Secuestrando al Amor
Prologo:
Aún no sé cómo paso esto. Si Ben se entera esto, no sé cuál será su reacción. Si tan solo supiera una manera de poder evitar esto que siento por ella, si tan solo hubiera un interruptor que pudiera desconectar eso que mi corazón siente cada vez que la ve. Cada vez que veo sus ojos marrones, huelo su aroma a fresas, escucho esa voz de ángel, que acelera mi corazón rápidamente.
Si tan solo hubiera escuchado a Marissa, si tan solo hubiera aceptado retirarme cuando Ben me lo pidió, esto no estaría pasando. Estoy consciente de que la puedo poner en peligro, pero esto que siento es mucho más grande. Sé que tarde o temprano tendré que dejar que esto que siento salga al aire, pero ¿de qué manera podría hacerlo?
Ella era una chica hermosa, sus ojos me hacían sentir desnuda, sentía que podía ver más allá de mi postura de chica mala, ella podía hacer de mí lo que ella quisiera hacer, ella en tan solo un mes, me conocía mejor que mis padres, su nombre se había tatuado en mi corazón, el sabor de sus labios se había quedado impregnado en mis entrañas, el aroma de su cuerpo se había quedado en mi cuerpo.
Ella era mía y yo era de ella.
Si tan solo nos hubiéramos conocido en una situación diferente, si tan no me hubieras conocido de la manera en la que lo hiciste, si tan solo tuviera el valor de mirarte a los ojos y decir que te amo; todo sería muy diferente.
¿Y si dejo las cosas como están? No, no podría hacerlo, la amo. Pero porque le quiero de esa manera tengo que hacer lo posible para que ella no sufra, para que ella sea feliz, ¡Dios mío! ¿Por qué tiene que ser tan difícil dejar flotar mis sentimientos? Así ya sé por qué; Porque ella es a quien secuestramos, ella es quien nosotros reprimimos de su libertad para mostrar que dejamos de ser esos chicos a los cuales podían manipular a su antojo.
¡Maldita estupidez!
Lo siento, el secuestrador de enamoro de la víctima y la víctima se enamoró de su secuestrador. Esto parece la trama de una serie de televisión donde al parecer al final se tiene un final feliz, más no sé si en esta trama, Rachel y yo podremos tener un final feliz.
¡Secuestre al amor y no me di cuenta! Estas en problemas, Quinn Fabray
Capítulo I
No puede ser
Quinn tenía su mirada adherida al paisaje que tenía al otro lado de su ventana. Había sido un año sumamente difícil para ella, las peleas frecuentes con sus padres, su embarazo prematuro, el rechazo de su padre; había pasado de ser la chica porrista, popular y presidenta del club de celibato en su antigua escuela a ser la chica embarazada y perdedora, para ahora ser la chica rebelde con perforaciones en su cara y tatuajes en su cuerpo.
Su pelo rubio, ahora era rosa, su ropa paso de ser vestidos coloridos y femeninos, ha ropa negra con un estilo roquero. Su cambio de Los Ángeles a Ohio, simplemente había sido un cambio drástico para Quinn. La chica rubia quería olvidar todo lo que había pasado en Los Ángeles y poder ser una chica nueva ahora que estaba en ese pueblito.
Había entrado a una secundaria donde todo lo que importaba eran las etiquetas, se popular, ser un perdedor, ser una animadora, ser un idiota jugador de Futbol, o simplemente condenarte a un granizado todos los días si eras un perdedor que estabas en el coro de la escuela. La chica no quería nada de eso, ni ser animadora para ser popular, ni estar en el coro para ser una perdedora, ella ya había pasado eso en donde solía vivir. Había sido la porrista más popular que salía con el chico más popular y ambos estaban en el coro de la escuela. Si quería un cambio, tenía que omitir volver a hacer lo mismo que anteriormente había hecho.
Para suerte (o perdición), Quinn había encontrado un grupo de chicos, los cuales eran conocidos por ser las escoria de esa escuela. La ropa negra, el maquillaje fuerte en sus ojos, las perforaciones, el estilo de música, todo en ellos decía problema. Quinn no pensó dos veces la propuesta del líder de la banda, Ben, para unirse.
Tan sumergida estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando, Ben, había entrado a la habitación. El chico alto, miraba a la rubia, nunca le había preguntado a Quinn los motivos de querer ser una chica mala, no pensó que fuera importante. Él sabía que Quinn solo era una chica, la cual no se había encontrado completamente con su "Yo" interior, pero él no podía hacer nada si ella no quería.
-Quinn—Dijo el chico con esa voz tan aguda que lo caracterizaba. Inmediatamente la mirada verde de la chica rubia se posó en el chico alto de ojos azules.
