Espero les guste y denle una oportunidad a esta nueva escritora.
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INICIO DEL DESASTRE
Después de una dura batalla, Adrien decide ir a una tienda donde vendan quesos para su querido kwami. Compraría rasión extra esta vez, por que el muy travieso se comía todo el queso en un día, sin dejar ni un poco para recargar.
No tomo mucho tiempo pero salió del mini súper con una bolsa llena de queso apestoso para Plagg, ni bien camino unas cuadras, el kwami ya estaba dentro de la bolsa fisgoneando. Adrien iba a reclamar pero vio una nueva tienda del centro; una Pet-shop, allí había varios artículos, desde juguetes hasta ropa para mascotas. Eso formo una idea en su cabeza "¿A Plagg le gustaría un juguete?" Talvez no, pero nada perdía al intentarlo.
-¿Plagg, te gustaría que te comprara algo?
-Si, mas queso.
-No queso, me refiero a que si quieres algo - señalo la tienda - A muchos gatos les gusta juguetes o...
-Me ves con cara de usar juguetes - dijo con una expresión seria mientras cruzaba los brazos - tengo mas de 5.000 años niño, yo no juego.
-Talvez encuentres algo que te guste, así ya no tendrías que comer queso todo el día - escondió al kwami dentro de la camisa y entro a la tienda, busco algo que le guste a su kwami, pero este se negaba a todo sintiéndose ofendido ¿Acaso Adrien lo tomaba como mascota en lugar de compañero?
-¿Que te parece? - le tendió una pelotita verde a Plagg y este solo tapo su naricita sintiendo un pequeño mareo.
-¿Que horrible olor es ese? huele a cementerio de plantas allí dentro - empujo la pelotita haciéndolo caer.
-¡Plagg! - regaño mientras buscaba la pelotita, la vio debajo del mostrador y quiso tomarla, pero una señora de avanzada edad se le adelanto.
-Busca algo - dijo en tono amable entregándole el objeto.
-Quisiera esta pequeña pelota.
-Oh... buena decisión joven, es para su gato supongo.
-Si
-Bueno... esta no es una pelota común, dentro tiene un poco de menta y nepeta cataría, también algunas hiervas secas para gato. ¡De seguro le encantara!.
-Eso espero - dijo no tan convencido.
Y no se equivoco, al llegar a la mansión Plagg comenzó a reclamarle.
-Es una broma ¿verdad? - dijo el gatito haciendo una mueca de disgusto. Cuando Adrien le mostro el objeto, este desprendía su penetrante olor que lo mareaba - Puag... ¿quieres dormirme o que?
-Solo quería que te entretuvieras con algo mas que comer - le regaño mostrando el paquete vacío de queso que había comprado.
-Tengo un paladar exigente, no es algo que pueda controlar - levanto los hombros.
-Hablaremos de esto luego, por ahora tengo que dormir, mañana ay escuela.
Al día siguiente Adrien se despierta con naturalidad, se baña, se arregla y baja a desayunar, como siempre Natalie le entrega su agenda y luego regresa a su habitación por su mochila. Grande es su sorpresa al ver a Plagg dormido sobre la bolsa de compras con trozos de queso esparcidos y la pelotita de almohada.
ríe al ver eso, y mete a un dormido Plagg junto con el queso y la pelotita verde.
Después de clases regreso a su casa listo para seguir con las actividades matutinas, pues por la noche tenia patrulla.
Cuando se transformo en Chat Noir, se sentía mas ansioso de lo habitual, sus orejas se movían inquietas y sentía unos colmillos en su boca, era raro, pero mas extraño era ver a Plagg dormido en toda la mañana, sin molestar ni burlarse, tan solo tranquilo en su mochila.
Cuando llego a la torre Eiffel se sentó al borde viendo un momento la ciudad con una expresión tranquila, aunque se sentía ansioso por ver a Ladybug, como paso las primeras veces.
En un instante, el aire se impregno de un olor dulce. Chat cerro los ojos un momento al percibirlo, olía a Chocolate y vainilla. El sonido del yoyo hiso que abriera los ojos y sonriera sínicamente.
-Buenas noches my lady, tiempo sin vernos - se acerco a ella agarrando su mano y dejando un beso.
-Solo fue un día Chat - separo su mano y luego lo aparto con un dedo - vamos al punto ¿si?. Tu revisas el lado norte y el este, yo el lado sur y oeste.
