Resumen: A Kakashi le han asignado cuidar de cierta heredera Hyuga durante su primera semana en la academia. Cuando ve su gran potencial, decide entrenarla. Una relación profesor/estudiante se convierte en una amistad cercana. ¿Algo más podrá desarrollarse?

Disclaimer: Naruto no me pertenece al igual que sus personajes

N/T: He aquí mi primera traducción. La verdadera autora es chocolatte-delight, de quien he obtenido el permiso de traducir esta gran historia. Así que si hay alguien a quien debamos agradecerle, ¡es a ella! Espero lo disfruten tanto como yo, es un gran KakaHina! (soy fan de por vida de esta pareja… aunque también del GaaHina, haber si algún día hago una traducción de esta pareja :D)

Ha leer se ha dicho!

Capítulo 1

Era un día normal en la Academia. Los niños corrían por todas partes, gritando, haciendo cosas que los niños normalmente hacen. Así es, hasta que la campana suena, indicando que las clases han comenzado. Los pequeños ninjas-en-entrenamiento obedientemente se dirigen a clases, algunos con el ceño fruncido en sus rostros, al saber que su tiempo de juego había finalizado.

Sin conocimiento de los niños, un joven los había estado observando desde su escondite. El jounin de cabellos plateados sonrió hacia algunas de las más dramáticas muestras de decepción de los niños. 'Los niños son tan adorables a esa edad' se rió de sí.

Dejó su escondite y saltó a la azotea. Caminó hasta encontrar la ventana del cuarto que había estado buscando. Le asintió al sensei de la nueva clase y se puso cómodo en una de las esquinas del techo, cubriendo su presencia mientras lo hacía, no queriendo ser cogido por un montón de principiantes.

Unos segundos después, los niños comenzaron a entrar. Muchos con expresiones nerviosas en sus rotros, mientras que otros saltaban de gozo. Kakashi notó, con una punzada, que un chibi rubio y un gaki Inuzuka eran unos de los pocos. El rubio era muy parecido a su antiguo sensei; Kakashi se obligó a enfocar su atención en otro lugar, decidiendo buscar su tarea.

'Cabello azulado, ojos Hyuga…' se decía mentalmente recordando en cómo se veía su encargo. Una niña entró al salón. Sus ojos la siguieron hasta que se sentó junto al Inuzuka. 'Ella tiene que ser Hyuga Hinata.'

Kakashi la observó, notando en cómo no se parecía en nada al jefe del Clan Hyuga. Quizás tenía su barbilla, pero después de eso, nada. 'Gracias a Kami por eso. La apariencia de Hiashi no se vería nada atractiva en una chica.'

Un fuerte sonido sacó a Kakashi de sus pensamientos. Revisó de dónde venía dicha conmoción. El pequeño rubio, que le recordaba mucho a su sensei, le estaba gritando a un niño de cabellos oscuros. 'Probablemente un Uchiha' Kakashi meditó.

Kakashi, decidió aburrido, escuchar el desvarío del gaki.

― ¡Oye! Te pregunté cuál era tu nombre, ¡y educadamente! ¿Acaso no te vas a presentar?

El Uchiha lo miró, con el ceño fruncido en el rostro.

― No― el Uchiha después volteó su cabeza alejándola del rubio.

Kakashi observó con asombro como el rubio echaba humo. Kakashi se alivió, a pesar de cuán parecido era el pequeño a su antiguo sensei, sus personalidades eran diferentes. Él no pensó que podría manejar a un niño rubio, de ojos azules que tenía la fría pero, a la vez, cálida personalidad que su sensei había tenido.

Además, ellos se criaron de distintas maneras. Si Kakashi suponía que era lo correcto, el pequeño rubio era el contenedor el Zorro de la Nueve Colas. Además de eso, el niño fue tratado peor que basura por algo que estuvo fuera de su control. Ese pensamiento lo hizo enfurecer; Minato-sensei había sacrificado su vida para proteger su villa y ese niño era el producto de su amor. Y los malditos aldeanos prejuiciosos no veían lo que verdaderamente era el pequeño: un héroe.

Una voz severa lo sacó del ensueño.

