Hola a todos!!

Hace mucho tiempo que no escribo así que no sé como estará, pero es la falta de costumbre... Espero que os guste, n principio es una contienuación del one-shot que hice "Recuerdos del apsado" pero se puede leer tranquilamente sin haber lido el otro. Son más moementos de James y Llily desde sus momentos más tiernos, a los más tristes pasando por momentos de celos de Snape, etc.

Así que sin más dilación... a leer!!


Más recuerdos del pasado

Capítulo 1

El día era caluroso y a Remus Lupin se le estaba haciendo más largo de lo que le gustaría. Estaba muy cansado, el verano estaba siendo demasiado duro. La guerra contra Voldemort era inminente y todo el mundo estaba preocupado. Gran parte de La Orden se encontraba en La Madriguera, discutiendo. Después de todo, de una forma u otra, a todos los presentes les importaba Harry y era lógico que estuvieran preocupados por el día en que irían a buscarlo. Él mismo estaba más preocupado de lo que quería aparentar. ¿Qué pasaba si algo iba mal y los mortífagos se enteraban de que irían a buscarle antes de su diecisiete cumpleaños? No era tonto, ni ingenuo, sabía que el enfrentamiento entre Harry y el Señor Oscuro era inevitable, pero deseaba tanto que saliera bien… Ya había perdido a demasiadas personas queridas estos últimos años, James, Lily, Sirius… No quería perderle a él también.

- Remus ¿Te encuentras bien?

Remus salió de sus pensamientos y miró a su recientemente esposa, que le miraba esperando una respuesta.

- Sí, sí, estoy bien, sólo un poco preocupado.- Tonks le miró poco convencida.- En serio, estoy bien.

Tonks asintió y volvió a mirar a Ojoloco, quien seguía comunicándoles a todos los presentes el plan que se llevaría a cabo. Remus suspiró y miró a su alrededor. Ahí estaban Ron y Hermione, escuchando atentos. Después de mucho discutir con los padres del chico, por fin habían conseguido poder participar en la misión. Parecía mentira como habían crecido. Él siempre los vería como esos chiquillos a los que un día dio clase. Miró hacia las escaleras y encontró a Ginny muy concentrada, seria y enfadada. Ella también había discutido con sus padres, pero no había logrado convencerles. Tonks, que era una de las pocas personas que lo sabía, le había contado lo que había sucedido entre Harry y Ginny en Hogwarts. Cuando se enteró, no pudo evitar sonreír, Después de todo, Harry sí que era muy parecido a su padre…

Echaba tanto de menos aquellos tiempos del colegio…

James siempre había estado enamorado de Lily y eso no era un secreto para nadie. Siempre había soñado y se había imaginado el momento en el que la besaría y ella aceptaría salir con él y sabía que ella era la mujer de su vida, que no había otra. Por eso no era de extrañar que estuviese rebosando de felicidad en aquel momento, sabiendo Lily Evans, después de tanto tiempo, era su novia.

Cuando James les contó a sus amigos en el desayuno la razón de la gran sonrisa que tenía en la cara, simplemente no podían creerlo.

- Nos estás tomando el pelo…

- ¿Es en serio?

- Pero… ¿Cuán? ¿Cómo?

James siguió sonriendo ante el desconcierto de sus amigos.

- ¡Pero si ella te odia!- Exclamó Sirius.- Bueno, te odiaba…

- Lily cambió mucho de opinión respecto a James el año pasado.

- Un momento.- Interrumpió Peter.- ¿Todos sabíais que James y Lily ya no se odiaban?- Todos asintieron.- EN serio, siempre soy el último en enterarme de todo…

- Tranquilo, Colagusano, yo creía que en el fondo aun me detestaba.

- No puedo creerlo.- Seguía diciendo Sirius.- Es que bueno… ¡Es Lily Evans!

- ¿Hablando de mi?

