Hola a todos/as, traigo un set de drabbles (historias cortas, no conectadas entre sí) que tienen como temática las mentiras más frecuentes, que todos hemos dicho alguna vez. Espero les guste, y si es así, ¡que me dejen sus comentarios!
Un abrazo mentirosillo para uds, jaja.
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"No estoy celosa"
Las puertas del Crown se abrieron, junto al sonido de la campanilla que anunciaba un nuevo cliente. Como de costumbre, con su naturaleza curiosa, Serena volteó a mirar de quién se trataba esta vez. No es que estuviera esperando que cierto 'alguien' hiciera aparición, para nada. Era simple curiosidad.
Suspiró, inadvertidamente decepcionada al ver que era un chica quien hacía ingreso al local, pero justo antes de voltear nuevamente hacia su malteada, tras la chica, un muy conocido cabello azabache se asomaba por la puerta. Sabía que era él. No porque tuviera memorizado el tono exacto del negro de sus cabellos, y la forma en que estos caían naturalmente. No para nada. Sólo lo sabía.
De pronto, algo llamó la atención, sacándola de sus pensamientos. Una mano conocida se posaba con demasiada familiaridad sobre el hombro de la mujer, casi afectuosamente. Sólo casi, su cerebro decidió creer.
Y fue sólo unos segundos después que la razón la golpeó con fuerza. Nunca había siquiera considerado que el moreno pudiera tener novia. ¡Y que tonta había sido! Era una posibilidad casi obvia, el tipo era guapísimo, digamos, objetivamente, no es que esa fuera su opinión personal, además de inteligente, y salvo por como se comportaba con ella, era habitualmente encantador. ¡Por supuesto que tenía novia! No que a ella le importara, para nada.
Pero si era así, ¿como es que nunca la había visto? ¿Cómo es que nunca la había llevado al Crown?
No, tal vez era una amiga, o una prima, o... No eran muchas más las opciones, y no parecían muy probables. Siendo realista, seguramente era su novia, sólo que tal vez llevaban poco tiempo juntos o algo así.
Suspiró.
Aunque realmente a ella no le importaba, la verdad, para nada.
"¿Podrías tratar de disimular un poco, no?" el tono de voz amigable y la sonrisa compasiva de su amiga Mina la hicieron volver a la realidad.
"¿De qué hablas?" pestañeó un par de veces, mirándola con atención.
"Oh vamos, Serena" se sentó a su lado y la miró con esa chispa pícara característica de sus celestes ojos "¡se te nota a leguas que estás celosa!"
"¿Celosa?" la rubia de coletas observó a la otra como si le hubiese crecido otra cabeza "¿Por qué? ¿De quién?"
"Ay por favor, no le vengas con esas cosas a la diosa del amor y la belleza" hizo rodar sus ojos "no hay que ser un genio para darse cuenta que te gusta Darien y que te mueres de celos por verlo con otra chica"
La declaración de su amiga le cayó como un balde de agua fría. No contestó, sólo se quedó paralizada, como si haciéndose la muerta pudiera escapar del escrutinio de su entrometida compinche.
"Además estabas babeando casi descaradamente frente a él" lo dijo como la cosa más obvia "tuve que venir a salvarte de hacer más el ridículo de lo que ya lo estabas haciendo"
Las mejillas de la acusada se tornaron rosa brillante y trató de objetar.
"No-no sé de qué hablas" se tropezó con sus propias palabras "sabes que no soporto a ese tipo"
"¡Dios!" se golpeó la frente con incredulidad "Andrew, ¿podrías venir y dicirle a esta cabeza dura que es evidente que está celosa?"
"Sí, serena, no te preocupes, es sólo una compañera de clase" trató de tranquilizarlo su rubio amigo.
"¿Qué? ¿Tú también crees que estoy celosa de esa chica que está con Darien?" pasó sus manos por sus cabellos con frustración.
"Serena" la miró a los ojos "hasta Darien lo sabe"
"¿Qué es lo que yo sé?"
La voz del pelinegro se escuchó detrás de Andrew y los colores abandonaron las mejillas de la rubia, mientras que el administrador del Crown abría sus ojos grandes como platos en asombro, y con una sonrisa nerviosa, se excusaba retirándose hacia el otro lado de la barra, dejando a Serena y Darien frente a frente, con una Mina prácticamente ahogada a un costado.
