FELIZ ANIVERSARIO.
Disclaimer: Candy Candy no me pertenece, (tal vez cuando sea tan rica como mi rubio hermoso compre los derechos y le daré el final que me de la gana) así como ninguno de sus personajes, pertenecen al talento de Kyoko Mizuki. Este fic es producto de mi loca mente y lo hice por puro entretenimiento sin fines de lucro; cualquier parecido con cualquier otro fic es mera coincidencia… las grandes mentes pensamos casi igual.
ADVERTENCIA…
Este minific contiene situaciones aptas sólo para personas mayores de edad y con criterio amplio… LEMON en el siguiente capítulo
Mini fic creado para el festival de fic erótico del FA.
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Era una hermosa tarde de Mayo… o al menos así lo creía hasta hace algunos minutos, el atractivo rubio de 42 años sentado frente a la barra, su cabello ya pintaba algunas canas, sin embargo hacían que luciera extrañamente más brillante, y lucir increíblemente más atractivo, su cuerpo seguía siendo el mismo, firme y ligeramente marcado debido a su continua actividad física al aire libre pese a estar cargado de deberes; con una mano sostenía su segunda copa de whiskey, y con la otra sus dedos tamborileaban nerviosamente sobre la barra. Llevaba ya 45 minutos observando a los comensales situados en las mesas buscando nerviosamente con la mirada a su amada…
-Candy, por Dios! – pensaba – No es posible que incluso hoy desistas a dejar a los niños un rato con la niñera -
…hacía ya 10 años que habían contraído matrimonio, en cuanto fue la boda de Archie y Annie, ellos se comprometieron y se casaron al poco tiempo, para que esperar más si se conocían de toda la vida; fue una luna de miel verdaderamente mágica, donde él llevó a Candy a conocer Brasil, ese exótico país que él ya hubiera visitado, pero ahora iría junto a su princesa; ellos habían decidido postergar un poco la llegada del primer bebé mientras Candy lo acompañaba en sus viajes de negocios y fue como continuar esa inolvidable luna de miel aún en medio de su trabajo, ya que siempre ideaba formas para escapar e ir a compartir con su amada princesa las bellezas naturales de los lugares a donde iban y amarse en medio de la naturaleza, rodeados de todo lo que les gustaba.
Cuando llegó el primer hijo, a los 2 años de matrimonio, él estaba loco de felicidad…era un hermoso varón de cabellos rubios ondulados, ojos azules característicos de los Andley y graciosas pecas como las de su madre; después llegó su hermosa princesa a los 2 años posteriores, tan parecida a su difunta hermana, de cabellos rizados rubios y hermosos ojos esmeralda y si, también pecosa… aún así lograban ingeniárselas para poder escapar solos y alejarse de la rutina y ser sólo ellos… simplemente Candy y Albert… sin embargo no contaban con que en una de esas escapadas habría una hermosa consecuencia doble quedando Candy embarazada por tercera y última vez de gemelos idénticos cual gotas de agua ambos de cabellos rubios ondulados y ojos azules que parecían pequeños clones de él. Desde entonces las salidas se habían complicado para ellos cada vez más al llegar a ser casi nulas, ya que Candy no quería delegar la educación y cuidado de sus hijos en manos de nanas o institutrices y por lo mismo había dejado su trabajo voluntario en el hospital para poder hacerse cargo por completo de sus pequeños.
Albert no podía quejarse, de hecho le gustaba que su esposa fuera tan dedicada a ellos, después de todo ellos siempre habían estado solos por separado y lo que más anhelaban era tener una familia unida y sólida, pero últimamente sentía que exageraba, la invitaba a alguna parte y para su sorpresa si es que ella llegaba, lo hacía acompañada de la nana y de sus 4 pequeños torbellinos y lo que prometía ser una cita romántica, terminaba convirtiéndose en una salida familiar; él ya había hablado con ella al respecto y ella le decía que él exageraba …pero cuando él la cuestionaba sobre el porque de su proceder, ella terminaba balbuceando y al final admitía que amaba demasiado a sus hijos y que tanto Albert y ella no había tenido el cariño de su madre, ella no quería faltarles a sus pequeños y más ahora que ellos eran plenamente consientes de si ella estaba ausente o no.
