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Capítulo 1

A Primera Vista

- POV Sakura -

Era una linda mañana de verano en la agitada ciudad de Tomoeda, el sol se asomaba por la ventana de la habitación de una linda joven de cabello castaño, ojos verdes y mirada dulce. Ella yacía en su cama, abrazada a su peluche de felpa favorito, un pequeño oso blanco al cual llamaba Yue y había sido un regalo de su madre, ella estaba completamente dormida pero en unos minutos tendría que levantarse para comenzar a arreglarse para ir a su primer día de trabajo.

Su nombre era Sakura y tenía 19 años, era estudiante de Arqueología pero en el verano solía trabajar para ganar algo de dinero y ayudarle a su padre con los gastos de la casa y en uno que otro capricho. El señor Kinomoto, su padre, era arqueólogo y profesor en la Universidad de Tomoeda, pero en estos momentos él estaba fuera en una excavación. Su madre, Nadeshiko, había fallecido cuando ella aún era pequeña, por eso aquel peluche era su preferido y de los pocos recuerdos que conservaba. También tenía un hermano mayor, Touya, él era médico en uno de los más reconocidos hospitales de la ciudad y muy popular entre las mujeres.

- 8:05 am -

Su despertador empezó a sonar...y sonar...y sonar...

- 8:12 am -

Sakura seguía dormida y el despertador seguía sonando. Si no se apresuraba, llegaría tarde al trabajo ya que su hora de entrada era a las 9. Su pequeño gordo gato de nombre kero comenzó a tratar de despertarla pero se rindió rápidamente al no poder hacer nada al respecto y se quedó dormido junto con ella.

- 8:20 am -

El sonido del despertador por fin despertó a la ojiverde.

-aaah!- gritó la joven levantándose de golpe de su cama- ya es tarde!

Rápidamente se cambió de ropa y bajó por algo de desayunar para volver a subir a cepillarse los dientes y luego salió de su casa en busca de su bicicleta.

Las calles estaban muy transitadas y en especial a esas horas y en esas fechas, en el camino pasaba delante de la que una vez fue su escuela, la primaria de Tomoeda y a lado de ésta la preparatoria, gratos recuerdos venían de esos lugares, ahí fue donde conoció a sus dos mejores amigos: Eriol y Tomoyo. Estuvieron juntos hasta la preparatoria y aunque ya no estudiaban juntos, seguían frecuentándose de forma constante.

Había solicitado empleo en varios lugares como oficinista, intentó igual en tiendas de ropa, pero al no conseguirlo se fue a lo grande y sorprendentemente logró. Hoy era su primer día de trabajo como asistente en una de las más grandes y reconocidas empresas de moda, la revista Clow. Tomoyo había resultado tener grandes dotes artísticas, por lo que estudiaba diseño de modas y ella tenía contactos en ese lugar, los cuales ocupó para ayudarle a su amiga a conseguir el empleo, debido a que la ojiverde era un poco...despistada.

-buenas tardes- preguntó Sakura a la recepcionista del edificio- busco a Kaho Mizuki

-en el séptimo piso, la tercera puerta de la izquierda...-contestó la encargada de informes sin siquiera voltearla ver

-gracias- dijo la ojiverde y a continuación obedeció las indicaciones, tomó las escaleras (por alguna razón le daba miedo subirse a los elevadores) y cuando salió observó un largo pasillo lleno de gente en el, caminó hasta llegar a la puerta de una oficina

Sakura tragó saliva y cuando estaba a punto de tocar la puerta ésta se abrió sorprendiéndola.

-Meiling!- gritó la mujer que había abierto la puerta -...¿tú quien eres?- le dijo cambiando su expresión al notarla ahí enfrente de ella

Era una mujer de unos 35 años, elegante, delgada y de gran porte, de cabello castaño, lacio y largo, llevaba ropa de diseñadores reconocidos y eso hasta Sakura lo pudo notar. Había algo en ella que te hacía sentir inferior e inclusive intimidado...

-y..yo...- trataba de decir la pobre ojiverde entre balbuceos

-¿si?...- dijo la mujer torciendo la boca, se notaba que no era nada paciente

-discúlpeme Kaho- dijo una tercera interviniendo- aquí están los diseños de la nueva colección

Kaho Mizuki estiró levemente el brazo para tomar los folders que la recién llegada le entregaba, para después barrer con la mirada a Sakura y luego adentrarse nuevamente a su oficina.

