Mi gente linda, mi gente bella.
Los saludo a todos, y les dejo el fic.
Declaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad y obra del mangaka Masashi Kishimoto. El texto aquí presentado se escribió y pública con carácter único de entretenimiento y sin ánimo de lucro.
Advertencias: What if...
Aviso: El siguiente fic participa en el reto Palabra al azar, del foro La Aldea Oculta Entre las Hojas.
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El desenlace que pudo evitarse.
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En ese entonces no supo que era, pero ahora, años después, estaba seguro que aquel fue el primero de muchos. Quizá debió detenerlo cuando la curiosidad infantil era su única motivación y aún le quedaba pureza en el alma.
—No es tu culpa —trató de consolarlo Tsunade, —él busco su propio fin.
Y Jiraiya lo sabía, pero estaba convencido de que, si bien no era su responsabilidad, pudo haber evitado la tragedia.
—¿Encontraron sus cuerpos?
La rubia negó. Los escombros era demasiado y la lluvia no ayudaba mucho; estaban en aquella labor desde la madrugada y ya anochecía nuevamente.
—El laboratorio estaba a demasiada profundidad y había explosivos repartidos en toda la estructura —explicó Tsunade leyendo el reporte de reojo. —Jamás me imaginé que existía algo como esto justo en nuestras narices
—Jamás pensé que Orochimaru sería capaz de algo así —susurró Jiraiya.
Tsunade lo miró con pena, a ella no le había sorprendido. Aquel desenlace fue uno que vio venir desde muchos años atrás.
El grito de uno de los shinobi a cargo de la búsqueda, interrumpió la conversación. Había encontrado el cuerpo del sannin.
Tanto la rubia como el peliblanco se acercaron apresurados, llegando justo a tiempo para ver cómo extraían de entre el cemento destruido el cadaver de su maestro. Tanto Orochimaru como Sarutobi perecieron en la explosión.
El recuerdo vino de nuevo en cuanto vio lo que quedaba de su amigo. Aquella tarde en que le descubrió parado sobre un círculo de sellos desconocidos, con aquella masa extraña entre las manos que parecía estar en umbral entre la vida y la muerte y se retorcía de forma caótica y dolorosa, despidiendo un olor grotesco y vicioso.
—¿Qué es esa cosa? —le había preguntado asqueado.
—Homúnculo —fue la respuesta seca y carente de emoción del moreno, mientras examinaba de forma crítica lo que fuese aquello; —pero no quedó bien. Murió justo después de que lo terminé.
—¿Esa cosa estaba viva?
—Debería —se encogió de hombros el pelinegro.
Jiraiya, en la inocencia de su niñez, pasó por alto las manchas rojo oscuro en la bata blanca de su compañero y los reportes de gatos y otros animales desaparecidos. Pero ahora el peso de aquellos recuerdos se le colgaban de los hombros.
—... y El Tercero insistió en entrar solo. Luego de unas horas escuchamos la explosión y el piso comenzó a hundirse —le reportaba algún shinobi a Tsunade. —Hay algunos herido, pero ninguno de gravedad.
Jiraiya escuchaba la conversación con los ojos fijos en los de su compañero, que aún en muerte, permanecían abiertos.
Las pupilas amarillo resaltaban con un brillo opaco y siniestro; el último vestigio de locura antes de cruzar la puerta al infierno.
—Si le hubiese contado a alguien, quizás... —pero ya era tarde para eso.
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Fin.
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Y bueno, eso es todo.
Dado el caso de que no lograran hubicarse en tiempo/espacio. La escena es un What if... de la pelea entre Orochimaru y Sarutobi (cuando descubren los experimentos de Orochimaru), en la que ambos mueren. En la escena se muestra. Jiraiya y Tsunade después de la batalla.
Sin más que decir. ¡Chau!