― Correcto, clase. Cálmense― dijo en vano un chuunin de cabellos castaños amarrados en una cola de caballo―. Dije, ¡CÁLMENSE!― la alborotada clase observó asombrada, y con algo de temor, al hombre. El hombre les sonrió―. Ustedes chicos, ahora están oficialmente siendo entrenados para ser ninjas.

Kakashi estuvo distraído durante las presentaciones y el primer día del entrenamiento ninja. Decidió usar su tiempo para estudiar su cargo. Ella era una niña callada, y también obediente. Había sido una de las pocas que le puso atención al profesor inmediatamente entró al salón. Él también pudo descubrir que era extremadamente tímida cuando se presentó. La niña tartamudeó su nombre y se sonrojó cohibida mientras hablaba. Algo que él encontró bastante adorable, cosa que lo horrorizó al final. 'No soy un pedófilo. No soy un pedófilo' se repetía.

Después de esa sobresaltada revelación, él intencionadamente alejó su vista de ella y decidió hacer para lo que fue contratado: esperar por cualquier amenaza. Eso era algo inútil desde que nadie se atrevía a realizar un secuestro en una academia que era rodeada por instructores chuunin, pero Hiashi era increíblemente paranoico, conduciéndolo a contratarlo a él como protector. Gracias a Kami, estaría a sí una semana como máximo.

Durante el almuerzo, la siguió hasta ver que se sentó bajo la sombra de un árbol comiendo bento. La niña se veía algo triste mientras se sentaba.

Kakashi se sentía como un total estúpido tan sólo viendo a la pequeña. La niña se veía obviamente deprimida y ahí estaba él, sólo viéndola.

Fuertes gritos femeninos interrumpieron su combate de auto-disgusto. Kakashi rotó su atención hacia la posible amenaza… y rió. El pequeño mocoso Uchiha estaba siendo perseguido por las niñas. Viéndolo de cerca, Kakashi podía jurar que veía corazones en sus ojos. El Uchiha tenía una mirada de puro terror en su rostro mientras trataba de evadir el agarre de las muchachas fanáticas. 'El mocoso se merece eso' Kakashi se dijo, con una sonrisa en sus labios, escondida por su máscara.

Suaves e infantiles risas salieron de la pequeña. La niña estaba sonriendo tontamente ante el aprieto del Uchiha. Kakashi sonrió ampliamente; podría acostumbrarse a la niña. Sus sentidos del humor eran sorprendentemente similares.

Escuchar sus risitas hizo confirmar al jounnin lo que había estado pensando antes. 'Ella es linda' No se podía negar la belleza de la heredera, era adorable e inocente, todo en un solo y pequeño paquete.

'¡Un lindo y pequeño paquete que debería estar vigilando!' pensó Kakashi molesto consigo mismo.

Vio abajo desde su percha en el árbol, para encontrar que la heredera había desaparecido. Maldiciendo, olfateó el aire, buscando el aroma de la niña. Había captado su perfume previamente mientras ella reía, olía ligeramente a lilas. ¡Ahí! ¡Encontró su aroma!

Kakashi lo siguió hasta encontrarla detrás de un árbol observando al niño rubio. Su nombre era Naruto, algo que había rescatado de uno de los ruidosos niños. La heredera observó a Naruto con ávida fascinación, algo similar a las caras de las niñas que habían estado persiguiendo al niño Uchiha de seis años.

Kakashi sonrió son suficiencia. Parecía que la niña estaba enamorada del supuesto demonio de las Nueve Colas. 'Me gustaría ver cómo esto finaliza.'

Kakashi se decidió por observar dicha escena. Se decepcionó cuando la niña no hizo ningún movimiento para acercarse, al obviamente solitario niño. Caminó pesadamente de regreso al salón cuando la campana sonó, terminando con el receso.

No podía creer que la pequeña ni siquiera entabló una conversación. Pero de nuevo, al menos no era como esas fangirls del Uchiha. Se estremeció. Él tenía su propio grupo de fangirls, todas compitiendo por su atención por su supuesta "seductividad" y aura de misterio. Bufó. Las fangirls eran tan superficiales.

