Disclaimer: Naruto no me pertenece, todo es de Kishimoto-sensei.
Título: El legado de Jiraiya.
Capítulo único:
Era un día caluroso en Konoha.
Como todos los días, se podía escuchar a los niños jugando en el parque, y al Hokage pasear por las calles de la aldea.
Kakashi siempre escapaba del trabajo.
Como era costumbre, se sentó en el parque para contemplar a los niños jugar. Sonrío. Los tiempos de paz eran agradables.
Vio como Bolt y Himawari se adentraban al parque a jugar, o al menos eso creyó.
Bolt corrió hacia sus amigos, pero Himawari se limitó a sacar un pequeño libro de su bolso- regalo de su tía Ino en la navidad pasada- y sentarse bajo la sombra de un árbol. Kakashi se extrañó, lo usual era ver a la peliazul correr tras Bolt y jugar con él y los amigos de este.
Con curiosidad, el Hokage se acercó a la pequeña hija de su alumno rubio.
-Hola, Hima-chan - Kakashi se sentó al lado de la Uzumaki para poder estar a la altura de la niña .
-Kakashi-san, hola - Himawari apartó la vista del libro para poder dedicarle una cálida sonrisa al Hokage.
-"La misma de Naruto" - pensó Kakashi mientras esbozaba una pequeña sonrisa bajo su máscara- ¿Qué es lo que estás leyendo?- preguntó apuntando el libro que la peliazul tenía entre sus manos.
-Oh, se llama "Dokonjo Ninden", lo escribió Jiraiya-san. Papi dice que su nombre es un valioso recuerdo de él.
-Ya veo, ¿y qué te ha parecido hasta ahora el libro?
-Me encanta- Himawari sonrío emocionada- Gracias a él pude encontrar mi camino ninja.
-¿Tu camino ninja?- Kakashi levantó sus cejas, esto le parecía demasiado familiar.
-Sí, ¿sabe Kakashi-san? A pesar de que estemos en tiempo de paz, si alguna vez el mundo shinobi cae en la obscuridad otra vez, entonces acabaría con esa maldición, haría lo que sea para volver a alcanzar la paz y nunca me rendiría, porque siempre creeré en lo que Jiraiya-san creía. Ese es mi camino ninja.
Kakashi se sorprendió, podía ver como los ojos de la Uzumaki estaban llenos de determinación, una mirada que logró estremecer al peliplateado.
Himawari se parecía a Naruto más de lo que él imaginaba.
-Bien Hima-chan, te has ganado un helado por ser tan valiente- Kakashi se levantó y le tendió una mano a Himawari.
-¿¡En serio!? Arigato Kakashi-san- la pequeña aceptó la ayuda, se levantó y fue en busca de el helado prometido por el Hokage.
Al fin y al cabo- pensó Kakashi- ser Hokage no era tan malo, mientras pudiera ver crecer la voluntad de fuego en la nueva generación, siempre valdría la pena. Sonrío mientras desordenaba cariñosamente el cabello azulado de la niña, quien disfrutaba de su helado. Claro que valía la pena.
Porque no importaba cuantas generaciones pasaran, el legado de Jiraiya siempre estaría presente.
Siempre lo he dicho, ese hombre, no merecía morir.
Me topé con una imagen de Minato leyendo este hermoso libro y la inspiración salió a flote.
Me ilusiona la idea de que, a pesar de que la nueva generación esté en tiempos de paz, sigan teniendo el mismo potencial que tenían las otras generaciones.
Espero que les haya gustando.
Paz y amor para todos.
HoopeZ fuera.
