Disclaimer: Los personajes mencionados pertenecen a S. Meyer.
Este fic participa en el Reto Especial de San Valentín: "Amor a través del tiempo" del foro "Sol de Medianoche".
Pasado.
El cuerpo inerte de un puma cayó a sus pies, una sonrisa asomó por sus labios. Me imaginé al pobre felino intentando escapar de ella, que había acelerado al máximo al sentir el débil sonido de su escapada a la distancia. La perdí de vista y por unos minutos pensé que eso no sería bueno, pero no habría nadie en ese bosque, estaba totalmente a salvo de cualquier error.
Aplaudí, haciendo que me mirara arqueando una ceja.
-Me gusta verte de esta manera-Sonreí.-: tan entregada a tus instintos, tan fuerte…
-Me tienes como a alguien débil.-Murmuró evitando mi mirada, convencida de estar en lo correcto.
Negué con la cabeza.
-Te tengo como a la hermosa niña que fuiste a tus dieciséis, como a una humana.-Admití, encogiéndome de hombros.- Lo siento.
-No soy así.-Respondió, tomando al animal muerto y arrojándolo tras unos arbustos.-No soy tan débil como crees.
-No quieres dar esa impresión.-Observé, acercándome a ella.-Yo solo veo humanidad en ti y eso no deja de enamorarme. La humanidad no es debilidad, para mi es… pureza.
Se volteó hacia mí, tomó mis manos.
-Tú fuiste lo mejor de mi vida humana.-Dijo en susurros. Mordió su labio inferior, buscando provocarme.-Y ahora haces que conserve mi humanidad, en el fondo, aun cuando ni siquiera sé que está pasando conmigo.
Sonreí, la comprendía. La etapa de neófito es la más difícil que atraviesa un vampiro. Es una etapa física y emocional en la que buscas adaptarte a una vida nueva y totalmente diferente a la anterior. Nunca habría querido esto para ella, pero el verla sin vida en la morgue aquella noche no me dejó elección.
No iba a perderla de nuevo.
-Me siento igual.-Respondí, pasando mis manos por su cintura.-Desde el momento en que te conocí, te has convertido en la única imagen que tengo de mi fortaleza. Ni siquiera necesito verte, a veces con solo recordarte consigo ser fuerte.
-Te vuelvo más fuerte.-Repitió, como para sí misma.
-Si.-Murmuré.-Exactamente.
No necesité decir nada más, tan pronto terminé, su boca ocupó la mía.
