Estos son escritos que realicé para , en donde de una tabla tenías que escoger las palabras y crear, a partir de la misma, la historia. Cabe mencionar que no tienen relación alguna, tanto en fandom como quizá en temática, pero decidí separarlos.
Fandom: Code Geass
La palabra de la tabla que ocuparon para él: Alcoholismo.
Alcoholismo.
Discusiones idiotas.
"Un vino ácido nos deja la boca seca, sin embargo, nos hace salivar después de haberlo tragado."
Una casi perfecta definición sobre aquella exótica bebida, pensó.
Tomó su vaso y dio otro pequeño sorbo degustando el sabor unos minutos, sintiendo cómo raspaba su garganta para después tragar dicho elíxir y toser un poco, removió la copa ladeándola a ambos lados con aparente lentitud.
Admiró la gran pantalla que se encontraba delante suyo: había tropas combatiendo, grandes explosiones y cuerpos malheridos (quizás con algunos muertos) a lo largo del campo. Sonrió, con un poco de cinismo, pero sonrió.
Recargó su cabeza en la silla, cerró los ojos por unos minutos para después abrirlos al escuchar pasos acercándose, giró sobre ésta aún con el vaso en mano y admiró a la persona que lo había sacado de su fantasiosa felicidad.
—¿No eres muy joven para tener dichos gustos sobre una bebida alcohólica sabor uva? —preguntó la chica de ojos verdosos mientras se sentaba frente al él.
—Son gustos que no te incuben —señaló el chico—, cada persona tiene una manera de bajar su estrés; la mía es beber.
—Sin embargo te comportas más amargo que un vino —añadió ella—. Eres un líder, Lelouch. Pero tus acciones se entorpecerán si sigues bebiendo, deseas combatir a la humanidad por su falta de objetividad y deseos egoístas; controlar una nación.
Él la miró frunciendo el seño dejando de lado aquella botella que había tomado para vertir más de aquella sustancia.
—¿Cómo quieres controlar algo tan grande como éso si no puedes manipular tus malditos impulsos?
—Tú eres una adicta a la pizza, C.C —dijo—. Por más que he tratado de cancelar cualquier medio para que las comas tú prosigues con esa manía. —ella le miró con un deje de molestia— Y yo sé lo que hago, puedo controlarme… sé como hacerlo. Tú no tienes ningún derecho de hablar sobre deseos egoístas mujer, dime ¿quién fue la iniciante de todo mi estrés?
—Es algo totalmente diferente —contraatacó—, lo mío es pura supervivencia. Lo tuyo sólo una adicción, además yo ya viví, ¿recuerdas la maldita inmortalidad? He probado todos los placeres existentes exceptuando, quizás, al amor. Sé cuando alguien no puede huir de su propio vicio.
Él la miró unos minutos y dejó el vaso a un lado de él.
—Tú eres igual que vino, C.C
Ella le miró.
—No sé a que te refieres. —Inquirió tajante.
—En un principio eres amarga pero —se puso de pie— cuando se va tragando y saboreando descubres lo manipulable que puedes llegar a ser.
—Eres un muchacho poco interesante —susurró ella—, tus sentimientos te controlan fácilmente.
—Sin embargo sigues aquí —finalizó. Tomó su máscara y salió de la habitación, no sin antes escuchar la maldición que salía de los labios de la chica.
