Aquí de nuevo YO, está es una historia que me rondo por la cabeza hace mucho y la escribí, pero no la había pasado al ordenador, espero que les guste y les recuerdo que los Personajes no son míos, -que más quisiera -pero la trama sí. Cuídense y pórtense mal con los chicos Cullen :D
Capitulo 1. Presentación.
Bella POV.
-Emmett, se nos hace tarde, Bella ya está esperándonos en el auto. ¡Corre!.- gritó mi cuñada Rose.
-Ya voy, nena- gritó mientras terminaba de meter algo a su pequeña maleta de mano- Sabes que soy el número 1, no hay motivos para preocuparse.- dijo Emmett al fin guardándolo todo y acercándose a ella con picardía. La beso en los labios y ella cedió. Obvio como no hacerlo sí "Osito" -Así le dice Rose a Emmett- es irresistible.
Reí al ver la escena.
-Chicos, no es por nada, pero el Jet despega en 10 minutos y estamos retrasados.- grité por la ventanilla del auto después de ver mi reloj, tratando de ser la racional en la situación.
-YA VAMOS.- gritaron ambos saliendo de la casa al fin y poniéndole la cerradura. Se tomaron de la mano y caminaron por el sendero de salida a la reja de la casa. Se subieron corriendo al auto y el chofer salió de la calzada.
Suspiré.
En fin, es un poco rara la forma en que esto empieza, pero así es, esto que vieron es un día normal en mi vida, la cual no tiene nada de divertida. Mi vida es tan típica, tan normal y monótona que no siempre me preocupo por adaptarme a los cambios- casi nunca suceden-.
Mi nombre es Isabella Swan, tengo 20 años y vivo en una casa - bien, mansión- a las afueras de Los Ángeles, California. Mis padres, un matrimonio modelo, por ser personas jovenes -dentro de lo que cabe- y con un éxito inpensable para los negocios, así como una familia "amorosa" y unos hijos educados y "perfecto"
-No se creyeron todo eso, cierto?-.
Mis padres cierto, son ricos, mucho, casi al grado de considerarlos dueños de medio continente Asiático y parte esencial de otros países. Es broma, no es para tanto, pero si son exitosos y conocido en todo el mundo, pero claro no por ser los mejores padres del mundo, si no por ser dueños de una de las tres mejores cadena de Hoteles a lo largo del Planeta Tierra. Mis padres son Charlie y Renné Swan, tengo un hermano mayor (el primero en todo, recuerdan?). Se llama Emmett Swan.
Se supone que hoy, deberíamos estar con ellos rumbo al aeropuerto para disfrutar de unas merecidas vacaciones, durante los siguientes seis meses. Y es cierto, no me puedo quejar, tener unos padres como ellos tiene sus ventajas. Como por ejemplo, el disfrutar de cierto reconocimiento en todos los círculos sociales y de élite empresarial, pero claro, para alguien como yo, eso no es igual de importante como el hecho de tener dos figuras paternales que te soporten y te apoyen incluso cuando seas la peor basura del mundo- ese no es el caso, pero es para dar ejemplo-.
Como decía, mis padres nunca pasaban tiempo con nosotros en vacaciones, y está vez para compensar sus ausencia decidieron que era bueno mandarnos a pasar las vacaciones de fin de curso bajo el resguardo de uno de los Hoteles en el Extranjero de la Familia. Nos reservaron una de las cabañas equipadas de la Villa Royal en Londres, Inglaterra.
Cuando Sophie, el ama de llaves nos informo de la cancelación de nuestro padres mi hermano trato de ser fuerte, pero era evidente que le dolía, el aún conservaba la esperanza de que cambiará la situación. Emmett para aparentar fortaleza sonrió y me dijo que sería una buena idea, pasar las vacaciones decisivas juntos como hermanos, sin que nuestro padres nos prohibieran nada.