Sirius giró la cabeza y se encontró a Lily, que les miraba sonriente. Los tres chicos sonrieron nerviosamente mirando hacia otro lado y no contestaron. ¿Cómo se suponía que tenían que tratarla ahora?

Lily, ante la reacción de los chicos, dejó de sonreír y miró a James pidiendo explicaciones, pero este se limitó a encogerse de hombros.

- Siéntate conmigo.- Le dijo James haciendo hueco entre él y Sirius.

Lily obedeció y se sentó a su lado. Todos se quedaron callados, aquella situación estaba siendo más incómoda de lo que ninguno hubiese imaginado.

- Que ahora Lily sea mi novia no significa que no podáis hablarle.

- Ya, pero… es que es raro que esté aquí, con nosotros, sentada, con nosotros, desayunando, con nosotros…

- Muy bien Peter,- le interrumpió Remus.- Ya nos ha quedado claro que Lily está con nosotros.

- ¿De qué hablabais antes de que yo llegara?

- De ti.- Dijo Sirius con simpleza.- En serio Evans, ¿Qué extraña poción te ha hecho tomar James para que hayas aceptado salir con él?

- Que yo sepa ninguna, pero observaré detenidamente si me hecha algo en el zumo de ahora en adelante.- Bromeó Lily.

- Pero, ¿por qué después de tanto tiempo le has dicho que sí?

- No sé, Peter. La gente cambia.

- Entonces… ¿Es oficial? ¿Estáis juntos?- Preguntó Remus.

James y Lily se miraron llenos de amor y ternura y sonrieron. Ninguno de los dos podía creerse que después de tanto tiempo y tantas negativas, estuviesen juntos, siendo una pareja de novios lo más oficial que se puede ser teniendo diecisiete años. James se acercó a ella sin dejar de mirarla a los ojos y la besó, igual que la había besado horas antes cuando le había dicho lo que sentía, igual que pensaba besarla cada día del resto de sus vidas.

- ¡Vale, vale!- Gritó Sirius para llamar su atención.- ¡No nos hacía falta una respuesta tan gráfica…!

Lily se separó de James mientras se reía por el comentario y no pudo dejar de sentir una punzada de dolor cuando pasó la vista por la mesa de Slytherin. Allí, mirándola con unos ojos que reflejaban decepción y tristeza, estaba Severus Snape. Lily se quedó callada, sin saber qué hacer o decir. ¿Por qué tenía Severus que mirarla de ese modo? Como si le hubiese traicionado suciamente…

- Bueno, oye, dejemos de hablar de Lily y de mi, hemos venido a desayunar.

Al principio no habían sabido muy bien cómo tratar a Lily. James jamás había salido con una chica más de tres semanas seguidas, pero Lily era diferente, era el amor de su vida, la persona con la que James quería pasar de sus días… Había pasado de ser la chica cabezota que le daba calabazas a su amigo, a la persona con la que iban a tener que compartir muchos ratos libres. Era lógico que al principio la situación fuese un poco tensa. Incluso Remus recordaba que alguno de ellos dudaba que aquella relación fuese a acabar bien…

Sirius se encontraba en la biblioteca. Nunca le había dado una importancia tremenda a los estudios, pero ese año, con la preparación para los EXTASIS, tenía que estudiar duro si no quería tener que repetir el año sin sus amigos.

Amigos… lo cierto es que James, Remus y Peter eran su familia. La suya verdadera… bueno, era mejor no pensar en sus padres, después de todo, casi no los veía y en el fondo lo prefería. Desde hacía un tiempo James y sus padres se habían convertido en algo muy importante para él. James siempre había sido como su hermano su hermano y desde que vivía con él le estaba más que agradecido. No podía imaginarse que haría sin él… pero eso eran tonterías ¿Qué podía pasarle a James? Era mucho mejor que él en Defensa Contra las Artes Oscuras, incluso podría decirse que el mejor del colegio. Sirius estaba seguro de que si esta guerra acababa con ellos, con él lo haría mucho antes que con James.

