Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, solo la historia es mia.
Gracias a mi beta emiliaaa-cullen por ayudarme con mi primera historia, espero la disfruten.
(Bella`s PoV)
Ya han pasado 7 años desde la boda, mi pequeña Renesmee ha crecido muchísimo, no puedo creer que ya tenga 7 añitos, es muy madura para su edad, muy dulce y muy educada, nos trae locos a todos; pero no solo tengo a mi pequeña ya que hace tres años llegó mi segundo hijo, se llama Anthony en honor a su padre y es una dulzura.
Edward y yo hemos madurado mucho, tenemos 25 años, él se recibió de medico y yo soy profesora de literatura en el instituto, cosa que amo hacer, tanto como compartir cada día con mis alumnos. De repente escuche a alguien que me llamaba, una voz muy conocida para mi, la de mi pequeña.
– ¡Mamá! ¿Dónde estás? Te estoy llamando. –Gritó mi hija a lo lejos para llamar mi atención.
–Cariño estoy en la habitación, ¿Qué paso? –Respondí con mi usual paciencia que siempre le tuve a mi hija.
-Papá me regaño porque Anthony hizo un desastre en la sala y no lo recogí –Lloriqueó con un hermoso puchero y una cara de perrito mojado con la que nos manipulaba a todos, la tome en mis brazos y la senté en mi regazo mientras acariciaba su hermoso cabello lacio.
-Princesa, eso no suena a lo que tu papá hace, ¿Estás segura de que esa es la verdad completa? ¿No me estas ocultando nada? -Renesmee cambió su puchero por una cara picara al verse descubierta.
-La verdad mami es que yo estaba jugando con Tony y no quise recoger y como el imita todo lo que yo hago tampoco recogió -Mientras me contaba todo, llegó mi esposo Edward con mi pequeño Tony en brazos; a pesar del tiempo que llevábamos juntos no me cansaba de amarlo como el primer día, es mas mi amor por él y por la familia que me había dado aumentaba cada día más.
-Renesmee me alegro de ver que le contaras la verdad a tu mamá -Afirmó orgulloso mientras se acercaba a nosotras y le daba un beso en la frente.
-Si, mi pequeña me lo ha dicho todo, pero creo que este señorito que esta aquí –Dije mientras le hacia cosquillas a mi príncipe y escuchaba su hermosa risa -Tiene tanta culpa como su hermana.
-Y es por eso que el también terminó castigado. –Comentó Edward con cara triunfal, mientras mi hijo hacia un puchero casi igual al de su hermana, era muy cierto que la imitaba y que la veía como un modelo a seguir.
-Me alegro de haber oído eso, pero creo que están verdaderamente arrepentidos, así que deberíamos dejarlo así.
-Si yo creo lo mismo, niños ya pueden salir a jugar.
-SIIII -Gritaron los dos al mismo tiempo mientras salían corriendo de la habitación, acto seguido Edward cerró la puerta y me miró de una forma graciosa.
-Amo verte en el papel de mamá, no sabes lo difícil que fue no correr y besarte cuando te vi con nuestra hermosa Renesmee en brazos.
-Ya deberías haberte acostumbrado, desde que nos casamos somos padres, pero entiendo a los que te refieres, verte como padre es una de las cosas mas hermosas y especiales que he visto.
-Te amo tanto mi Bella -Comentó mientras me daba un casto beso en los labios.
-Yo te amo mas mi Eddie -Respondí riendo por su expresión.
-Sabes que odio que me digan así, pero viniendo de ti no me molesta para nada. –Explicó mientras trataba de darme otro beso, pero me aparte, en respuesta su expresión fue un poema.
-Vamos Romeo, vamos a jugar con nuestros hijos -Dije mientras me levantaba y caminaba a la puerta, él me siguió y juntos salimos de la habitación para pasar tiempo en familia en el jardín de nuestra pequeña casa, veía a mis hijos jugar con su padre y esa cara de alegría iluminaba la mía, se podría decir que nunca había sido tan feliz como ahora, con mi familia completa.
