Crucé la puerta de mi colegio, me detuve un momento para buscar mis lentes, me los puse y reanudé los pasos que me llevarían a la parada del autobús. Mientras esperaba, sacaba de la mochila mis audífonos y me los ponía, deslicé mi dedeo por la pantalla del celular para desbloquearlo e irme al reproductor de música, mi canción preferida empezó a llenar mis oídos.

Ante mis ojos desfilaban distintos coches; de alquiler, particulares, patrullas y ambulancias, varios de mis compañeros se habían quedado del otro lado de la calle, uno de ellos era mi ex, quien galantemente platicaba con Luisa O'nell. Apreté mis puños mientras trataba de controlar el nudo en mi garganta y las enormes ganas de llorar, me había cambiado, me había cambiado por esa flacucha.


Flash

Era la hora del receso, mis amigas y yo estábamos sentadas en la fuente del patio, nuestra charla se centraba en la serie que habíamos visto en los últimos días, la música y en la prueba que el profesor Smith nos acababa de poner, estaba por hablar cuando mi novio se acercó.

-Candice, necesitamos hablar-

-Te escucho-

-Vayamos a la cafetería-

-Ok-

Me levanté y lo seguí, normalmente él me esperaba y caminábamos a la par, pero en esta ocasión él simplemente se adelantó. Llegamos a la cafetería, todos los asientos estaban ocupadas, mi novio se dirigió a un chico; Arturo, y de la manera más grosera le dijo que se fuera a otro lado, el pobre muchacho se retiró olvidando sus alimentos en la mesa.

-No tenías porqué ser tan grosero- le dije mientras me sentaba y apartaba la comida de Arturo.

-Ya salió la defensora de los demás-

-¿Para eso querías hablar?-

-No-volteó su cara y tardó algunos minutos en hablar, realmente me estaba impacientando.

-¿Entonces, qué ocurre?

-Ya no quiero-

-¿No quieres qué?-

-Yo…yo…-

-¿Ya no quieres hablar aquí? Podemos ir a la biblioteca o al laboratorio-

-No es eso-

-¿Entonces? ¿Anthony, qué ocurre? Me estás asustando-

-Ya no quiero seguir contigo-

-¿Qué? ¿Esto es una broma?- dije mirando para todos lados, normalmente Anthony me jugaba bromas mientras sus amigos nos grababan y después nos enseñaban los videos, a él le gustaban los gestos que yo hacía.

-No, no es ninguna broma-

-¿Entonces?-

-Ya te lo dije, ya no quiero seguir contigo-

-¿Y piensas que con esas palabras me vas a dejar satisfecha? Pues no. ¡Al menos dime el por qué!

Lamentablemente no hubo necesidad de que me dijera algo más, Luisa O'nell llegó y abrazó al que hasta hace poco era mi novio. Entrecerré mis ojos y los miré, Anthony miraba hacia otro lado y la nueva novia sonreía como si se hubiera sacado el premio mayor.

-Ya, todo está claro entonces- me levanté y salí de la cafetería, toda la escuela se encontraba ahí, los murmullos comenzaban a hacerse más y más altos, quería correr y encerrarme a llorar, pero no le daría la satisfacción a ninguno de ellos y menos a esa arpía de quinta. Regresé a donde mis amigas.

-¿Candy estás bien?- mi mejor amiga se levantó en cuanto me vio.

-Sí Annie, estoy de maravilla-

-¿Estás segura? Si quieres hablar de ello…-

-¡No! Vayámos a la biblioteca a buscar el libro que el profesor Stuart pidió para química-

Fin flash


Desvié la mirada de la nueva pareja, por fortuna no tendría que esperar más, a lo lejos vi un autobús con la franja amarilla, metí la mano en el bolsillo de mi falda y saqué el dinero. El vehículo se detuvo después de hacerle la parada, pagué al subir y busqué un asiento libre. Me senté junto a la ventana, deseaba con toda mi alma que nadie ocupara el asiento del pasillo, no quería socializar con nadie, recargué mi frente en el asiento que tenía frente a mí y lancé un suspiro, el autobús arrancó pero en el mismo instante frenó, lo cual hizo que mi cuerpo diera una sacudida y me pegara en la frente, molesta alcé mi mirada y vi que una pareja subía con una guitarra, creo que le preguntaron al conductor que si podían cantar porque éste asintió con la cabeza y los dejó pasar.

Giré mi cabeza y me dediqué a escuchar mis canciones. No quería pensar en el hematoma que me saldría por el golpe. De reojo vi que el muchacho que llevaba la guitarra pasaba por el pasillo y se colocaba hasta la parte trasera del autobús, mientras la chica que lo acompañaba se sentaba un momento. Mi celular vibró con el WhatsApp que me llegó.

