Cuando escuche su llanto, me di cuenta que era real. Cuando lo vi entre mis brazos supe que todo valió la pena. Cada pelea, cada sacrificio, cada lagrima, cada piedra que se apareció en nuestro en mi camino. Al ver sus pequeños ojitos mirándome y sentir su manita me di cuenta de que nuestro amor solo va a seguir creciendo. Esta pequeña criaturita solo es muestra de ello. Mi corazón, siento que va a explotar con tanto amor. Una vez pensé que jamás podría amar tanto y luego que nunca llegaría amar a alguien tanto como a él. Estaba equivocada. Mi pequeño, me ha demostrado que mi corazón puede amar aun más. Me siento tan orgullosa. Siento que mi vida ya no puede ser más perfecta. Tengo el esposo ideal y ahora un precioso hijo. No puedo pedir más. Sentí una lagrima caer por mi mejilla, una lagrima de felicidad y al instante una mano suave la seco. "Te amo" me dijo. Me giro a verlo y veo sus ojos mirándome con todo el amor que siempre ha tenido por mí. El mira a nuestro pequeño y veo pura adoración en su rostro. "¿Lo quieres cargar?". El me mira con ilusión y le paso a nuestro hijo. Nuestro hijo. Su refleja tanta emoción y nuestro pequeño sonríe, cuando su papa lo toma, sonríe. Es tan hermoso. El deja caer una lágrima por su mejilla y yo paso una mano por esta. "Te amo Edward". El me mira, con tantas emociones en sus ojos pero la más dominante era amor y felicidad. Puro amor. Todo el exudaba felicidad y orgullo. Con la sonrisa que adoro tanto me dice "Te amo Bella" y me dio un beso. Me paso a nuestro pequeño. "Anthony Masen, ese será tu nombre. ¿Qué piensas Edward?" "Creo que es perfecto". Nos quedamos mirando a nuestro Anthony que tiene los ojos verdes igual a los de su padre y mi cabello. Nuestra nueva aventura. Nuestro nuevo comienzo.
