La historia es complemente mía, no permito que nadie haga una copia total o parcial de ella.

El universo de Bleach así como sus personajes son obra y creación de Tite Kubo, de no ser así... !YA HABRÍA ICHIRUKI DESDE HACE TANTO!

Espero les guste la historia :)


Y así termine viviendo en Soul Society.

La sociedad de almas se encontraba completamente en paz, aun cuando apenas hace una semana todo era fuego, destrucción y dolor, la pelea contra los Quincy acabo bien, oficialmente había solo dos Quincy: los Ishida. Las reconstrucciones no se hicieron esperar, las cuatro casas nobles y la casa de la familia Shiba dieron todo el presupuesto para las reparaciones. Se salvaron todas las vidas posibles y se les lloro en silencio a las que ya no estaban ahí.

En el cuartel de la cuarta división se estaban recuperando los heridos, las reparaciones son rápidas si hay hombres y dinero por lo que gente del Rukongai también ayudo a las reconstrucciones y lo primero en arreglar fue ese cuartel; en una zona en específico se encontraban Yoruichi, Yushiro, Urahara, Orihime, Chad, Isshin, Ichigo, Ishida y la capitana del cuarto escuadrón Isane Kotetsu.

-las heridas han sanado, no veo ningún problema en ustedes- comenzó a hablar la de cabello lila- muchas gracias por su apoyo Inoe Orihime-san- la mencionada simplemente sonrió con dulzura.

-¿entonces ya podemos irnos?- la cortante voz de Ichigo se hizo escuchar.

-si así lo desean, nada los ata a quedarse en soul society, con permiso- la nueva capitana se sentía un poco intimidada por el muchas veces héroe del seireitei, por lo que salió despavorida, extrañaba tanto a su capitana.

-¿acaso piensan irse tan pronto?- Urahara sabía que el pelinaranja se sentía muy molesto, esta última pelea le afecto más de lo que debería, realmente conoció lo que es la desesperación- deberían descansar antes de volver, la energía espiritual del lugar les ayudara bastante para que no se vean afectados en el mundo humano.

-no quiero esperar- Ichigo se puso de pie y se posiciono delante de Ishida- ¿tú qué piensas?- el pelinegro lo miro directamente a los ojos y asintió con la cabeza, ya no quería estar en ese lugar, se sentía culpable de todo lo que paso, aun cuando se unió al enemigo para destruirlo desde dentro, no podía evitar sentir como muchos del lugar lo culpaban.

-bien pues ya está decidido- exclamo enérgica Yoruichi- no quiero quedarme más tiempo en este lugar- su hermano la miro con tristeza, no quería que se marchara otra vez.

-yo iré a preparar la senkaimon para irnos en quince minutos- informo el rubio de sombrero saliendo de la habitación.

-¿no nos vamos a despedir?- pregunto Inoe, pero Chad simplemente negó con la cabeza al ver como Ichigo e Ishida se tensaban, era lo mejor, que nadie los viera partir además de Yushiro.

Dicho y hecho se marcharon sin decir nada, el joven líder del clan Shihoin solo los vio partir en silencio, tiempo más tarde cuando se dieron cuenta de que no estaban en la habitación no les quedo a los capitanes de otra más que dejarlos ir por ahora, ellos hicieron mucho ya en ese lugar.


Dos semanas más tarde se encontraba la familia Kurosaki desayunando como siempre lo hacen, un padre loco queriendo golpear a su primogénito y dos hermanas que disfrutan de su comida por la costumbre importándoles poco que su padre se desmaye por el golpe que recibió de su precioso hijo, Ichigo falto mucho a clases siendo que este es su último año se tiene que aplicar, sus hermanas entraran a la preparatoria en primavera mientras él comenzara su carrera de medicina en la universidad.

-es tarde Yuzu deberíamos de irnos ya- menciono la pelinegra poniéndose de pie, se tambaleo un momento captando la atención de su hermano.

-¿te encuentras bien?- pregunto preocupado.

-solo me maree un poco, no te preocupes- para Yuzu no era raro, ya que tenía tres semanas desde que su hermana se tambaleaba por momentos, pero no dejaba de preocuparla.

-nos vemos después papá- menciono la castaña siguiendo a su hermana para salir de la casa.

-yo también me voy, nos vemos viejo- termino por cerrarse la puerta y cuando así fue Isshin solo miro preocupado por donde sus hijos se habían marchado.

Desde que termino todo Ichigo se mostraba como si nada hubiera pasado, incluso dejo su insignia de Shinigami sustituto en soul society, para el pelinaranja no existió ni existirá otro mundo aparte del suyo, ya no se preocupara por otra cosa que no sean sus estudios ¿Dónde quedaba Rukia en todo esto? Para él Rukia solo fue un sueño, un hermoso sueño del que decidió despertar, todo lo que ella le ofreció hace dos años ahora solo sería un bonito recuerdo.

No podía explicar como antes se moría por volver a ser Shinigami y verla todo lo posible, y ahora simplemente se sentía como un niño que aún necesita de su madre en noches de pesadilla, aun la extrañaba, pero él debía madurar, formar su vida en Karakura o en cualquier otra parte de Japón, tal vez tener una esposa y un hijo, pero por ahora solo quería ser Kurosaki ichigo, un humano que sigue estudiando y nunca más se atreverá a ver a la cara a Kuchiki Rukia.

Cuando llego a su salón de clases Keigo le lloriqueo como siempre, Mizuiro estaba en su celular como el loco ese del anime de los diarios del futuro, Tatsuki hablaba con Orihime que lo observaba preocupada y el simplemente los ignoro, porque ellos le recordaban esas locas aventuras que ya no deseaba tener, dos semanas de que regreso a clases y ya le parecía todo muy lejano, algo que no podría cambiar seria el ver Hollow o fantasmas pero eso era lo de menos, él estaba bien con eso, estaba bien con estar vacío y sin muchos sueños en la vida, eso es lo que reflejaba su mirada, ya no había determinación.

-Kusosaki-kun- llamo una muy determinada Inoe, tal vez ella no era Rukia, pero haría su intento de hacerlo reaccionar; el pelinaranja solo la ignoro, tomo una pequeña bolsa de tela y camino directo hacia la salida- ¡Kurosaki Ichigo estoy hablándote!- el grito de Orihime invadió todo el salón, los que estaban dentro la miraron sorprendidos y sobre todo Ichigo, el que creía conocerla y ahora se daba cuenta de lo mucho que le faltaba por saber.

-¿I…Inoe?- exclamo con un poco de temor al verla molesta, pero ella simplemente lo tomo de la muñeca y lo guio en silencio hasta la azotea de la escuela donde ya los esperaban Chad e Ishida sentados con la espalda recargada en el barandal.

-mis felicitaciones Inoe-san- menciono un muy pálido Uryuu- lograste traerlo.

-¿Qué quieren?- su asombro por la actitud de Orihime se acabó y ahora mostraba su típico ceño fruncido.

-necesitamos hablar, dejamos muchos asuntos sin resolver en soul socie…- La pelinaranja hablaba tranquila, pero se vio interrumpida por el grito del kurosaki.

-¡yo no deje ningún asunto sin resolver, y si eso es todo lo que querían discutir conmigo no me importa!- trato de alejarse pero su amiga aun sostenía su muñeca- suéltame Inoe- menciono amenazante.

-no lo hará- hablo seriamente el pelinegro- te estas comportando como un niñato Kurosaki ¿no te das cuenta que tu existencia no solo es importante aquí? Soul society te necesita ¿y qué haces tú? Darles la espalda.

-yo ya hice todo lo que tenía que hacer por ellos, todos lo hicimos ¡así que ahora no me vengas con tus discursos! Yo ya no quiero seguir con este tipo de vida, no puedo seguir metiéndome en un mundo al que no pertenezco.

-eso no te importaba antes- le recrimino poniéndose de pie tambaleándose un poco sosteniéndose del barandal haciendo que Inoe tratara de ir hacia él, pero la mirada que le dirigió el pelinegro le dijo que se quedara dónde estaba- ¿Qué es lo que tanto te asusta?

