Diferentes significados.
Observa su cabello color bermellón el cual perfectamente podría resplandecer bajo la luz del sol de no ser cubierto siempre por aquella sombrilla morada.
Su piel es tan clara y tersa que piensa que los chupones y mordidas se verían perfectos en ella.
Piensa que es tan baja que podría acorralarla contra una pared en cualquier momento y ella solo atinaría a mirar hacia arriba, molesta y sonrojada. Piensa que sería un escenario divertido.
Sí, piensa, porque él no actúa. Sougo Okita no podría actuar de esa manera frente a Kagura. Y la razón de esto no es porque él sea un policía del Shinsengumi, eso le vale un reverendo Justaway. La verdadera razón se encuentra en el miedo que tiene de perder las bolas.
Con un padre como Umibouzu, un hermano como Kamui y un tutor como Gintoki es difícil acercarse de esa manera a Kagura. Sumando que ni siquiera ella necesita de su padre y de su tutor para defenderse, porque perfectamente la bermellón puede sacarle las bolas de un solo golpe.
Y entonces la vuelve a observar mientras está sentado junto a ella en aquella banca del parque habitual, al parecer a eso se dedica desde hace algún tiempo cuando empezó a descubrir que algo más que rivalidad siente por ella.
– ¿Qué miras, bastardo? – ella, siempre tan suave como una cama llena de púas.
– Nada, tienes un moco en la cara – miente, como todas las veces en las que dice que es fea y que parece un simio.
Se toca toda la cara en busca del causante de las miradas de Sougo, pero no encuentra nada.
Ella lo sabe, sabe que hace un tiempo él está raro y la mira a ratos con cara de idiota. ¿Y la causante de sus miradas? La desconoce. Lo único que sabe es que Gintoki mira de la misma manera a Tsukuyo: con cara de idiota.
"¿Es que acaso los hombres andan enfermos últimamente?" Piensa ella, ingenua y con una senda interrogante plasmada en su cara.
– ¿Les pasa algo? – pregunta como si nada, haciendo que Sougo le tome atención.
– ¿Por qué lo dices, China?
– Gin-chan hace tiempo que mira a Tsukky con cara de idiota, ¿hay alguna enfermedad andando por Edo?
– No creo, China. De seguro el Danna la mira con cara de idiota porque le gusta. – decía mirando al frente con la cabeza apoyada en su mano y su codo apoyado en su pierna derecha, haciendo que esté ligeramente curvado.
En ese momento, algo en el cerebro de Kagura hace click y saca una rápida conclusión.
– ¿Entonces te gusto?
Sougo mantiene la misma posición en la que se encuentra, sin embargo la expresión de su rostro es de sorpresa.
– ¿Cómo podría gustarme un simio como tú? – pregunta, riendo un poco y devolviendo su expresión a una serena y desinteresada.
– Hace tiempo que me miras de la misma forma con la que Gin-chan mira a Tsukky. Me miras con cara de idiota. – Su rostro se mantiene sereno y tranquilo, además de manifestar inocencia en sus ojos.
– ¡¿Qué dices, Bastar…?!
– Pero está bien, sádico – Kagura sonríe inocentemente, con los ojos cerrados y las mejillas levemente sonrojadas - ¡También me gustas-aru!
Sougo la mira y sonríe. Acaricia su cabeza suavemente haciendo que los cabellos bermellón de la chica se revoloteen un poco.
Él sabe que ella aún es una niña y que no entiende de estas cosas. Él sabe que el amor para ella es igual en todos los ámbitos y que el significado de "gustar" de Kagura no es el mismo significado de "gustar" de Sougo.
Él lo sabe, y por esa misma razón decide esperar quizás hasta unos dos años más, cuando Kagura sepa diferenciar entre amores y él pueda confesársele como corresponde.
Además, aún no es momento para arriesgarse y perder sus bolas.
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Hola!
Espero que les haya gustado este drabble que hice sobre los sentimientos de Sougo hacia Kagura y como ella los toma.
Es corto, pero bueno, eso es el fin de un drabble jujuju
Nos leemos!
