Hola minna, solo quería presentarme, soy Ami, una escritora con poco talento y un gran problema de timidez, ammmm...quería presentar -por primera vez en todo el tiempo que llevo en Fanfiction- una de mis historias. Esta historia nació luego de llorar sin razón aparente. Ammmm, sin nada mas que agregar espero les guste la lectura. ah! por cierto conmigo va a estar un amigo en el que confió plenamente, ahora si, no los molesto mas.


Una canción de un piano triste

Dicen que el tiempo cura las heridas y borra el dolor…yo no lo creo así.

Para mí el tiempo es el paso de los días que ya están contados. El tiempo no borra el dolor de las heridas, solo lo oculta.

Siempre lo sentí pero no era capaz de admitirlo, yo tenía la esperanza de que él me correspondiera, pero creo que todo era mentira, me decía a mi misma que algún día él se fijaría en mí, que me diría que me amaba y nos juraríamos amor eterno, que yo acariciaría aquellos cabellos rosados y besaría esos labios delgados pero firmes, que siempre haría que aquellos hermosos ojos jade tuvieran una chispa de alegría más fuerte, pero yo sabía que todo eso era una cruel ilusión que jamás se volvería realidad, muy en el fondo yo sabía que él no me amaba pero estaba reacia a admitirlo y dejarlo ir. "Tonta, tonta, tonta". Era lo que decía mi mente pero yo no le prestaba atención ya que confiaba más en mi corazón que en mi mente. Fue un grave error.

Sentí como las lágrimas empezaban a rodar por mis mejillas y jadeos ahogados por mi mano salían de mi boca. "Tonta" fue la palabra que escuche en mi mente. Observe a la persona que amaba con toda mi alma, su piel ligeramente bronceada se veía un poco más oscura de lo normal a causa de las nubes que empezaban a formarse en el cielo, aquel cuerpo son el que tanto soñaba abrazaba a otro que no era el mío, su cabello rosa se movía ligeramente a causa del viento de una posible tormenta, y aquel par de ojos jade que siempre desee me miraran veían a unos totalmente distintos que eran de un azul tan profundo como el mismísimo mar, su cabello corto pero blanco como la nieve el igual que su piel y en sus mejillas se podía apreciar un gran tono rojo. "Idiota". Como no me di cuenta. Aquellas personas eran mi mejor amiga Lissana Strauss y mi amigo de la infancia Natsu Dragneel. ¿Cómo es que no me di cuenta de qué Natsu amaba a Lissana? "Ciega". Mientras mi mente procesaba todo lo que mis ojos veían Natsu se alejo un poco de Lissana y acuno su cara entre sus manos, susurro un pequeño "te amo" que logre alcanzar a escuchar para luego sellar su declaración con un beso.

" Ilusa " .

Esa fue la última palabra que resonó en mi mente, pero la que escuche más fuerte. Fue cuando por fin lo entendí. Natsu siempre amo a Lissana, pero yo jamás me di cuenta a causa de mi propio amor. Sentí algo romperse dentro de mí y como un sentimiento de vacio se apoderaba de mis sentidos. Grite sin darme cuenta, aquello era mi castigo por amar sin razón, me dolía, me dolía mucho el pecho como cuando te clavan un puñal hasta lo más profundo. Ellos voltearon a verme atónitos, y yo les devolví la mirada destrozada solo duro un minuto que pareció antes de que mis piernas se movieran para empezar a correr.

-¡Lucy!- escuche que grito Natsu, pero yo ya no podía aguantar más.

Corrí por todo el instituto Fairy hasta llegar al edificio de los alumnos de segundo año. Una vez adentro subí las escaleras a la carrera con las lágrimas nublándome la vista y el dolor destruyendo mi razón, ellos estaban juntos, ellos se amaban, y yo no me di cuenta, sentí un golpe contra algo duro y caí al suelo.