-¡no me asusta nada!- grito colérico ¿Por qué creían que tenían el derecho de meterse en su vida?- ya no quiero pelear, no tengo motivos para mantenerme aquí y allá.

-¿es por lo que le sucedió a Kuchiki-san?- sonrió con suficiencia al ver como el pelinaranja habría los ojos con sorpresa y tristeza, Chad e Inoe solo veían como todo se ponía más tenso- ¿te sientes tan inútil por no haberla protegido y que haya sido al revés?

-ella no tiene nada que ver en esto.

-no eres el único que sufre aquí ¿lo sabias? Nosotros también nos arriesgamos tanto como tú.

-entonces síganlo haciendo y no me metan en esto- un relámpago ilumino el nublado cielo, ambos amigos se miraban con verdadera molestia en los ojos.

-¡ella está viva! No la perdiste ¿Por qué no intentas seguir a su lado?- el pelinegro suavizo su mirada, mientras Orihime sonreía con tristeza conteniéndose su dolor.

-pero tenerla a mi lado me hará perderla- susurro, haciendo que Inoe soltara unas cuantas lágrimas al ser la única que lo escucha.

-intenta seguir adelante, estas aventuras no se dan toda la vida y la paz ya ha llegado, dudo mucho que Tier Harribel-san intente atacarnos- Uryuu camino hacia él- Kuchiki-san quiere hablar contigo, son amigos ¿no?

-si- Amigos, lo único que podrían ser- tienes razón, pero…- un cuerpo cayó en seco, Orihime chillo asustada mientras soltaba a Ichigo para correr hacia donde estaba un inconsciente Ishida.

-Ishida-kun- llamo con su voz a punto de romperse mientras lagrimas recorrían sus mejillas, ella sabía que el chico no estaba bien, desde el momento en que se enfrentó a Yhwach todo se vino abajo, el matar al líder de los Quincy solo provoco que Ishida perdiera toda su vitalidad, en la sociedad de almas aún conservaba su color pero ahora, donde nada de Riatsu los rodea se ha mostrado muy pálido, en las últimas dos semanas se la pasa descansando en la enfermería cuando esta inconsciente.

Ichigo tenía impresión reflejada en sus ojos ¿Cómo no lo había visto? Su amigo, mejor dicho su mejor amigo aunque nunca lo confesara, estaba en una condición deplorable y él ni siquiera se había dado cuenta, se la pasaba encerrado en su mundo ignorando por completo que no fue el único en salir de alguna forma herido en la batalla, si Chad e Inoe no tenían marcas era gracias a la última, pero ahora podía recordarlo bien, lo que sucedió cuando derrotaron a "su majestad".


Flashback

Todos estaban reunidos delante de Yhwach, los capitanes y tenientes con una cara completamente de determinación pintada en sus rostros, algunos como Yoruichi, Yushiro y Byakuya se mostraban mallugados y en pésimas condiciones, pero eso no quitaba que aun fueran tan llamativos con su sola presencia, se nota que en las casas nobles los educan bien para siempre ser la envidia hasta en los momentos más críticos.

Todos habían terminado con las tontas letras de aquel hombre delante de ellos, que si antes era horrible ahora más, tantos ojos en su cara era repulsivo, la habilidad de ver el futuro no le sentaba bien a su cuerpo y algunos como Ikkaku, Yumichika y Renji no se molestaban en ocultar lo que les provocaba verlo. Ichigo estaba hecho un asco: estaba herido y respiraba con dificultad, a su lado se encontraba Ishida en unas condiciones muy parecidas a las suyas, aún era sorprendente que haya podido escapar de su último enfrentamiento con vida.

-debemos acabar con él antes de que acabe con nosotros, solo queda él contra muchos capitanes y tenientes presentes- menciono por lo bajo el de cabello naranja.

-pero te has dado cuenta- Ishida se acomodó sus gafas- lo importante aquí no es vencerlo, lo importante es evitar que en un futuro lejano renazca como lo hizo en esta ocasión.

-no te entiendo.

-nosotros tenemos la sangre de un Quincy, por lo tanto una porción de su alma, debemos deshacernos de ella de alguna forma, eso va también para tus hermanas.

-¿Cómo…?

-mi padre me lo conto antes de venir, el quien es tu madre…- sonidos de espadas chocando llamo la atención de los jóvenes, los locos sobrevivientes de la onceava división estaban luchando contra el hombre de muchos ojos, después se les unió Renji junto con los Shihoin, pero este enfrentamiento no se demostraba improvisado, los seis participantes se coordinaban de manera perfecta impidiendo que hubiera aberturas, pero aun así no era cosa fácil.

-¡Bankai!- ni con la técnica más poderosa de dos de los integrantes podían mejorar la situación.

Continuo la pelea, donde más capitanes y usuarios del bankai se enfrentaban a él, pero con las palabras de Ishida, Ichigo buscaba una forma de destruir el alma de aquel tipo, pero no tenía la menor idea. Yhwach comenzó a tener problemas, el rey espiritual reclamaba su alma al igual que Ukitake, por ello dejo una que otra abertura sin perder el ritmo, estaba completamente rodeado hasta que entre todos los shinigamis y vizards pudo ver su salvación, Ichigo e Ishida.

Los chicos decidieron agregarse a la pelea, no podían perder el tiempo, después se preocuparían por cómo evitar su resurrección, el pelinaranja con ambas espadas en mano se acercó con un shunpo, sus espadas estaban por hacer un corte mortal, si es que era posible con todo el riatsu que rodeaba al anciano, mientras que Ishida en un salto preparo sus flechas para acabar con él, todos los shinigamis que estaban rodeando se separaron rápidamente, Ichigo activo su nuevo Bankai, pero no solo esa energía estaba presente, la de su hollow y los poderes de un Quincy, todo lo necesario para acabarlo combinado con las habilidades de Ishida, la existencia de ese hombre tendría que terminar aquí.

El Quincy se dio cuenta que debía hacer un enfrentamiento directo, por lo que se acercó hasta tenerlo cara a cara, ambos jóvenes dieron su mejor golpe y supieron que hubo éxito cuando la energía del rey espiritual salía de él, regresándolo a su forma original y sangre salía de su cuerpo para finalmente terminar hincado, Ichigo se alejó rápidamente unos metros, pero el pelinegro y el pelinaranja sintieron una presión muy fuerte en su pecho que los hizo gritar de verdadero dolor y caer al suelo con pesadez, tanto Orihime como Rukia se mostraron preocupadas y todos, sin excepción mostraron horror cuando se dieron cuenta de que Yhwach seguía vivo, estaban tan agotados que no podrían seguir peleando.

El hombre comenzó a reír a carcajadas, se puso de pie y observo a todos los de la habitación, su vista se enfocó en los dos chicos que por poco lo matan, tuvo suerte de haber reclamado las ultimas porciones de su alma antes de recibir el impacto, tomo a Ishida de la ropa para elevarlo a su altura, el joven se mostraba cansado, casi no podía respirar y su vista ya le fallaba ¿Qué era ese dolor en su pecho?

-tu vienes conmigo- y atravesó el cuerpo del pelinegro por completo.

-¡Ishida-kun!- Inoe se veía histérica, su amigo había sido atravesado completamente en el pecho, una herida mortal, el hombre lo aventó a un lado ya que estaba seguro que no sobreviviría nadie y camino hacia Ichigo deteniéndose al ver como una pelinaranja corría hacia el pelinegro y lo tomaba entre sus brazos para finalmente cubrirlos a ambos con su barrera Soten Kisshun y sobre está la barrera Santen kesshun.

-no te atrevas siquiera a acercarte- La determinada mirada de la chica decía todo, haría hasta lo imposible para impedir que se acercara a ellos, y aun cuando muchas lágrimas salían de sus ojos, no tenía ni un ápice de miedo por aquel hombre, lo odiaba y si era necesario acabaría ella misma con él, pero ahora debía concentrarse en proteger a Ishida.

El hombre hizo amago de querer ir a por ambos, pero mejor lo dejaría para después, tenía que acabar con su más grande problema, creo su arco espiritual y disparo directo a Ichigo, estaba seguro de que moriría al instante, con esa misma técnica asesino al comandante Yamamoto, no es como si un niñato así pudiera sobrevivir, todo fue a una velocidad tan sorprendente que solo Byakuya y Yoruichi tuvieron la oportunidad de mostrarse preocupados, el primero sentía que moriría.