Iremos por tu hermano al aeropuerto, hay comida en el refrigerador. Mamá

Resoplé al ver que mi madre insistía en firmar los mensajes, al parecer ella no comprendía que ya la tenía registrada y que su nombre aparecería cada vez que ella me llamara o me mandara un mensaje. Rápidamente le contesté, mientras escribía el texto me di cuenta de que la batería de mi celular se estaba agotando, al momento de quitarme los audífonos y apagar mi celular escuché a la chica hablar.

-¡Hola a todos y muy buenas tardes! Somos el dueto Deluxe, esperamos que pasen un rato agradable en compañía de notros y de nuestro buen amigo el chofer- enseguida el chico comenzó a afinar la guitarra y las notas de la canción ¿Dónde está el amor? Comenzaron a escucharse.

Justamente eso yo me preguntaba ¿Dónde está el amor? La respuesta era fácil, mi amor, bueno, mi ex amor se encontraba en brazos de mi archienemiga, ahí se encontraba el amor, en compañía de una arpía, de una estúpida descerebrada y sin gracia, una tipa inculta, patética, en fin, podía insultarla pero eso no haría que Anthony volviera conmigo. Él me había humillado y merecía pagar por haberme humillado frente a toda la escuela. La voz de la chica me sacó de mis negros pensamientos.

No hace falta que me quites la mirada
para que entienda que ya no queda nada
Aquella luna que antes nos bailaba
se ha cansado y ahora nos da la espalda

¿Dónde está el amor del que tanto hablan?
¿Por qué no nos sorprende y rompe nuestra calma?

Déjame que vuelva a acariciar tu pelo
déjame que funda tu pecho en mi pecho
volveré a pintar de colores el cielo
haré que olvides de una vez el mundo entero
Déjame tan solo que hoy roce tu boca
déjame que voy a detener las horas
volveré a pintar de azul el universo
haré que todo esto sólo sea un sueño

Tengo contados todos los besos que nos damos
y tú fugitiva, andas perdida en otro lado
Yo no quiero caricias de otros labios
no quiero tus manos en otras manos
porque yo quiero que volvamos a intentarlo

¿Dónde está el amor del que tanto hablan?
¿Por qué no nos sorprende y rompe nuestra calma?

Déjame que vuelva a acariciar tu pelo
déjame que funda tu pecho en mi pecho
volveré a pintar de colores el cielo
haré que olvides de una vez el mundo entero
Déjame tan solo que hoy roce tu boca
déjame que voy a detener las horas
volveré a pintar de azul el universo
haré que todo esto sólo sea un sueño

Déjame que vuelva a acariciar tu pelo
déjame que funda tu pecho en mi pecho
volveré a pintar de colores el cielo
haré que olvides de una vez el mundo entero
Déjame tan solo que hoy roce tu boca
déjame que voy a detener las horas
volveré a pintar de azul el universo
haré que todo esto sólo sea un sueño

Me dediqué a escuchar la canción y dejarme llevar por la letra. Ellos visualmente hacían una pareja muy hermosa, la chica era rubia con ojos azules claros y un cuerpo envidiable, el muchacho no se quedaba atrás, de cuerpo atlético, cabello castaño y unos impresionantes ojos; de un azul intenso habían cautivado a todos los pasajeros, incluyéndome a mí.

En cuanto terminaron de cantar la gente no tardó en aplaudir y felicitarlos por la interpretación, la chica les dio las gracias y dijo que si gustaban podían cooperar con una moneda, mientras decía esto, el chico de la guitarra pasaba por los lugares traseros y su novia se encaminaba hacia el chofer.

Busqué en los bolsillos de mi falda y encontré un billete, esperé a que el muchacho pasara por mi lugar pero no lo hacía, así que lentamente volteé y vi que estaba sentado a tres asientos de mí y miraba probablemente hacia sus pies, se veía muy entretenido. La rubia pidió que los dejaran en la siguiente cuadra, estaba guardando mi billete cuando el chico de la guitarra habló.

-¿Gusta cooperar?-giré mi cara al escucharlo y sonreí

- Sí, ya estaba guardando el dinero- metí el billete en la gorra negra que había puesto frente a mí

-Oye Romeo ya vamos a bajar- escuché gritar a su novia

-Sí, ya voy- le contestó mirándome, sentí que me sonrojaba por la manera en la que me miraba, y lentamente vi como asomaba una sonrisa. El autobús se detuvo, antes de bajar, la rubia dio nuevamente las gracias.

El chico de la guitarra se inclinó un poco sin despegar su mirada de mí y dejó un pedazo de papel en el asiento que estaba a mi lado.

-¡HEY SE NOS HACE TARDE!- su novia volvió a gritar, él sonrió un poco más, tomó sus cosas y bajó de la unidad. Lo seguí con mi mirada, pude notar que su novia tomaba la guitarra que él sostenía y le decía algo, él en cambio seguía sosteniéndome la mirada, cuando el autobús arrancó y estuve fuera de sus penetrantes ojos tomé la nota y sonreí al leer lo que había escrito ahí.

Terruce

Café Galeno

8:30 pm


¿Dónde está el amor? Pablo Alboran ft Jesse & Joy