Miró a la derecha y ahí estaba Lily estudiando como loca. No era de extrañar que fuese Premio Anual. Merecido por el esfuerzo lo tenía seguro.

Se quedó pensando en ella y en James. Se alegraba muchísimo por su amigo, cualquier cosa con tal de verle feliz y Lily era la causa de que a su amigo no se le quitase la sonrisa de la boca en todo el día. Pero… no podía dejar de preocuparse. No es que no confiara en Lily, sabía que era una buena persona, aun así tenía miedo de que le hiciera daño a su amigo inconscientemente. Para James. Lily era el amor de su vida, pero ¿y para ella? ¿qué era James?

- ¿Puedo hablar contigo un momento?

Lily levantó la vista de su libro y vio a Sirius de pie en frente de su mesa. Estaba tan concentrada estudiando que no se había dado cuenta de que Sirius también estaba allí.

- Claro, ¿qué quieres?- Susurró Lily.

- Aquí no, en el pasillo, donde podamos hablar tranquilamente.

Lily arqueó una ceja sorprendida y desconfiada. ¿De qué iba todo eso?

- No me hagas pedírtelo de rodillas.

- Está bien…

Dejó sus libros a un lado y acompaño a Sirius hasta la entrada de la biblioteca, se apoyó en la pared del pasillo y esperó a que su compañero hablara.

- Tú y yo nunca hemos sido grandes amigos ¿cierto?

- Cierto.- Afirmó Lily.

- Pero tampoco nos hemos llevado especialmente mal…

- Cierto también.

- Sé que sólo me ves como un chulito al que le gusta ligar con las chicas y…

- ¿A dónde quieres ir a parar?

- Mira Evans, James es más que mi mejor amigo, es mi hermano, mi familia y no quiero que le hagan daño. Él… te quiere, te quiere de verdad. No es ningún juego, y si tus sentimientos no son los mismos más vale que se lo digas antes de que se haga ilusiones ¿entiendes?

Lily se había quedado muda. No podía creer que Sirius Black le estuviera dando lecciones de amor…

- ¿Y eso me lo dice una persona que ha salido con la mayoría de chicas de este colegio e incluso tontea con una profesora? Pero si sólo te falta pedirle una cita a Nick casi decapitado.

- Yo no habré tenido nunca una relación seria pero sé cuando mi mejor amigo está enamorado.

Lily empezó a reírse y se separó de la pared para situarse frente a Sirius.

- ¿Qué crees que estoy haciendo? ¿Jugar con él?

- No, sé que eres una buena persona pero…

- Mira… no tendría por qué decirte nada, pero yo también estoy enamorada…

- ¿Seguro?- Preguntó Sirius aun desconfiado.

- En serio, estoy enamorada de James, es… la persona con quien quiero envejecer y llegar a ser una viejecita arrugada.

Sirius se le quedó mirando unos segundos a sus maravillosos ojos verdes, y la expresión de su cara cambió, ahora sonreía de oreja a oreja.

- Eso era exactamente lo que quería oír.

- Me alegro.

- Entonces sólo me queda decir… bienvenida a mi familia.

- Y… ¿tendría que alegrarme escuchar eso?- Bromeó.

Los dos comenzaron a caminar hacia dentro de la biblioteca. En el fondo, los dos querían a James…

- Por cierto Sirius, ¿no va siendo hora de que dejes de llamarme Evans?

Sí, puede que Sirius fuese el que más dudas tubo respecto a Lily, pero era indiscutible que fue el que más llegó a apreciarla también…

- Entonces, ¿Estás seguro de que es buena idea que vallamos ese día?

- Seguro al cien por cien no Ron, pero es la mejor opción que tenemos si queremos que salga bien.- Le contestó Remus mientras Ron le preguntaba asustado por toda la casa.