Sakura se quedó estática, no sabía que decir y lo único que se le ocurrió fue echarse a correr, pero las piernas no le respondían.

-¿tú eres Kinomoto?- preguntó la chica.

Tenía el cabello negro y largo hasta la cintura, tez blanca, figura esbelta y ojos marrones. Parecía estricta y también que no había tenido vacaciones en un buen rato.

-sí..soy yo- dijo con un poco de timidez en sus palabras

-llegas tarde- le dijo en tono de reproche- sígueme!

Sakura al fin dio un respiro y la siguió. Rodearon la oficina de Kaho y llegaron a lo que parecía ser una amplia recepción, en ella había dos escritorios, uno de Meiling y el otro para Sakura.

-bien esto es lo que hacemos- dijo la pelinegra soltando dos inmensos paquetes con cosas para hacer- nosotros somos la revista de más prestigio en el ámbito de la moda, todos los que trabajamos aquí; vivimos, respiramos, comemos moda- la pelinegra se le quedó viendo a Sakura, barriéndola de arriba hacia abajo- pero no te preocupes trataremos de esconderte para que nadie te vea...- le dijo con desprecio y luego continuó -nuestra revista es leída en todo Japón e incluso en algunos países de Europa y Asia, nosotros imponemos tendencias, decimos lo que está de moda y lo que no...

La ojiverde comenzó a ignorar a la muchacha que tenía enfrente y comenzó a divagar ¿a caso se veía tan mal? la castaña llevaba un pantalón de vestir de color blanco y una blusa color turquesa, sencillo y cómodo pero al parecer no lo suficiente para el trabajo.

-...- la ojiverde se había aburrido de aquel largo discurso, por lo que al verse perdida en la "conversación" decidió cambiar el tema- ¿para qué son estos paquetes?

-oh! estos son documentos muy importantes- dijo Meiling viéndola nuevamente con inferioridad- tú te encargaras de acomodarlos por fecha, nombre y tamaño

-¿tamaño?- preguntó Sakura extrañada

-tú sólo haz lo que te diga- ordenó por último la chica- ya que cualquier error tuyo es mi responsabilidad

Meiling comenzó a alejarse pero recordó algo que era mejor mencionarle a la nueva asistente.

-ah por cierto...a partir de la semana que viene Kaho no va a estar aquí, así que sus hijos guapísimos estarán a cargo de todo

Sakura iba a agregar algo pero Meiling la interrumpió

-te lo advierto...no te acerques a ninguno de los dos!- le amenazó y luego salió de la oficina, dejando a la castaña sola con los paquetes de trabajo...

-"será un largo día"- dijo para sí misma

- POV Shaoran -

El despertador acababa de sonar en el departamento de un joven de unos 20 años, sin embargo no fue necesario, ya que el residente de aquel lujoso lugar se encontraba ya despierto y con una terrible jaqueca. Shaoran, un joven de cabello y ojos color marrón, se encontraba observando la maravillosa vista que tenía de la ciudad desde su pent-house. Hace pocas horas acababa de llegar de su natal China, el viaje había sido muy largo, pero eso no era la justificación de su dolor de cabeza. Al ser el primogénito de la familia Lee, era su deber atender los asuntos familiares ante todo, ya que él sería el heredero de ese gran imperio.

Desde chico su padre se encargó de su educación y al morir éste, su madre fue la encargada de que viera por la empresa y los negocios familiares, lástima que él no pensara lo mismo. Shaoran Lee era conocido por su rebeldía, sus fiestas y por su gran habilidad en la cama. Un sin número de mujeres habían pasado por él, pero se aseguraba de que nunca una mujer pasara dos veces. Se la pasaba en fiestas, tomando alcohol, fumando y sus amigos más cercanos sospechaban que a veces ingería substancias...ilegales. Aunque claro, el estar envuelto en esa clase de mundo, a pocas personas se les podía llamar amigos y Shaoran no se salvaba. Su inseparable se llamaba Takashi Yamazaki había sido su mejor amigo desde la infancia...y el único, él lo acompañaba a todas las fiestas y lugares de reunión a los que asistía, por lo que también conocía toda la vida íntima de su amigo.

Su madre le había obligado a ir a Japón para hacerse cargo de sus responsabilidades, pero como siempre, él tenía otros planes.

-Yamazaki- dijo por teléfono- ¿qué haremos hoy?

