Para todos aquellos que me siguieron en la anterior cuenta, asease la de WintersLantern… menciono que ya no es esa…. es esta… bueno sigan leyendo ya subo el capítulo No. 10
No está de más decir que sigan dejando comentarios, ya saben vivimos de eso jajajajajaja no crean pero siempre es bueno saber si les gusta la onda esta…
Bueno que tengan buen día…. no coman cosas grasosas.
Antes de comenzar a narrar, tengo que decir que iniciare desde el libro 4 de C.S. Lewis, pues tomemos en cuenta que los niños empiezan a crecer y su actitud no cambia, siguen actuando como niños, quiero hacer un cambio respecto a esto, ojala les guste y lo disfruten.
Ya saben que si les gusta dejen sus comentarios, así como sus sugerencias, y opiniones.
Las Crónicas de Narnia.
El Príncipe Caspian.
¨Ya ha pasado un año…¨
¨Narnia…¨ -surgiendo del un fuerte suspiro, que en momentos se perdía en el aire- ¨…Narnia… en momentos suelo cerrar los ojos y vienen imágenes que no olvido… en verdad habrá sido todo cierto…¨
-Se encontraba recargado en un árbol dando la espalda, mientras el contemplaba el holocausto del sol, en una colina, se podía apreciar la ciudad, el sonido de los carros, el hablar de las personas con sus propios problemas, ya era otoño, las hojas doradas estaban en el suelo- ¨Es como si me diera la despedida…¨ -en sus mejillas salían lagrimas que se difuminaban al momento de secarlas con sus manos-
-En el fondo de un antiguo castillo, se escuchan las pisadas resonantes de una persona, mientras que su larga y hermosa capa roja arrastraba el suelo, al momento de verse casi su rostro oculto por la obscuridad, sus ojos azules lucían dilatados, estaba atemorizado, en su mano izquierda llevaba una antorcha que aluzaba su camino en el obscuro castillo, en la mano derecha llevaba una espada bellamente tallada, que en la luz de la luna brillaba como diamante, estaba corriendo pues era perseguido por bestias enormes, solo podían verse los ojos llenos de furia, corriendo velozmente tras él, emitían un sonido que ocasionaban un miedo inusual que paralizaba a cualquier ser-
¨Donde esta, la salida… mi Padre puso escondites por todas partes del castillo pero nunca me dijo donde estaban, que hago… alguien…¨ -su desesperación era tal, que al momento de dar vuelta a la izquierda del pasillo, noto que las vestías estaban dándole la espalda, estas atacaron brutalmente a cuatro guardias, una de estas devoraba a uno de ellos, el joven fue apoderado del pánico y del miedo terriblemente por la forma en que ataco al guardia. Salieron lagrimas del joven, el cual no emitió ningún ruido pues no quería alertarlas de su presencia- ¨Empecé a reflexionar acerca de lo magnifico que era la muerte en esas condiciones y que tonto de mi parte, había sido pensar en mi vida frente a tan maravillosa evidencia del poder de…¨ -camino lentamente hacia tras, viendo que estas no lo escucharan, sus ojos seguían muy atemorizados, el sufrimiento de los guardias era escuchado por doquier-
¨La luna llena apoderaba a todo el castillo¨
¨con una luz poco usual. ¨
¨Sobrevivirá…¨
-La única posibilidad de escapatoria era una ventana de aproximadamente dos metros de alto por tres de ancho que daba a un balcón, la ventana estaba cerrada, si el llegaba a hacer ruido estando a dos metros la vestía más próxima, de un salto lo mataría al instante- ¨Que hago… tengo mucho miedo Papá… voy a morir… de qué modo…¨
-sus pasos parecían susurros al viento, la ventana estaba a tres metros detrás de el, la vio, estaba de lado derecho de este, pero seguía dándoles la cara a las increíbles vestías-
¨Es inevitable la muerte…¨
¨Pero tus piernas no reaccionan…¨
¨Es temor…¨
¨O solo es la ausencia… a morir¨
¨Solo…¨