Se me olvidaba, estás vacaciones eran esenciales, porque eran las últimas dentro del régimen escolar, puesto que después de este tiempo, volveríamos solo a presentar exámenes, para recibir el título de finalización del Instituto.
Emmett y yo habíamos arreglado todo para poder irnos lo más pronto posible, así como también él había avisado a su "osita" para que nos acompañara. Rosalie es hija de un productor amigo de la familia, bueno más de mi padre, El Señor Albert Hale. Sus padres se divorciaron hace apenas 3 años, y ella se quedo con su madre, pero cuando la mandaron a estudiar a los Ángeles, conoció al revoltoso de mi hermano, y a toda mi familia. Llevan saliendo 2 años y medio, fue casi amor a primera vista.
Rose posee un cuerpo de muerte, tiene curvas perfectas, la envidia de cualquier mujer, pues en su presencia cualquier cuerpo femenino en un radio de 10 km sufre de una falta de autoestima instantánea al verla.
Mi relación con ella es buena, omitiendo que me deprimo por su presencia pero eso a ella no le interesa, pues se considera una mujer como todas. Siempre me dice que solo es cuestión de me arregle más para que la opaque. Sí, claro.
Llegamos al aeropuerto donde el auto llego hasta la pista privada y nos bajamos, para acomodarnos en el avión. Por ser un viaje de día y medio, hice uso de mis recursos personales de supervivencia, es decir, me coloque mis audífonos y encendí mi Ipod y saqué el libro que estaba leyendo en esos momentos. La Divina Comedia.
Edward POV.
-Alice.!-grito- El vuelo sale en 5 minutos y aún no hemos documentado el equipaje.- Concluyo mi cuñado Jasper a la loca de mi hermana. La cuál aún no terminaba de empacar la tonelada de prendas para las vacaciones.
-Ya voy, Jazzy.- dijo al fin la enana arrastrando su maletota a la entrada. Suspiré.
Mi nombre es Edward Cullen, soy un chico de 20 años que disfruta de lo bueno de la vida y eso incluye a las chicas claro. Tengo una hermana que parece un duende, Alice Cullen, mi hermana menor -quien es una loca adicta a las compras y rebajas-. Ella es novia de mi mejor amigo, Jasper quien es alguien calmado, sensible, y con un cuerpo candente - palabras de Alice-.
Mis padres son Carlisle y Esme Cullen un matrimonio feliz que por cierto son unos de los mejores neurocirujanos en el Planeta, pues debido a su gran trabajo en los Hospitales y con los pacientes, sin contar las innumerables operación de alto riesgo que han hecho y que han salido exitosas son muy conocidos por todos los medios. Y la gente los busca mucho.
Ellos debido a esto, es decir, a su gran trabajo y esfuerzo nos han dotado de las mejores comodidades que alguien de nuestra edad pueda solicitar pues han acumulado una gran fortuna. Ellos suelen pasar las vacaciones con nosotros, en familia, pero está vez tuvieron que asistir a un Congreso de Médicos en Canadá.
Así que estarán fuera 2 meses y para compensarnos nosotros iremos a una cabaña equipada en una Villa Hotelera de la cadena Swan en Londres a pasar las vacaciones.
Estás vacaciones para mí no serán distintas a las otras ya que en este Hotel cuentan con 2 playas privadas y un parque acuático, una diversidad de chicas guapas de vacaciones con acceso a sexo sin remordimiento vacacional. Sonreí de solo imaginarlo. Todo lo que necesito para unas vacaciones inolvidables.
Subimos al avión en primera Clase como éramos tres personas a mi me tocó compartir asiento con una chica guapísima con cuerpo de infarto; cabello rubio rojizo, ojos verdes claros y piel blanca.
Sonreí.
-Hola.- dije, haciendo que ella se girara de nuevo a verme con una sonrisa encantadora y un letrero de "Sexo" en la frente, pero no dijo nada así que me arriesgue un poco más.- Un bombón como tú tiene nombre o puedo llamarte hermosura?.- se río un poco y mi miró de arriba abajo.
