Juegos de cama

Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, mi único fin es jugar con sus personajes, sin lucrarme por ello.

Pareja: Temari x Tenten

Avisos: Un poco de lemon, pero muy poco.

Noto sus uñas paseando por mi espalda. Siempre me provoca un escalofrío cuando hace eso, pero a la vez, me gusta. Sonrió sin que ella me vea, no quiero que piense que disfruto con el rozar de su uñas. Sus manos rodean mi cintura por detrás y notó sus ardientes labios besándome en el cuello. No puedo reprimir un gemido, sus besos siempre son muy apasionados. Aunque intento liberarme de su abrazo, ella no me deja. Eso es lo que me gusta de ella, su carácter. Es una mujer con los pies en la tierra, que pisa fuerte y no admite un no por respuesta. Yo no me parezco mucho a ella en ese sentido. Aunque si tengo carácter, no siempre me salgo con la mía. Pero Temari… Temari es diferente.

Sus labios mordisquean el lóbulo de mi oreja y doy una sacudida de placer. Me vuelvo hacia ella, y la miro cubriéndome con la sabana. Ella dibuja una sonrisa desafiante y me anima con el dedo a acercarme. Ella está completamente desnuda, no se molesta en cubrir su cuerpo. Adoro su cuerpo, es fuerte y hermoso al mismo tiempo. Su piel es suave, sus pechos redondeados y sus caderas describen una curva en la que me encanta perderme. Mis manos aterrizan en su cintura y la acarició suavemente, hasta llegar a su ombligo. Ella coge mi mano y la pasea por su cuerpo, le encanta todo lo que sea dominar, ya he dicho que tenía mucho carácter. Mi inclinó hacia ella y la beso en los labios con dulzura. Puedo desarmarla con mis dulces besos, y que se le caiga esa fachada de mujer imponente.

- Creo que esta partida la gano yo – le susurro al oído.

- No cantes victoria tan pronto, gatita – me coge de las muñecas y se coloca encima de mí – Me parece que te he vuelto atrapar una vez más.

- Aún tengo mis piernas libres para atraparte – le sonrió – Esta vez la batalla es mía, Temari-chan.

Enredo mis piernas con las suyas y logro que caiga al otro lado de la cama. Ella jadea juguetona, nuestras batallitas en la cama son lo que más le divierte. Pronto nos comenzamos a enredar la una con la otra, tumbándonos sin tregua y jugueteando más de lo debido. Entre tanto movimiento, nuestros labios se rozan brevemente, y nuestras manos acarician las partes más ocultas de la otra. ¿Quién ganará esta batalla?

Una vez más, ella me atrapa bajo el peso de su cuerpo y atrapa mis labios en un beso húmedo y apasionado. Respiró con dificultad, nuestros juegos siempre me dejan agotada. Contengo un jadeo al notar sus dedos acariciando mi sexo, y ella me mira con una sonrisa traviesa.

- Gane – me susurra al oído.

Admito la derrota con un suspiro y ella se levanta de la cama. Veo que va hacia la cocina y me tumbo en la cama, exhausta. No lo puedo evitar, siempre acaba ganándome ella. Aunque otras veces, soy yo la que se deja ganar. Después de todo, lo importante no es ganar o perder, sino cuanto podemos disfrutar de nuestros juegos. Ella vuelve de la cocina con dos vasos de té verde y me entrega uno, con una dulce sonrisa. Que se muestre dominante en la cama, no significa que no sea dulce. Ambas damos un único sorbo a nuestro té, y luego, lo dejamos en la mesilla. Supongo que cada pareja tiene sus costumbres. Nosotras, bebemos té verde después de nuestros juegos de cama.

Nos tumbamos en la cama mirándonos y nos sonreímos, ninguna de los dos imaginaba que seríamos tan felices juntos. Desde luego, yo no esperaba que la preciosa genin de la Aldea de la Arena, que me derrotó en el examen de Chuunin, se convirtiera en la mujer de mi vida. Veo que sus dedos se enredan entre mi pelo suelto. Creo que es la única piensa que estoy mejor con el pelo suelto que con mis dos moños. Nuestros manos se entrelazan por si solas, y nuestros labios que se aproximan como si fueran dos imanes. Tras saborear sus labios, no puedo evitar sonreír.

- Estás preciosa cuando sonríes, Tenten – me dice en un susurro – Aunque siempre pierdas en todos nuestros juegos, no pierdes la sonrisa.

- Ya te he dicho muchas veces que no me importa perder contra ti – le apuntó con el dedo – Siempre disfruto mucho. Ganar o perder no tiene ninguna importancia.

- Pues a mí me da morbo verte derrotada por mis besos fatales – se ríe – Verte atrapada como una gatita en su jaula.

- No sé de donde te has sacado eso de gatita – la miró – Pero la verdad es que me gusta.

- Eso es porque te conozco como la palma de mi mano – desliza sus dedos por mi cuello – Sé todo lo que te hace sonreír, lo que te hace estremecerte de placer, lo que provoca que todos tus instintos se vuelvan loco.

- No te hagas tanto la listilla, Sabaku no Temari – no soporta que la llame así – Yo también sé como hacerte volver loca de placer.

- ¿Ah sí? – sonríe – ¿Y a qué esperas para demostrarlo?

Me sonríe desafiante y yo le sonrió traviesa. Me lanzó a ella como el cazador que busca su presa, dispuesta a hacerla enloquecer. Después de todo, estos son nuestros juegos de cama.

FIN