-¿no tenías que ir a ver a tu madre?- preguntó su amigo un poco somnoliento

-no es tan urgente verla- respondió sin darle importancia a su deber...como siempre.

- POV Sakura -

Ese mismo día en la noche...

-Sakura!- le llamaron sus dos mejores amigos que se encontraban ya dentro del café. Estaban en una de las mesas que daban hacía la ventana, Sakura entró al lugar y se dirigió a la mesa

-Tomoyo..Eriol- les saludo algo cansada- ¿cómo están?

-nosotros muy bien...pero al parecer tú no..- le comentó Eriol fijándose en el estado de ánimo de su amiga

-pues...- trataba de buscar palabras para describir su día...

-¿tan malo fue tu primer día de trabajo?- preguntó Tomoyo

-pesado...irritante...sí estuvo pésimo- concluyó Sakura colocando su frente sobre sus manos- no sé cómo aguantas ese ambiente Tomoyo

-bueno...siempre eh tenido que lidiar con ese tipo de gente...ya saben..por mamá- respondió tratándole de no darle tanta importancia al asunto.

-claro! ser la hija de la empresaria más exitosa de todo Japón no debe de ser fácil eh!- agregó el chico en tono sarcástico- tienes guardaespaldas, casa propia...

-¿y tú qué?- agregó en defensa propia- tú eres el hijo del más prestigiado director de cine de todo Japón

-cállate Tomoyo!- reclamó Eriol- recuerdas eso de...¿no llamar la atención?

-pues te lo ganaste- le dijo sacándole la lengua

-ahora no chicos..- Sakura seguía con la frente sobre sus palmas...tratando de despejarse. La verdad a veces se preguntaba como ellos dos podían ser sus mejores amigos, después de todo venían de mundos diferentes...además que ellos dos eran algo diferentes cómo para tener una relación amorosa, pero eran felices y ella lo era por ellos...a veces.

-lo siento Sakura- dijeron al unísono al caer en cuenta de su comportamiento infantil

-¿y qué harás?- preguntó Tomoyo

-¿renunciaras?- dijo Eriol

-...- Sakura lo pensó un momento- no... necesito este trabajo

-esa es mi amiga!- Dijo Tomoyo exaltada- demuéstrales a esas anoréxicas que tú eres mejor!

-ay Tomoyo!- dijo con una gotita en la nuca

-esto será divertido- comentó Eriol con una sonrisa traviesa y abrazando a su novia

-Eriol!- le regañó la pelinegra- aquí no... recuerda... discreción

-mmmm ¬¬- el chico de gafas retiró de mala gana su brazo de la cintura de Tomoyo

La semana transcurrió lo más normal posible o al menos con eso la ojiverde trataba de darse ánimos. Estaba aprendiendo bastante rápido, aunque a decir verdad, Meiling no la dejaba hacer mucho o lo que hacía siempre le robaba el reconocimiento. Sakura se estaba cansando de su actitud pero sólo la tendría que soportar por unos meses, mientras regresaba a la escuela.

Al fin era domingo, día de descanso que muy bien merecido lo tenía Sakura, quien se la pasó casi toda la mañana durmiendo y no se levantó hasta pasado el medio día. Su hermano llamó y le avisó que iba a ir a la casa a comer, cosa que a la castaña le alegró mucho, generalmente se la pasaban peleando pero ella sabía que esa era la forma que tenía su hermano para demostrar que la quería, además que siempre que iba a la casa él muchacho llevaba a su mejor amigo, Yukito Tsukishiro ^^ y amor platónico de Sakura.

La noticia de que iba a ir a la casa Yukito le alegró el día y conociendo su buen apetito, preparó una deliciosa comida. Yukito y Touya llegaron en unas horas a la casa, estuvieron platicando (Sakura no mencionó lo agotador e irritante que era su trabajo) y comiendo hasta el anochecer, pasaron ahí la noche. Touya se quedó en la habitación de su papá, Yukito en la de Touya y Sakura en la suya xD con Kero. A pesar de que Sakura estaba enamorada del platinado nunca hizo nada por conquistarlo, pues él sólo la veía como una hermana... Con el tiempo ella aprendió a aceptarlo pero no podía negar seguía sintiendo cierta atracción por él, en fin mañana sería otro día...

El sábado Kaho Misuki tomó un vuelo hacia Italia, lugar donde pasaría aproximadamente un poco más de un mes. Todo ese tiempo serían como unas vacaciones, sin presión, sin reclamos, regaños y humillaciones para la ojiverde, pero Sakura no recordaba un pequeño detalle...

