Los personajes de magi no me pertenecen, ojala les sea de agrado, es la primera vez que escribo algo asi!
- Hermano… - decía la joven de larga caballera color ciruela dándole una sonrisa- me han admitido en la universidad a la cual he postulado… ¡que felicidad! –daba saltos de alegría, no podía contenerse, era su gran sueño poder estudiar en esa universidad, aunque aun no estaba segura lo que quería para ella, hacer un bachiller la ayudaría a decidirse, pero ya estaría dentro, no podía dejar de sonreír, mientras se cubría el rostro con con la carta de aprobación.
–Felicidades Kougyoku…. Haremos una celebración para ti… - su hermano mayor, un joven apuesto con un pequeño chivo sobre su mentón, dejo de mirar uno de sus libros para ver a su hermana saltando por toda su oficina –suspira- ¿cuando comenzaran tus clases?
–Ah?... –sacada de en si misma, lo miro sorprendida, y miro el papel que tenia en sus manos- eh… bueno… en una semana…-entro en pánico al ver la fecha-. Y no es en esta ciudad… ¿¡dónde viviré?! ¿!qué hare!? –su respiración empezaba a entrecortarse, hasta el punto que escucho la risa de su hermano detrás de el escritorio
–Calma… iremos mañana a la ciudad y veremos donde puedes quedarte… hay dinero suficiente para los estudios de todos nosotros… es lo que nos dejo papá… cálmate… -el joven intentaba calmarla, mas no sin haber disfrutado de el espectáculo de su hermana anteriormente-
–Gracias hermano Kouen… -le sonríe de manera dulce mientras se cubre el rostro con los papeles de la universidad-
–Iremos con Koumei, y organizaremos las cosas… -se pone de pie llevando con el libro que tenia en sus manos dejándolo en la biblioteca junto con los demás- así que arregla tus cosas partiremos temprano.
Al día siguiente, era un día soleado, mas que caluroso, pero estaba bien, se sentía mas feliz que nunca… su nueva vida comenzaría desde ese día, tendría que vivir sola y arreglárselas sola sin sus hermanos que siempre la estuvieron ayudando a pesar de que ella provenía de una de las amantes de su padre, la acogieron y ella se sentía muy en deuda con ellos.
El día transcurrió, escogieron un lindo piso donde ella podría vivir, era algo costoso pero se comprometió en trabajar medio tiempo para ayudar a costearlo a lo cual sus hermanos estuvieron de acuerdo, fue a reconocer su campus y ver las salas, estaba tan emocionada que la sonrisa no podía quitársela de el rostro, miraba los hermosos campus de la escuela, iría a la facultad de ciencias, sus hermanos la acompañaron hasta la entrada de la facultad, luego de ese punto comenzó a caminar sola por los grandes salones de este, grandes ventanas se cruzaban por su entorno, dándole un toque algo sombrío por dentro, se quedo de pie mirando los pasillos, era una edificación antigua, le pareció tenebrosa no había mucha gente, mas bien era la única caminando por ahí, hasta gárgolas en algunas de las estructuras de esta habían, le aterro el solo verla- es realmente terrorífico si esta así de silencioso aquí… -suspiro y miro al fondo, parecía ver a alguien que venia caminando hacia ella, un hombre alto de cabello violeta y con lentes- ¿ah?
