Esta historia es en su totalidad un fic.

La historia de Naruto no me pertenece (quisiera XD).

Le pertenece a Kishimoto Masashi-sama.

Si es que pueden, léanlo escuchando "A box" del grupo King's X. Descárguenla, en serio que vale la pena! )

Naruto se levantó como si fuera cualquier día, aunque en realidad las cosas distaban mucho de estar tranquilas… Sasuke llevaba bastante tiempo fuera de Konoha, y el tema "Akatsuki" estaba lejos de terminar. Naruto sabía que tarde o temprano, se iba a librar una batalla difícil, y que eso quería decir que su propia vida estaba en juego… Pero fuere como fuere, debía aprovechar la oportunidad de descansar. Tsunade les había dado unos días libres antes de partir de nuevo a investigar sobre Sasuke, y sobre qué tramaba Akatsuki. Sin embargo, Naruto no sabía que la sola idea de pensar en descansar iba a desencadenar los acontecimientos más peculiares que pudieran sucederle, y no tenían que ver con batallas, ninjutsu o kunais.

Naruto bajó de su casa, caminó un poco y se le antojó ir a sentarse en el columpio que estaba frente a la Academia, donde hace tiempo no se sentaba… iba reflexionar sobre la complicada situación, que le comprometían a él y a sus cercanos. Pero fue la voz de Hinata la que, al aparecer, lo sacó de su ensimismamiento

-Na… Naruto-kun – dijo Hinata, como siempre, sonrojada.

-Hola, Hinata. – respondió Naruto, sin muchas energías. Tenía la cabeza en otro lado.

-Tienes una cara un poco preocupada, Naruto-kun… ¿acaso te afecta algo?

-Es sólo que… pues, sólo pensaba en la situación en la que me encuentro. Hoy tenía ganas de reflexionar un poco, nada más, no te preocupes Hinata.

Hubo algunos momentos de silencio.

-Ya veo, Naruto-kun. Pues entonces, te dejo tranquilo para que reflexiones. Hasta luego.

-Nos vemos…

Hinata dudó un momento. Era el momento perfecto. Nada podía interrumpir. Naruto estaba desocupado, y quizás hasta podrían conversar. Hacía algún tiempo estaba "ahorrando" coraje para el momento oportuno… el momento de decírselo todo.

-Naruto-kun.

A Naruto le pareció raro oír a Hinata sin tartamudear, y con cierto grado de seguridad en su voz.

-¿Qué pasa, Hinata?

-Hay algo que tengo que decirte… y que desde hace mucho tiempo te he querido decir.

-¿Ah? ¿Qué cosa, Hinata?- preguntó Naruto, sin imaginarse nada.

A Hinata le empezó a latir el corazón, como si fuera el bombo de la batería de Mike Portnoy. Su respiración se aceleró, y empezó a sentir cosquillas en el vientre.

-¿Qué pasa? ¿Necesitas que te haga un favor, o algo así?- volvió a preguntar Naruto, inocentemente.

-Yo… es decir… tú me has gustado mucho desde que te conozco, Naruto-kun – dijo Hinata luego de un gran esfuerzo.

Naruto no dijo nada. Permaneció en silencio, y sus ojos no tenían expresión alguna.

-Siempre me has gustado, te he admirado, y la verdad es que lo único que quiero es queda….

-Por eso siempre te ponías roja, ¿no?

-¿Eh?

-Por eso te cohibías tanto cuando yo te hablaba, ¿no? Siempre. Incluso te desmayaste una vez. Por eso siempre te pones tan roja, ¿verdad?

Hinata se había quedado sin palabras.

-Ya me lo imaginaba. Quiero decir… ya me había dado cuenta – declaró Naruto.

Hinata perdió por completo el don del habla en esos instantes. Lo que Naruto le había confesado no estaba dentro de sus expectativas… Siguieron en silencio… Naruto no expresaba ninguna emoción a través de su rostro, por lo que Hinata sintió que se le derrumbaba el mundo. Hasta que, por fin, pudo articular unas palabras.

-Entonces, Naruto-kun… ¿tú ya sabí…?

-¡Puedes contar conmigo para lo que sea!- dijo Naruto de repente, con la amplia sonrisa que lo caracteriza.

-Naruto-kun…

-Tengo que irme. ¡Nos vemos, Hinata!

-No, ¡espera!…

Naruto desapareció tan rápido como pudo, y tratando de no pensar en lo que Hinata le había confesado. Definitivamente prefería no pensar al respecto.

Naruto llegó hasta la azotea de un edificio al cual no iba con frecuencia. Estuvo allí, sentado al borde del concreto, con las piernas colgando... meditó toda la mañana, y después no halló nada mejor que ir donde el viejo Ichiraku a servirse un poco de ramen. Al llegar al puesto, sólo vió a Ayame. No quiso preguntar por qué no estaba el viejo. Se limitó a pedir lo de siempre. Luego de varios tazones de ramen y de conversar un poco con Ayame, a Naruto se le subió un poco el ánimo. Luego salió a caminar por las calles de la Aldea... Iba pasando por la calle de la Academia, a sentarse en el columpio, como en la mañana, cuando la voz de Sakura se oyó, llamándolo desde atrás.