- Lo sé, pero Snape…

- Snape sabía sabía muchas cosas sobre la Orden, pero no debemos dejar que eso influya demasiado en nuestras vidas.- Ron asintió y miró al suelo.- Pero hay que tenerlo muy en cuenta.

Ron no volvió a mirarle, seguía con la vista clavada en el suelo, serio y sin decir ni una sola palabra. Remus le conocía, sabía que estaba preocupado y que también tenía miedo. Y admiraba eso en él, porque todo el mundo tenía miedo y estaba preocupado, porque él, aunque no fuese el más valiente de todos, ni el más hábil, lo daba todo por su amigo sin dudarlo.

- Estás preocupado ¿verdad?

- Harry es como mi hermano, si después de todo lo que ha pasado, de lo que hemos pasado, fallamos en esto…

- Ron, mírame, iremos a buscarle y todo saldrá bien ¿de acuerdo?- Ron no le miraba.- ¿De acuerdo?

- De acuerdo…

No sólo intentaba convencer a Ron, también a él mismo. Estaba preocupado por lo que hubiese podido decirle Snape a Voldemort.

Snape… era todo mucho más fácil cuando sólo era Quejicus…

- ¿Visteis su cara?

- Jamás pensé que le vería así.

Lily, Remus y James reían en los jardines del colegio disfrutando de los últimos rayos del sol del día.

- Habrá sido el shock de la negativa.- Dijo James entre risas.

- ¿Nunca le habían dicho que no?- Preguntó Lily curiosa.

- Creo que desde los trece años nunca le habían rechazado tan descaradamente.

En ese momento apareció Sirius con cara de pocos amigos y se sentó junto a ellos. Ninguno de sus amigos se atrevió a hablar para poder contener la risa que estaban aguantando desesperadamente.

- Sé que os va a parecer bastante imposible, pero ¿os podéis creer le he pedido una cita a Maggie Walter y me ha dicho que no?

- Hombre, imposible, imposible… no nos parece…- Dijo James.

- ¿Qué quieres decir?- Preguntó desconcertado.

- Pues que estábamos en los porches cuando te ha dicho que no delante de todo el mundo.

- ¿Y la habéis escuchado?

- La han escuchado desde Hogsmade, Sirius…- Dijo Lily.

- No puedo creerlo, me ha rechazado, a mí… ¿por qué iba a hacerlo?

- Mira el lado positivo, tal vez cambie de opinión, fíjate en mi.- Dijo Lily.- Al principio le dije que no James y ahora…

- ¿Y cuantos años se supone que debo esperar yo como hizo James? Quiero ir con ella en la próxima salida al pueblo, no sé si voy a tener tanto tiempo…- Sirius se cruzó de brazos.- Tiene que estar un poco loca, no puede decirme a mi que no.

- Loca tendría que estar para decirte que sí, ¿no crees?- Bromeó Remus.

Aun sin parar de reír al ver la cara de Sirius al ser rechazado, Lily miró su reloj y dándose cuenta de lo tarde que era recogió sus libros, le dio un beso a James y salió disparada hacia el castillo.

Entró distraída, caminando hacia la Sala Común, pensando en la redacción que tenía que hacer para la clase de encantamientos.

- Veo que después de tanto tiempo lo ha conseguido.

Lily se giró y se encontró de frente con Severus Snape, quien miraba al suelo y arrastraba con odio cada una de las palabras que decía.

- ¿Cómo?

- Al final ha conseguido que caigas en sus redes…

- ¿De qué estás…?

- ¡De Potter! ¡De él te hablo!- Gritó mirándola por fin fijamente.

La pelirroja rodó los ojos y volvió a girarse para seguir con el camino que había tomado al principio. No quería hablar con Snape y mucho menos de James.

- Veo que no lo niegas, ha logrado engañarte como a todos los demás.

- ¡Eso es mentira!- Dijo volviendo a darle la cara.- James no me ha engañado en anda.