–¿eres una estudiante? –se le acerco el hombre, era realmente atractivo, alto y de unos ojos que a su parece parecía muy sinceros, tenia una fascinación por los ojos no podía dejar de mirarlos y ver si podía juzgar a la gente atreves de ellos, lo miro un momento sin responder, solo lo miraba en ese punto ya parecía una estúpida- ¿estas bien? –volvió a preguntar el hombre mostrando interés-
–ah… si, si, si estoy bien, soy una estudiante nueva… ¿no debo estar aquí? –estaba algo asustada, creo que en su vida jamás había estado a solas con un hombre a no ser que fuesen sus hermanos- quería conocer la facultad… -se sonrojo un poco y se cubrió el rostro con las carpetas que tenia en sus manos-
–ah, entonces serás una futura alumna…una hermosa alumna -se le acerca sonriéndole, mientras se corría uno de sus cabellos de el rostro con sus manos- mi nombre es Simbad, seré tu profesor de matemáticas y de algunas otras materias. Espero no me traigas problemas –rio un poco en la ultima frase, Kougyoku se sonrojo aun mas ante esa ultima oración-
–n-no… -tartamudeo, y dio unos pasos atrás, sonriendo, en su interior solo pensaba oh dios que era guapo- daré mi mejor esfuerzo…
–mas vale… no quiero estar castigándote luego… -volvió a reír y se enderezo- será mejor que vuelvas mañana ya es tarde y digamos que es algo terrorífico aquí… -comenzó a caminar- espero nos veamos pronto…
–s-si… -responde en voz baja, suspirando, si ese era su profesor no podría concentrarse en sus clases, realmente era guapo y todo un caballero, se sentía en un lio consigo misma –suspiro- no, no que estas pensando Kougyoku, debes concentrarte… no viniste aquí a mirar chicos!
Decidió devolverse, ya se había hecho de tarde y poca luz de sol quedaba ya, lo cual hacia que todo se viese aun peor dentro… esas gárgolas la aterraban, bajando las escaleras de la facultad rápidamente, se detuvo y miro a los lejos, un joven de cabello negro y largo, estaba rodeado de algunas chicas, hacían mucho ruido así que era muy difícil no notarlos, intentaba fijarse mejor mientras se acercaba caminando, era un joven alto de cabello negro recogido en una trenza y lo veía comer una fruta, estaba rodeado de chicas pero le pareció notar que no le prestaba mucha atención a ninguna, no logro distinguir su rostro su cabello y la distancia no se lo permitían, pero su cabello completamente negro y largo le llamo mucho la atención, o quizás fue más que eso… se acerco lo suficiente…nunca le había pasado que quería ver tanto el rostro de alguien.. comenzó a caminar.
–Quién será… -se preguntaba a si misma- porque habrá tanta gente con él, será algún profesor… no-no creo… parece muy joven… aunque Simbad también lo parecía… -susurraba, caminaba a la misma altura que el grupo pero a una distancia considerable-
El grupo se detuvo, y Kouygyoku entro en pánico mirando hacia todos lados, sin saber si seguir caminando o detenerse con ellos, en ese momento pudo ver el rostro de aquel hombre era fino y duro, muy apuesto, no sabia porque pero estaba realmente interesada en verlo en el momento que su mirada de cruzo con la del sintió como si su estomago se le revolviera, sentía unas enormes ganas de vomitar, sentía nauseas, ¿mariposas en el estomago? Aquellos ojos eran tan rojos como la sangre, con un cierto aire de sadismo en ellos, el sonrió de medio costado al notar lo pálida que estaba la chica, sintió miedo en ese instante, é lal observaba son una sonrisa, en cosa de segundo, se sentía como una presa siendo observada por su cazador, sus piernas temblaron- q-que… que me pasa… -saco fuerzas de donde pudo y salió corriendo lo mas rápido que pudo de ahí-
–¡No quiero verlo nunca mas en mi vida! –grito aun aterrada, se sentó en el suelo de su nuevo departamento, sujetándose el pecho.
La semana trascurrió normal, los siguientes días fue a reconocer sus salas y ver con más claridad el lugar con mas gente, menos aterrador, mientras mas días pasaban mas gente iba llegando, a pesar de ser tan tímida, logro entablar alguna conversación con uno que otro estudiante, había un joven de cabello rubio y una gran sonrisa que la había ayudado mucho, tendrían algunas clases juntos así que se sentía mucho más tranquila, a aquel hombre no volvió a verlo, pensó que quizá solo habría sido una alucinación de ella, si en total ya venia con miedo desde antes.