Durante los siguientes días, Kakashi pudo ver que Hinata no era así. Él podía, honestamente ver que ella admiraba la determinación y, el llamativo y presumido pavoneo de Naruto. Naruto representaba todo lo que ella aspiraba ser, todo eso lo había aprendido observando su lenguaje corporal y tímidas sonrisas mientras veía al rubio gaki hacer los ejercicios que habían aprendido de su sensei.

Naruto cayó exhausto.

Kakashi sonrió mientras veía cómo la niña trataba de levantar al rubio gaki. Se preguntaba si la pequeña sabía siquiera dónde vivía el niño. 'Probablemente no' pensó Kakashi.

Suspiró dando un paso hacía el claro en donde los dos estaban sentados. La niña Hyuga jadeó al verlo. Él alzó su mano en forma de saludo.

― Hey

Eso fue embarazoso, por no decir torpe, finalmente entrando al claro. Tenía una sensación de que la niña ya sabía que él había estado en algunos momentos junto a ella, hasta había estado levantando su cabeza y buscándolo con la mirada en los últimos días. El entrenamiento ninja tal vez no ayudaba en nada, quizás sólo aumentaba la paranoia de la pequeña.

Kakashi sonrió y caminó hacia ella. Se paró cuando notó que ella había tensado su agarre en Naruto. Eso hizo que su corazón se sintiera inexplicablemente cálido. La niña probablemente no notó lo que hacía. Si Naruto estuviera despierto, probablemente se asombraría.

Kakashi dejó de lado todas las emociones acumuladas repentinamente. Siguió caminando y dijo:

― Te ayudaré a llevarlo a casa. Sé dónde vive.

― ¿C-Cómo sé que p-puedo c-confiar en t-ti?― preguntó.

Su voz lo sorprendió. Estaba asombrosamente llena de determinación, a pesar de su tartamudeo. Era sorprendente cuán listos eran los estudiantes de la academia en estos días, pero dudó de que fuera por el entrenamiento de Iruka del por qué la niña había cambiado de ser una tartamuda masiva a una pequeña niña determinada. Miró al rubio 'Tiene un gran potencial. La niña, aún más'

― No odio al niño. De seguro se vuelve molesto en algunos momentos, pero, todos los tenemos. Entonces sólo digamos que, estoy siendo un verdadero shinobi de la Hoja que ayuda a un aldeano compañero, ¿ne?

La niña miró a Kakashi dudosa. Luego, sus ojos brillaron al reconocerlo.

― ¡T-Tú eres el q-que me e-estaba siguiendo!

Kakashi se sobresaltó. ¿Cómo es que la niña, no, la estudiante de la academia sabía eso? Escondió su sorpresa con una respuesta perezosa.

― ¿Por qué piensas eso?

La pequeña le sonrió.

― Sé q-que había al-alguien siguiéndome. P-Padre no hu-hubiera te-tenido o-otro camino. Y c-convenientemente después, a-apareces tú. ¿E-Es algo ob-obvio, ne?

Kakashi sonrió. Definitivamente, se acostumbraría a ella.

― Buena habilidad deductiva, Hinata-chan. Estás en lo correcto, te he estado siguiendo. Espero no te importe. Misiones son misiones.

― I-iie, shinobi-san. M-Muchas gracias p-por cuidarme― Hinata se inclinó― ¿M-Me ayudaría a c-cargar a N-Naruto-kun, p-por favor?

― ¿Naruto-kun, eh?― sonrió viendo cómo las mejillas de Hinata se coloreaban de rojo, algo que encontró realmente divertido― Claro. Oh, y mi nombre es Hatake Kakashi.

― ¡Arigatou, Hatake-san!― Hinata le sonrió de nuevo.

― Por favor, sólo Kakashi está bien, Hinata-chan

― H-Hai, Kakashi-san

Con eso, ella se movió para sostener el brazo izquierdo de Naruto. El peso, de repente, la inundó y Hinata comenzó a caer hacia atrás. Los reflejos de Kakashi actuaron rápidamente y su brazo envolvió el pequeño cuerpo de la niña. Hinata alzó su vista y lo miró sobresaltada.

― No te preocupes, Hinata-chan. Te tengo.

― A-Arigatou.