-Enfundo lentamente la espada teniendo la precaución de no emitir ruido, se escucho el sonido de sufrimiento del último guardia que callo, sus ojos lucían desorbitados por el pánico que sentía, observo la ventana sus pensamientos se nublaron, miro de frente, solo fueron segundos cuando se dio cuenta que este corrió hacia esta rompiéndola, algunos vidrios estaban incrustados en sus manos, su rostro sangraba. Al llegar al filo del balcón observo en fracción de segundos, pero su concepción era distinta parecían interminables horas de terror, salían del castillo las vestías, la luz de la luna las hacia visibles eran cuatro minotauros de tres metros de altura aproximadamente sus pisadas hacían temblar el piso y seis lobos enormes de sus hocicos escurría sangre que caía en el piso del balcón, un minotauro se acerco poco a poco confiaba que con el miedo que llegaba a ver del niño no haría algo estúpido-
¨Que fácil fue esto… ahora solo queda el niño príncipe y…¨ -no completó su comentario cuando observo que el niño se arrojo al vacío, al notar esto corrió de frente rápidamente para asegurarse que muriera, el niño estaba descendiendo rápidamente a una muerte segura, eran más de doscientos metros de altura al suelo, el minotauro era tan soberbio que se retiro lentamente dándole la espalda disfrutando de su hazaña, solo esperando a que en cualquier instante escucharse el sonar del cuerpo al caer al suelo, pero pasaron los segundos y no escucho nada, corrió rápidamente al filo del balcón, observo como una águila enorme llevaba con sus garras al niño príncipe desmallado-
¨NOOOOOO!¨-grito el minotauro en forma de un gran rugido-
-El castillo estaba incendiándose por completo, se escuchaban derrumbes y explosiones por todos lados, el humo hacía imposible la visibilidad, los restos del castillo sepultaban los cuerpos sin vida de algunos seres, otros no corrían con la suerte de poder escapar del derrumbe, el humo hacía imposible el respirar. Una hora después fue consumado por completo el castillo, su luz fue vista por kilómetros de distancia- ¨Que sucedió…¨ -murmuro la águila, observando en momentos al joven príncipe desmayado-
….
¨Porque en sus alas hubo un polvo obscuro,
que al aletear cayó en lluvia dispersa
esencia poderosa y malhadada
que mata el alma con su roce impuro…¨
-Un mes ya había pasado, la pequeña Lucy caminaba por los pasillos de su escuela, con su uniforme constituido por una blusa blanca, falda que llegaba después de las rodillas, saco, chaleco y medias tipo calceta de color gris obscuro, en su brozo derecho llevaba el logo de la institución, observaba por la ventana los árboles frondosos, tizados de un color dorado por el otoño- ¨Que estarán haciendo Peter… Susan…¨ ¨Antes todo era más fácil… uno no se tenía que preocupar por si faltaba algo, al siempre verlos era más que reconfortante, sabrán que los extraño… estarán bien… ¨ -siguió caminando lentamente perdiéndose entre los jóvenes que caminaban a sus respectivos salones, al escucharse la campaña de salida, la pequeña camino nuevamente por los pasillos de la institución, hasta la entrada, ahí un joven ya la esperaba, este lucia su uniforme constituido por un traje en tonalidad gris obscuro y una camisa blanca, el saco mostraba el logo de la escuela- ¨Lu… te tardaste mucho tengo cuarenta minutos esperándote… ¿Qué pasa?… ¿estás bien…?¨ -la observo fijamente mientras todos los chicos de fondo salían apresurados a sus casas, daba la impresión que ellos no los veían, el joven camino hacia donde se encontraba la pequeña, y la abraso, era inevitable no sentirse triste por no estar más con sus dos hermanos mayores- ¨Animo Lu… todo saldrá bien… pronto los veremos, estamos ya a Noviembre, el próximo mes estarán con nosotros…¨ -pero Edmund sentía una extraña sensación de que todo cambiaria de algún modo. La tomo de la mano y empezaron a caminar por las avenidas que solían tomar todos los días para llegar al colegio, de improviso empezó a cambiar el clima en la ciudad, el cielo empezaba a tornarse obscuro- ¨Lu… tenemos que apurarnos para llegar a la casa… esto se está poniendo feo… que es ese ruido…¨ -por un momento la ciudad había quedado paralizada en el tiempo, excepto los dos hermanos los cuales empezaron a preocuparse porque de momento se obscureció por completo todo- ¨Edmund… ¿qué está sucediendo?¨ -dijo la pequeña sujetándole del brazo derecho a su hermano, empezó a surgir un miedo inusual en ellos, al momento que empezó a aclararse su visión-