Cuando la niebla que se levantó por tan rápido movimiento se dispersó, todos se mostraron horrorizados, ahí, justo delante del joven de cabellos naranjas, se encontraba Rukia usando su Bankai y era ella quien había recibido el impacto del ataque, Ichigo estaba por perder la conciencia cuando vio a aquella enana delante de él y todo ápice de debilidad se fue al carajo cuando vio que ella lo había protegido.

-hakka…no Toga…me- y el cero absoluto rodeo el lugar, todos se cubrieron para no recibir el mismo daño que recibió Yhwach, ¡ahí quedó! destruido por una técnica de hielo de una simple teniente que no podía controlar del todo su Bankai.

Rukia sabía a lo que se enfrentaba cuando decidió proteger a Ichigo, desde que noto como lastimo a Ishida comenzó a bajar la temperatura, pero cuando vio sus intenciones contra el pelinaranja, no dudo ni un segundo para ponerse delante de él como un escudo mientras activaba su Bankai importándole muy poco los estragos que eso haría en su cuerpo al hacerlo tan despreocupadamente. Sangre salía de la comisura de su boca y de la enorme herida en su abdomen y está se congelaba al instante, cuando vio destruido el peligro se tranquilizó.

Poco a poco desactivo su Bankai, respirando lentamente regreso la temperatura normal del área, agradeciendo internamente usar el cero absoluto desde antes, eso le evito morir al instante y ayudo a que la velocidad del enemigo no fuera tan rápida como debería haber sido. El hielo desapareció y se giró hacia Ichigo, pero su frágil cuerpo no resistiría la herida por mucho, perdió el equilibrio esperando recibir el fuerte impacto del suelo que nunca llego.

Se sorprendió mucho cuando su cuerpo se vio rodeado de unos fuertes brazos y pudo sonreír tranquila, él estaba bien y eso era lo que importaba, pero su sonrisa se borró cuando una gota caliente choco contra su mejilla, ahí lo tenía Kusosaki Ichigo estaba llorando.

-Ichi…g…go- su voz sonaba áspera- no… no…llo…re…res- ese simple esfuerzo hizo que la sangre que no había salido como agua al inicio por el hielo ahora lo hiciera, una mueca de dolor se mostró en su rostro y poco a poco perdía el conocimiento, moriría y eso lo sabía cuándo vio las intenciones asesinas de ese hombre, pero no creyó que eso le afectaría tanto al de cabellera naranja.

-Ru…Rukia, no te esfuerces- susurro cuando vio como ella intentaba secar sus lágrimas.

-no seas un… llorón… Ichigo… no soy…nece…saria en… tu vida- se le dificultaba hablar por las cantidades de sangre que salían de su boca, sonrió levemente.

-no me dejes- su voz se quebraba poco a poco, los espasmos en su cuerpo producidos por contener el llanto eran más obvios ahora, la abraso con fuerza evitando lastimarla, necesitaba sentir su calor, pero este ya no estaba presente.

-todo…va a…estar…bien…tranq…quilo- sus ojos se cerraron y dejo de moverse, el pelinaranja la miro asustado.

-¡Inoe!- la aludida solo lo miro con los ojos hinchados de tanto llorar mostrando preocupación- por favor…- susurro mientras se acercaba a ella con Rukia en brazos, la joven hizo una abertura en sus barreras, terminando por desaparecer la superior y comenzó a curar a la Kuchiki cuando estuvo dentro.

-no…no te preocupes Kurosaki-kun, ella va a estar bien, puedo curarla, pero tomara su tiempo- el dolor reflejado en el rostro del pelinaranja no era de extrañarse.

La pelinegra estaba pálida, demasiado, ¡ahora era blanca! tanto como una hoja de papel puede ser, sus labios estaban morados al igual que la parte baja de sus ojos, sangre salía de su boca manchando su ropa, la herida en su abdomen estaba peor, algunos hasta se preguntaban si era posible ver tanta sangre salir de una sola persona, rastros de hielo la rodeaban aun.

-necesitara una transfusión de sangre- menciono preocupada, no solo ella necesitaba sangre sino también Ishida- la velocidad de la curación está tardando, necesitamos darle sangre mientras la curo- dirigió su vita hacia Byakuya- ¿sabe qué tipo de sangre es?

-B-respondió sin más, la determinación en la cara de Inoe fue sorprendente, miro directamente a Korostuchi Mayuri.

-necesito algo que me permita hacer dos vías intravenosas- en otro momento el científico perturbado habría ignorado a la chica, pero le gusto ver esa mirada y ya después la podría convencer para que fuera su conejillo de indias, hizo una señal a Nemu y ella saco lo necesario de quien sabe dónde.

La pelinaranja sin ningún ápice de dolor, se usó a sí misma como el banco de sangre, ella era tipo B también haciéndola compatible con ambos pelinegros. Después de un rato pudieron regresar al Seireitei, la vida de Rukia ya no peligraba pero igual no despertaba y su apariencia era nefasta.

-Inoe- llamo un muy decaído Ichigo, antes en la pelea contra Grimmjow ella también salió herida por ser un inútil, verla así le dolió en el alma, por un momento pensó que esta vez si la perdería- gracias.

-no tienes nada que agradecer Kurosaki-kun, ella también es mi amiga y yo hice lo que cualquiera hubiera hecho por alguien a quien ama- sonrió, estaba muy pálida y acostada en una de las camillas del destruido cuarto escuadrón recuperándose de la pérdida de sangre- todo va a estar bien, no tienes tampoco que culparte.

-pero fue mi culpa, si no hubiera bajado la guardia por algo tan estúpido como el dolor, ella no habría tenido que protegerme- sus puños se apretaban con fuerza haciendo que sus nudillos se pusieran blancos y un hilillo de sangre saliera por la fuerza con la que sus uñas se enterraban en su palma.

-a cualquiera le pudo pasar- tomo entre sus manos el puño derecho del chico y lo miro con dulzura- todo estará bien y pronto la veremos regañándote como siempre- rio levemente.

-Kurosaki-san- Isane entro en la habitación- Kuchiki-san ha despertado y quiere hablar contigo- el pelinaranja se tensó.

-no me siento bien, después iré a verla- ni siquiera se molestó en ver a la de cabello lila, pero Inoe pudo apreciar su expresión de dolor y culpa.

-comprendo, con permiso- y sin más se retiró dejando solos a los pelinaranjas.

Fin Flashback


-¡Ishida-kun!- Inoe rodeo al joven con su barrera Soten Kisshun pero no daba resultado ¿Qué haría ahora? ¿Qué sucediera si el pelinegro moría? Algo raro le pasaba al cuerpo del joven desde que fue herido por Yhwach, algo faltaba.

-hay que llevarlo a la enfermería- aconsejo Chad.

-si ni siquiera mis poderes funcionan ¿crees que en la enfermería puedan hacer algo por el?- la pelinaranja no apartaba su vista del rostro de Uryuu, ahora ante sus ojos lucia tan frágil.

-entonces llevémoslo al hospital de su padre- Ichigo trato de adentrarse a la barrera pero esta fácilmente lo repelió, últimamente Orihime estaba con un estado psicológico que pendía de un hilo- Inoe, déjame ayudarle- la chica lo miro directamente a los ojos y la barrera desapareció.

Las clases aun no acaban pero lo del pelinegro no podía esperar, por lo que mientras los pelinaranjas se dirigían al hospital de los Ishida, Chad recogió sus cosas. Ryuuken se mostró preocupado al ver el estado tan deteriorado de su hijo, claro que por preocupación nos referimos a que seguía con su apacible expresión, rápidamente lo conectaron a un suero, Orihime pidió quedarse a su lado, mientras que Ichigo decidió irse a casa, todo le daba vueltas, lo que sentía tras las heridas de Rukia, el ya no querer volver a Soul society, lo de su amigo, necesitaba descansar o seguramente su cabeza explotaría.