Su primer día de clases llego y todo fue tal como se lo había imaginado, tenia unas clases con su nuevo amigo, y otras clases donde podía ver a aquel profesor que había sido amable con ella, eso la ponía realmente feliz
–Alibaba… -se acercaba corriendo al chico de cabello rubio, el cual le dio una amplia sonrisa-
–Kougyoku… ¿como estuvieron tus clases? ¿vamos a almorzar? – muy animado, le pidió el bolso a Kouygyoku y lo cargo él
–No-no.. es necesario, yo puedo llevarlo! –sonrojada pero le sonrió de vuelta- gracias –le dice tímidamente- ¡si vamos!
–¿es que no tienes nada mas que hacer viejo? –parecía irritado, su voz ronca sonaba aun mas ronca al levantar la voz, se sentaba en una de las sillas de el salón y se balanceaba en ella- la idea siempre es molestar… -mira hacia la ventana irritado- era un buen día para salir con alguna….
–no aprender Judal… -lo interrumpió, Sinbad estaba detrás de su escritorio- solo te estaba pidiendo un favor… eres un excelente alumno y este año llegaron muchos estudiantes nuevos, así que necesito tu ayuda
–Jajajaja –se sujetaba el estomago riendo, su risa no sonaba sincera era mas bien de burla- así que necesitas mi ayuda viejo… -se pone de pie y se acerca a el escritorio donde se encontraba el hombre- entonces, escupe… que quieres -apoyo ambas manos en el escritorio mirándolo de frente, su mirada era penetrante, sonriéndole de costado-
se aclara un poco la garganta, nervioso la mirada de Judal realmente lo ponía incomodo- necesito que seas mi ayudante… -suspira- que me ayudes a asesorar a los nuevos estudiantes de bachiller
–¿ah? –su mirada cambio por completo al oír eso, se alejo un poco de el escritorio- ¿porque yo? –parecía desorientado- no entiendo nada..
–Eres estudiante de tercero, el mejor de la generación… has aprobado todo muy bien… -se pone de pie y se quita los lentes para guardarlo- y aparte sé que necesitas trabajo y el dinero no te vendría mal… -sonríe mirándolo-
le devuelve la sonrisa- bueno si estamos hablando de dinero, eso ya me esta interesando… ¿qué tengo que hacer?
–Jajaja ya sabia que necesitabas algún incentivo -sonrió Simbad- te explicare
ya habían pasado algunos meses desde que habían comenzado las clases, Kougyoku trabajaba de medio tiempo siendo mesera de un lindo restaurant en la zona central de la ciudad, estaba muy feliz con su nueva vida, de vez en cuando salía con Alibaba y luego se iba al trabajo, su departamento ya lo tenia amoblado muy lindo, era grande y también costoso, pero lo valía estaba en la mejor ubicación para ir caminando a sus clases, se sentía culpable por hacer que su hermano le pagara algo así, a pesar de que ella trabaja para ayudar.
–Bueno… me alegro mucho por todos ustedes han aprobado exitosamente ya la gran mayoría de sus materias… pero ahora necesito que vayan escogiendo de mejor manera sus próximas… -decía Simbad caminando por la clase, Kougyoku lo miraba con atención realmente le encantada mirarlo cuando tenia clases con él, no había tenido mas oportunidades de hablar con él a solas como en esa ocasión, pero al menos se conformaba con poder mirarlo-
fue interrumpido por aquel joven de cabellera negra entrando por la puerta, de manera desinteresada, estaba muy bien vestido, unos pantalones de tela negros cubrían sus piernas y una playera azul con una chaqueta lo cubrían de arriba, llevaba uno que otro collar en su cuello- ya estoy aquí viejo…
–bueno como les decía… -se aclaraba la voz Simbad, la clase se había paralizado mirando al recién llegado, muchas chicas comenzaron a susurrar al verlo, era un estudiante de economía de tercer año, uno de los mejores evaluados muchos ya lo conocía, por otro lado Kougyoku, palidece al verlo, no podía creer que el de verdad existiera, con todo el tiempo que ya había pasado creyó de verdad que su mente le había jugado una mala jugada, pero no, lo tenia delante de ella, esos ojos que tanto miedo le habían causado, se sentía mareada otra vez pero no podía dejar de mirarlo, a pesar de que sabia que el no la miraba a ella.
