-Pero fue cuando nos atrapó a los dos que supe para qué el amuleto encantado me había dado un helicóptero de juguete. ¡Vaya que esa cosa fue útil para fastidiarle!- aseguró la heroína.

-No me digas...- respondió Cat Noir, con su barilla apoyada sobre la palma de su mano. Estaba completamente concentrado en el relato de lo que había sucedido ese día antes de que él hiciera su aparición esa tarde y le ayudara con su plan para detener a Goritzilla.- Apuesto a que ese chico estaba aterrado.

-No, él fue muy valiente...- afirmó Ladybug con un leve suspiro y desviando su mirada un momento hacia la vista que les daba aquel alto balcón de la ciudad y sus luces. El recuerdo del rostro de su amado y el recordar lo cerca que se la pasó de él, con y sin el traje, la hizo sonreír.

-No lo creo... ¿Quién puede ser tan valiente estando en las manos de un gigantesco monstruo sobre un edificio de metros y metros de altura?- preguntó con una sonrisa.- Aunque en realidad puedo entenderlo un poco, es difícil sentir cualquier emoción negativa ante la presencia de una super heroína tan hermosa.

-¿Celoso de un civil, Cat Noir?- preguntó ella sonriente.

-¿Celoso de quién te tuvo de guardían durante un rato? Yo te tengo de compañera todo el tiempo.- aseguró de brazos cruzados el chico.- En fin, cuéntame más del señor "no le temo a nada".- Ladybug no pudo contener la risa ante la graciosa voz que puso su amigo al decir aquello.

-Sí, parecía que no le temía a nada, pero yo si llegué a estar horrorizada.

-¿Tú, mi lady? ¿De qué?- preguntó él especialmente intrigado.

-¿Es que no viste el noticiero esta noche? ¡El sujeto me sujetó justo después de que le pedí que confiara en mí y saltara al vacío! ¡Pudo morir!- El perceptible terror en su voz obligó a Cat Noir a abstenerse de cualquier comentario bobo que pudiera agregar a eso.

-Ladybug...

-No sé que fue lo que lo hizo dejarme ir en el último minuto, ¿pero te imaginas que no hubiera sido así? ¡Adrien habría muerto realmente!

Su expresión de angustia dejó en blanco a su compañero. No supo qué responderle ni con qué confortarla. Tan sólo se limitó a guardar silencio hasta que sintió que una prudente cantidad de tiempo pasó y pudo escuchar como su respiración de calmaba.

-Hey...- llamó en voz baja.

-Lo siento...- se disculpó ella con sus mejillas sonrojadas.

-No, no. Está bien. Supongo que es parte de nuestro trabajo velar y preocuparnos por la seguridad de los ciudadanos de París.

-Supongo...

-En especial de super modelos atractivos...

-¡Cat Noir!

-¡No escuché un no, Ladybug!- exclamó él señalándola con una sonrisa y una mirada acusatoria.- Y honestamente, siento que comienzo a tener razones para sentirme celoso de ese tal Adrien...

-Piensa lo que quieras, gatito. No tienes motivos para sentirte de esa manera.

-¿Por que no hay probabilidades de que te fijes en un sujeto como él?- corroboró el héroe.

-No, porque tú y yo no somos nada que amerite celar al otro.- respondió ella recuperando su sonrisa antes de dar media vuelta comenzar a caminar lejos de él.

-¡Oye!- exclamó él, sin intentar realmente detenerla.- Bueno, al menos ya sé a qué acudir si las confesiones con la máscara no funcionan...

Confesión de la autora: Realmente me gusta escribir "post" de los episodios de las series. Cuando veo ciertos capítulos me quedan rondando ideas en la cabeza que me hubiera gustado que los personajes discutieran...