-¿Naruto?

-¿Sakura-chan?

Sakura venía con Neji, Tenten, Shikamaru, y Aoba (Aoba es el de lentes oscuros y ovalados que dijo "¿Es verdad que Itachi ha vuelto? ¿Y que viene tras Naruto?" en la habitación de Kakashi, cuando estaban los Jounins reunidos, y Sasuke, si no recuerdan XD). Cada uno venía cargado con libros, documentos y papeles.

-¿Por qué estás cargando papeles hoy, Sakura-chan? ¿No recuerdas que la vieja Tsunade nos dio unos días libres? – preguntó Naruto.

- Sí pero la verdad es que no tenía nada que hacer… estaba aburrida, y me encontré con Aoba-san, que me dijo que necesitaba ayuda para llevar los registros de las misiones de estos últimos 2 años a otro lugar, ya que están ocupando mucho espacio.

-Estos registros no se pueden perder… es problemático, pero hay que tenerlos bien guardados – dijo Shikamaru.

-Por cierto, Sakura – dijo de repente Aoba – Ya me están ayudando varias personas, así que si quieres puedes irte…

Sakura lo pensó un momento.

-Es verdad… debería descansar un poco. Me voy. ¡Hasta luego!-sentenció Sakura.

Y se alejó del grupo, en dirección a su casa.

-Me gustaría ayudarlos, así q… - empezó Naruto.

-No es necesario, Naruto. Ve y descansa tú también – recomendó Neji.

Naruto les sonrió a todos, y se marchó en dirección a la salida de la Aldea. Decidió que iba a quedarse toda la tarde en las afueras de Konoha, para ver el atardecer. Eso siempre le tranquilizaba.

Ya estaba atardeciendo. Naruto estaba sentado en una ladera. Estaba contemplando ese inefable color de los últimos rayos de luz, cuando se percató de una presencia. Miró maquinalmente hacia atrás… y se encontró con que Sakura venía bajando por la ladera.

-¿Naruto? ¿Qué haces aquí, y fuera de la Aldea? ¿Es que no recuerdas que es peligroso que estés sólo?

-Sakura-chan... descuida. Sé cuidarme bien.

-¿Por qué estás acá?

-Pues… quería pensar un poco, eso es todo.

Ambos se miraron unos segundos. Luego Sakura se sentó al lado de Naruto. Se quedaron mirando el horizonte en silencio.

-Dime, Naruto.

-¿Mh?

-¿Cuándo crees que acabe todo esto?

Naruto no sabía qué responder. Le costaba aceptarlo, pero él creía que faltaba mucho para que todo terminara.

-No lo sé… pero mientras tenga energías, voy a seguir hasta hacer que…

-¿Qué va a pasar si no lo conseguimos…?- interrumpió Sakura a Naruto.

Naruto se quedó callado. Sakura se dio cuenta de que había dicho algo sin pensar. Y luego de unos instantes :

-Es por eso que a veces fallamos – dijo Naruto de repente.- Porque sin quererlo también tenemos miedo de no lograr lo que queremos.

Lo que dijo Naruto conmovió a Sakura.

-La próxima vez… ¡Voy a intentar traer de vuelta a Sasuke como si mi vida dependiera de ello!

Sakura se alegró al ver la sonrisa y la mirada de siempre, de Naruto… Conversaron por un rato, hasta que hubo poca luz.

-Hey, Naruto.

-¿Qué pasa, Sakura-chan?

-Volvamos a la aldea… se hace tarde.

- Bien.

Ambos se encaminaron hacia a la Aldea. Una vez allá, Naruto quiso llevar a Sakura a comer unos tazones de ramen donde el viejo Ichiraku, pero la kunoichi prefirió declinar la invitación, pensando en las calorías. Y en el punto en que debían separarse…

-Bueno, nos vemos, Sakura-chan

-¡Naruto! Espera un momento.

-¿Qué sucede?

-¿No tienes nada que hacer ahora?

Naruto puso cara pensativa, y luego de unos instantes dijo :

-La verdad, nada. Sólo quiero ir a dormir.

-Oh, ya veo.

-¿Necesitas algo?

-Nada… sólo que quería seguir conversando contigo.

-Pues… yo también quiero, Sakura-chan, pero la verdad es que es tarde, y…

-Como quieras…

Sakura empezó a caminar en dirección a su casa, pero la voz de Naruto la detuvo.

-¡Espera, Sakura-chan! Está bien, conversemos un poco más… total, podría dormir mañana todo el día, si quisiera.

A Naruto se le pasaron algunos pensamientos locos por la cabeza. Claro, pocas veces sentía tanta fluidez estando con Sakura. Además, ella había tenido la iniciativa esta vez.