-Hola, solo por ser tú, me puedes llamar como quieras, pero normalmente me dicen Tanya y tú?.- con cada palabra que pronunciaba se acercaba más a mí.
-Soy Edward.- le dije pronunciando mi tono de voz un poco más para que sonará tosca y terminando de acortar la distancia.
-Mucho Gusto, Eddie.- dijo acercándose más hasta besar mi mejilla y rozar con su mano levemente la parte interior de mi muslo derecho.- Que calor hace.- dijo quitándose la chaqueta negra de botones que llevaba. Obviamente estábamos en un avión con aire acondicionado.
Desabrochó lentamente cada botón de su chaqueta. Me sorprendió lo rápido que reacciono ante mí pero ella no se dio cuenta de mi expresión.
-Ciertamente hace un calor infernal, por favor permíteme ayudarte para que estés más cómoda.- dije llevando mis manos a su chaqueta y liberando los últimos botones.
Sentí como ya estábamos en el aire y la mayoría de la gente se preparaba para dormir un poco más.
Cuando por fin terminé de desabotonar su chaqueta ella se abalanzó a besarme. Respondí el beso gustoso llevando una de mis manos a su nuca y la otra recorría su pecho derecho por encima de la blusa. Estuvimos así en esa posición un buen tiempo, hasta que ella se separó de mi tacto para acomodarse ahorcadas sobre mí y mirándome fijamente llevo su mano a unos de sus pechos quitándose la blusa y metiendo su mano debajo de su sujetador sacando su seno para que pudiera verlo. Estaba por acercarme a lamerlo cuando ella se acercó más recostándose en mí y metiendo su pezón en mi boca.
Comencé a besarlo. Coloque una mano en su cintura llevando la otra a su muslo recorriendo lentamente el camino hasta llegar a su entrepierna por debajo de su falda. Introduje dos dedos y comencé a rozar su abertura de arriba hacia abajo. Metí mis dedos dentro de su cavidad y comencé a bombearla provocando que enterrara su cabeza en mi cuello para no gemir alto. La sentí estremecerse en mí apretando mis dedos dentro de ella y morder un poco mi hombro sobre la camisa.
No fui muy consciente de todo cuando sentí que ella abría mi pantalón y sacaba mi miembro de mis calzoncillos. Se alzó un poco más para permitir que mi gran miembro entrara en ella en lugar de mis dedos, me sonrió cuando me miró a los ojos y comenzó a moverse sobre mí de forma lenta al principio. La tome de las caderas para incrementar más la velocidad y mordisqueé sus labios para acallar un poco sus gemidos. La penetré con un poco más de fuerza sintiendo como ella se estremecía apretando mi miembro y haciéndome llegar.
Después de habernos recuperado un poco del trote yo aún seguí dentro de ella.
-eso ha estado maravilloso.- dijo emocionada y respirando entrecortado.
-Me alegra, que te guste querida.- dije para sonreírle pícaramente.- pero aún nos queda mucho vuelo por delante.
-Claro si apenas empezamos.- sonrió y se levantó de encima de mí y sentí a mi miembro deslizarse fuera. Se puso enfrente de mí y bajo por completo sus bragas aventándomelas a la cara haciéndome reír. Me guiñó el ojo y se fue alejando. Abrí mis ojos sorprendido, guarde mi miembro y la seguí. Nos metimos al baño y ella cerró la puerta. Me sonrió y se apoyo de espaldas a mi recargándose en el lavabo y tomó mi miembro de nuevo con una mano y lo guío hasta su ano.
Provoco un gemido bajo. Resignándome al fin coloque mis manos a los lados de su trasero y me enterré fuerte en ella. Provocando que soltara un chillido lastimero. La penetre fuerte por su culo sintiendo la cavidad apretada a más no poder, el sonido de sus nalgas golpeando contra mis muslos era lo único que se oía.