Luego sus nuevos socios y negocios… decidió justo a tiempo realizar un par de benéficos negocios con un maduro John Rockefeller (que su tía nunc a se cansó de decirle que eran nuevos ricos sin linaje ni abolengo)y un brillante político y hombre de negocios tan joven como él, Joseph Kennedy; con el primero invirtió en petróleo aprovechando la acusación del gobierno de tener el monopolio más grande del país y dicha unión convino a intereses de Rockefeller para desviar la atención y a Andley que, sin saberlo, con ese negocio salvaría de la ruina total a su familia; y con el segundo al término de la ley seca decidió invertir en el próspero negocio de la importación de whiskey escocés, del cual Albert era gran conocedor; todo eso le fue restando tiempo con su amada princesa y sus hijos, lo hacían ponerse de malas.
Para acabarla… esa maldita crisis financiera, George lo había advertido y aunque la reunión con los 5 banqueros más importantes de New York trató de suavizar el problema que se avecinaba, nada pudieron hacer y ese Octubre negro del 29 dejó en la ruina a millones de personas incluidas familias como la suya, que perdieron fortunas ganadas a lo largo de generaciones y hundiéndolas en la desesperanza; Albert había pasado días y noches enteras encerrado en sus oficinas de Chicago sin siquiera pisar su casa viendo la mejor forma de resolver el problema, sintió como por primera vez en su vida, todo lo que había sufrido, lo que había vivido, sus carencias afectivas y familiares de nada habían servido, una maldita vida en soledad viviendo alejado de sus sobrinos; no pudiéndole decir a ella, a quien más amaba en la vida la verdad de quien era él, todo, absolutamente todo ahora carecía de sentido y todo ese sacrificio se iba literal por el drenaje. Su tiro de gracia, no fue perder negocios, propiedades, liquidar empleados, sino que, para salvar lo que aún conservaba y sentir que no tiraba su vida pasada a la basura y que sus nuevos socios liquidaran sus negocios con él, tuvo que vender la mansión de Lakewood… esa casa que tantos, y tantos recuerdos le traía tanto a él como a Candy, pero que más podía hacer? Un buen comprador se había enamorado irremediablemente de aquella hermosa mansión y le ofrecía en medio de esa gran crisis una cantidad muy generosa que le daba la oportunidad de continuar adelante y medio mantener el estilo de vida que sus hijos y resto del clan tenían o no aceptar y terminar de hundirse.
Y el colmo… acaso podía haber más!, tenía ya más de un mes sin tener sexo con su adorada esposa… al pensar en eso apresuró su tercer whiskey de la noche… los niños habían contraído paperas y como maldición no enfermaron todos juntos, sino de manera escalonada, primero los gemelos, posteriormente el mayor y al final la princesita de la casa, con lo que Candy se había mudado al menos en 3 ocasiones de habitación en ese periodo, pero no había coincidido en la cama con él, y el único día que al fin durmió con ella eso hizo efectivamente… dormir… aunque él sabía que ese no era la raíz del problema, Candy tenía tiempo de estar cambiada con él, sería que lo dejó de amar?, el sólo pensar en esa posibilidad llenó de terror a perder lo más hermoso que tenía en su vida, ya no sabía que más hacer, por lo que le pidió, le suplicó que se reunieran solos como en los viejos tiempos, hablarían sobre ellos y retomar esa promesa que se hicieran en aquel árbol cuando compartieron el sándwich hacía más de 10 años de compartir todo.
Estaba a punto de retirarse del lugar, pago sus tragos y comenzaba a sonar una música de jazz de fondo, algunas parejas comenzaban a llenar la pequeña pista de baile, de repente vio a una hermosa mujer de espaldas con un hermoso vestido en satín verde con cuello halter que hacía perfecto contraste con su cabello rojizo abajo del hombro, dudó un momento en acercarse a la dama, pero por fin se animó y la tocó a la espalda…
-Señorita, me permite?