- ¿En serio crees que no?- Rió con desprecio.- ¡James Potter es un embustero y tú lo sabes!

- ¡No! Él ha cambiado, Severus, no es como tú crees.

- Claro que sí, lo conozco mucho mejor que tú. Para él siempre has sido la chica difícil que quería conseguir, ¡nada más!

- Claro que no ¡el me ama de verdad!

- ¿Igual que ha amado a un tercio de Hogwarts antes que a ti?- Lily comenzaba a tener los ojos rojos de la rabia.- ¿No te das cuenta de que en cuanto se canse te dejara como a las demás?

- Sólo dices todo eso porque le odias.

- ¡Tampoco ha hecho nada para que no le odie!

- Ya no se mete contigo…

- Porque seguro es uno de sus trucos para conseguirte.

- ¡No!

- ¡Sí! Y deberías comenzar a verlo.

- ¿Sabías que hace meses que casi no me hablaba?- Le preguntó Lily cada vez más furiosa y alzando más la voz.- ¿Qué fui yo quién se declaró antes? ¿Qué si por el fuera me hubiese dejado hace tiempo en paz aunque me amaba?- Severus no hablaba.- ¿Lo sabías? ¿Eh?

- No…- Severus volvió a mirar al suelo, serio.

- ¿Sabías que lo amo como no pensé jamás que lo amaría?- Dijo Lily con la voz más calmada poniendo énfasis en cada palabra.

Se quedaron callados, uno en frente del otro sin decir nada y sin mirar a ninguna parte. A Lily no le gustaba haber discutido con Snape, bastante mal estaban las cosas entre ellos, pero no iba a dejar que hablase mal de James sin decir nada.

- ¿Qué tiene él que no tenga yo?

- Severus, no, por favor…

- ¿Por qué?- Volvió a mirar a los hipnotizadores ojos verdes de Lily.- ¿Crees que él es mejor porque no tiene ideales como los míos?

- Severus…

- No ¡Dime la verdad!- Le pidió Snape.- ¿Acaso crees que él es mejor que yo?

- Yo sólo…

- ¡Dime!- Seguía insistiendo.

- A él le amo… y a ti no- Dijo finalmente.

Los dos se quedaron callados, sin mirarse, aun uno en frente del otro. Los alumnos de Hogwarts seguían pasando por los pasillos y corredores sin percatarse de la escena que se vivía cerca de ellos. Lily amaba a James como nunca pensó que lo haría y pensaba defenderlo siempre, pero Snape… en muchos momentos de su vida había sido muy importante para ella… y ahora… no podía… no sabía como hablar con él.

- Si nunca hubiésemos conocido a Potter…

- ¿Crees que no hubiese sido diferente?

- Tal vez…

- Tal vez nada, Severus. Tú habrías cambiado de todas formas. Antes eras mi amigo, mi confidente, una persona muy importante en mi vida, pero ya no. Y James no ha tenido nada que ver en eso.- Severus iba ha hablar pero Lily no le dejó.- Tú has cambiado, yo he cambiado… Hemos elegido caminos diferentes y cada uno a tomado sus decisiones y no son compatibles. Lo nuestro nunca funcionaría, ni siquiera como amigos…

- Entonces ¿le eliges a él?

Lily suspiró profundamente. Snape no se daba cuenta de que ella nunca tubo que elegir, él y sus actos y James con los suyos, le dieron la respuesta.

- Nunca tuve que decidir, Severus… Vosotros me disteis la respuesta…

Lily se dio la vuelta y puso rumbo a la sala común de nuevo, dejando allí a un pensativo Severus que en el fondo, sabía que su relación jamás sería como antes…

...

Hola!! Espero que os haya gustado, si es así dejar reviews plis!! y seguiré la historia, si no... aquí se acabó esta bonita historia que me encantó escribir y compartir con ustedes. Besitos!!