Antes de llegar al orgasmo la tomé de los cabellos y la jalé hacía atrás provocándole un gemido por el dolor y el placer. Me enterré aún más en ella y seguí penetrándola. Pellizque sus pezones un poco con mi mano libre y cuando sentí el comienzo de sus espasmos incremente aún más si era posible mis embestidas sintiendo como me enterraba hasta el fondo en ella y jalaba más su cabello.
Le tomé de una pierna abriéndola un poco para jugar con su clítoris y lo pellizque haciendo que ella profiriera un grito señal de que había llegado y sus jugos salieron disparados en un chorro hacia la pared.
Me corrí dentro de ella liberando mi semen en su interior y mordiéndome los labios en un gruñido.
La sujete un poco siendo consciente de que estaba débil y se estaba resbalando. Nuestras respiraciones eran entrecortadas. Suspiré y salí de ella.
Me senté en el asiento de baño y ella se dejo caer en el suelo débil y aún medio temblando.
Después de un tiempo nos acomodamos la ropa y yo le entregue sus bragas a lo cual ella me sonrió. Salimos del cubículo y gracias al cielo nadie se había dado cuenta al parecer o quizá lo habían ignorado.
Nos sentamos en nuestros lugares, solo que esta vez yo en la ventanilla y me di cuenta que ya era de noche, o quizá de madrugada, no importaba.
Ella se acomodo y se quedo dormida pronto, yo miré por la ventana un rato más y no fui consciente de nada porque Morfeo me había reclamado.
Escuche una voz de soprano a lo lejos que me llamaba. De seguro era Tanya que quería otra ronda.
-Nena tan pronto y quieres más.- dije medio dormido aún. Empecé a abrir los ojos y me sobresalté al ver la cara de mi hermana en frente de mí y Jasper a un lado de ella mordiéndose los labios para no reír.
-Tu amiga ya se ha ido, Ed.- dijo la duende frunciendo el sueño.
-Señores por favor se les solicita dejar el avión en breve pues debemos darle el mantenimiento.- dijo una aeromoza acercándose a nosotros.
Cuando sus ojos se posaron en mí abrió desmesuradamente lo ojos y se tapo la boca, para después girarse sonrojada.
-Eddie, como que no fuiste capaz de aguantar, verdad?- dijo la duende riendo.- súbete el pantalón y vámonos ya porque aún nos queda el viaje a la Villa en auto.- dicho esto hecho una última mirada a mi entre pierna y se fue negando con la cabeza seguida de Jasper que reía.
Miré hacia abajo cuando lo vi, sentí como mi rostro se volvía rojo por el bochorno y el desconcierto. Mi miembro estaba desnudo, al aire y mis pantalones totalmente desabrochados y con unas pequeñas manchas.
Maldije a Tanya, no se pudo esperar a que estuviera despierto o tan siquiera dejarme como estaba antes de eso.
Me acomode la ropa y salí de mi asiento. Fui consciente de las risillas de las aeromozas y solo caminé más rápido detrás de Alice y Jasper.
Mi hermana se giró a ver si venía detrás y se río de nuevo.
-Cállate Enana.- masculle.
Cuando terminamos de salir del túnel de acceso al avión estaban ya más calmados. Salimos con las maletas a la entrada del aeropuerto y empezamos a buscar al chofer que nos vendría a recoger.
Cuando por fin lo hayamos nos condujo hacía una camioneta con los vidrios ahumados, de color negra. Una Hummer para ser exactos del año. Coloco el equipaje en la parte de atrás y nos indico que subiéramos, cuando estaba por subir al auto me llamo la atención un grito.
-Oso..! Bájame..!.- gritó una chica hermosa de cuerpo escultural, parecía modelo. La llevaba en brazos un chico de musculatura prominente y cabello castaño. Quien iba sonriendo.
Pero lo que más me cautivo fue la Afrodita que venía detrás de ellos. Era una chica de estatura no tan baja pero tampoco muy alta, cabello castaño chocolate ondulado hasta la cintura. Tez blanca como la mía y un cuerpo de infarto, no se comparaba con la rubia de antes pero poseía todo en su lugar y sin exagerar. Su belleza era natural, no exagerada.