Kakashi la soltó y dijo.

― Hinata-chan, yo cargaré a Naruto. ¿Por qué no recoges su shuriken y kunai?

Hinata asintió y fue a recoger los suplementos previamente dichos.

Kakashi alzó al rubio. Era increíblemente ligero. 'Muy ligero. El niño debe tener qué, ¿seis? ¡Está varias libras debajo de lo normal!' Kakashi entrecerró sus ojos. Al parecer el Hokage necesitaba ser informado de esto.

― Ya estoy lista, Kakashi-san

Kakashi volteó a ver a la niña. Los kunais y shuriken no se veían bien en las inocentes manos de la niña, pero Kakashi sabía que ella era una kunoichi en entrenamiento y futura líder del Clan Hyuga, así que lo ignoró.

― Bien entonces, Hinata-chan. Sígueme― dijo Kakashi con voz fría.

Él podía sentir la mirada interrogante de la pequeña en su espalda, pero lo ignoró también. Era demasiado pronto para corromper la inocencia de otro niño. Solamente uno que no lo merecía le parecía bastante.

Cuando llegaron al apartamento de Naruto, Kakashi ya no podía controlar su instinto asesino por otro segundo. El hogar del niño estaba hecho un caos. No podía ver ni una sola ventana que no estuviera rota. ¡Las paredes estaban cubiertas de mala hierba y graffitis! ¿Cuán bajo podía rebajarse la gente de Konoha?

Volteó a revisar su costado y vio a Hinata con lo que, él consideraba, una peculiar mirada en su rostro. Se veía como si Hinata estuviera a punto de llorar por la forma en que sus rodillas temblaban, pero cuando se fijó en su rostro, sus ojos estaban entrecerrados y sus labios formaban una tensa línea. Era una impresionante vista para una niña de seis años.

Sin necesidad de decirlo, Kakashi estaba sobresaltado. La niña realmente sería una fuerza que calcular si tan solo confiara más en sí misma.

― ¿P-Por qué las p-personas harían e-este tipo de c-cosas?― preguntó Hinata tratando de controlar terriblemente su voz tensa.

Kakashi suspiró. Desearía no tener que arruinar la inocencia de la niña, pero no había opción.

― Los humanos son tercos y prejuiciosos. Realizan juicios basados en rumores y versiones de segunda mano, cuando en realidad, no saben nada del tema― se detuvo para mirar la reacción de Hinata. La niña seguía observando el apartamento de Naruto, con los puños cerrados―. Las personas no pueden olvidar el dolor de su pasado, así que encuentran algo en lo que desahogar su enfado. Lo que pasó es que Naruto es un recuerdo de sus pasados. Es incorrecto y estúpido, pero es la naturaleza humana.

― ¡E-Eso es tan TERRIBLE! E-Es solo u-un niño. ¿Acaso no lo entienden?― gritó Hinata finalmente rompiendo en lágrimas.

Kakashi la observó con asombro. Esta niña Hyuga era más humana que todo el pueblo junto. Aquella vista hacía que su corazón se desgarrara, mirando cómo el corazón de la niña se desahogaba con el mal afamado "demonio de Konoha".

Decidió interrumpir su llanto. Tosió ligeramente.

― Eh… ¿Qué tal si llevo a Naruto a mi casa? Es segura y… limpia. ¿Quieres venir también, Hinata-chan?

Hinata asintió y lo siguió silenciosamente con lágrimas aún rodando por sus mejillas. Kakashi se sintió aliviado cuando finalmente llegaron a su apartamento, cuando vio que ella paró. Era demasiado triste ver y no poder hacer nada.

Kakashi acostó a Naruto en su cama, envolviéndolo con una manta. Kakashi movió unos cabellos rubios del niño para que no tapara le su cara y se dio cuenta de que no le podía quitar la mirada. El pequeño realmente se parecía al Cuarto… demasiado para ser una simple coincidencia. Conociendo al Cuarto, él nunca hubiera sellado al Zorro de las Nueve Colas dentro de un niño… entonces, ¿quién era el pequeño rubio a quien el Cuarto Hokage había encontrado convenientemente como recién nacido?

