Buenas, para quienes leyeron ya la historia quise revisarla para corregir puntos que en su momento no noté, la historia es misma, oscura, visceraly sin finales felices.

Disfruten...


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Mientras más brillante es la luz, más oscura es su sombra

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Oscuridad absoluta fue todo lo que vio o al menos eso creía porque alzándose rápidamente una sombra surgía, pero… ¿Cómo puede surgir una sombra en la oscuridad? No importaba, se dedicaría a hacer preguntas cuando estuviera a salvo.

Estaba corriendo pero no avanzaba y comenzaba a desesperarse, debía darse prisa esa cosa la estaba alcanzando, comenzó a sentir como se aproximaba a ella sin poder ver nada, su fría presencia estaba justo detrás y todo lo que podía hacer era correr, no quería voltear, ¿A dónde se había ido la luz? Corría pero no se movía ni un centímetro, ¿¡Qué pasaba!? ¿Por qué no podía huir? quería gritar esa cosa estaba justo detrás de ella podía sentir su gélido aliento a milímetros de su cuello.

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¿LE TEMES A LA OSCURIDAD PEQUEÑA?

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Quiso gritar, correr, escapar, cualquier cosa, todo menos voltear, de pronto sintió que no podía más y dejo de correr el miedo la paralizó completamente mientras sentía como unas garras se asomaban por su brazo izquierdo.

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¿POR QUÉ NO VOLTEAS?

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Se le contrajo el pecho, no podía respirar, moverse o pensar, el miedo la consumió por completo antes de que la monstruosa criatura se abalanzara sobre ella.

Se despertó de golpe, sentada sobre su cama, cubierta de sudor frio, creyó que se sentiría aliviada de descubrir que solo era un sueño pero el miedo no quería abandonarla, miedo que se convirtió en terror cuando miró hacia su brazo izquierdo y vio 3 cortes de bastante profundidad en forma horizontal. Quiso levantarse pero no podía moverse, ¿Cómo se había hecho eso? Tratando de recordar su sueño solo una voz retumbó en su cabeza.

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¿TIENES MIEDO?

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Tragó saliva mientras sus manos temblaban, se quedó así, inmóvil hasta que el sol salió.

-Lux, ¿Estas despierta? Recuerda que hoy no podemos llegar tarde.-

La voz de su hermano al otro lado de la puerta la sacó de su trance, el sol ya había salido no más oscuridad, así suspiró un poco más aliviada se levantó se dio una ducha y cubrió las profundas heridas en su brazo con una venda antes de colocarse su malla y su armadura.

-Solo fue un sueño.- Repitió varias veces frente al espejo mientras se arreglaba el cabello. –El corte probablemente me lo hice ayer entrenando y no lo noté hasta ahora.- Se dijo tratando de convencerse.

Luxanna no era una persona cobarde al contrario de lo que su apariencia podría señalar, se había infiltrado en las cámaras del Alto Mando Noxiano sin sudar una gota, no le tenía miedo a las pesadillas, pero a la oscuridad era su debilidad, se sentía tan indefensa y desprotegida cuando la luz se iba, siempre pensó que era por su naturaleza ya que ella es la luz.

Empujó esos pensamientos fuera de su cabeza, no le gustaba estar angustiada, debía estar radiante como todos los días, hoy ella y su hermano verían al príncipe Jarvan luego finalmente quedaría libre para ir al instituto de guerra, no le gustaban las charlas militares lo que más amaba era ser invocada a alguna combate en la grieta, después de todo por eso había renunciado al ejercito aunque eso no impedía que aun la llamaran a realizar ciertas misiones "Es por Demacia" "Se lo debes a tu nación" "Debes estar a la altura de tu casa" "Si Garen lo entiende, por qué tu no" Desde siempre ella ha hecho todo lo que sus padres le ordenaron incluso la enlistaron en el ejército contra de su voluntad.

A veces extrañaba la escuela y aunque sus maestros le decían que ella ya no podría aprender nada más de ellos nunca quiso dejarla, pero la influencia de la casa Crownguard era una pesada carga de sangre de la que no podía deshacerse y sus deseos no importaban más allá de su deber, eso la había amargado por dentro, para el resto de las personas ella era la jovial Lux, la chica de la sonrisa eterna, entregada al servicio de su nación, orgullosa de su casa y de su posición, una Demaciana ejemplar, la luz de Demacia, y como algunos estremecedores rumores sugerían futura reina de Demacia, y no había cosa que odiara más. No es que no amara Demacia, pero su nombre le exigía más de lo que estaba dispuesta a entregar a su ciudad.


Curiosas criaturas los humanos, mmmm no quizás curiosos no sea la palabra, más bien estúpidos, sí, los humanos son estúpidos su ilusión de tener el control es francamente absurda se creen tan superiores y poderosos pero no se dan cuenta que son niños jugando con fuego, si me he subordinado es porque así lo he querido no porque no tenga otra opción, día tras día los invocadores me convocan a la grieta para luchar, creyendo que pueden manejarme a voluntad, si supieran lo que les espera… pero bueno no quiero arruinar la sorpresa eso volvería las cosas aburrida.

Un poco más… solo un poco más y podré finalmente destruir la ilusión del control que tienen estos invocadores, eso y sus vidas también…

La criatura narraba mientras reía aterradoramente acechando en las sombras.


El Sol brilla intensamente en el Monte Targón como de costumbre, los Solari se nutren de la energía solar y Leona no podría disfrutar más aquello, aunque el estricto tradicionalismo de los Solari no le fascinaba como debería adoraba el Sol, a pesar de las "recomendaciones" de los sabios a ella le encantaba visitar las laderas del Monte, visitar a sus padres y por sobre todo a Pantheon, si había alguien en este mundo con quien se sentía completamente a gusto era él, para los Rakkot ella era la niña rebelde que no respetaba las tradiciones y para los Solari era la preciada avatar del Sol a la que hace tanto tiempo esperaban, en cambio con Pantheon era solo Leona su amiga de toda la vida, con él se sentía como una chica común y corriente, sin preocupaciones, responsabilidades o preocupaciones.

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Fin del primer capítulo


Bueno hasta aquí este primer capítulo espero que disfruten la historia, sus comentarios siempre son mas que bienvenidos.