Cuando llego a su casa todo era silencio, sus hermanas aun tardarían en llegar y seguramente su viejo estaba trabajando en la clínica, poco le importaban esos hechos, se quitó sus zapatos y camino hacia las escaleras, justo a mitad de esta un dolor ataco su pecho, justo como el de hace tres semanas, dirigió su mano derecha a su pecho y la izquierda a su boca ya que empezó a toser, su vista comenzó a nublarse y cuando sintió algo espeso y cálido en su mano izquierda, la separo de su boca y se dio cuenta de que era sangre.

Trato de seguir subiendo, pero fue como si su cerebro se desconectara y perdió la conciencia, por suerte simplemente se quedó ahí o seguramente de haber caído hacía atrás habría terminado a pies de las escaleras con otras lesiones pequeñas. Isshin escucho el ruido desde su habitación y cuando salió vio a su primogénito tirado en las escaleras y con sangre saliendo de su boca, se alarmo por completo, no tanto como cuando llego al palacio del rey espiritual para ayudar, pero igual siendo padre se preocupa por sus hijos, lo cargo y lo llevo a su habitación.


En la escuela media donde estudian las mellizas Kurosaki, se puede ver justo en las canchas de futbol como se lleva a cabo un partido de lo más sorprendente, el equipo en el que se encuentra Karin tiene mucha ventaja, incluso por sobre los visitantes, quienes se supone son de una escuela de elite donde implementan demasiado el amor a los deportes. Por su parte Yuzu está apoyando a su hermana desde las gradas, el partido está por acabar y su hermana como capitana del equipo se muestra orgullosa, este es el último partido de la temporada.

-¡Tú puedes Karin!- grita llena de emoción y muchos de los fanáticos de la joven la apoyaron, no es que el resto de los integrantes sean malos, pero por favor ¡ella es fabulosa jugando! Tanto que es muy codiciada entre los varones de todos los grados de su escuela y algunos de la de su hermano.

Sonó el silbato dando por terminado el partido y todos celebraron con júbilo al haber ganado, los pocos visitantes se mostraron decepcionados pero no podían negar que esa chica juega maravillosamente.

-¡felicidades!- la castaña Kurosaki se abalanzó sobre su hermana que la recibió gustosa.

-gracias- respondió con una pequeña sonrisa, ella no era mucho de esas cosas como su melliza pero cuando lo hacía era porque en verdad lo sentía así.

-lo hiciste grandioso Kurosaki-san- un chico muy apuesto de cabello dorado y ojos verde jade de tez clara se acercó a la pelinegra, ella se puso un poco nerviosa, después de todo él era el único que llamo su atención y su hermana simplemente le dio ánimos.

-gracias Karasuma-san- se giró hacia él viendo una enorme sonrisa pintada en su rostro que la hizo sonrojar levemente.

Karasuma Yuki siempre fue muy lindo con ella, aun cuando es el sueño de muchas chicas en su escuela él solo ha tenido ojos para ella y aunque al principio lo odiaba por ser popular, cuando él le confeso sus sentimientos le dijo que si rompía tantos corazones era porque no tenía ojos para nadie más que ella, digamos que las palabras le llegaron.

-tú también jugaste de maravilla- se puso delante de él con seguridad y comenzaron a platicar de trivialidades, mientras Yuzu sonreía por la felicidad de su hermana, ella que pensaba que sería la primera de las dos en enamorarse, ahora se daba cuenta de que su hermana tenía un corazoncito tan enamoradizo como el suyo, se mantuvo a una distancia prudente para darles privacidad.

Karin estaba muy feliz, nada podía ser más perfecto, iba bien en los estudios, tenía buenos amigos, era capitana del equipo de futbol, y le gustaba al chico que quería como posible novio; lo único que apagaba su felicidad era la seriedad de su hermano, desde que él y su padre regresaron de Soul Society estaba muy preocupada por él, era como regresar a antes de que conociera a Rukia, donde nada le importaba, se estaba culpando de algo, justo como lo hizo con la muerte de su mamá.

-si es cierto, de hecho yo…- sus palabras se quedaron atoradas en su garganta, el rubio la miro preocupado y se asustó cuando la vio tocarse el pecho con una expresión de dolor.

-¡Kurosaki-san!- grito alarmando a Yuzu quien se había decidido a irse sola a casa y ya estaba un poco lejos, y al escuchar el grito del chico se dio la vuelta y corrió hacia ella.

La pelinegra llevo una mano a su boca y justo como su hermano se dio cuenta de que estaba tosiendo con todo y el líquido rojo incluido, el rubio la atrapo en sus brazos cuando cayó inconsciente y los chismosos no tardaron en arremolinarse a su alrededor, Yuzu llamaba preocupada a su hermana, pero sabía que lo mejor era llevarla con su padre, ya que a esa hora la enfermería de la escuela no estaba abierta.


En una parte del seireitei donde se encuentra la puerta Senkaimon estaban esperando tres shinigamis a que está se abriera para poder marcharse al mundo humano, dos eran capitanes el ultimo un teniente, se notaba por su vestimenta, digamos que los haori de capitán son muy fáciles de distinguir entre tantos trajes negros de shinigami. Los hermanos Kuchiki junto con Abarai Renji se mostraban serios por su próximo viaje.

Internamente Byakuya estaba molesto, pero él era un Kuchiki y como los Kuchiki no muestra sus emociones, el motivo era que el vago del capitán comandante le había pedido a Rukia y Renji que fueran en busca de Ichigo ¿Cómo diablos le pedía eso a su hermana? Ella aún está herida. Pero eso no era lo peor de todo, si él iba aparte de cuidar a su hermana, era porque los altos mandos de su clan le pidieron que fuera por la estúpida mujer gato, aunque eso le traía un mal presentimiento tenía que cumplirlo.

Finalmente la senkaimon se abrió, los tres entraron en ella y comenzaron a andar, cuando terminaron el recorrido que cada vez parecía hacerse más largo, aparecieron en la entrada de la casa de los Kurosaki, todo estaba oscuro, y por educación tocaron la puerta, escucharon unos pasos apresurados y tras la puerta se asomó una joven castaña, que miro hacia ellos sorprendida, a Rukia la reconoció, pero a los otros dos no, y se extrañó un poco al verlos vestidos de esa forma.

-buenas tardes Yuzu- comenzó Rukia pero luego recordó que ella seguramente no los vería- diablos olvide que ella no puede vernos- informo a Renji.

-puedo verte Rukia-chan- respondió saliendo de su sorpresa- adelante- les dirigió una sonrisa y una inclinación a modo de respeto dirigida a los tres. Byakuya sintió un escalofrió por entrar en la casa de "él"- ¿buscan a Ichi-nii?- su expresión cambio a una triste.

-así es- respondió Renji- ¿Dónde está?

-bueno… el…- se quedó muda ¿Qué diablos podía decirles? Sus hermanos posiblemente estaban muriendo y no podía decirles eso a las visitas.

-¿le paso algo a Ichigo?- la preocupación se vio reflejada en el rostro de la Kuchiki.

-es solo que…

-¡oh mi tercera hija volvió!- y de esta forma Rukia se vio atrapada en los brazos de Isshin, un micro tic apareció en la ceja derecha de Byakuya ¿Cómo osaba ese idiota de Isshin a poner sus manos sobre su hermana?

-si… he vuelto- una risa nerviosa se escuchó por parte de Rukia, mientras que Renji hacía de todo por no soltar la carcajada y más al ver como lo miraba su capitán.

-¿buscas a Ichigo?

-sí, el capitán comandante desea hablar con él- respondió zafándose de su abrazo.

-pues síganme ya ha despertado- se mostró serio y subió las escaleras, los tres lo siguieron extrañados por su actitud, llegaron a la habitación de Ichigo y la pelinegra se horrorizo por lo que vieron sus ojos, el pelinaranja estaba conectado a muchos aparatos, se veía muy pálido y una expresión de dolor se asomaba por su cara, sudaba, sus mejillas estaba sonrojadas gracias a la fiebre y para variar habían muchos trozos de papel higiénico manchados con sangre.