El reciente descubrimiento de Kakashi lo hizo retroceder un paso. 'Este niño… ¿es el hijo del Cuarto? ¡Pero el Tercero me dijo que Kushina-san y el bebé aún no nacido habían muerto en el ataque! Necesito hablar con él.' La mente de Kakashi estaba trabajando a mil por hora debido a la nueva teoría.

Sin embargo, su epifanía fue interrumpida por la voz de Hinata.

― Kakashi-san… ¿S-Se encuentra b-bien? U-Usted d-de repente r-retrocedió. S-Se ve pálido t-también…

Kakashi tuvo que forzarse a idear una excusa decente.

― Oh, Hinata-chan… Naruto me recuerda a alguien que conocí, eso es todo…― rió nervioso deseando que la niña se haya creído tan mala excusa.

― ¿A q-quién le r-recuerda, Kakashi-san? Si no le molesta mi pregunta― preguntó Hinata

Kakashi dudó ante la pregunta, después decidió decirle la verdad. Se lo merecía, al menos.

― Me recuerda al Cuarto Hokage. Ambos tienen el cabello rubio y ojos azules

Para su sorpresa, Hinata rió.

― Oh, a-ahora que l-lo menciona, s-se parecen, ¿n-no?

Kakashi miró a la niña curioso.

― ¿Has visto una imagen del Cuarto?

― Oh, n-no. Me encanta ver el Monumento a los Hokage. Siempre he pensado que Naruto y el Cuarto Hokage tienen similares estructuras faciales. Y a-ahora que u-usted me ha hablado de los dos, que son rubios y con ojos azules…― para ese momento, Hinata ya estaba sonrojada, mucho para asombro de Kakashi― sólo lo confirma― Hinata miró a Naruto antes de hablar―. E-Ellos podrían estar relacionados… entonces…― Hinata jadeó y observó el Monumento desde la ventana de Kakashi, la cual tenía una hermosa vista de este, y volvió a fijar su mirada en el rubio―. ¡Kakashi-san! ¿No piensa… que p-podrían estar relacionados? ¡Posiblemente padre e hijo!

Decir que Kakashi estaba impresionado sería comprensible. La niña, no, estudiante de academia, había deducido lo que él hace unos cuantos minutos había hecho con la información básica. Él había tenido una amistad muy cercana con el Cuarto, y recién había llegado a esa conclusión. Si la pequeña era así de buena a esa corta edad, entonces tenía un gran potencial para el futuro. Lo que daría por enseñarle. La niña definitivamente se beneficiaría bajo su tutela. Kakashi suspiró. No era posible. La niña era una Hyuga, la heredera, sin menos. Tendría que esperar con esperanza para ser su instructor jounin dentro de unos años. La espera valdría la pena.

Una suave y temblorosa voz lo sacó de sus reflexiones, de nuevo. 'Realmente debería dejar de perderme en mis pensamientos. Se está volviendo un mal hábito.'

― Ah… g-gomen, Kakashi-san. E-Eso fue t-tonto… cómo ellos p-podrían estar relacionados…

― ¡NO!― gritó Kakashi, sin querer sonar así de alto― Digo, no, Hinata-chan, esa fue una observación muy astuta. No desconfíes de ti así de fácil. Sólo estuve perdido en mis pensamientos por un momento. En realidad, sólo quería entrenarte…― rió ante la blanca mirada de la Hyuga. Se veía como si no supiera si reír o llorar. Estaba agradecido de que ella eligiera a su entrenador.

Kakashi siguió hablando.

― La verdad, es que mientras miraba a Naruto, me di cuenta de que era casi idéntico al Cuarto solo para ser una coincidencia. Conocí al Cuarto personalmente; fue mi instructor jounin antes de convertirse en Hokage― sonrió ampliamente ante el rostro sorprendido de Hinata―. Son tan iguales que es prácticamente imposible no pensar que están relacionados. Además, no ves mucha gente rubia en Konoha. Entonces ya ves, fue impresionante de que pudieras esto teniendo menos información que yo. Tienes un increíble potencial, Hinata-chan.