-Meiling!- gritó una joven, de manera emocionada, que nunca antes había visto Sakura (aunque no contaba mucho puesto que apenas llevaba una semana xD) era alta, esbelta de cabello rubio y al igual que muchas en ese lugar, sin todo ese maquillaje no la reconocerías.

-Ayane!- respondió de igual manera la aludida- ¿cómo has estado amiga?

-de maravilla- contestó sin prestarle atención a la ojiverde- ¿verdad Souta?

-sí querida- contestó su acompañante con poca importancia y con el celular en la mano y pegado a la oreja. Lucía algo frío y aparentaba ser más grande de lo que era. Sakura le calculó unos 24...25 años pero se sorprendió cuando descubrió que tenía la misma edad que ella.

-¿quién es ella?- preguntó la rubia a Meiling

-oh! ella...- dijo al notar que se refería a Sakura- mi reemplazo...nadie importante

-Meiling necesito que me des los informes que te pidió mi madre la semana pasada- pidió el joven mientras terminaba de acomodar unos papeles en una carpeta

-enseguida- la pelinegra se levantó de su lugar y fue hacía el escritorio de Sakura

-dámelos- ordenó tajantemente, sin embargo la castaña no sabía a qué se refería

-mande..?- trataba de recordar algo sobre unos informes...pero nada

-los archivos que te di la semana pasada- explicó de manera agresiva- estaban en los paquetes

-ah ya!- Sakura se inclinó hacía una de las cajoneras de su escritorio, lo abrió y sacó el paquete más reciente- toma

Meiling no le dijo nada y simplemente se alejo corriendo hasta la pareja y luego de que ellos dos se metieran a la oficina ella regresó a su lugar.

-¿ellos son sus hijos?- preguntó Sakura sin pensar

-no- Meiling por alguna razón hacía de menos a Sakura...tal vez era por el ambiente en el que se encontraba pero eso ya la estaba cansando

-él es Souta, el hijo menor de Misuki- explicó Meiling con la esperanza de que no preguntará más- y la señorita Ayane es su novia

-¿hijo menor?...- dijo confundida Sakura- ¿no se supone que el hijo mayor de Yuna debería de encargarse de todo esto?

Meiling (irritada): eso no te importa

-"pero que humor"- se dijo a sí misma Sakura y luego continuó con su trabajo

- POV Shaoran -

Había pasado más de una semana desde su llegada a Tomoeda y solamente una vez fue a presentarse ante su madre, la cual le regañó por su estúpido comportamiento y su falta de madurez, siempre le decía lo mismo cada que se veían y él parecía nunca entender. Su madre ya no estaba en Tomoeda, hace unos días se había ido de viaje y como siempre, el joven de ojos color chocolate no tenía ni idea de lo que hacia ella. Los demás días Shaoran junto con Yamazaki se la había pasado de fiesta en fiesta y de cama en cama. En verdad, esa era la historia de todos los días, a veces se preguntaba cómo era que soportaba llevar ese estilo de vida, pero luego regresaba a la idea de querer vivir la vida intensamente.

A pesar de su comportamiento, él estaba consciente de que algún día tendría que dejar esa vida y aceptar sus responsabilidades, dejar las fiestas para encerrarse en una oficina, cambiar a los amigos por socios y a las mujeres por una...esposa. Eso era lo que su madre esperaba, pero de todo lo anterior, lo único que seguía sin aceptar era que su madre lo obligará a contraer matrimonio. En fin, por eso no tendría que preocuparse en estos momentos…. Según él.

- POV Sakura -

La semana pasó de lo más normal que pudo haber pasado, Ayame, Souta y Meiling se encargaron de la mayoría de los asuntos, mientras que a Sakura le tocaba ordenar expedientes...atender el teléfono...ir por el café...hacer citas y cosas simples. No sabía porque, pero aún el hijo mayor de Mizuki seguía sin aparecerse por la oficina, no sabía su nombre ni nada de él, pero sentía cierta curiosidad en saber porque Meiling le había "prohibido" acercársele.

Por fin era sábado, hoy saldría temprano y de ahí no volvería hasta el lunes. Sakura se fue a dormir un poco a su casa, no tenía mucho que se había acostado, cuando el teléfono sonó. Tomoyo le había hablado para invitarla a salir esa noche a bailar, claro que iría con Eriol por lo que tendría que buscar un acompañante o terminaría haciendo mal tercio ¬¬. La ojiverde hacia tiempo que no salía con alguien, su última relación no acabó nada bien y desde entonces se limitaba a salir con sus amigos solamente.