-Ichigo- se acercó rápidamente a su lado y cuando él la tuvo enfrente con un semblante preocupado trato de cambiar su expresión para no hacerla sentir peor- ¿Qué diablos paso contigo en estas dos semanas?- en ese momento se dio cuenta de que una pelinegra la miraba del otro lado de la habitación con el ceño completamente fruncido- Arisawa- susurro por lo bajo, nadie aparte de ella misma pudo escucharlo.

-…-el joven intento hablar pero eso solo provoco que tosiera más y nuevamente la sangre acompañaba dejándole un sabor metálico.

-¿Qué tiene?- Renji se dirigió a Isshin también preocupado ¿Cómo era posible que el imposible de matar Kurosaki Ichigo se viera tan acabado?

-no lo sé- se sinceró- lo encontré en este estado hace unas horas y desde entonces está empeorando, por momentos su alma sale de su cuerpo liberando cantidades imposibles de riatsu y después regresa causándole mucho dolor, es como si su cuerpo lo estuviera rechazando y parece que no es el único que está sufriendo cambios con sus habilidades espirituales.

-¿a qué se refiere?- Rukia ni siquiera lo miraba pero debían saber qué es lo que le pasaba al de cabello naranja.

-mi hija Karin está en el mismo estado que él, solo que en su caso su alma no sale de su cuerpo solo libera riatsu, Yuzu ahora también puede ver almas cuando antes solo las sentía, y por una llamada de Inoe-san me entere que Ishida Uryuu está igual que mi hija Karin.

-esto es muy extraño…

-pero todo está conectado Abarai-san- por la ventana aparecieron Urahara y Yoruichi.

-¿ya sabes que es lo que sucede?- Isshin se acercó a sus viejos amigos. Hace aproximadamente una hora él le comento lo que le pasaba a sus hijos y Urahara comenzó a investigar.

-parece ser que con lo de kurosaki-san yo tengo la culpa- el rubio de sombrero puso expresión melodramática mientras Yoruichi le pasaba un pañuelo, se escuchó el timbre de la casa pero nadie se molestó en tomarle importancia- la relación que hay con estos cuatro chicos es que cada uno tiene sangre Quincy en su interior.

- ya que derrotamos a Yhwach, lo último de su alma repartida estaba en ellos- Yoruichi se sentó en la cama junto a Rukia- y como última esperanza ese loco reclamo su alma antes de que Rukia lo derrotara, ahora ninguno tiene porciones de alma y eso es bueno en el aspecto de que no hay forma de que "su majestad" vuelva en un futuro.

-¿y eso cómo les afectaría a ellos?- Renji no entendía nada, pero igual tenía que parecer que lo hacía.

-pues en el caso de Ishida, el mismo Yhwach se encargó de quitarle su humanidad al atravesarle el pecho, el pobre chico no vivirá por más tiempo, seguramente le quedaran pocos días de vida y….

-no es cierto…- una voz temblorosa llamo la atención de todos, en la puerta se encontraba Inoe acompañada de una asustada castaña, la pelinegra amiga de la pelinaranja la miro con tristeza, pero por el momento no se alejaría de esa habitación para acompañarla en su dolor. Orihime era la que había tocado el timbre y se encontraba a ahí porque Isshin le comento sobre la salud de Ichigo, además de que recibió un mensaje de Tatsuki donde le mencionaba que estaba en casa del Kurosaki para que ella también fuera.

-Tranquila Inoe-san, ven conmigo- Yuzu opto por sacarla de ahí y aunque la pelinaranja hubiera querido quedarse fue arrastrada por la joven después de dirigirle una mirada llena de dolor a su mejor amiga.

-bueno…- Urahara obtuvo nuevamente la atención de los presentes- en el caso de tus hijos, ellos se ven afectados por que tú eres un shinigami y Masaki era una Quincy, ambos tenían poder espiritual, por lo tanto tus hijos no deberían de haber nacido como humanos y aun así lo hicieron, gracias a las porciones de alma que tenían en sus cuerpos, pero ahora ya nada los conecta al mundo humano.

-la pequeña Yuzu no se ve tan afectada porque ella simplemente no tenía mucho poder espiritual- prosiguió la pelimorada- ella nació normal, muchas personas son capases de percibir presencias aunque no le tomen importancia y lo más probable es que se deba a que obtuvo mayor sangre de su madre que tuya, en los Quincy había quienes nacían sin nada en especial y ahora lo más seguro es que se vuelva una, pero seguirá siendo humana.

-¿Por qué dices que tú tienes la culpa de lo de Ichigo?- pregunto Rukia con voz sombría.

-pues cuando este chico quería rescatarte de tu ejecución no tenía tus poderes de shinigami y yo le hice recuperarlos, cortando su cadena del destino y poniéndolo aprueba, lo curioso y algo que yo mismo me preguntaba era como hizo para poder regresar a su cuerpo cuando los perdió, en ese momento lo ignore pero ahora tengo la razón- se alejó levemente de Rukia- el alma de Yhwach le permitía seguir como un humano y de esta forma regresaba a su cuerpo, pero como yo corte la cadena...

-ahora ya no hay nada y por eso su cuerpo ya no acepta un alma que no es compatible con él, él ya es un shinigami hecho y derecho y su cuerpo humano no tardara en morir- Rukia se sintió culpable, era su culpa, por ella él había sacrificado su cadena del destino y ahora no podría cumplir sus sueños como humano, ahora estaba condenado a vivir en la sociedad de almas.

-en el caso de Karin-san es muy parecido, en ella dominaron tus genes y si no la sacamos de su cuerpo y la llevamos a la sociedad de almas para que siga los pasos de su hermano, su cuerpo morirá y su alma con él, porque la cadena del destino no está rota, pero el alma de Yhwach era un equilibrio en su cuerpo y al colapsar esto, ella no resistirá mucho.

Silencio, eso es lo que invadía la habitación, cuando en sus mentes todos estaban hechos un desastre, menos los informantes y Byakuya, a él no le importaba lo que le pasara a esa familia, lo único que lo tenía así era ver la expresión de su orgullo, ella se veía triste y con un toque de culpabilidad.

-entonces estas recomendando que nos vallamos a la sociedad de almas- afirmo Isshin, Urahara asintió, Tatsuki chasqueo la lengua y apretó sus puños con fuerza.

-de otra forma moriría una de tus hijas e Ichigo no podría mantenerse despierto por mucho- Yoruichi se mostró seria al ver el rostro del Shiba pelinegro, en cierta forma comprendía su sentir, ambos habían escapado del lugar al que ahora debe regresar y no sería muy cómodo para ninguno, puede que ambos tuvieran finales muy distintos, pero tuvieron el mismo motivo: salvar a alguien querido.

-¿Qué hay de Yuzu? Si dos de mis hijos son shinigamis no nos negaran la entrada, pero como ustedes dijeron ella es una Quincy- enserio que necesitaba que le dijeran que ella no podía ir y de esta forma él se quedaría a vivir en karakura con su hija.

-pues ya me he puesto en contacto con Kyuraku quien al mismo tiempo ha hablado con la cámara de los 46 hace unos diez minutos y les permitirán ir a los cuatro, también a Ishida-kun solo por el hecho de que son héroes- el pelinegro puso expresión de pánico, su sobrina se va a enterar- no pongas esa cara, yo también me veo obligado a ir por un tiempo para mantener estable la salud de tus hijos.

-comprendo.

Rukia no podía dejar de ver el estado de Ichigo, se veía realmente lamentable, en serio quería llorar, pero el pelinaranja no dejaba de mirarla con tristeza, sabía que la expresión que le regalaba al chico lo hacía sentirse mal, pero pues ya eran dos; tomo la mano del pelinaranja entre las suyas y la dirigió a su mejilla, estaba muy caliente por la temperatura que experimentaba su cuerpo, Ichigo cerró los ojos disfrutando el contacto de la pelinegra en sus manos. Un silencio incomodo invadió la habitación, por lo que Isshin saco casi a patadas a los presentes y los llevo al comedor para platicar sobre los detalles.