El pequeño discurso valió la pena, todo para ver la cara de Hinata. Podía ver muchas emociones rondando por su rostro. De sorpresa. Asombro, orgullo, confusión, felicidad. Todas ellas reflejadas en sus ojos lavanda. Kakashi se encontró a sí mismo sin poder apartar la mirada de aquellos ojos. Eran una bella vista de su rostro, no importaba si ya había visto los ojos de los Hyugas cientos de veces durante sus misiones. 'Naruto tiene mucha suerte. Ojalá lo note antes de que pierda cualquier oportunidad con ella.'

Finalmente, Hinata decidió qué emoción sacar a flote. La felicidad. Su rostro se iluminó y brilló alegre. Kakashi en verdad desearía poder tener una cámara en esos momentos, para poder capturar el momento para siempre. No que fuera a olvidar la expresión de la heredera en cualquier segundo.

― Arigatou, Kakashi-san. ¡Nunca nadie me había dicho algo como eso!― dijo Hinata

― No hay problema, Hinata-chan. Estoy feliz de que ya no tartamudees conmigo― Kakashi casi se echa a reír al ver la manera en cómo Hinata arrugó su nariz al notar que no había tartamudeado.

― Eso es… ¡oh! Es sólo que me siento cómoda junto a usted. Es una buena persona, Kakashi-san― le envió una hermosa sonrisa, algo por lo que el jounin se sonrojó. Era algo extrañamente halagador recibir un cumplido por parte de una joven niña. Había sido insultado por muchos mocosos sólo por criticar su entrenamiento. Este era un buen cambio.

― Ah, bueno, te debería acompañar a casa, Hinata-chan― frunció el ceño al ver cómo su rostro se descompuso. ¿Acaso el clan ejercía demasiado presión sobre los herederos y herederas?― Disculpa, Hinata-chan. Tal vez mañana podrías venir para revisar qué tal está Naruto, ¿ne?― el rostro de la niña se iluminó y después, automáticamente, se sonrojó. A Kakashi le encantaba ver cómo diversas emociones pasaban a través de su rostro.

Con una última mirada a Naruto, Hinata asintió y los dos tomaron el camino hacia el Recinto Hyuga.

Hinata se veía tan triste por el hecho de llegar a casa, por lo que Kakashi sintió la necesidad de decir algo.

― Hinata, eh… eres bienvenida a mi casa en todo momento, sólo para que lo sepas. Si necesitas un lugar en donde estar, las puertas de mi hogar estarán abiertas para ti.

Ante la mirada del rostro de Hinata, Kakashi se sintió feliz de haber ofrecido la renuncia de su privacidad a la niña. Sabía algo de las presiones que sufrían los herederos próximos a ser los nuevos Jefes de un Clan, debido a una pequeña charla que tuvo con Uchiha Itachi.

Con una última despedida hacia Hinata, se fue directo a casa. Kakashi decidió comprar algo de ramen para cuando Naruto despierte. Le pidió a Kami que el niño no vaya a hacer ningún desorden cuando se diera cuenta de que no estaba en su casa.

Toda clase de pensamiento desapareció para ser reemplazado por el de una heredera del Clan Hyuga. Sería fuerte, él lo sabía.

Aclarando algo, Kakashi NO es un pedófilo. ¡Él no iría tras chicas tan jóvenes!... Aunque… jajajajaja

Oh, esta historia va a ser un KakaHina, no un NaruHina. Iba a añadir algo de NaruHina, pero no, es difícil ponerle romance a esos dos. Seré exigente en el desarrollo de la relación entre Kakashi y Hinata, así que no quiero meter muchas complicaciones. Sin embargo, van a haber algunos enamoramientos por parte de los otros Nueve Principiantes para hacer algo de competencia, pero de eso se trata.

N/T: ¡Hola! Y… ¿qué les pareció? :D

El título original de la historia es A Different Story. La autora, como bien había dicho, es chocolatte-delight. Y aquí les dejo el link del fic:

.net/s/5155988/1/

Ah, por cierto, casi me olvido:

Chibi: sería algo así como pequeño

Gaki: mocoso

Eso fue para los que hayan tenido dudas con esas palabras :D

Ojalá hayan disfrutado este capítulo tanto como yo! Trataré de actualizar pronto!

Reviews? xD