Los vi subirse a una limosina negra que estaba llegando apenas y se coloco detrás de nuestro auto. Mi hermana me jaló dentro del auto se me sentó a lado de ella.
-Ay, Eddie, estás vacaciones las estás empezando con serios problemas mentales.- río
Mientras yo le dedicaba una mala mirada, no dejaba de pasar la imagen de la chica de cabello chocolate en mi cabeza.
El chofer acelero y salió del aeropuerto hacia la villa.
Bella POV.
Sabía que el viaje sería largo así que comencé a leer. Estábamos solo mi cuñada, Emmett y yo en el avión, no había mucho que hacer más que si querías jugar algo de billar o un trago.
Los sillones eran amplios y acolchados con porta vasos. Después de pasar al menos 3 horas leyendo decidí que era buen momento para escribir a mi mejor amigo, Jacob.
Jake es un chico de 19 años, estudiábamos juntos hasta que lo transfirieron al colegio militar. Desde entonces juramos escribirnos y hablar por teléfono diariamente. Me había dicho que lo habían mandado de Servicio a pequeño pueblo en las afueras de Canadá.
Tomé el ordenador y empecé a contarle sobre mis vacaciones, una vez termine le di "enviar" y cerré el ordenador. Mi hermano apareció enfrente de mí al poco rato y me levantó de mi asiento haciendo que lo acompañará a la "sala de juegos".
El avión era grande y contaba con todas las comodidades para pasar un buen rato, pero a mí no me interesaba mucho. Al llegar había un pequeño sobre que tenía mi nombre y seguido otros dos más con el nombre de Rose y Emmett. Miré a mi hermano y solo me devolvío la mirada mientras se alzaba de hombros.
Suspiré y me acerqué al sobre.
Una vez los tres juntos cada uno tomo su sobre y se dispersó por la habitación. Tomé el mío y cuidadosamente lo abrí. Dentro se hallaba una tarjeta negra de crédito con una nota de saldo ilimitado. También había una llave para un automóvil y la hoja de la típica carta con el sello de la compañía de mis padres.
Querida Isabella:
Lamentamos no poder estar con ustedes otra vez en estás vacaciones como lo prometimos hace 4 semanas. Pero en compensación les dejamos a cada uno una tarjeta con dinero ingresado para lo que deseen en su estancia en Londres.
Ahora, querida hija te hemos dado algo más como a los otros dos, pero es algo que deseabas con fuerza hace tiempo y creemos que te lo mereces ahora.
La llave en tus manos es del mando del automóvil deportivo de lujo estacionado en el garaje de la cabaña en la que estarán. Se ha hecho según tus especificaciones. Así pues ahora eres dueña de un flamante Aston Martin Vanquish última generación en color negro media noche y con un sistema operativo modificado, al contar con pantalla táctil.
Es tu deseo, querida. Esperamos lo disfrutes y logre compensar un poco nuestra ausencia. Cuídate.
Con cariño,
Mamá y papá.
-Cristo Parado del Cielo- grito Emmet mientras daba saltitos.
-No me esperaba esto, de mis suegros, osito.- dijo Rose emocionada y sorprendida. Veía agradecimiento en sus ojos.
Me reí.
-Enana, a ti que auto te toco?.- preguntó curioso Emmett.
-Un Aston Vanquish, Em.- dije medio sonriendole al ver ese brillo en sus ojos, pero no estaba realmente feliz. Un auto no compensaría los años sin mis padres.
Emmett dejo de saltar y cambio el semblante, se acercó a mí y me abrazó.
-Bells, yo sé que esto no compensa la ausencia de mis padres, pero nos tienes a Rosie y a mí, enana, nosotros te amamos, yo porque tengo que hacerlo, eres mi enana, y Rosie, porque…- dijo pero mi cuñada lo cortó.