-¿Es hora?—Le pregunto la rubia y el chico asintió. Quinn se levantó de donde estaba sentada y camino hasta donde el chico estaba. Pero antes de que Quinn saliera, Ben tomo el pequeño hombro de la chica haciendo que esta se parara en seco.
-Todavía estas a tiempo de salirte de eso, Quinn—La chica del cabello rosa miro confundida al chico de los ojos azules—Esto es algo difícil, y tú no tienes por qué involucrarte en algo que no es de tus asuntos.
-Todo lo que ustedes hagan se volvieron mis asuntos, desde que decidí juntarme con ustedes—Ben negó con la cabeza.
-Una cosa es que te juntes con nosotros en la escuela y otra que te quieras involucrar en las cosas que hacemos fuera de ella, Quinn. Esto es algo peligroso, no quiero ponerte en peligro, sabes que te considero como una hermana y no quiero que te pase nada—Quinn sonrió ante la declaración del chico alto.
-Yo quiero, así que prosigamos, Ben—La chica de ojos verdes estaba a punto de cruzar la puerta de salida, cuando Ben volvió a hablarle.
-Cualquier cosa que quieras borrar de tú pasado, tienes que empezar por borrarlo de tu cabeza, no de tu exterior—Quinn miro al chico y este sonrió para después salir de la habitación. Quinn quedó pensativa unos segundos, pero después bajo hasta la sala donde se encontraba el resto de su "Grupo de amigos".
El grupo estaba constituido por Ben el cual era el líder y contaba con 19 años, después se encontraba, Damon y Bryan, los cuales tenían 18 y por último, Marissa y Quinn con 17 años cada una. Ben les daba a Damon y Bryan el equipo necesario para la operación que estaban por realizar.
-Marissa y Quinn se quedaran aquí esperando a Damon, el cual traerá a la chica, mientras que Bryan y yo nos quedamos finalizando la última fase—Quinn no dijo nada y su mirada se fijó en la mirada verdosa de la pelirroja. Quinn no podía negar que Marissa era una chica hermosa, bien podía ser una porrista, mas sin embargo estaba en esa pandilla de mala muerte, que desperdicio de muchacha, pensó la rubia y después callo en cuenta de sus palabras.
-Ben, estamos listos, Damon ya está listo, la chica está a punto de salir de sus clases—Comento Ryan, un chico alto de ojos cafés, el cual tenía su mirada fija en la pantalla del teléfono.
-Muy bien, debemos irnos—Le dijo a Ryan, el cual asintió y camino hasta la salida de la casa donde estaban—Chicas, esto será rápido, la chica es pan comido. En cuanto la tengamos, les llegara un mensaje, para que estén preparadas—Ambas chicas asintieron y Ben salió a seguir a Ryan, el cual ya estaba listo en el carro tipo combi.
Quinn se sentó en uno de los sillones de la sala. Prendió la tv en volumen bajo, tenía que estar preparada para cualquier cosa que pudiera pasar. Después de unos minutos sintió la mirada de Marissa, la cual al ver que Quinn la mirada, aparto la mirada de la chica rubia, sumamente sonrojada. Una más que cae al encanto Fabray, pensó la chica del cabello rosa.
En otro lado de Lima, se encontraba Ben junto con Damon y Ryan. Los tres chicos estaban estacionados a las puertas de un estudio de música muy popular en Lima, un conservatorio de música donde solo iban chicos y chicas de una posición económica bastante bien. En resumidas cuentas, podríamos decir que en esa escuela iba la crema y nata de todo Lima, Ohio.
Los ojos azules de Ben se posaron en la victima, una chica de estatura baja, sumamente delgada, la cual, era hija de una Doctor bastante reconocido a nivel nacional. También sabía que la chica era hija única y que asistía a la misma escuela que ellos y al mismo tiempo sabían que era integrante del club Glee y de las porristas. No tenían nada en contra de las porristas o de los perdedores del club Glee, pero esa señorita estaba forrada en dinero y el padre de la chica daría lo que fuera para que su princesita estuviera bien.
Los ojos de Ben ahora miraban a Damon y Ryan, los cuales ya sabían el significado de esa mirada. Ambos chicos bajaron de la mini van y se posicionaron en sus respectivos lugares. Sabía a perfección los pasos de la chica. Ella esperaba a su chofer para que la recogiera y eso sucedería en diez minutos, por lo que tenían que ser rápidos, porque si no, la operación podría fallar.
