La clase posiblemente era de física fundamental. La pizarra se iba llenando gradualmente de fórmulas, y el profesor hablaba con dominio de sus palabras.

¡Ah, Ritsu! Sus manos estaban heladas: una en la frente y la diestra con los dedos sobre el cuaderno. Los ojos esmeralda fijos en la operación numérica que le llevaba al recuerdo… el que le trajo el torrente de emoción y abatimiento. Cerró los ojos, queriendo sellar el llanto delator.

Ritsu, are you okay?

Escuchó el susurro de un compañero al verle tan pálido y trémulo. El aludido se levantó y salió sigilosamente de la cátedra.