Sakura le dio mil vueltas a su cabeza pensando en quien podría acompañarle, marcó varios números pero nada...sus amigos o ya tenían planes o estaban ocupados esa noche, eso significaba una sola cosa, esa noche sería incomoda. Se había dado ya por vencida cuando lo recordó; en uno de sus encargos, Sakura conoció a un chico llamado Yuma Kisho, era atractivo, inteligente y divertido, él le había ayudado a levantar las bolsas que se le desbordaron por todo el lobby del edificio y además le ayudó a llevarlas hasta la oficina. Gran sorpresa se llevó Meiling al verla entrar con nada menos que con uno de los diseñadores más famosos de Tokio y tal vez también de todo Japón. La pobre de Sakura no se había dado cuenta de quién era, puesto que aún no se familiarizaba con el mundo de la moda.

Habían intercambiado teléfonos pero hasta ese día no se habían marcado, tal vez no era buena idea que le hablara...pero tampoco quería ir sola. Después de meditarlo un rato se decidió por llamarlo, pero como era de suponerse, él ya tenía planes, así que Sakura tendría que aguantarse la noche haciendo mal tercio. Eso era algo que tanto a Eriol como a Tomoyo no les importaba pero a veces la ojiverde se sentía sola y esa era la razón por la cual a la castaña no le gustaba salir solamente con ellos dos.

Sakura se encontraba desanimada en su habitación cuando una llamada la sacó de sus pensamientos...

Ring Ring!

-habla Kinomoto- dijo respondiendo su celular

-¿Sakura?- dijo una voz femenina al otro lado -¿eres tú?

-sí...pero ¿quién habla?- la castaña no tenía idea de con quien estaba hablando

-soy Sasaki ¿si te acuerdas de mi verdad?

-Sasaki...¿Rika Sasaki?- la ojiverde la recordaba muy bien, habían sido compañeras en la primaria y secundaria pero al entrar a la preparatoria ella tuvo que mudarse a otro país- qué alegría!

-jaja ay Sakura no has cambiado nada- dijo Rika

-¿y cómo has estado?- preguntó la ojiverde tratando de saber sobre lo que había hecho últimamente

-mmmm... sabes...acabo de regresar a Tomoeda...y quería ver rostros conocidos...¿tienes planes para esta noche?

Esa pregunta le cayó como anillo al dedo e hizo que ignorará que Rika no le había respondido.

La noche había pasado y vaya que qué noche pasaron. Rika llegó a casa de Sakura con nada menos que con otra amiga de la secundaria, Naoko Yanasigawa, Sakura tenía entendido que ella había sido aceptada en una de las mejores universidades del país, desde entonces no había sabido nada de ella pero de igual forma le dio mucha alegría haberlas visto de nuevo.

Las chicas justo terminaron de arreglarse cuando Eriol y Tomoyo habían llegado por ellas, se subieron a la camioneta del pelinegro (Eriol y Tomoyo se sorprendieron al ver a Rika y a Naoko) y de ahí se fueron al mejor lugar para bailar de la ciudad. En el camino hablaron sobre lo que habían hecho los últimos años y el motivo de su regreso. Naoko había regresado por vacaciones y al parecer Rika quería alejarse de su vida, no dio muchos detalles sólo que ahora rentaba un pequeño departamento en el centro de la ciudad y que buscaría un trabajo.

Llegaron al lugar y gracias a las influencias de Eriol y Tomoyo, los amigos pasaron de forma inmediata. El lugar estaba lleno y había un gran ambiente en el lugar. Tomaron una mesa cerca de la pista de baile, pidieron una botella y comenzaron a divertirse. Tomoyo no tomó ni un trago, Eriol tiene una gran capacidad para soportar el alcohol, por lo que él estuvo bastante bien a comparación de sus amigas. Naoko, aunque se veía bastante seria, ya comenzaba a ver borroso y a perder el equilibrio. En cambio, Rika y Sakura eran la pura diversión, las dos bailaban sin parar, Kinomoto no había bebido mucho pero Rika...sí.