Ben a los 2 minutos bajo del automóvil y espero la señal de Damon. A la señal, Ben camino en dirección de la chica, la cual volteaba a todos lados, puesto que la calle estaba algo obscura y casi no había gente por esa calle. Ben se acercó hasta la chica y tapo con una de sus grandes manos la boca de la chica, la pequeña muchacha, solo pataleaba mientras que el chica, la cargaba mientras mirada de un lado a otro. Los otros dos chicos inmediatamente, se acercaron a Ben, el cual seguía mirando de un lado a otro, al ver que no había nada, subió a la chica a la parte trasera de la mini van, donde allí ya estaba Damon, el cual tapo la boca de la chica con un paliacate para después cubrirle los ojos de igual manera. Ben y Ryan, ya estaban al otro lado de la acera, dentro de otro carro, mientras que Damon arrancaba la van a una velocidad máxima.
Ben sonrió para sus adentros, sin duda para ser la primera vez que lo hacían, todo había salido a la perfección. Calculaban tener a la chica al menos una semana, en lo que el padre les otorgaba el dinero, después de eso, la dejarían libre. Ellos solo querían el dinero, nunca lastimarían a una persona, a menos que su "victima" se opusiera o contradijera las cosas que Ben mandaba.
Damon al cabo de 10 minutos llego a la casa, donde tanto como Quinn y Marissa ya lo estaban esperando con la chica. Los tres, volteaban de un lado a otro para ver si no habría nadie y al darse cuenta de que en efecto la cera estaba más sola que un desierto, bajaron a la chica, la cual continuaba tratando de gritar y seguía pataleando. Al entrar a la casa, Damon sentó a la chica en una de las sillas y sin quitarle los paliacates, amarro las manos de la chica junto con los pies, pero no de una manera que pudiera lastimar la piel de la pequeña mujer.
Quinn pudo notar que la chica no era muy alta y era muy delgada. Su cabello castaño era muy hermoso tanto como su estructura ósea, si bien, esos detalles los recordaban de una chica en particular, pero en esos momentos no podía estar segura. Una vez que Damon termino de atar a la chica, el chico de los ojos grises, llamo a las chicas para darle unas indicaciones.
-No alcen mucho la voz, que esta chica va en la misma escuela a la que nosotros vamos—Dijo Damon en un casi susurro.
-¡Es que Ben está loco! ¡¿No se le ocurrió que cuando todo esto termine, ella nos puede delatar?—Dijo ahora la pelirroja de la misma manera que el chico.
-Ben no es estúpido, Marissa, nunca le quitaremos las vendas de los ojos y nunca hablaremos con ella, al menos no tu y yo o Quinn, Ben a la mejor, sabes que él, se graduara en unos meses—Quinn no escuchaba la plática de sus otros dos "amigos", su mirada seguía posada en la chica que estaba amarrada contra la silla. Se sentía mal por la chica, ahora sabía a lo que Ben se refería, pero ya era muy tarde para abordar la misión.
-Entendiste, Quinn—Escuchó que le dijo Damon
-¿Perdón?—Le respondió Quinn, mirando al chico, el cual rodo sus ojos.
-Que esta noche tú te quedaras con la chica. Ya que tu mañana no tienes clases. La casa será toda tuya. Ben me acaba de mandar un mensaje que le dejo una nota al padre de la chica y que ya se fue a su casa al igual que Ryan. Marissa y yo tenemos que irnos, ¿puedes con el trabajo?—Le dijo Damon
-Claro que puedo—Contesto segura de sí misma la rubia.
-Bien, nos tenemos que ir. Si quieres puedes acostar a la chica en la cama que está en el cuarto de abajo. El que la tengamos "secuestrada" no quiere decir que seamos unos secuestradores como los de la cárcel—Quinn rió con ironía.
-El tan solo planearlo, nos convierte en uno como ellos—Dijo la rubia—Al menos dime como se llama o algo por el estilo—Damon rodo los ojos
-Se llama Rachel Berry, es la capitana de porristas y la capitana del club Glee. Su papa es médico y creo que tiene otro padre, la verdad no sé muy bien—Quinn abrió sus ojos al máximo. Ellos habían secuestrado a Rachel Berry, la capitana de las porristas.
-Oh por Dios, Ben es un estúpido, los padres de Rachel son capaces de contratar al servicio especial para encontrarla. Iremos a la cárcel Damon—Ahora era Marissa la que hablaba.
-Está todo bien calculado, Marissa, no seas dramática. Ahora vámonos que se nos hace tarde. ¿Segura que puedes con el paquete, Quinn?—Le dijo una vez más el chico a la rubia.
-Ya te dije que sí. Vete tranquilo—El chico asintió y camino hasta la salida
-Nos vemos mañana, Quinn—Dijo la pelirroja mientras se acercaba a la ahora chica de cabello rosa y depositaba un delicado beso muy cerca de la comisura de los labios rosas de la chica. Quinn solo sonrió mientras miraba como Marissa se alejaba de ella. Escucho como la puerta se cerraba y como la chica seguía pataleando y tratando de gritar.
