Hola me llamo Sakurakouji, mi mejor amiga se llama Aoba. Las dos vamos al instituto como cualquier otro estudiante, pero desde ese día...mi vida cambió completamente. Él...él fue quien me la cambió, des del momento en el que lo conocí. Él hizo que yo pasara de una vida más tranquila a pasar a una vida agitada, solo por querer salvar a la gente.

Fue en el instituto, lo vi por primera vez como un estudiante normal y corriente que no tenía nada en especial, menos ese guante que nunca se quitaba. Se presentó y viendo su frialdad quedé sorprendida, se llamaba Ogami. Mi mejor amiga pensó durante mucho tiempo que estaba enamorada de Ogami, cuando en realidad solo quería conocerlo. Gran error de mi parte.

Ya hace varios meses que intento descubrir quien es él, en vano, no había manera de llegar a saber lo que pensaba. Hasta que yo quise vengar a una persona que murió sin que nadie lo supiese. Esa noche, en el parque, mataron al perro a quien yo le daba de comer. Llegó Ogami y se quitó el guante y de su mano salió una llama azul que no se apagaba. Quemó a todos los que estaban ahí, también intentó matarme pero por alguna razón sus llamas no me hacian nada. Quedé inconciente y alguien me llevó a casa. ¿Por qué le salían llamas de la mano?

A la mañana siguiente cuando salí de casa, vi que Ogami me estaba esperando y le pregunté sobre lo que había pasado anoche, él me dijo que no había pasado nada y que todo era un sueño. Yo le dije que era imposible porque yo sentí esas llamas, él me dijo que no era verdad.

Todos los de mi clase pensaban que yo siempre que queria hablar con Ogami, pensaban que queria declararme, cosa que al final dejamos que ellos pensaran lo que quisieran porque no sentiamos nada el uno por el otro. O eso creía.

Pasaban los meses y yo iba sintiendo cada vez mas cosas por Ogami y veía es su comportamiento varios cambios respecto a la manera de tratarme. Un día, ya no aguanté más y le dije que yo sentía cosas que nunca había sentido antes. Estaba asustada por saber su reacción. Él me dijo que él también sentia cosas por mi, y que lo que él sentia era amor. Él se declaró y yo sentia que mi corazón iba a explotar, así que le dije que sí. Los chicos de mi clase decían gritando en coro que Ogami no me hiciera daño sinó lo matarían. Ellos no saben su poder, aunque ese poder a mi me guste.

Yo siempre iba con él a todos sitios, para vigilar de que no matara a nadie. Cosa que no sirvió para nada, él siguió. Siempre intentaba detenerlo pero no me hacía caso. Menos aquél día que tuvo que matar a Hitomi, por intentar que Ogami cambiara de lado y se uniera a él. En ese momento, parecía que Ogami iba a llorar, pero al ver que Hitomi estaba en la fase final, decidió seguir siendo igual de frío como siempre. Hitomi, que estaba en fase final, logró ponerse en pie para ir y matar al primer ministro pero no lo logró porque los cinco code:breakers le impidieron hacerlo, no querian que él hiciera más daño de lo que ya había hecho. De alguna manera, su historia me entristeció, al ver lo que en realidad quería hacer para el mundo.

El día de San Valentín, le regalé unos bombones de chocolate que había hecho mi madre. Ella estaba tan feliz de que yo le regalara chocolates a algún chico. Yo ya sabía que se los iba a regalar a Ogami y esperaba algo a cambio, pero cuando le dí los chocolates, él no me dijo nada. Estaba frustrada, hasta que fuimos a comer y él me invitó, quedé bastante sorprendida y feliz a la vez.

Así fue como empezó todo con Ogami, a quien a pesar de su frialdad y de su peligroso poder quería con todo mi corazón y con toda mi alma.

Las apariencias engañan, pero el corazón nunca falla.