En uno de los tantos momentos de lucidez que tuvo, Sakura le pareció sentir una mirada desde el lado opuesto del lugar, sin embargo, no le dio mucha importancia al asunto y siguió divirtiéndose con sus amigos. Ella y Rika se dedicaron a bailar y bailar sin parar toda la noche, pero todo tiene un fin y éste llegó cuando a Rika se le acabó la energía y comenzó a llorar sin ningún explicación...o al menos para sus amigos. Todos se preocuparon por ella, pero al parecer ella no iba a hablar del asunto y ese fue el final de aquella divertida salida.

Lunes en la oficina

Sakura se encontraba enfrente del computador, trabajando cómo siempre ^^, ya faltaba poco para que terminara el día y pronto volvería a su casa para descansar un rato. Ayane no se había presentado en todo el día, por lo que Meiling no tuvo con quien chismear y mucho menos viborear y eso a la ojiverde le agradó bastante por un lado, lo malo es que Meiling estaba más mandona y amargada de lo normal.

A pesar de estar ocupada haciendo sus labores, no pudo sacarse de su mente la imagen de su amiga llorando y lo peor era que no podía hacer nada porque ni siquiera sabía que era lo que tenía. Tanto ella como Tomoyo, optaron por esperar a que su amiga se abriera por si sola y evitarían presionarla.

El día de hoy no había podido hablarle a su amiga, ya que Meiling no se levantaba de su asiento, tal parece que Souta estaba muy ocupado dentro de la oficina, porque casi no lo había visto el día de hoy. Quien sabe...eso realmente era algo que a Sakura no le importaba. El tiempo siguió corriendo y la ojiverde tuvo que salir del lugar a buscar unas cosas de último momento para la presentación del día de hoy de la nueva colección.

-Meiling vuelvo en un rato- le dijo sin recibir respuesta

Sakura siguió por el gran corredor hasta llegar al elevador, seguía sin agradarle los ascensores pero tenía algo de prisa, así que no le quedó de otra y entró. Dentro había un joven alto de cabello castaño, al cual no le prestó mucha atención, pero no podía negar que era bastante atractivo. A primera visita pudo notar que aquel sujeto estaba de malas...o...tal vez así era su carácter.

-cómo tarda- dijo el joven en voz alta y no precisamente para Sakura...

La ojiverde no le prestó atención y durante los pisos restantes hubo demasiado silencio. Nadie más se había subido y por alguna razón aquel joven no se había bajado aún, quien sabe desde que piso se habrá subido y se acercaban cada vez más a la planta principal, además...Sakura comenzó a tener una rara sensación, cómo si alguien la observara...pero las veces que pudo echarle un vistazo, el sujeto parecía ignorarla.

Llegaron al fin al primer piso, ella salió del elevador pero el extraño de ojos chocolate se quedó en él. Por un momento ella creyó sentir su mirada seguirla o tal vez era su imaginación. Trató de olvidarlo y salió corriendo del edificio en busca de los encargos de último momento.

Aquel joven salió después de la ojiverde (mucho después de ella), se quedó fuera del ascensor, completamente inmóvil. Sus manos temblaban levemente, eso jamás le había sucedido y todo había comenzado cuando aquella muchacha de ojos verdes entró al elevador. En el momento en el que ella había entrado, el recorrido le pareció una eternidad. Esa chica era especial, tenía algo diferente a todas las mujeres con que había salido antes. Además, en todos los años que llevaba en esa empresa, jamás la había visto, aunque claro acababa de regresar de un largo viaje por lo que se imaginaba que muchas cosas habían cambiado.

-woow- dijo casi en susurro y una diminuta sonrisa apareció en su rostro

La ojiverde, seguía tratando de no darle importancia a aquel joven, sólo que algo en él lo hacía imposible. Siguió caminando y a unos metros del edificio, alguien llamó su atención.

-Sakura!- le gritó alegremente un joven muy apuesto ^^

-Yuma!- contestó de igual forma acercándosele

-qué alegría verte, hace mucho que no sabía de ti-

-de hecho no tiene tanto jejeje- dijo Sakura con una gotita en la nuca, recordando que el Sábado habían hablado por teléfono.

-sí, tal vez tengas razón...sabes...me preguntaba si tendrías algo que hacer el viernes en la noche-

-pues...no en realidad no tengo nada para ese día ^^- le dijo finalmente

-perfecto! veo que tienes algo de prisa, así que te hablo en la semana- se despidió de ella con un beso en la mejilla y se alejó de ahí

-bueno… será mejor que corra- dijo la ojiverde al notar que se le estaba haciendo tarde