Quinn no era tan mala y en verdad le remordía la conciencia al ver a Rachel de esa manera. A pesar de ser la cabeza de las porristas, siempre ayudaba a las demás chicas, y a pesar de ser una de las chicas más populares de la escuela, nunca la había visto hacer las cosas que porristas como Santana o alguno de los jugadores de futbol, hacían.
-Escucha, te quitare el paliacate de la boca para que no te duela ni se lastimen tus labios, pero tú tienes que prometerme que no vas a gritar ni nada por el estilo, porque si eso llega a pasar, me van a matar, no literalmente, peor si lo harán. ¿Estamos de acuerdo?—La morena asintió y la chica del cabello rosa se acercó hasta la morena y lentamente desamarraba el nudo del paliacate. Después de haber liberado los labios de la chica, se volvió a ella para verla, y vio sus labios los cuales estaban algo irritados.
-Disculpa, no quiero abusar de tu confianza, pero será posible que me des un poco de agua. Mis cuerdas vocales podrían lastimarse si no las humedezco un poco—Quinn sonrió
-Claro, ahora la traigo—Quinn camino hasta la cocina y sirvió agua en un vaso y tendió su mano esperando que Rachel tomara el vaso, pero se dio cuenta que Rachel no podría tomar el vaso por lo que se acercó a la chica—Te daré yo de tomar, dado que no puedo desatar tus manos—Rachel asintió y Quinn acerco el vaso a los labios de Rachel la cual tomaba el agua lentamente.
-Muchas gracias, si quieres puedes ponerme el paliacate de nuevo—Quinn miro a la chica confundida, ¿Por qué reaccionaba de esa manera? Osea, estaba secuestrada. Pero después cayó en cuenta que era Rachel Berry la persona que tenía frente a ella.
-Mejor esta noche te dejo libre de ella y mañana, antes de que lleguen los demás, te la vuelvo a poner—Rachel no hablo, solo asintió
-Al menos podrías hablarme, no me gustan los silencios prolongados—Quinn se la pensó dos veces, ya había rotos dos de las primordiales reglas que Ben le había dicho; ser amable con la víctima y que esta escuchara su voz—Prometo no delatarte, se cómo funciona esto, esta es la segunda vez que me secuestran, por lo que sé muy bien las reglas de no ser amable, no tener contacto con la víctima.
-Lo siento, yo no tenía idea—Dijo en un susurro la chica de la cabellera rosa, después fija su mirada en los labios de Rachel, los cuales tenía una sonrisa.
-No te preocupes, siempre hay una persona amable entro los que me secuestran, de hecho, el último es amigo mío, con ayuda de mis papas, el entro a un reformatorio y ahora es un buen chico—Quinn sonrió ligeramente. ¿Cómo era posible que Rachel fuera amiga de uno de sus secuestradores?
-Eres muy rara—Fue lo primero que se le vino a la menta a la chica de mirar verde- Rachel rió
-Tal vez, simplemente me gusta ver a las personas más a fondo de lo que tratan de aparentar. Siempre hay una gran persona dentro de alguien cuto exterior no lo representa—Quinn no dijo nada más y con sumo cuidado tomo a Rachel, cargándola— ¿Qué es lo que haces?—Le dijo Rachel
-Te llevo a la cama a que duermas, no soy tan animal como para dejarte en la silla—La rubia deposito a Rachel en la cama.
-¿Al menos puedo saber tu nombre para darte las gracias de forma correcta?—La chica de lo pensó dos veces.
-Lucy, me llamo Lucy—La morena sonrió
-Muchas gracias por ser tan amable, Lucy—Quinn sonrió, jamás había utilizado ese nombre por qué nunca le había gustado, pero al escucharlo de la voz de Rachel, se escuchó diferente-¿Supongo que tú te sabes el mío, no?
-Descansa, Rachel—La chica ya no pudo ver si Rachel respondió algo o no, porque al terminar la oración, salió de la recamara y subió escaleras arriba y se recostó en su cama.
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¡Oh por Dios!
Sexy Hot Bad Ass, Quinn Fucking Fabray
Ame este capítulo de Glee y ya me muero por ver el del próximo MARTES.
Ok, dejando atrás la euforia de Glee. Les traigo una historia más, ya tenía varias semanas trabajando en ella y bueno, me inspire en la historia que había escrito anteriormente, llamada "La Mala" Espero que les guste. AL principio, Quinn no será tan mala, pero conforme los capítulos pasan, Quinn ira cambiando y aparecerá esa Quinn Perra a Cargo.
Cambie algunas cosas que obviamente Uds. Se darán cuenta. Espero que les guste y bueno, no me queda más que agradecerle a cada uno de Ustedes el tomarse el tiempo de LEER & COMENTAR esta historia.
Los invito a Leer:
Solo tú y yo
Yo no quiero GingerGron, Quiero Achele
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