–El será mi ayudante desde ahora, su nombre es Judal, en sus tiempos libres les ayudara a que escojan de la mejor manera sus materias para guiarlos mejor en sus estudios… -sonrió a la clase- espero les sea de ayuda a todos
Judal permanecía de pie en frente de la clase, bastante desinteresado, coloco sus manos en los bolsillos y miro a cada una de las presentes en la sala, ignorando por completo lo que Simbad decía de el a su clase, su mirada era penetrante, buscando a una presa, no tenia intereses en tener una relación pero, porque no pasársela bien mientras? Quizá podría encontrar a alguien de primero para no aburrirse– uhmm…. Ella se me hace familiar…parece enferma -susurro para si mismo, creo haberla visto antes pensó, sonríe mirando a Kouygyoku unos segundos mas que a los demás, ella por su parte se sobresalto y se escondió detrás de un libro rápidamente
–Esta bien empecemos con la clase… -Simbad saco un libro y comenzó a escribir unas formulas en la pizarra, Judal por su parte se sentó a la altura de Kouygyoku, le intrigaba no recordar donde la había visto antes, y para una chica guapa eso no se lo tenia permitido-
–Eres burra o que… -Kougyoku se sobresalto a escuchar esa grabe voz detrás de ella, entre los nervios soltó su lápiz que voló por el suelo
–¿q-qué?... –dijo casi como un silbido-¿ c-como-como que burra? –intentaba sacar animo de si misma, no quería mirarlo pero su orgullo no le permitía que alguien la llamara así, el solo rio detrás de ella, toma una silla y se sienta junto a ella-
–mira… -recogió el lápiz que anteriormente había tirado al suelo y se apoyo en la mesa junto a ella- no es así, tienes que cambiar esto y despejar acá… tardaras mucho si lo haces como lo haces… -ríe un poco burlándose, ella por su lado estaba inmóvil a su lado, no podía dejar de mirarlo, sentía que si decía algo o movía él le haría algo o no se, se sentía ridícula, lo miraba atenta de todas maneras, miraba sus manos mientras escribía sobre su cuaderno, solo veía los números que el iba escribiendo ahí, su mano era muy varonil, tenia unas pulseras que se veían muy bien en él, no podía dejar de mirarla o al menos era lo que se permitía mirar sin antes sentir esas nauseas que tenia cada vez que miraba esos ojos- ¿me estas escuchando? –la saco de sus pensamientos sonrojándose, sonaba molesto
–si, si… disculpa… me podrías explicar otra vez lo último –dice tímidamente, muy avergonzada
suspira y se rasca la cabeza desordenado aun mas su desordenado cabello- le dije al viejo que no servía para esto… -susurra- bien pero solo una vez mas… pero esta vez mírame.. –le toma el rostro obligando a mirarlo- y escúchame. No te vaya a divagar por ahí otra vez –le suelta y sonríe- no muerdo…
estaba roja, y decir roja era poco, tenia ganas de salir corriendo otra vez, tenia esas nauseas y era de trágame tierra por favor, pero se contuvo, el volvió a explicar todo otra vez y se alejo de ahí –suspiro- la clase había terminado y el se había ido apenas Sinbad terminaba la clase.
Kougyoku miro la hora en su celular se había quedado mas de el tiempo de lo normal y tuvo salió corriendo, quería ver a Alibaba pero llegaría tarde al trabajo si lo hacia, solo alcanzo a mandar un mensaje
'nos vemos mañana! Lo siento!'