-¿Dónde quieres que sigamos conversando?- preguntó Naruto

-Tengo ganas de una taza de té… Podríamos ir a mi casa.

A Naruto le brillaron los ojos. ¡Sakura le estaba invitando a su casa!

-Nah, hay gente en mi casa hoy… mejor vayamos a la tuya – sugirió Sakura.

Naruto no podía creerlo. ¿Qué clase de fuerza cósmica estaban haciendo que ocurriera esto?

-A no ser que, haya gente en tu casa… - dijo Sakura.

A Naruto le dejaron de brillar los ojos. Ese comentario no era necesario. Es obvio que NADIE espera a Naruto en su casa.

-Claro que no hay nadie, Sakura-chan. ¿Cómo crees?

-Pues no lo sé… no sé si tienes invitado o invitada a alguien, y que te esté esperando en tu casa.

Naruto miró un poco raro a Sakura.

-Neh, sabes que nunca he tenido a nadie en casa – confesó Naruto

Sakura se sorprendió al oír eso… luego, empezaron a caminar hacia la casa de Naruto. Hasta que Sakura no se pudo aguantar las ganas de preguntarle…

-¿Qué quisiste decir con eso de que no has tenido a nadie, Naruto?- preguntó Sakura a Naruto, que al oír la pregunta se sintió un poco golpeado. Luego de pensar un poco…

-Ha costado que la gente me reconozca… y bueno, tú sabes, las chicas no se acercan al chico del Kyubi, ¿no?- respondió Naruto, sonriendo como siempre lo hacía.

Sakura pensó en lo triste que sería no disfrutar de los eventos típicos de la juventud… Luego de subir las escaleras de la residencial, llegan a la casa de Naruto.

-Disculpa si está un poco desordenado – se apresuró a decir Naruto, al abrir la puerta.

-Descuida, entiendo.

Los 2 entraron.

-¿Qué vas a querer, Sakura-chan?¿Será un té, o quizás algo de café con leche? También tengo un montón de galletas que me dio Chouji la otra vez… las cocinó él mis…

-Dame cualquier cosa, Naruto – interrumpió Sakura.

-¿Eh? Está bien.

Naruto fue a su pequeña cocina, sacó unos paquetes de un pequeño mueble y unos platos… Mientras, desde la salita, Sakura lo miraba. Era raro contemplar a Naruto, en una situación cotidiana. Lo veía tranquilo, sonriente… e incluso lo encontró un poco guapo. La verdad es que desde que se conocían había pasado por alto esa sonrisa traviesa que tenía Narutol, cuando era eso lo que más le gustaba de él. "¡Un momento!, ¿en qué estoy pensando?" pensó de repente Sakura. ¿Acaso estaba mirando a Naruto con otros ojos? No podía ser…

Naruto se inclinó para tomar un par de tazas de un pequeño mueble. Al agacharse…

-¿¡¡Pero qué demonios!!? ¿Desde cuando Naruto tiene un trasero tan, tan… ¡¡tan bueno!! – pensó Sakura, embobada al quedarse contemplando el más maravilloso culo que le había visto a un hombre.

Por su parte, Naruto estaba feliz. Estaba en su casa a solas con Sakura, y eso le hacía sentirse en el paraíso… Luego, se enderezó, giró en si mismo, y desde donde estaba, le pregunto a Sakura :

-¿Con cuántas de azúcar, Sakura-cha…

Sakura tenía los ojos con una expresión de asombro indescriptible… aún estaba atontada luego de verle la retaguardia a Naruto.

-Sakura-chan… ¿Te ocurre algo?

Sakura despertó.

-Eh… ¡No! Nada, sólo me acordé de algo.

-Mmm, ya veo… Te pregunté que con cuántas de azúcar te gusta…

-Una y media, por favor, Naruto.

Naruto volvió a girarse… puso a hervir agua, mientras tarareaba una canción que le gustaba… mientras Sakura se sintió un poco atormentada al descubrir que le empezaba a encontrar algo de atractivo a Naruto. Unos ojos azules y profundos, una sonrisa muy linda, la inocencia que irradiaba a veces… y un trasero de lujo! En este punto, Naruto simplemente estaba lejos de imaginar lo que le iba a ocurrir…

-Naruto.

-¿Mh?- masculló Naruto, desde la cocina.

El tono de voz de Sakura era suave. Naruto se sintió un poco emocionado, aunque aún no percibía nada.

-¿Puedes venir aquí conmigo un momento? – dijo Sakura.

Naruto no estaba pensando nada. Pero Sakura sí. Quizás era el momento de dar un buen regalo al chico que había hecho tanto por ella. Una buena recompensa.

¿Qué pasará???? ¿Ah?? Esta es la primera parte del fic de Naruto que dije que iba a hacer. Este es el 2do fic que hago, y el primero de Naruto. (Hice uno de Bleach, primero) así que espero que no sean duros con la crítica!! Por favor dejen reviews !!