He escrito la escena del beso desde el punto de vista de Kate. Me ha quedado bastante corta pero no sabía cómo alargarla. En un principio pensaba hacer un episode tag, pero ya si eso lo pondré en un segundo chapter.
¡Espero que os guste! ;)
Disclaimer: Castle es una serie que pertenece a la ABC.
Estoy empapada y no me importa. Necesitaba ir a ese parque. Al igual que necesito estar aquí, ahora. Necesito aclarar las cosas con Castle. Estoy en el ascensor de su edificio, aún sin haber pulsado ningún botón, pensando por primera vez en lo que estoy haciendo desde que salí del despacho de Gates. Ya no me parece tan buena idea aparecerme aquí sin más, así que decido llamarlo al móvil. Pero él no atiende. De nuevo, siguiendo un impulso y sin llegar a pensarlo demasiado, pulso el botón de su piso. Llego. Me dirijo a la puerta y, cerrando los ojos por un momento, llamo a ella. Pasan unos cuantos segundos hasta que Castle me abre la puerta con esa sonrisa que lo caracteriza, aunque su rostro se vuelve serio en cuanto se da cuenta de que soy yo. Trato de decir algo, pero no me salen las palabras y lo único que escapa de mi boca es el aire que había estado reteniendo sin darme cuenta.
- Beckett, ¿qué quieres?
- A ti -consigo decir. Y decidida pero nerviosa me adelanto y lo agarro, parpadeando seguidamente, no completamente segura de lo que estoy haciendo. Y lo beso.
Y al separarnos él no sabe qué hacer. Respira por la boca; noto su aliento chocar en mi rostro.
- Lo siento mucho, Castle -me disculpo pegada a su cara, viendo cómo se ha quedado de hielo por la sorpresa-. Lo siento mucho. Lo siento mucho.
Y vuelvo a besarle, pero esta vez él me echa hacia atrás y me puedo ver reflejada en sus ojos.
- ¿Qué ha pasado? -me pregunta con la duda dibujada en su rostro.
- Se escapó y no me importó. Casi muero y en todo lo que podía pensar era en ti. Solo te quiero a ti -confieso y me vuelvo a acercar para besarlo, pero él permanece quieto y yo me alejo, con mucha menos confianza que antes. Acaricio su cara y encuentro en ella un gesto de incertidumbre y por un momento se me pasa por la cabeza que quizás él ya se ha cansado, que ya está harto de esta relación extraña que nos traemos. Por un momento. Pero ese pensamiento se esfuma tan pronto como él me empuja contra la puerta, cerrándola de golpe, y comenzamos a besarnos con vehemencia. Lo agarro por la cabeza, acercándolo más a mí, y poco después él desciende a mi cuello; besando, chupando y succionando toda la piel que encuentra a su alcance. Y yo no puedo más que respirar irregularmente y sujetarme a él, incapaz de mantenerme en pie por mí misma. Lo atraigo a mi boca de nuevo pero él insiste en saborear mi cuello.
Desciende un poco más hasta llegar a mi escote, donde se detiene para abrirme la camisa y poner su mano sobre mi cicatriz suavemente. Lo ayudo a hacerlo y estoy segura de que nota mi corazón latir como loco, y volvemos a besarnos profundamente. Después, él me da un último beso muy suave en el labio superior antes de sonreírnos mutuamente. Lo tomo de la mano y, mirándolo a los ojos y mordiéndome suavemente el labio inferior, lo dirijo a las escaleras que nos llevan a su habitación.