¨Que es esto, huele a humo… Edmund… mira eso…¨ -señalando a un ave gigantesca que pasaba por encima de sus cabezas-
-El joven no observo lo que su hermana señalaba, mostrando su rostro sorpresa al ver que no se encontraban en la ciudad y no solo eso a lo lejos un castillo estaba incendiándose sus llamas llegaban a sentirse aunque estuviesen lejos de donde estaba el incendio- ¨Eso no es todo Lucy… ¨
-Contemplo la niña asustada el castillo, de igual modo escuchaba rugidos de lo que pareciesen ser animales salvajes, quizás emitidos desde ese punto- ¨Que hacemos Edmund…¨
-Su rostro se contemplaba serio, y con incertidumbre- ¨Tenemos que buscar un lugar seguro… vamos Lucy…¨ -caminaron guiándose por lo que llego a ver la pequeña, del camino que había tomado aquella águila gigante, transcurrieron las horas y los jóvenes no encontraban alguna señal de vida, los primeros rallos de sol se hacían presentes en los bosques profundos de lo que parecía ser Narnia, algunos metros los separaban de lo que parecía ser restos de un antiguo castillo-
¨Edmund… ¿qué es eso…?¨ -señalando a los restos de un antiguo castillo- ¨Ten cuidado Lu… no sabemos qué puedes encontrar ahí…¨ -los dos se apresuraron a llegar, la neblina se hacía presente en aquel misterioso vestigio, al casi llegar los jóvenes contemplaron aquella águila, que custodiaba aquellos restos, estaba posada en una escultura tenebrosa, esta los observo con suma cautela, mientras que al mismo tiempo veía a un joven que parecía lucir muerto en el piso- ¨Lu… no te acerques a esa criatura, podría hacerte daño¨ -la niña no presto atención, y camino hacia el ser que estaba en el piso- ¨Edmund… todavía respira…¨ -apareciéndole una hermosa sonrisa a la pequeña, su hermano se acerco con suma cautela pues la ave los veía atentamente, al verlo noto que era igual de joven que ellos-
-La ave hablo, con una voz firme, y muy profunda- ¨Es el príncipe Caspian…¨ -ellos observaron al príncipe sorprendidos de lo que habían escuchado, el joven empezaba a tomar conciencia, su visión se tornaba borrosa, al adquirir conocimiento contemplo dos rostros, uno de un joven y otro el de una bella dama, su mente fue nublada por lo que le había sucedido la noche pasada- ¨Buenos días… estas bien…¨ -hablo la pequeña niña que estaba hincada a lado izquierdo observándole, el joven se incorporo rápidamente viendo a su alrededor algo desorbitado, caminando con un poco de torpeza, separándose de inmediato de ellos- ¨Donde estoy… que hago aquí… mis Padres… ¿Donde están…?¨ -se recargo en lo que quedaba de una pared, mientras los veía con incertidumbre, esperando alguna respuesta factible de lo que había ocurrido-
-Trataron de tranquilizarlo, pues se veía muy alterado- ¨Al parecer esa ave te trajo aquí… no se qué te sucedió… que tal si te calmas… nosotros no vamos a hacerte daño…¨ -comento el joven al príncipe-
¨Si tú das hasta el último aliento de muerte
dispuesto a pelear por volver a vivir,
debes darle significado a la vida¨
Próximo Capítulo…
Memorias…
¨Las hojas están quietas…¨
¨el viento escribe con letra imborrable un destino poco usual…¨
¨las memorias suelen entrecortar mi voz…¨
¨al caer la noche solo necesito tener fe… de que quizás… tan solo quizás… exista un mañana…¨
¨el cual me abra los ojos con su cálida sensación…¨