–Ya estoy aquí! Disculpen la demora! -entro agitada dejando sus cosas y cambiándose ropa rápidamente y tomando su cabello en un tomate sobre su cabeza-
–No te preocupes no llegas tarde –le responde una joven de cabello azul largo muy hermosa- de hecho justo a tiempo –sonríe-
–Señorita Yamu, gracias –le sonríe, su turno paso como de costumbre, tenia el turno de la tarde veía a muchos estudiantes que pasaban por ahí después de sus clases.
–Vaya… así que trabajas aquí… ¿es de aquí entonces en donde te he visto? –no, era esa bendita voz otra vez detrás de ella, pero esta vez sonaba diferente, bueno la situación era diferente también, mas informal, se volteo a ver y si era él, la persona que hace unos meses creyó que no había sido mas que una ilusión que se miedo no era mas que una mala jugada de su cerebro, ahora era como una pesadilla, en solo unas horas tenia una pesadilla hecha realidad delante de ella
–¿Como? Yo jamás te había visto –responde ella con todo su valor- es la primera vez que te veo aquí
–Aaah…. –dice con desinterés, revolviéndose la cabeza- no me gusta esto, algo me molesta de ti, pero no importa… no por ahora.. podrías llevar unas cervezas a la mesa.. –apunta hacia atrás, unas chicas junto con un joven de cabello azul estaba conversando muy amigables- eso.
–Si… -que demonios… pensaba mientras veía a los chicos de la mesa- es que acaso esto lo llamo un mal día –suspira resignada llevando el pedido-
El restaurant se lleno cada vez mas y mas de jóvenes, era día viernes, día de fiesta. Estaba agotada había terminado su turno pero decidió quedarse para ayudar a Yamu, esta se lo agradeció, no imagino que tendrían tanta clientela.
Vio salir a Judal con sus acompañantes muy abrazados y algo borrachos de el lugar yéndose caminado hacia otra dirección, los miro con atención mientras ella ayudaba a Yamu a cerrar el local, era tarde alrededor de las 1 de la madrugada, jamás había caminado por ahí tan tarde, pensó si seria buena idea irse en taxi o quizás podría llamar a Alibaba, no, sería muy desubicada llamarlo a tan altas horas de la noche –suspiro resignada- y mas encima hace frío.. –no tenia dinero para pagar un taxi, así que decidió irse caminando, las noches ya comenzaban a ponerse frías, el otoño había llegado, jamás había visto la ciudad a esa hora ni menos de esa manera, había algo de niebla, era la ciudad de sus sueños, miraba las calles y todo le parecía un sueño, la niebla la humedad las pequeñas calles, a lo lejos escucho a unos hombres que venían borrachos caminando hacia ella, todo su sueño otra vez se rompió y se convirtió en realidad, no sabia que hacer se quedo paralizada mirando.
–Tan tarde una-muchachita-tan bella –los hombres, no mucho mayor que ella, probablemente estudiantes también en su universidad, no lograba dialogar bien delante de ella, olían a alcohol muy fuerte, realmente estaba borrachos- porque no vienes con nosotros y seguimos disfrutando
–Eh… n-no, gracias debo ir a casa –dice muy segura ella y continua caminando-
–Ey vamos es aun temprano… -la toman del brazo y la jalan y ella luchando por poder soltarse-
–Ayud… -miro hacia atrás no sabia que era peor de lo que veía o lo que tenia al lado
–¿De nuevo tu? –arquea una ceja mirando divertido la situación- tres veces en el mismo día.. –se saca las manos de el bolsillo, y la jala de el brazo tirándola hacia el- ella se divertirá conmigo hoy…
–¿Qué? –le susurro asustada a el-
–Tu sígueme el juego y ya… -le susurra en el oído tomándole la cabeza –
–Ah Judal siempre te llevas a las mejores… -ríe uno de los muchachos- pero esta vez no estoy de acuerdo con…
la jalo de el brazo corriendo- corre… -apenas y escucho esas palabras de el ya que el la dijo riendo mientras la tenia de la mano, como había terminado en esa situación con alguien así no podía explicárselo-
