Te amo también
El lago. El hermoso lago. Él siempre la veía sentarse con sus amigas a la orilla del lago. Ese hermoso lago que fue cómplice en su conquista, y ahora, al lado del lago de nuevo la había perdido.
Ya llevaban dos días se hablarse, después de que ella lo encontrara a punto de besarse con otra. En realidad esa tal Romulandia o como se llamase le había perseguido desde siempre, pero el solo tenia ojos para ella. Solo se sentía feliz al observar sus ojos verdes. Nadie sabia de su romance, ni siquiera sus mejores amigos. Pero ya era hora de que admitiera que la amaba con todo su corazón; no se sentía completo si ella no estaba a su lado, así que decidió pedir ayuda.
-Canuto amigo, tenemos que hablar
-Tienes cara de perro regañado, digo de ciervo regañado
-La amo, Sirius, la amo mucho
-Stop¿De quien me hablas?
- De Lily, otra vez la perdí. Ayúdame a tenerla de nuevo.
- ¿De nuevo?
- Si de nuevo
- ¿Me has ocultado cosas cornamenta?
- Si.
- Habla, suéltalas toda en el acto.
- Pues ella y yo salimos desde hace más de dos semanas.
- ¿Y no me lo dijiste porque…?
- Ella me dijo que no lo publicara a nadie, ni siquiera a ustedes.
- ¿ Y le obedeciste porque..?
- Porque la amo. LA AMO
- ¿Mmmm eso es suficiente para tu Lily?
Detrás de la vaya, esa vaya en la que se había dado su primer beso, apareció ella, le observó con ternura emanando por cada poro de su cuerpo; se acerco a james y lo beso. Este sintió que el cielo los había recogido en su suave ceno de nubes. Era una sensación inexplicable. Se separaron y ella lo abrazo. Se paro en puntas de pies y le susurro al oído.
-Te amo también.
