Mikoto Uchiha, es una de las integrantes del recientemente recuperado Clan Uchiha, hija del gran Sasuke Uchiha, el superviviente del la gran tragedia que asolo el Clan . Junto con su hermano pequeño, han conseguido ablandar el rígido corazón de su padre. Cosa que nos les fue muy difícil, gracias a que su madre ya había hecho casi todo el trabajo. Toda la villa no duda que, tanto Mikoto como su hermano, Itachi, son de los mejores ninjas que tienen en estos momentos.

Pero en estos momentos, en el que fue el tranquilo territorio Uchiha, ahora ya no tan tranquilo como antes, se podían escuchar los gritos de una joven reprochado le a su hermano.

-¡Itachi! ¡Ven aquí cobarde!- Le decía esta mientras corría de un lado para otro, para encontrarle.

-...- Al no encontrar respuesta de este, se estaba empezando a desesperar.

-Veras como te encuentre Itachi.-refunfuñaba por lo bajo.

En ese preciso instante aparecía su padre, que venía desde el pasillo que daba al jardín. Venia aparentemente tranquilo mientras llevaba las manos en los bolsillo, como señal de despreocupación. Según había escuchado ella, por pequeños comentarios de su madre. Su padre el "gran Sasuke Uchiha" fue todo un casanova. Aunque todavía lo seguía siendo en cierta manera, pero al tener unos pocos años más, una mujer y dos hijos de 18 y 16 años. Echaba hacia atrás a algunas mujeres.

-Está detrás de la puerta del salón- Le dijo muy bajito su padre justo al pasar por su lado. Salio inmediatamente a regañarle y a hacer quien sabe cuantas cosas malas a su "hermanito". No sin antes darse la vuelta y decirle a su padre.

-Gracias papá.-Le dijo mientras se dirigía de nuevo rumbo a donde estaba su hermano.

Este solo giro la cabeza mientras le sonreía a su ó su camino hacia la cocina. Una vez allí encontró a una mujer dándole la espalda. Al parecer estaba haciendo la comida. A él le encantaba como cocinaba, así que no se podía resistir a venir hasta aquí en cuanto sentía el olor de lo que ella estaba cocinando. Caminaba sigilosamente hasta donde ella había dejado preparadas unas bolas de arroz para comer, como no le veía no se daría cuenta, si le faltaba una.

-Ni se te ocurra Sasuke, las tengo contadas.- Le dijo esta sin darse la vuelta en el momento justo en el que él iba a coger una.

-Oh, venga Hinata, solo una por favor.- le suplicaba este mientras la miraba a la espalda ya que ella todavía no se había dado la vuelta.

-No, además ya casi voy a servir.- Le respondió mientras se daba la vuelta con un cuenco en las manos y le miraba fijamente.

-Esta bien … me sentaré en la mesa esperando a que sirvas.-le dijo mientras se daba la vuelta para salir de la cocina todo decaído.

-Vale, ¿podrías ir poniendo la mesa ya que estas?-

-Sí- le respondieron esta vez desde el pasillo. Ella nosabíaa si decirle al hambriento de su marido, que a la sopa que estaba preparando le faltaba una media hora para que estuviera lista. Simplemente no se lo diría, porque si no le tendría molestando a su alrededor hasta que estuviera lista.

-Aaahh, no por favor no me pegues, y menos en las cabeza, que estoy estudiando.- la sobresaltó el grito de su hijo pequeño. *qué trastada le habrá hecho a su hermana esta vez* pensaba Hinata mientras volvía a ponerle cuidado a la sopa que estaba haciendo.

-Te vas a enterar ven aquí- le decía Mikoto a su hermano mientras corría detrás de él por toda la casa. -Ja te pille- dijo ella mientras se le abalanzaba encima. - ¿como se te ocurre decirle a Minato que tu hermana es un tonta que no sabe hacer nada ¿eh?-

-Mikoto suéltame me a...ahogas.- Decía a duras penas mientras intentaba quitarse de encima a su hermana. Ella era mucho más rápida que él, ya que controlaba casi a la perfección el Sharingan. Justo lo que él no era capaz todavía, seguía fallando en cambio controlaba como nadie el Byakugan gracias al entrenamiento de su madre y de su tío Neji.

-No hasta que te disculpes y le digas la verdad a Minato.

-¿qué le dijo? ¿ qué te gusta?- le respondió éste a su hermana para chinchar la más.

-Ni se te ocurra.- le advirtió esta mientras ejercía más presión sobre él.

-¡Mikoto, Itachi venir a comer!- le llamó su madre desde el comedor.

-¡ Ya vamos mamá.- Decía Mikoto mientras soltaba a su hermano no sin antes advertir le, con la mirada, de que no dijera nada.