No es como si al Kuchiki mayor no le hubiera molestado la escena que estaba presenciando, pero él una vez se vio en una situación parecida y creía que lo mejor era darle su privacidad a su hermana ¿Qué más podía hacer? Así como él, ella se enamoró de alguien a quien nadie esperaba, y por mucho que le costara admitirlo, sabía que su hermana había hecho una buena elección con ese impulsivo pelinaranja, era obvio que ambos se amaban con locura aun cuando ninguno se había dado cuenta.

Cuando la habitación se vio vacía de intrusos la chica alejo la mano de Ichigo, pero no la soltó, aprecio esos ojos que siempre le habían parecido de lo más hermoso, nuevamente el chico se retorció de dolor asustándola ¿ahora qué haría?, soltó la mano del pelinaranja y le dio la espalda, no podía, en serio no podía verlo así de acabado ¡Todo era su culpa! Si nunca hubiera aparecido en su vida, seguramente jamás habría hecho la estupidez de querer ir a buscarla a costa de su cadena del destino.

-Kuchiki-san- se escuchó la voz de Arisawa mientras ingresaba en la habitación, su voz no sonó para nada tranquila- necesito hablar contigo- la pelinegra de ojos violeta asintió y ambas salieron de la habitación.


-¿Qué sucede Arisawa?- comento con un semblante frio, eso hizo que la joven humana frunciera el ceño a más no poder.

-¡¿Qué que sucede?!- grito colérica- por tu culpa- golpeo levemente el pecho de la shinigami- por tu culpa Ichigo sufre… por tu culpa el morirá y por tu maldita culpa Orihime jamás podrá estar con él- la Kuchiki apretó los puños levemente ¿acaso era necesario que se lo recordara?

-eso ya lo sé Arisawa, no es algo que una simple mortal tenga que recordarme- la shinigami estuvo a punto de recibir una fuerte bofetada en su rostro, de no ser porque sus reflejos son más rápidos y pudo detener a la humana a tiempo.

-sabía que no eras alguien buena para él… desde el primer momento en que te vi lo supe, que por ti Orihime nunca tendría oportunidad.

-¿y eso porque tienes que reclamármelo tú?- le miro decidida, comprendía que todo lo que le decía era verdad, pero no tenía ningún derecho a recriminárselo- si Orihime está molesta conmigo puede hacérmelo saber… ella de todas las personas es la única que tiene derecho a juzgarme por lo que hice, se perfectamente que haber entrado a la vida de Ichigo no fue algo bueno para nadie, sé que ella lo ama con locura… pero eso no tiene nada que ver contigo.

-tiene mucho que ver porque ambos son mis amigos.

-entonces quédate con ese simple papel de amiga, tus asuntos no tienen nada que ver con los míos- se alejó un poco- ahora que lo pienso, ni siquiera debes meterte en la vida de ellos, ya están lo suficientemente grandes como para que tu tengas que interferir en sus vidas amorosas.

-solo estas tratando de justificar el quitarle el amor de su vida a alguien que si te considera su amiga.

-yo no le quite a Ichigo de manera romántica y me disculpare con ella en el momento en que la vea por arrebatarle su vida mortal, porque ella si es para mí una valiosa amiga.

-claro que se lo quitaste de manera romántica… lo engatusaste y ahora seguro te estas regocijando al saber que lo tendrás para ti en Soul Society.

-yo jamás…

-no hables, no vuelvas a tratar de justificarte, sabes perfectamente de que estoy hablando, estas lastimando a Orihime, en muchos sentidos posibles y sabes que ella jamás te reclamara nada, porque ella es alguien con un corazón de oro, ella jamás podrá hacerte ver lo mucho que la haces sufrir, desde que llegaste ella cambio.

-¿y son malos los cambios? O simplemente te molesta que gracias a mí si tuvo un acercamiento a Ichigo, porque no lo olvides, antes de que yo llegara, él ni siquiera la consideraba su amiga, y ahora ambos se quieren demasiado como para que ese vínculo se rompa nunca.

-no seas ególatra, todo fue gracias a Orihime.

-no le quito el mérito- sonrió tristemente- jamás se lo quitare, porque ella es una mujer fuerte que sabe lo que quiere, algo de lo que nunca me arrepentiré será de haberlos conocido a ambos, tú no sabes lo difícil que fue para mí estar lejos durante tanto tiempo- Arisawa calmo su expresión- sé que estoy hiriéndolos a ambos al alejarse por un mundo completamente distinto- toco su pecho con expresión de dolor- comprendo el dolor que te causa ver a tu amiga en ese estado.

-no, no lo comprendes, porque si así fuera no estarías haciendo esto.

-yo no hice esto porque quise… de hecho esto no fue mi decisión- dirigió su mirada a Tatsuki- pero respóndeme un cosa… ¿Qué harías por amor cuando no hay nada que hacer?

-siempre habrá una cosa por hacer.

-¿en esta situación hay algo por hacer? Tu misma lo escuchaste, si él no viene con nosotros a Soul Society morirá realmente, no tendrá la oportunidad de llegar ahí, tú fuiste su más preciada amiga en la infancia- la pelinegra más alta comenzó a rendirse a esa tonta pelea- no puedo hacer nada por un futuro donde él y Orihime estén juntos, no sin quitarle su vida mortal a ella también.

-entonces simplemente espera a que ella tenga que ir ahí, no intentes nada con Ichigo.

-yo no intente nada con él desde el principio… ¿pero en serio crees que lo haría?- suspiro- cuando amas a alguien ya no depende de lo que quieras o no, esta conversación se acabó- dio media vuelta y entro a la habitación dejando a Tatsuki con un sentimiento de culpa.

La pelinegra sabía que no estuvo bien culpar a Rukia de todo porque no dependía de ella, mientras Ichigo estuvo sin poderes pudo hablar con el cómo cuando eran más amigos y supo de algunas cosas, lo mucho que sufrió la Kuchiki para ahora poder ser feliz… y lastimosamente se dio cuenta de que sus intentos de acercar a Orihime a él no serían nada significativos, porque la sombra de ella siempre estaría ahí, enamorando al pelinaranja a cada segundo de una forma que él jamás pudiera ver que la pelinaranja estaba ahí para él.

Realmente odia a Kuchiki Rukia de una forma que nadie podrá comprender, porque en ningún momento intento acercarse a conocerla, ni mucho menos tenía motivos de odio hacia su persona, pero lo que la dejo en ese estado contra la pequeña pelinegra fue que ella, de todas las personas, logro lo que ni siquiera con muchos intentos logro ella misma, porque Rukia si pudo hacer salir de la oscuridad a Ichigo, porque ella le dio una oportunidad muy grande a Orihime de acercarse a él y sobre todo porque ella si les dio un sentido a la vida de todos ellos.

Jamás podría ser amiga de la mujer que ahora le arrebata a su mejor amigo, ni tampoco de la mujer que siendo amiga de Orihime le quita al hombre que ama, solo le quedara sufrir más allá, porque en el momento en que Kuchiki Rukia llego a la vida de todos, Arisawa Tatsuki quedo fuera, ninguno de los pelinaranjas la tomaban muy en cuenta en su vida, ahora ella solo era la sombra de una amiga que intentaba mantener esa amistad solo de forma unilateral, ambos chicos habían podido madurar sin ella y aun así los amaba como nadie podría imaginarse, aun cuando ella ya no fuera importante en su vida, había sido remplazada por alguien mucho mejor, había sido remplazada por la Kuchiki y tendría que aceptarlo, ella ya nunca podría recuperar un lugar en el corazón de ambos que jamás fue suyo. La pelinegra se marchó de la casa.


El Kurosaki se extrañó cuando vio entrar a la pelinegra con un semblante decaído, sentarse a su lado y darle la espalda, pero sintió su corazón oprimirse dolorosamente por su problema de salud y por ver que la joven tenía leves espasmos y escucho como sollozaba tratando de hacerlo lo menos audible posible, tenía que hacer algo, ya la había hecho sufrir al tener que salvarlo de una muerte segura como para que ahora ella se sintiera culpable de su situación, sabia de sobra que lo dicho por Urahara la hacía sentirse de esa forma, pero él no la culpaba, había sido su decisión.