El moreno continuó con su mirada cuestionante, fija en los cristalinos de la rubia y arqueó una ceja en signo de pregunta. El tiempo parecía eterno y ambos sólo continuaban mirándose, hasta que la otra rubia decidió romper la tensión del silencio.
"Lo que Andrew trataba de decir es que..."
"¡Mina!" la desesperación en el rostro de Serena hizo que su amiga desistiera de delatarla "Na-nada, no es nada" sonrió nerviosa.
"Entonces... " la media sonrisa engreída tan característica del moreno apareció en sus facciones, y la rubia se preparó para lo que vendría "¿no estás celosa?"
Serena tragó grueso. Así que había escuchado todo. Su vida terminaba, moría de vergüenza. Ok, tal vez estaba exagerando, pero así se sentía en ese momento. ¡Que humillación!
Abrió y cerró la boca, sin emitir sonido alguno, tratando fallidamente de formular alguna excusa creíble.
"No" su voz fue un hilo "¿celosa de qué?"
El pelinegro rió con esa masculina risa profunda que hacía estremecer a la rubia
"Claro" y con su característico gesto de superioridad, levantando el mentón, agregó "no es mi novia de todas formas, sólo por si te interesa saberlo"
Y sin más que decir, se marchó.
Ambas rubias quedaron boquiabiertas, mientras Andrew miraba con una semi sonrisa, sin poder creer lo que estaba pasando.
Mina por primera vez en su vida se había quedado sin habla. Mientras la chica de coletas sólo miraba perpleja, sin saber qué hacer.
"Bueno, yo creo que mejor me voy" Serena atinó a decir antes de desaparecer de la vista de sus rubios amigos.
Pero no era como si a ella realmente le interesara saber sobre los amoríos de Darien Chiba, para nada.
Lo que sí reconocía que le importaba ahora, era la vergüenza que sentía al sólo recordar la mirada del pelinegro sobre la suya. Que engreído de pensar que ella estaría celosa por él! Porque ella no estaba celosa, ¡para nada!
Caminaba de vuelta a casa, absorta en esos pensamientos cuando de pronto algo frente a ella bloqueó su camino, haciéndola casi chocar de lleno con el obstáculo.
"Nunca miras por donde caminas, ¿verdad cabeza de chorlito?" Su sonrisa no era la típica sonrisa burlona, más bien está vez parecía un gesto sincero.
La rubia ni siquiera se digno a contestar con un insulto, sólo pasó sus manos por ambas coletas, en frustración.
"¿Vas a tu casa?" vio a la chica asentir y continuó "te acompaño, ya está oscureciendo"
Serena a estas alturas no entendía nada y tenía una gran maraña de ideas y pensamientos mezclados en su cabeza. El moreno pareció adivinar parte del caos mental de la chica y sonrió nuevamente, con esa sonrisa genuina, que hasta ese entonces era desconocida para ella.
"Vamos, no pongas esa cara" rió un poco "también a veces puedo ser amable"
A Serena, aunque extraña, le pareció muy agradable la situación "yo no he dicho nada" sonrió también.
Si alguien los mirara desde afuera, diría que se gustaban, pero eso no era así, para nada.
"Oye, sobre lo de antes..." la rubia dudó antes de continuar.
"No digas nada" interrumpió él, y parándose frente a ella la miró a los ojos "ya sé que estabas celosa"
La rubia cerró los ojos frustrada, respiró profundo y comenzó a responder "Que no est..." pero no alcanzó siquiera a hilar una frase cuando sintió los labios del pelinegro sobre los suyos, y ahí, justo ahí, el resto del mundo pareció desvanecerse, y eran sólo ellos dos.
Esto realmente estaba pasado, Darien Chiba la estaba besando, y se sentía mil veces mejor de lo que imaginaba. No es que lo haya estado imaginando, para nada.
Pronto, demasiado pronto, sintió la brisa rozar su rostro cuando el moreno se separó de ella, y tuvo miedo de abrir los ojos, por la probabilidad que al hacerlo se diera cuenta que todo había sido un sueño.
"¿Ves? No hay motivos para estar celosa" movió suavemente un mechón de cabello, llevándolo detrás de su delicada oreja.
La rubia abrió sus ojos y pudo ver la sonrisa burlona moldeando sus labios, pero esta vez no le importó, Darien Chiba la había besado, y ahora estaba frente a ella, mirándola sólo a ella, sonriéndole sólo a ella.
"No estoy celosa" sonrió ampliamente y tomó su mano con timidez para seguir caminando juntos.
No estaba celosa, y esta vez, era cierto.