La dama lo volteo a ver con aire seductor, su mirada era fija y penetrante, como queriéndolo desnudar con la mirada; el vestido por enfrente tenía un escote pronunciado sin ser vulgar pero que definía perfectamente un par de voluptuosos senos…
-Por supuesto señor, tome asiento… me temo que mi esposo ya no llegó a la cita, tengo ya más de media hora esperándolo- mientras hacía ademán de permitirle acompañarla en su mesa.
- No es posible que hayan dejado plantada a alguien como usted, definitivamente y con todo respeto, su esposo debe ser ciego o muy tonto al dejar a una dama tan hermosa aquí sola-
-Más bien un hombre demasiado ocupado… suspiró la pelirroja… - mi esposo le dedica mucho tiempo a los negocios, no quiere que nada nos haga falta a lo cual le estoy completamente agradecida sabe… sin embargo a raíz de la gran depresión que sufrió el país en el 29, mi esposo ha estado verdaderamente insufrible… una mirada de tristeza se dibujó en sus hermosos ojos.
Albert sintió que el corazón se le aprisionó al ver esa mirada en la pelirroja, de alguna forma se sentía identificado con esa persona a quien ella describía, cuantas familias como la de él se habían visto afectadas no sólo a nivel económico sino afectivo por la crisis? Bien dicen que cuando el dinero sale por la puerta, el amor salta por la ventana… -Pero porque dice usted que insufrible y que es lo que le causa esa tristeza?-
-El pasa mucho tiempo en su oficina, y más desde aquel Octubre del 29 cuando perdimos mucha de la fortuna y propiedades, a mi esposo casi nunca lo veo, mis hijos lo extrañaban mucho, se que lo hizo para el bienestar de la familia, no le reprocho nada, pero a raíz de eso, él parece estar casi siempre de mal humor, ya no juega como antes con los niños, luego al fin niños se enferman y me ha dejado sola a que yo me haga cargo de todo cuando antes me apoyaba, les grita casi todo el tiempo, mis hijos ya empiezan a tenerle miedo; parece que está más preocupado por el dinero que por la familia que dice defender e incluso conmigo esta casi todo el tiempo muy serio, él no era así conmigo y mejor he cambiado de recámara en estos últimos días, para que estoy junto a alguien que a duras penas me gruñe… en eso la pelirroja sintió que se le formaba un nudo en la garganta… -sabe, no se ni porque le estoy contando esto a alguien extraño-
-A veces ayuda contar nuestras cosas a gente que no nos conoce, por cierto… le ha platicado esto a su esposo?-
-No! , es la primera vez que lo cuento señor, de hecho supuestamente hoy era nuestro aniversario de bodas y él me había invitado a este lugar, me dijo que vendría después de salir de su trabajo, para serle sincera se me hizo raro que después de mucho tiempo me invitara a salir, sin embargo no llegó.-
-Que coincidencia… sabe, hoy también es mi aniversario de bodas- respondió el rubio…- y también quedé con mi esposa de encontrarnos aquí…-
-Y no llego… -
-No, no llegó… sabe ella es una mujer verdaderamente encantadora, un verdadero ángel…
-Pero…. Interrumpió la pelirroja…
-….pero últimamente le presta más atención a los niños, está más al pendiente de sus necesidades y parece que no se da cuenta que antes que ser madre es mi compañera, mi amiga, mi amante y la extraño como tal…. habíamos quedado hace varios años que todo lo compartiríamos y ella no lo hace ya, siento que se escuda en los niños para no estar conmigo; a veces reconozco que eso me pone de malas y me refugio más en mi trabajo, independiente de eso, la verdad quiero finiquitar muchos asuntos aquí en América; perdí muchas propiedades para evitar la bancarrota, mantener cierto nivel económico y asegurarles un buen futuro a mi familia; entre ellas una residencia muy especial para ambos y eso me ha tenido un poco deprimido, prefiero regresar a Londres o Escocia y atender los asuntos y negocios que me quedan desde allá, es por eso que he estado también mucho tiempo encerrado en la oficina, siento que debo volver a mis raíces y llevarme a mi familia… y eso nos llevó a otra discusión, ella se niega a irse, argumenta que sus amigos, su familia, su vida esta en América …
-suspiró- …- le pedí, que hoy que es nuestro aniversario delegara el cuidado de los niños con la niñera y nos viéramos aquí , yo no podía pasar por ella a la casa ya que nos atrasaríamos más, tiene mucho tiempo que no salimos a solas como antes, cuando solo éramos ella y yo y tenía la esperanza que ella apareciera e hiciéramos de esta noche algo mágico, pero no llego… -
-Y se lo ha dicho así de esa forma a ella, lo ha compartido con ella? – le dijo arqueando levemente una de sus cejas...