-¿Lucy?- aquella voz. Alce la cabeza y vi a Gray, mi mejor amigo, un casi hermano para mí.

Sus ojos grises estaban abiertos por la impresión y en sus manos tenía unos cuantos cuadernos, supuse que eran cuadernos para componer algunas canciones. Gray es músico y ama tocar la guitarra acústica, es un gran amigo y no podría pedir mejor persona para cuidarme y ayudarme cuando lo necesito, de repente recordé todo lo que habíamos pasado juntos Natsu y yo en conjunto con Gray, y no pude evitar que más lágrimas salieran, me puse de pie y seguí corriendo.

-¡Oi! ¡Lucy!- grito lo más fuerte que pudo, pero no le hice caso.

Llegue a mi aula, tome mis cosas y salí como llegue, mis piernas y pulmones clamaban un descanso, pero no quería detenerme porque sentía que si me detenía nunca iba a poder volver a moverme.

Unos minutos después ya me encontraba fuera del instituto y seguí corriendo tan rápido como mis fuerzas lo permitían, la lágrimas no me daban una buena visión y de un momento a otro una fuerte lluvia empezó a caer, cosa que no mejoraba mi visibilidad y hacia que me cayera, pero no me importo porque igual me levantaba ya que no estaba pensando en lo que hacía.

"Te amo" fueron las palabras que le susurro Natsu a Lissana antes de besarla, ¿por qué? ¿Por qué fui tan estúpida? ¿Acaso había hecho algo malo y este era mi castigo? ¿O era que yo no merecía amar a alguien?

Con todas esas dudas en mi cabeza choque sin querer con alguien y caí de espaldas al duro y frio suelo, cerré los ojos por el impacto y después de un momento los volví a abrir y vi como las gotas de lluvia caían sobre mi cara, creo haber esbozado una mínima sonrisa, era irónico como las cosas en las que creía se destruyeron con unas simples palabras, imágenes de todo el tiempo que pase con Natsu me azotaron como un látigo en llamas y luego llego la imagen de lo ocurrido hace apenas unos momentos y no pude más, solo quería morir, nunca más vivir o siquiera ser feliz, quería desaparecer.

-¿Lucy?- esa voz…seria, fría y distante, pero a la vez amable y atenta, en ese momento tenía un toque de sorpresa en ella.

Me incorpore rápidamente –solo me senté- y aprecie a la persona que estaba frente a mí, un chico alto aproximadamente 1.78, cabello azabache, de piel blanquecina, rondaba los 18 o 19 años, lo que más te impactaba de su apariencia eran sus ojos, negros como el carbón, parecían dos agujeros que te llevarían a los confines del mundo o al mismísimo inferno. Aquel par de ojos me miraban directamente serios, pero con un punto de preocupación distante. El es Zeref mi vecino.

-¿Lucy? ¿Qué ocurrió, qué te paso?- pregunto sin dejar de mirarme

Al observarlo no resistí el impulso de abrazarlo. Me miro muy sorprendido y dudoso si corresponder o no, pero al final las dudas se disiparon y correspondió aquel amigable gesto.

-Ze…Ze-ref- dije con voz entrecortada. Ya no podía soportar más todo esto, necesitaba alguien con quien hablar y ese era Zeref.

Continuará


Bueno eso es todo por ahora, si les gusto la historia y desean que la continué, por favor déjenme un Review o si quieren hacer algún aporte a la forma en que escribo, para mejorarlo déjenlo igual, estaría muy agradecida con sus aportes...lamentandolo mucho, mi amigo no esta ahora pero se que estaría muy agradecido por que ustedes se tomen la molestia de leer esta historia...ah! una cosa más, si quieren añadirle más sentimiento a la historia, les recomiendo que busquen en Youtube Una canción de piano triste, esa canción y pensamientos dolorosos fueron los que hicieron posible esta historia.

Bueno, hasta otra oportunidad n_n/

Nagisa AMI