¡Hola!
Es el primer fic que escribo desde esta perspectiva y no tengo idea de como me quedó.
Pero espero les guste.
Feliz año nuevo.
A.B.
Disclaimer: Me deprimo porque el universo de Harry Potter no me pertenece
Insomnio
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Miré furtivamente el reloj que estaba cerca de donde me encontraba y suspiré. Eran 11:45 y no tenía una pizca de sueño. Subí mis pies al sillón, con la esperanza de poder dormir, pero era inútil.
Desde hacía una semana padecía insomnio y sabía muy bien la razón.
Oliver Wood.
Golpeé la almohada que estaba en mi regazo con un ligero sentimiento de tristeza, la chimenea que estaba frente a mí producía un calor agradable y reconfortante, pero no podía arrullarme como siempre porque faltaba el que me rodeara con sus brazos, tan fuertes gracias a su puesto como guardián.
Sacudí la cabeza cuando mi mente recordó sus ojos, tan negros, tan profundos, pensar en él hacía que la falta de sueño aumentara, la semana había pasado de una forma lenta y espantosa, ni siquiera el reunirme con Leanne ayudaba mucho. Siempre terminaba pensando en él. A veces me mandaba una carta y, si había tiempo, llegábamos a conversar por medio de la red flu, solamente podía ver su cabeza por veinte minutos, no el cuerpo entero ya que Oliver no podía darse el lujo de perder mucho tiempo en eso. Estaba entrenando para el partido más importante de su carrera. El mundial. Sabía que eso significaba un enorme sacrificio por parte de los dos y que el martirio duraría un poco más.
Evité suspirar de nuevo y froté mi barriga brevemente. No olvidaba que en ese momento tenía aproximadamente cuatro meses de embarazo y que por eso me había retirado de jugar quidditch, para dedicarme a algo menos peligroso, según Oliver: ser una perfecta señora del hogar Wood.
Gruñí y me estiré un poco, sabía que las noches en vela no eran buenas para el bebé, pero no podía evitarlo.
–Papá estará de vuelta muy pronto, ¿sabes? Yo también lo extraño –murmuré, cuando quería dormir hacía eso, le empezaba a hablar para relajarnos y poder descansar. Había parloteado por mucho tiempo acerca de los precios de la comida, el quidditch e incluso sobre los vecinos, pero hoy no estaba de ánimos–. Cuando seas grande creo que me preguntarás como nos conocimos. Y te reirás con nuestra historia, estoy segura de ello. Fue algo muy absurdo –reí un poco y me aclaré la garganta, feliz, contarle la historia de mi vida sería un buen remedio contra el insomnio y la soledad, por suerte el sillón en el que estaba era muy cómodo, no tenía ganas de irme a mi cuarto, en una cama que era demasiado grande sin él a mi lado.
Carraspeé un poco y sonreí antes de empezar. Definitivamente esta no sería una noche tan mala.
Gracias por leer.
Dudas, quejas, críticas, tomatazos... review.
Algo que espero sea corto.
Los quiero.
Un beso
Arya Bromsson
