hubieran quemado el edificio…
Jejeje ojala les allá gustado, este capi se lo dedico a "luzia no tsuki" si creen que de verdd no vale la pena seguir diganmelo T.T y no publico el siguiente capitulo ;D pero si les gusto tambien diganme y Onny-Chan volvera a la carga! Jajajajaja
Saludos y ojala se encuentren bien!
Onny-Chan
¡cambio y fuera!