-Antes... ¿un beso de despedida? - sonrió levantando las cejas mientras se acercaba, pero ella lo volvió a apartar.
-Déjalo así gatito - le guiño un ojo - ¡En marcha!
Chat bufo pero luego sonrió, lo intentaría al terminar la patrulla. Quiso avanzar pero su cuerpo no reaccionaba, solo se dedicaba a ver a su Lady; Chat pensaba en ella como una lucecita que se desplegaba por el aire con agiles movimientos de su cuerpo, sus suaves curvas meneándose al correr y saltar, su hermoso cabello que terminaba húmedo después de una pelea. Al notar donde se dirigía sus pensamientos sacudió la cabeza y prosiguió con hacer lo que ella había dicho.
Momentos después termino la patrulla. Ladybug se despidió de Chat, pero este por instinto la sujeto del brazo.
-¿Chat, pasa algo?
-N-no nada - dijo sin soltarla, ella solo se acerco un poco y se acuclillo a su altura.
-¿Que sucede minino? Te he notado mas extraño de lo habitual.
-No pasa nada - aparto la mirada, pues tenia un extraño impulso de sujetarle - ¿Por que dices eso?
-Para empezar te tardaste en regresar y también te noto muy inquieto. Se que eres muy imperativo pero ahora estas como si te reprimieras.
-Solo tuve un mal día, eso es todo - se levanto dándole la espalda a Ladybug - no tienes nada de que preocuparte - volteo y le sonrió - te veo mañana my Lady.
Ella le devolvió la sonrisa y con el meneo de su mano, se despidió. Al instante comenzó su partida sin saber que Chat la observaba otra vez, pues ella era su luz: rápida, luminosa y... de color rojo. Nuevamente ese instinto regreso; quería jugar y atraparla. Cerro los ojos fuertemente.
-¿Que me sucede? – palpo su cabeza unos instantes, pero aun así el deseo no se iba hasta que una voz se escucho en su mente:
*Quieres ir por ella ¿no?*
-No
*Ladybug siempre te tomaba de chiste, ahora es tu turno. Ve, atrapa la mariquita*
'
Aquella voz tenia razón, Ladybug lo rechazaba y lo tomaba de una simple broma, pero ahora, seria su turno de divertirse; ser quien jugara con el bichito.
Una sonrisa sínica se formo en sus labios, abrió los ojos y dio unos pasos para atrás, se inclino un poco para prepararse.
-Voy por ti, bugaboo - la adrenalina recorrió su cuerpo como fuego y exploto en su mente en excitación. Sus pies reaccionaron por si solos y corrió con objetivo de atrapar a la mariquita, pero cuando llego al borde de la torre se detuvo en seco.
-¡¿Que estoy asiendo?! - se toco la frente sintiendo como sudaba frio - ¡nunca le aria eso a Ladybug!
Debía tranquilizar su alocada respiración y esos deseos muy fuertes que no podía controlar. Sentía mucha energía en su cuerpo; como si un rayo le cayera y le recargara al cien por siento y tendría que sacar esa energía; pero no quería a Ladybug para eso, claro que no. El respetaba a cualquiera y mas aun a Ladybug, ella era su luz...
*Roja*
Así que con nerviosismo se dirigió a su casa rápidamente, puede que el sueño repare esos indecorosos pensamientos y todo seria normal como siempre.
En la mañana ya se sentía como nuevo, aquello pasó, talvez seria por el estrés.
Se dirigió a la escuela tranquilamente, sin notar que su pequeño kwami estaba durmiendo en su mochila junto a la pelotita verde.
A quien vio primero fue Nino, se acerco y caminaron hasta el salón, pero en las escaleras percibió un olor, aquel mismo que sintió la noche anterior: chocolate y vainilla. Giro la cabeza para ver si Ladybug estaba cerca pero solo vio a Marinette. Bien, su mente le jugaba sucio de nuevo.
Los días pasaban normales, todo menos para Adrien que ahora estaba alterado por no poder concentrarse en sus actividades. La cabeza le dolía a horrores y se sentía cansando al llegar a casa. Maldecía cuando un akuma aparecía y al final de la pelea, salía primero para proteger a Ladybug de su bestia interior.
No quería lastimarla o algo parecido.
Aunque su suerte no estaba de su lado hoy, un akuma tenia encerrado a todos en la escuela; muchas de las puertas tenían un pegamento viscoso de color negro.