-Porque eres la mejor cuñada y mejor amiga que he tenido, Bellie-Bells.- dijo divertida.- Por otro lado, velo de está forma, ahora podrás ser libre de salir a cualquier lado sin tener que esperar a que Emmett se termine de arreglar.- dijo riendo y guiñándome un ojo. Sonreí. Emmett nos miraba medio mal y algo sentido.
Reímos juntas al ver la cara de mi hermano.
-Muchas Gracias, de verdad, chicos.- dije con mi corazón al tiempo que me aventaba sobre ellos para abrazarlos.
Después de eso, nos pusimos a jugar billar el resto del vuelo, Rose, le ganó a Emmett en casi todos las partidas con excepción de en las que gané yo contra buena para eso del billar gracias a Jacob, quien antes me llevaba a unos pubs de billar para aprender y practicábamos en mi casa casi todas las tardes. Cuando nos aburrimos de ver los pucheros y lloriqueos de Emmett nos acomodamos para dormir, Rose y Emmett en los asientes de enfrente de mí y yo me acomode con una cobija que nos había traído la aeromoza y me puse mis audífonos.
Despertamos por el ruido del intercomunicador con la voz del capitán.
Nos despabilamos un poco y nos abrochamos los cinturones, cuando aterrizamos agradecimos a la tripulación y les dijimos que tenían tiempo libre para estar en la ciudad y que cuando fuéramos a volver les llamaríamos.
Bajamos por el equipaje y salimos a esperar a la limusina para el viaje a la Villa. Justamente íbamos saliendo cuando vimos dar la vuelta a la limosina para acomodarse detrás de una Hummer negra enfrente del aeropuerto. Rosalie salió corriendo ya que venía jugando con mi hermano, el cual la alcanzo y la levanto del suelo acomodándola sobre su hombro, provocando que gritará y los presentes los voltearán a ver.
-Oso..! Bájame…!- gritó Rosalie en brazos de mi hermano. Quién ignorándola, se metió con ella en el auto que apenas se acababa de estacionar..
Yo ayude al chofer a meter el equipaje en la cajuela cuando terminamos, el chofer me acompaño adelante, abriendo la puerta para mí. Me metí y acomodé mi bolso de mano a un costado y le agradecí al chofer el cual solo me sonrío amablemente y cerró la puerta.
El viaje en auto fue agradable ya que me conecte al Internet en la computadora Portátil de la limusina y encontré a mi amiga Jessica quien me dijo que estaba en Canadá con Mike, -su novio- de paseo, y a Ángela, ella me contó que estaba en Londres visitando a sus abuelos, y que convencería a sus padres para poder visitarme en el Hotel o quedar en algún lugar del centro.
Mientras yo platicaba con Ángela mi Hermano y Rosalie entraron a hablar con Ben, el Recepcionista y Gerente del Hotel para conseguir información de la reservación de la cabaña para nosotros y recoger la llave. Cuando por fin terminaron de arreglarlo todo le indico a un botones que nos ayudará con el equipaje. Me bajé y Emmett iba delante de nosotras.
-Es la Cabaña 2703, es la más grande, ahora podrás hacer de las tuyas, enana.- dijo Emmett mostrando los hoyuelos.
Me reí acompañada de Rose. Cuando llegamos a la cabaña el botones nos ayudo a acomodar las maletas y después mi hermano y Rose salieron a dar un paseo por los alrededores.
Me di una vuelta por la cabaña viendo todo lo que teníamos, después me decidí y me subí a dar un baño. Preparé el agua de la tina con algunas sales para relajarme. Después de que se lleno me metí a la tina y prendí mi reproductor con algo de música, me amarré el cabello en una rosca y me relajé hudiendo mi cuerpo por completo dejando mi cabello fuera.
La suave música de piano inundo mis sentidos y me deje relajar mientras el agua caliente destensaba mis músculos. Tal vez no serían tan malas estás vacaciones.