La comida transcurrió sin ningún percance y hablarán unas pocas veces entre todos. Esta vez, y como castigo, por haber estado gritando, corriendo y entre todas esas cosas romper un jarrón, Itachi y Mikoto se tuvieron que quedar a recoger todo. Mientras uno lavaba los platos el otro los secaba y los guardaba. Cuando al final terminaron de recoger todo se dispusieron a ir donde sus padres para decirles que ya habían terminado. Fueron por el largo pasillo siguiendo las voces de sus padres que estaban discutiendo por algo.

-¡¿Como se te ocurre hacer eso?!- Le decía Hinata a Sasuke. Tanto Mikoto como Itachi se quedaron quietos en el lugar que estaba al escuchar a su madre alzar la voz. Era algo que extrañas veces pasaba, pero que últimamente se hacía muy habitual

-¡No are lo que tu me digas, ya he tomado una decisión!- Ahora era Sasuke el que gritaba, Mikoto e Itachi se miraron mutuamente. Itachi le hizo ademán a ella para que se fueran de ahí.

Estaban sentados en el gran porche que rodeaba el jardín. Pensativos porque no entendían muy bien la discusión entre sus padres.

-Itachi, ¿no creés que últimamente papá y mamá discuten mucho?- le pregunto esta mirando como su hermano jugaba con una pequeña ramita.

-Sí. Yademáss casi por cualquier cosa.-

-¿Te acuerdas que no hace mucho lo bien que se les veía a los dos juntos?

-Si , daban grima.- Le contesto este mientras un escalofrío recorría su espalda

-Prefiero que estén así a que se pelen- A esto Itachi solo asintió con la cabeza. Aunque le diera grima ver a sus padres tan meloso, le gustaba más verlos así de felices.

-Deberíamos ir a casa ya casi anochece.- Dijo mientras se levantaba y la ayudaba a levantarse a ella.

-Espera, no me apetece verlos así ¿por qué no nos vamos a entrenar un rato?- Propuso ella mientras le cogía del brazo para arrastrarlo fuera de la casa. Era cierto a él tampoco le apetecía estar en esa situación durante la cena ya que seguramente sus padres ni se hablarían. En cambio si se iban a entrenar no tendrían que ir a casa ni tampoco pasar por esa situación tan incómoda.

Cada uno cogió sus cosa para entrenar y se adentraron juntos en el gran bosque. Encontraron un pequeño claro rodeado de árboless, y cortándolo un gran muro de roca. El muro era malamente tapado por una planta que subía por él como buscando algo.

Casi inmediatamente de llegar se pusieron a entrenar. Mikoto activo su Sharingan mientras su hermano luchaba cuerpo a cuerpo con el Byakugan. Le envidiaba en cierta forma, ya que ella también quería ser capaz de controlar la linea sucesoria que había heredado de su ía que podía llegar a controlarla pero todavía no había despertado en ella, como el Sharingan.

Y comenzó la pelea, ella intentaba por todos los medios huir de su hermano ya que con solo acercarse le sería fatal. Mientras tanto el intentaba por todos los medios alcanzarla, pero era mucho más rápida que él. Como no se ponían de acuerdo, empezaron a lanzar se kunais mutuamente.

Estaban ya muy cansados y como ya era muy tarde debían recoger todo lo que habían tirado. Empezaron por recoger todos los kunais que había por el suelo. Itachi tenia todos los suyos, pero a Mikoto le faltaba uno.

-creo que se ha clavado en la pared de piedra, pero con esa planta lo tapa. Vamos a mirar.-

-Sí- dijo ella mientras le seguía. Buscaron por toda la pared sin éxito. Mikoto estaba tan cansada que seapoyóo en la pared para descansar, pero no se fijo que detrás de esa planta en la que se había apoyado no había nada. Por lo que cayó dentro de una cueva. Itachi asustado por su hermana fue corriendo a socorrerla.

-¡Mikoto! ¿estas bien?-preguntó mientras entraba él también en la cueva

-Sí Itachi. Mira he encontrado mi kunai- Dijo muy contenta.

-Ah si, vale pues venga vámonos ya-

-No espera, vamos a ver qué más ahí en esta cueva- Le dijo esta muy ilusionada.

-esta bien- Suspiro él mientras encendía fuego a una rama para dar luz.

Caminaron junto hasta adentrarse mucho en la cueva. Itachi ya estaba cansado quería irse a casa y además no habían encontrado nada. Pero su hermana seguía adelante y no paraba de adentrase más en la dichosa cueva. Eso si muy agarrada al brazo de su hermano, ya que tenia mucho miedo a los murciélagos que les miraban curiosos cuando ellos pasaban por debajo de estos con la antorcha encendida.

-Venga Mikoto, vamonos. Aquí no hay nada.- Dijo él con desgana.

-Solo un poco más Itachi. Se que aquí hay algo interesante.-

-¡No! Vámonos ya.- le respondió este soltándose de su agarre de un tirón.