-Adrien, ¿estas bien? - dijo alguien detrás de el, pero no necesitaba voltear, sabia quien era por su aroma dulce.
-Si, todo bien - retrocedió sujetando a Marinette de los hombros.
-¡Salgan de donde quiera que estén, Ratas cobardes! - grito furiosa el akuma y lanzo esa sustancia por donde escucho pasos.
Ambos chicos corrieron para no ser atrapados por el akuma, pero, antes de llegar a un salón, la villana se pone en frente bloqueando la puerta.
-¿A donde escapaban ratitas? - sonrió y lanzo esas pelotas viscosas.
Por instinto Adrien salto abrasando a Marinette, como lo había echo antes con el Gamer. El concreto de la pared del armario del conserje evito que ambos cayeran, ya que el lugar era muy estrecho. La puerta se cerro violentamente haciéndolos sobresaltar.
-Adrien, tu... ¿tienes alguna idea? - dijo mientras forzaba la puerta.
-No, pero talvez Ladybug venga a salvarnos - dijo sonriendo como bobo al recordarla.
-No lo creo - susurro a lo bajo tapando su cara con sus manos.
-Debes tener fe - puso una mano en su hombro para que lo viera - ella vendrá a ayudarnos - por un instante ella le mira nerviosa mientras se ruboriza y Adrien nota esa bella sonrisa que le causa ternura. Ella tenia esa esencia dulce de Ladybug, aunque no podía compararlas Marinette es única.
Marinette pego su espalda a la pared para alejarse un poco y evitar que su rubor no se extendiera hasta el cuello, luego hace un quejido.
-Tengo... algo en mi espalda - movió los brazos para atrás intentando sacar esa cosa punzante. Adrien mira confundido - me... pica – movió un poco los hombros, y Adrien siente el cuerpo de ella restregarse por su pecho.
-Shh... - tapa su boca al escuchar pasos por detrás, pero la peliazul continuaba moviéndose haciendo que Adrien suelte un suspiro - Marinette p-por favor no te muevas - dijo nervioso.
-Lo siento... es que... esto lastima - ella seguía intentando sacar esa cosa pero mientas mas se movía, mas se incrustaba en su chaqueta y Adrien sufría las consecuencias.
-D-deja de moverte, p-por favor - la sujeta de hombros ¡¿Acaso no se daba cuenta?! Adrien estaba ruborizado hasta las orejas por ser llenado nuevamente de esa sensación extraña y excitante.
-Esta bien, pero... pica - intento llevar sus manos a la espalda pero Adrien la sujeta y la pega a él, sus manos recorren su cintura hasta su espalda sintiendo calor en esa acción. Marinette se ruboriza hasta que siente como la molesta cosa desaparece.
-U-una escoba, solo era eso... - susurro en su oído haciéndola estremecer - ¿Estas mejor ahora?
-S-si m-mejor. G-gracias - tartamudeo con la cara roja; pero Adrien estaba luchando contra si mismo por mantener las manos quietas, aun estaban cerca y ese maldito olor seguía presente en Marinette.
-Debemos salir - se separo empujándola de hombros y al fin pudo respirar un poco, solo esperaba no perder el control mientras seguían juntos. Busco al rededor pero la luz era escasa, algo que ambos agradecieron.
-¡Agua! - le mostro un rociador para limpiar vidrios - quizás se quite con agua - Apresuradamente Adrien tomo el rociador salpicando sobre el contorno de la puerta.
-Empujas a las de tres ¿esta bien? Una... dos... tres - esta al final abrió y los dos chicos cayeron uno enzima del otro. Marinette abrió los ojos como platos.
-P-perdón... yo, yo...
-Tranquila - sonrió. La azabache quedo pasmada por eso ¿por que sonríe? Y en menos de un segundo, el rubio abre los ojos como platos borrando la sonrisa - q-quiero decir n-no pasa nada. Solo fue un accidente.
-Debemos buscar refugio - evadió el tema al instante que se ponía de pie.
Se separaron para ir a transformarse y luchar contra el akuma.
*Atrapa la mariquita*
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¿Les gusto o no? Espero que si.Los capitulos tendrán este tipo de contenido "M" talvez sean 20 capitulos no estoy segura.Solo espero que me apoyen con un review.
¡Un abrazo mental y una despedida cordial! hasta la otra...
Bye... bye... :)