Sonrojándose… -No… no se lo he dicho tampoco -
Sin darse cuenta, la pelirroja le había tomado las manos y se vieron fijamente a los ojos cuando comenzó a sonar una música romántica de fondo…
-Me permite esta pieza bella dama?
-No lo sé… aunque mi esposo no esta presente, soy una mujer casada…
-Sólo bailaremos, no pasará nada que usted no quiera que pase…. Dijo Albert en forma coqueta y haciéndole un guiño.
Comenzaron a bailar junto a las demás parejas, parecía que se conocieran de años, ya que se acoplaban perfectamente a la música que sonaba… al terminar la pieza regresaron a la mesa…
-Pues… - dijo Albert – debido a que nuestras respectivas parejas decidieron dejarnos esperando, y yo en lo particular tengo hambre, que le parece si la invito a cenar, odio cenar solo-
La pelirroja asintió con la cabeza, total… pues ya que el insensible de su esposo nunca llegó y estaba con ella ese manjar masculino, no iba a pasar de largo la oportunidad…
-Esta bien, después de todo aunque separados creo debemos festejar- y le sonrió de manera seductora mientras de nuevo ponía su mano sobre la de él….
Albert pidió la carta y procedieron a ordenar… cualquier persona que los hubiera visto departiendo, platicando, riendo y bebiendo nunca hubieran imaginado que eran 2 perfectos extraños que habían coincidido en el lugar y momento adecuado… más bien parecían una pareja de enamorados, y aún más cuando Albert levantó su copa y le dijo…
-Pues feliz aniversario mi bella pelirroja-
-Feliz aniversario mi galante rubio- dijo sonriendo seductoramente.
Llegó la hora de retirarse, Albert como buen caballero ayudó a la dama a ponerse de pie tomó él su saco y ella su abrigo y bolso y posteriormente le dijo…
-Permítame llevarla a su casa
-No gracias, hoy ha hecho ya mucho por mi, además no quiero levantar suspicacias de ningún tipo, será mejor que tome un taxi y me retire.-
-De ninguna manera señora, insisto… no sería correcto dejarla sola en la noche-
Así se dirigieron a donde se encontraba el auto, el galantemente abrió la puerta del pasajero para que la bella pelirroja entrara quedando un momento lo suficientemente juntos… ella quedó embriagada del olor a maderas que el rubio emanaba y cerró brevemente sus ojos llenándose de su olor mientras se acercaba a su cuello, momento que él aprovecho para acercarse a ella y la recargó contra el auto mientras acariciando sus labios con los de ella y empezando a besarla… ella respondió a ese beso que en un principio era suave y romántico, y comenzó a ser cada vez más apasionado y demandante; el rubio había abandonado ya sus labios y recorrían su delicado cuello mientras su mano comenzaba a tocar sus senos a través del delicado vestido de satín que la dama portaba, sus pezones comenzaron a erguirse ante el contacto de la mano experta de Albert y con la otra acariciaba su hombro desnudo… la dama reaccionó al recordar que se encontraban en plena calle…
-Señor, este no es el lugar ni el momento apropiado- dijo con un tono de voz entrecortado….
-Tiene razón…- la interrumpió Albert- será mejor que nos retiremos a un lugar más cómodo sino tiene inconveniente.
La pelirroja un poco turbada ante lo que acababa de suceder, subió al elegante auto y él pronto se coloco en el lugar de conductor y de inmediato comenzó a conducir por un barrio no muy elegante… la pelirroja observaba con cuidado el rumbo de la ciudad por donde iba conduciendo el rubio sin emitir palabra alguna hasta que llegaron a las puertas de un edificio algo viejo...
CONTINUARA...
