Navidad no es lo mismo sin ti
Para Roja (sé que no lo leerá, pero me ayuda a aliviar el dolor)
Aquel día cerraste los ojos
Para no volverlos a abrir
Te extraño, y de cierto, te digo
¡Navidad no es lo mismo sin ti!
Extraño tu hermosa sonrisa
Y tus rizos color carmesí
Lo repito al salir hoy la Luna
¡Navidad no es lo mismo sin ti!
2
Yo bien sé que mucho me amabas
Mi corazón se parte en dos mil
Por eso me encuentro llorando
¡Navidad no es lo mismo sin ti!
Extraño tus besos y abrazos
Y esos cariños sin fin
Mi alma por dentro se muere
¡Navidad no es lo mismo sin ti!
Lo sè, debería supéralo
La muerte es de todos el fin
Quisiera poder ir contigo
O que tú pudieras venir
Harley cerró su cuaderno, el cual la misma Ivy le había regalado. Acto seguido, se echó en la cama, y lloró hasta quedarse dormida.
De repente, sonó el teléfono.
"No he hecho nada DEMASIADO malo en los últimos días…" pensó Harley.
Dio una mirada… Era el Guasón.
"# *¬&$, ¿qué querrá?" pensó Harley para sì misma.
Rechazó la llamada, y se durmió de nuevo.
Sonó otra vez el teléfono: le había llegado un WhatsApp.
Pensando que sería importante, Harley tomó el teléfono otra vez.
"Supe de lo de tu amiguita" decía el mensaje. Harley sabía que era él.
"TÙ la dejaste morir" volvió a escribir.
Harley estaba harta de ese bobo payaso. Además insultaba a la que fue su mejor amiga (y mucho màs que eso).
"¡Yo apenas entendía lo que sucedía!" texteò ella
"Eso te pasa por dejarme e irte con esa gentuza" le contestó
"Me lo dice quién me dio batallas por 5 años" respondió ella desafiantemente.
"Batallas, que TÙ, Harley, quisiste tener. No me vengas con excusas" Replicó él
"Tú sabes que esa no es la verdad" contestó Harley, segura de sì misma.
"¿Quièn la tiene entonces? ¿Acaso Batman?" Dijo él, intentando atemorizarla.
"Él me ha ayudado màs que tú" respondió Harley, decidida
"Te olvidas de una cosa, rubiecita…" Dijo él.
A continuación, hubo un silencio muy incómodo… y se escucharon cristales rotos, que no hirieron a Harley, afortunadamente.
De repente, Harley sintió como le jalaban el pelo.
"¡Suéltame ahora mismo!" Decía Harley, mientras forcejeaba. No cabía duda de quien la intentaba dañar.
"Te hago esto por mentirosa. ¡Sabes que, sin mí, no serias NADIE!"
Harley siguió forcejeando, gritando mientras intentaba dar un golpe bajo para poder escapar
"¡Nooooo!" Gritó ella. De repente, se encontró en su cama, sin un solo rasguño.
Con miedo todavía, se acercó al teléfono para ver la hora. No habían mensajes, pero eran las 3:00 A.M.
Sin embargo, en ese instante, Harley notó algo pequeño y verde cerca del teléfono. ¡Era un muérdago!
Si sabes la leyenda, sabrás lo que hizo Harley a continuación.
Besó con máxima ternura el muérdago, como Hiedra solía besarla a ella.
"Adiós, Roja. Te amo" Dijo Harley, con lágrimas en los ojos.
Y, por fin, pudo dormir en paz.