-Vale, pues seguiré sin ti.- Le gritó ella dándose la vuelta para seguir con su camino. Pero al pisar el pie se le hundió en el suelo, permitiendo ver un gran agujero por el que ella se caería. Rápidamente Itachi la agarró por un brazo para sostenerla, pero para la mala suerte de ambos esto no ayudó para nada sino que los arrastró a los dos por el agujero.

Se despertó con un gran dolor en la cabeza. Se sentó en el césped mientras se acariciaba la cabeza con el fin de que se le pasara el dolor. Pronto pudo darse cuenta de en dónde estaba. Se encontraba en el claro donde habían entrenado, ¿pero donde estaba su hermano?. Miro hacia todos los lados buscándolo con la mirada. Y de repente le encontró, él también está despertando e intentado calmar su dolor de cabeza.

Pasado un rato decidieron ir a casa ya que ya había amanecido y seguramente sus padres estarían preocupados. Ninguno de los dos se acordaba de en qué momento se quedaron dormidos en ese lugar, pero no le dieron importancia. Avanzaron por la villa rumbo a los territorios Uchiha. Aunque para ser sinceros no sabían dónde estaban exactamente, ya que algunas de las calles por las que pasaban no les sonaban de nada. Al cabo de un rato y de dar más vueltas que un manco remando. Encontraron los dominios de su Clan. Se sorprendieron al ver todo tan vació y no encontrar a nadie por las íi que pensaron que debía ser muy temprano. Le quitaron importancia al asunto y fueron rumbo a su casa.

Justo cuando ya iban a llegar se encontraron con alguien saliendo de la puerta principal. Que casualmente era su padre.

-Mira Itachi es papá.- llamó la atención del muchacho.-

-Sí, venga entremos.- Dijo mientras corrían los dos juntos antes de que su padre cerrase la puerta.

-Hola, pap...- Intento saludar Mikoto pero fue interrumpida por este.

-¡Que hacéis vosotros dos en mis territorios!- Les gritó a los dos. No entendían a lo que su padre se refería pero aquella mirada les daba miedo de verdad.-¡Fuera de aquí!- gritó esta vez más fuerte Sasuke.

Salieron corriendo de lo dominios de su Clan. Muy asustados, eso si por la reacción de su padre. Caminaron sin rumbo por la Villa hasta que encontraron un lugar muy concurrido por la gente que hacía sus compras. Como si de un ángel se tratase vieron a su madre que hacía unas pequeñas compras, en un puesto en mitad de la calle. Ambos se acercaron felices para hablar con ella.

-Hola, ¿te ayudamos mamá?- Dijo Itachi ofreciéndole a su madre cargar él con las compras.

-Perdona ¿nos conocemos?- Dijo Hinata extrañada. Por la acción del joven.

-¿pero...- dijo el aún más extrañado que su madre

-Uy perdonale, te hemos confundido con otra persona.- Dijo Mikoto mientras arrastraba a su hermano. Ya fuera de la vista de Hinata, Mikoto le dijo a Itachi.

-Vamos Itachi quiero comprobar una cosa.-Le dijo a su hermano mientras empezaban a ir hacia un lugar que él no sabía.

Una vez llegaron se pusieron encima del tejado de una vieja casa, teniendo un vista perfecta de lo que Mikoto quería comprobar. Itachi miró a su hermana con curiosidad, ya que no sabía a qué se refería ella señalando el monte de los Hokages. Ella por el contrario, miraba el monte con una cara de sorpresa.

-¿Qué pasa Mikoto?- Se atrevió a preguntar.

-No lo ves Itachi.- le respondió su hermana.

Volvió a mirar al monte, fijándose bien esta vez de lo que se refería su hermana. De repente se dio cuenta del fallo. En ese monte faltaba un busto, justamente el del actual Hokage, su tío Naruto.

-No esta la cara del tío.- Dijo en un susurro más para si que para su hermana. Esta asintió la cabeza mientra se giraba a verle.

-Claro Itachi, ¿no te das cuenta de lo que esto significa?- Negó con la cabeza en señal de que no le entendía.- Solo piensa un poco. Primero nos encontramos con papá que no echa de casa gritándome, luego nos encontramos con mamá que no sabe quienes ás no te parece ¿que los dos se les veía más jóvenes?. Y por último llegamos aquí y no vemos por ningún lado el busto del tío Naruto. ¿sabes lo que eso significa?-Él negó con la cabeza frenéticamente. Ya que en algún punto de la explicación de su hermana se había perdido.

-No.- Se atrevió a decir.

-Pues significa que no estamos …. en nuestra época, es más dudo de que hayamos nacido siquiera.- Dijo ella sorprendiendo a su hermano. En ese momento él lo entendió todo. Así que si eso era verdad entonces ellos estaban en el pasado.