Prólogo:

P.O.V Haruna

Me traicionaste, te traicione. ¿Realmente somos hermanos? No se que pensar. Once años sin verte, sin hablarte. Once años que pensé que no te importaba. Y me dejaste de preocupar. No quería mantener una esperanza superflua. "Siempre te protegeré" Eso fue lo que dijiste, que gran mentira.

Tanto ha pasado desde que nos separaron. Tal ves lo mejor seria olvidar.

- ¿Ha-Haruna?- preguntaste, choqueado. No me sorprende, nunca me viniste a buscar después de que te adoptaron. Seguro me olvidaste.

Es una buena pregunta, ¿por que vine? Me propuse olvidarte y sin embargo vuelvo a ti.

-Nada, solo fue un descuido. Adiós- dije rendida.

Si solo soy un estorbo lo mejor que puedo hacer es salir de tu camino. Sigue el que quieras, no me importa. Solo olvídate de mí.

-¡Espera!- gritaste.

No, no quiero escucharlo de tus labios. Ya bastante doloroso es tu silencio. No soportaría que confirmes mis sospechas. Por favor, ten piedad y solo déjame ir.

-…- No dije nada, tenia que irme de ahí, y rápido.

Ya sentía como las lágrimas querían salir. Tuve que correr. Pero escuche que me seguías. Tenia que perderte, mi cordura dependía de ello.

-Espera, Haruna- me dijiste. Rayos, me habías alcanzado. Y obvio, tú eres un gran futbolista, era cuestión de tiempo que me alcanzaras.

-¡Aléjate!- grite lo mas fuerte y claro que pude, no podía permitir que notaras el nudo que tenia en mi garganta al intentar contener las lagrimas.

-No Haruna, no me iré- dijiste con un tono decidido y autoritario, como cuando me defendías de los niños del orfanato.

-¡YA BASTA, NO TE ATREVAS A MENTIRME DE NUEVO!- y ahí esta, mi poco autocontrol no pudo detener mas esas lagrimas que deseaban salir con furor.

-Haruna…-susurraste mi nombre al viento, pues solo él pudo escucharlo, yo me había zafado de tu agarre y había salido corriendo. No pudiste moverte, quedaste paralizado cual estatua.