Capítulo I: Rencor
By Sweet Viictory
A pesar de lo ardiente y soleado que había sido aquel día, de pronto el característico cielo mediterráneo se saturó en grises nubarrones; anunciando con ello una inminente tormenta. El odiaba las tormentas como la que parecía estaba por desatarse. Sobre todo por el recuerdo que le traían…
Una vez adentrado en su recinto, dirigió sus pasos hacia la privacidad de su recamara. Al llegar al lavabo, se agachó hacia el pequeño lavamanos, evitando cuidadosamente su reflejo lo más que le fuera posible. Tomó un poco de agua y humedeció primero su nuca, a modo de apaciguar el inclemente calor que parecía devorarle la piel. Admitió para sí mismo que después de tener tan arduo entrenamiento, sus ropajes comenzaban a sofocarle tremendamente. Se despojó con brusquedad de su sucia camisa, anticipadamente hastiado con lo que encararía en el espejo. Pero aquello era inevitable. Finalmente encaró su propio reflejo, el cual le regresaba la férrea mirada.
Su ensimismamiento no era siquiera perturbado por los estrepitosos truenos que ya retumbaban en la lejanía. Tampoco prestó atención al reflejo de su desnudo y esculpido torso, pues arrastró su mirada hacia su cincelado y varonil rostro. Meditó en él, con un dejo de repulsión plasmada en su expresión. Sí, el espejo evidenciaba que el tiempo había pasado por él, convirtiéndolo en todo un hombre y con ello un poderoso guerrero. Muy para su pesar, ya que cada día se asimilaba más a él. Innegablemente, misma gota de agua; como si fuera una cruel e irónica broma del destino. Después de tantos años aislándose de cualquier compañía en el santuario, poco le importaba lo que tuvieran que decir de él a sus espaldas. Sin embargo, no podía evitar que en algún lugar recóndito de su corazón, le pesara el ser señalado como el hermano de un traidor.
Instintivamente golpeó con su puño el pequeño espejo del baño, como si con aquel impulsivo arranque pudiera borrar las prácticamente idénticas facciones que tanto le recordaban al infame Aioros de Sagitario.
Observó su puño sangrando sin reparar siquiera en ello. Permitió que la sangre goteara lentamente hasta estrellarse con el suelo. Aioria sentía su frustración acrecentarse. Los trenos arreciaban prontamente, y en realidad ahora eran esos sonidos lo que le perturbaba. Se le agolpaban esos recuerdos que no quería permitirse rememorar. Especialmente ese día: el aniversario de muerte de Aioros.
-Trece años atrás-
La noche era igual de tormentosa, estrepitosos truenos ensordecían. Y los relámpagos que iluminaban el cielo a pesar de la abismal noche estremecían a cualquiera, más si se trataba de un crio de siete años.
Continuará...
Muchísimas gracias por leer! Este sólo es el primer capítulo, aunque esta sí será una historia corta ya que concluirá en el siguiente capítulo: "Nostalgia"
Con esto les cuento que esta es la primera historia que escribo poniendo como protagonistas a los hermanos de fuego (me acabo de dar cuenta que este apodo medio suena como a que son acróbatas de Cirque du Soleil. O soy sólo yo?) Que Aioria es mi favorito quizás ya es conocido, por lo mismo me es difícil el escribir sobre él. Es que me pongo bajo la presión de que la historia debe quedar perfecta... como él! (juju) Aioros también se ha ganado un lugar especial en mi corazoncito, diferentemente al león dorado, claro. Porque Aioros de sagitario es the man, the myth, the legend!
Verdaderamente espero que quienes también comparten predilección por este par, (y los que no también, por supuesto!) disfruten esta corta historia que explora su hermandad, sus orígenes, e incluso un atisbo de lo que (quizás) ocurrió con Aioria cuando su hermano falleció.
Le dedico esta historia con muchísimo cariño a mi amiga y writer extraordinaire SilentForce666. No sólo por tu apoyo y eterna paciencia, sino por tantos años de amistad. Espero te guste ya que va como regalo de cumpleaños adelantado/atrasado, todo dependiendo con el cristal que lo mires.