Tomo una decisión difícil de cumplir en su estado. Comenzó por sentarse en la cama con mucha dificultad que le causo más dolor del que creyó posible, tosía más frecuentemente y sin embargo eso no le importo, la pelinegra se voltio hacia él cuando sintió como la cama se movía, ahí lo tenía sentado con una expresión tranquila que se quitaba cada vez que tosía.

-¿Qué crees que haces?- se acercó a él para tratar de acostarlo nuevamente, pero el negó con la cabeza, con mucho esfuerzo la atrajo hacia sí y la rodeo con sus brazos.

La pelinegra se mostró sorprendida al encontrarse rodeada por los cálidos y formidables brazos del chico, aspiro el aroma del joven y correspondió el abrazo mientras unas traviesas lagrimas se escapaban de sus ojos ¿Cómo era posible que él siempre la sorprendiera? No había ocasión en la que no se tranquilizaba sino era por estar con él, ¡claro que hablando de situaciones importantes! No sus infantiles peleas, aquella conversación con Tatsuki le había hecho sufrir más de lo que la pelinegra pudiera imaginar, porque sabía que ella no era la única que la culpaba.

-perdóname Ichigo, esto es mi culpa- la temperatura en el cuerpo de Rukia descendió un poco proporcionándole la temperatura ideal al chico que suspiro aliviado de ya no sentirse arder por la fiebre.

Ichigo no podía hablar pero negó con la cabeza aflojando el abrazo y viéndola directamente a los ojos, ella lo entendió inmediatamente las miradas de ambos tuvieron una pequeña discusión sobre culpas y esas cosas hasta que la chica sonrió derrotada, y el pálido pelinaranja lo hizo de igual forma, con tan solo miradas se dijeron tanto, se pidieron disculpas el uno al otro, Ichigo por su debilidad y permitir que saliera lastimada por él y ella por lo que sería su vida de ahora en adelante. En cierta forma no se convencieron del todo, pero sabían que el otro se pondría mal si se seguían culpando por cosas del pasado.

-tienes que resistir hasta que te estabilicen- comenzó nuevamente la Kuchiki, el pelinaranja nuevamente la atrajo hacia él apretándola sin dañarla con su abrazo, de todos modos no era como si tuviera mucha fuerza- ni se te ocurra morir antes de tiempo, esto fue tu culpa por idiota al irte de Soul Society sin despedirte de mí- bromeo por lo bajo.

-no… quería ver….a una enana moribunda- la chica exclamo ofendida por el "enana" cuando lo escucho hablar, pero no lo golpeo, sabia lo mucho que le costó simplemente decir "no" sin toser.

Ambos se sentían cómodos con la cercanía del otro, en especial Ichigo ya que Rukia se mantenía en una temperatura agradable para el cuerpo de él intentando bajarle la fiebre, después de un rato la pelinegra termino por acomodarse bien a su lado y se quedaron dormidos, ahora se sentían un poco más tranquilos consigo mismos, siempre podrían ser el apoyo emocional del otro sin fracasar.


-lo siento mucho Kisuke, ahora tendrás que vivir en Soul Society, ya te vi ¡el vago vendedor Kisuke Urahara trabajando de niñero!- la pelimorada se rio de sus ocurrencias mientras decía eso sobre su rubio amigo como si fuera presentadora de un programa de televisión o algo parecido, Renji e Isshin soltaron la carcajada al ver la mirada indignada de Urahara.

-no es justo Yoruichi-san- menciono de forma mustia- no soy el único idiota que regresara obligado después de escapar, así que no solo te burles de mi- se cubrió tras su abanico cuando Isshin cayó en cuenta de quién era el otro idiota.

-no es como si quisiera, y por mi podría quedarme aquí con Yuzu, pero por lo que me has dicho simplemente la quieren ahí junto con Uryuu-san para evitar futuros problemas con respecto a ambos- suspiro derrotado, en serio que no quería regresar ahí.

-¿acaso piensas abandonar a tus hijos en un lugar tan lleno de extraños?- no es como si les importara, pero Yoruichi y Renji asintieron por lo dicho por el del sombrero.

-claro que no…- desvió la mirada, ¡claro que lo pensó! Pero no lo haría, ellos eran junto con su difunta esposa, lo mejor que le había pasado en la vida- por cierto- todos le prestaron atención cuando se dirigió a Renji que lo miro extrañado- comprendo que tu estés aquí, porque seguramente te enviaron junto con mi tercera hija por Ichigo- el pelirrojo asintió sin comprender, luego el Shiba dirigió su vista a un muy callado Byakuya- ¿pero qué hace el mocoso engreído en mi casa?- nuevamente carcajadas se escucharon por toda la casa, pero una de tres se cayó inmediatamente al recibir una mirada amenazante de su capitán.

-bueno…- Yoruichi se puso de pie, ya que todo el rato que llevaban hablando habían estado sentados en los sillones de la sala, la pelimorada junto a Kisuke, Isshin en un sofá individual y Byakuya justo delante del otro pelinegro también en un sofá individual- creo que lo mejor sería irme de una de vez, Kisuke y tu- señalo a Isshin con la mirada- deben llevarse a tus hijos y a Uryuu esta misma noche.

-¿irte?- exclamo preocupado el rubio-¿no piensas acompañarme al Seireitei?

-claro que no- respondió con simpleza y un tanto sorprendida de la estupidez del vendedor ¿en serio aun le tenía tanta fe como para pensar que lo acompañaría?- no pienso volver a ese lugar a no ser que sea necesario, pero por ahora retomare los viajes que deje hace dos años.

-Shihoin Yoruichi- la profunda e intimidante voz de Byakuya se escuchó en la habitación por primera vez justo cuando la mujer iba a desaparecer con un shunpo, ella lo miro extrañada, como el resto, casi todos ahí sabían lo mucho que el Kuchiki despreciaba a la Shihoin.

-¿Qué sucede Kuchiki Byakuya?- respondió con molestia, tenía un mal presentimiento, estaba cien por ciento segura de que lo que el pelinegro tuviera que decir la llevaría a una situación problemática.

-el motivo por el que he venido y he tenido que recurrir a algo tan bajo como dirigirte la palabra es porque los altos mandos de mi clan desean hablar contigo mañana al mediodía en la mansión Kuchiki- sin rodeos, él era directo y si en su voz se escuchó el desagrado fue porque él no se guardaba esas cosas, solo que lo hacía de manera sutil. El resto de los varones se quedaron en silencio ¿Cómo es posible que el pelinegro pudiera dirigirse de una manera tan grosera a una mujer?

-¡vaya! No espere que los fósiles aun quisieran siquiera hablarme- comento con burla en la voz sin mirar directamente a alguien, el Kuchiki frunció imperceptiblemente el ceño al oírla decir esas palabras, no era como si a él le agradaran los altos mandos de su clan, pero que alguien fuera del clan lo hiciera le molestaba-bien… iré- y ahora si desapareció en un Shunpo, la verdad no le extrañaba que la buscaran ahora que estuvo delante de su propio hermano, es lógico que quieran ayudar a la familia Shihoin a acercarse a ella a través de la amistad que ella consolido con los Kuchiki hace mucho tiempo.


-¡Karin!- Yuzu se lanzó con lágrimas en los ojos hacia su hermana que finalmente despertaba- ¡muchas gracias Inoe-san!- la pelinaranja le sonrió, pero por dentro estaba muy alterada, porque estaba por perder a dos personas muy importantes para ella.

-no fue nada- ella solamente había usado sus poderes para quitarle un poco el dolor a la hermanita de una de las personas que más amaba.

-Con permiso- aviso Isshin desde afuera mientras abría la puerta de la habitación de su hija- Inoe-san, lamento mucho que te alteraras por lo que has escuchado, supongo que te llevaste un mal sabor de boca, pero no te preocupes, todo va a estar bien- sin más, se sentó al lado de su hija pelinegra y les conto todo por lo que estaban pasando, a que se debía y que pasaría de ahora en adelante.

-¡no! Yo no quiero irme papá- Karin se veía afligida y se levantó de golpe alejándose de su padre, pero sus piernas no tenían la fuerza suficiente por la que cayó al suelo- yo soy feliz aquí, tu sabes que lo que más he deseado siempre ha sido ser normal ¿Qué tiene de normal vivir en un lugar lleno de shinigamis? Yo no lo soy.

-sabes que lo hago porque no quiero perderlos- su padre se mostraba serio y al mismo tiempo triste.

-y comprendo tus razones- la pelinegra aun sentada en el suelo trato de calmarse- pero no quiero irme, las cosas raras son tuyas y de Ichi-nii, no mías.

-Karin-chan, tu padre está en lo correcto ¿acaso quieres hacer sufrir a tu familia? Ellos no quieren perderte- la pelinegra oculto su expresión con el cabello que caía en su frente- además, Soul Society es muy divertido, aprenderías muchas cosas y podrías venir de vez en cuando si te conviertes en Shinigami, ahí hay muchos capitanes y tenientes de la edad de ambas- miro también a Yuzu- Hiyori-chan, Yachiru-chan y Toshiro-kun son muy agradables.

-yo puedo objetar sobre Toshiro…- Isshin levanto la mano, pero se sintió intimidado por la mirada que inconscientemente le dirigió la joven.

-será una aventura maravillosa- se puso en cuclillas delante de ella y le extendió su mano- ¿aceptas el reto?- la pelinegra se debatía mentalmente entre tomar la mano de la amiga de su hermano o ser grosera con la única persona que le estaba haciendo ver bien las cosas, ahora que lo pensaba no sería tan malo, ella siempre ha buscado emisiones fuertes y realmente no ha visto lo que hace su hermano, pero como para que llegue tan cansado es porque realmente es una gran disciplina.

-acepto- tomo la mano de la pelinaranja y levanto la vista, aún tenía dudas, pero lo importante es que estaría con su familia. Por sus ojos se asomaban unas lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento.

Yuzu exclamo feliz, mientras el pelinegro se sorprendió de como Inoe había logrado convencer a su hija, como buen padre, sabía que la pelinegra no era muy abierta con cualquier persona, era como ver a Ichigo de cabello negro en versión femenina y ella estaba empezando a abrirse a las posibilidades del mundo mortal, era obvio que se negaría a marcharse.

La pelinaranja pudo apreciar como Yuzu e Isshin se acercaban a abrazar a la pelinegra que lloraba, tantas cosas se le juntaron a la pobre y eso contagio a su hermana y dramático padre; Inoe era feliz de ver eso, pero se sentía mal consigo misma porque todo aquello que le dijo no iba dirigido especialmente para Karin, era para ella, tendría que aceptar que solo era una simple humana y que tanto Ishida como Ichigo disfrutarían mucho de vivir ahí, y ella tendría que ser feliz con saber la maravillosa aventura que enfrentarían, por eso se estaba convenciendo con todo lo que dijo. Sin hacer ruido se marchó de la habitación.

Pero quería ver a Ichigo, aunque fuera por última vez, esto era distinto a cuando Ulquiorra la llevo a las noches, esta vez no se despediría de ninguno porque sería más doloroso, solo quería guardar en su mente la cara de sus amigos y así cuando estuviera viejita los recordaría con gusto antes de partir a verlos nuevamente en Soul Society. Entro a la habitación ya que cuando toco la puerta con el número 15 nadie le contesto y sonrió enternecida al ver a Ichigo y Rukia abrazados mientras dormían de lo más cómodos y tranquilos.

Los contemplo un rato, ahora se daba cuenta de la hermosa pareja que hacían esos dos, tanto en actitud como en apariencia congeniaban mucho definitivamente, no entendía cómo era posible que eso no le doliera ya que ella nunca llego tan lejos en todo el tiempo que llevaba de conocerlo, amaba mucho a Ichigo pero posiblemente sus sentimientos comenzaron a cambiar poco a poco, tal vez ella de todas las personas, la más inmadura ante los ojos de la gente había conseguido un amor puro y maduro hacia ese apuesto joven de cabello naranja; o muy posiblemente ahora sus sentimientos estaban dirigidos hacia la persona que frecuentaba demasiado su bienestar.

-se ven muy bien juntos ¿no?- la joven se sobresaltó cuando alguien a sus espaldas susurro muy cerca de ella.

-Abarai-kun- lo miro aliviada, tal vez su amor maduro, pero ella definitivamente no, por un momento pensó que algún monstruo de las series que veía cuando niña finalmente había venido por ella al ser la típica chica de cabello distinto- ¿no te molesta?

-¿molestarme?- él la miro extrañado- ¿Por qué debería de molestarme?

-pues…- se puso nerviosa- pues… yo pensé que te gustaba Kuchiki-san- termino de decir justo cuando Byakuya terminaba de subir las escaleras y un tic nervioso apareció en su ceja derecha.

-claro que me gusta- respondió sin ningún ápice de vergüenza, Orihime lo miro sorprendida.

-vaya, me sorprende la seguridad y facilidad con la que dices algo así- él la miro extrañado, hasta que cayó en cuenta de lo que había dicho y se puso tan rojo como su cabello.

-¡no!... yo no me refería a ese gus…gustar, me refiero como amiga- negaba con las manos y la pelinaranja por fin pudo sonreír y reír a carcajada limpia, mientras cerraba la puerta de la habitación de Ichigo para disfrutar la primera risa después de tres largas semanas, y para que Byakuya no se molestara con ninguno de los que estaban adentro- ¿Qué? ¿Por qué te ríes?

-perdona jajaja fue mi culpa jajaja yo lo malinterprete- lo miro de forma seria sin perder su sonrisa- porque no recuerdo desde cuando el gustar se convirtió en enamorar- susurro seriamente cayendo en cuenta de algo- Abarai-kun- el pelirrojo la miro atento- dales un empujoncito cuando estén allá.

-créeme que los pateare si es necesario.

-espero volverlos a ver, así que hasta pronto Abarai-kun, en serio fue un placer conocerte aunque haya sido poco- hizo una inclinación a modo de respeto y Renji solo pudo sonreír, ella era una chica muy linda, seguro la vida mortal le deparaba cosas buenas.

-hasta pronto- respondió, la chica le sonrió por última vez y camino hacia Byakuya.

-muchas gracias por haber cuidado de una persona tan valiosa para mí como lo es Kuchiki-san- también se inclinó hacia él, solo recibió de su parte un asentimiento de cabeza y la pelinaranja se marchó de la casa, mas no se alejó demasiado.


Renji abrió la senkaimon fuera de la casa de los Kurosaki, todo estaba listo, era momento de una nueva aventura para el pelinaranja más conocido del Seireitei. Urahara ya había ido por Ishida, su padre no se mostraba muy contento de dejar ir a su hijo, pero mínimo sabía que estaría bien y en cualquier momento podría regresar al mundo mortal a visitarlo.

-Es momento de abandonar todo- comento Yoruichi entrando a la habitación de las mellizas siendo acompañada por Renji, Urahara y Byakuya, el ultimo solo obligado para asegurarse de que la mujer gato no escaparía de su compromiso con los altos mandos, la morena había regresado después de dos horas de irse. Las dueñas de la habitación estaban sentadas una enfrente de la otra, ambas se veían un poco nerviosas y la pelinegra un tanto renuente- esto no dolerá nada, acuéstense.

Ambas obedecieron y Yoruichi les sonrió de manera maternal para tranquilizarlas, por algún motivo le respondieron la sonrisa a esa extraña y después cerraron los ojos, la morena puso las palmas de sus manos a la altura del pecho de las ya no tan pequeñas señoritas, sintieron una sensación de calidez y después todo se volvió negro para ambas. Renji miraba sorprendido lo que estaba sucediendo, dos mariposas salieron de los cuerpos y estas rápidamente se dirigieron a la senkaimon que estaba abierta fuera de la casa para que los cuerpos ya vacíos rápidamente se convirtieran en luz y desaparecieran.

-¿Cómo…?

-esto es algo que aprendí durante mis viajes por el mundo humano, lo que hice fue liberar el alma del cuerpo mortal y este último se desvaneció con mi riatsu ya que la cadena del destino ha sido eliminada.

-eso lo comprendo, pero ¿Cómo desvaneciste los cuerpos? Se supone que eso es algo que debería haberse quedado aquí.

-y así fue, pero no tengo porque decirte mis secretos- agito su mano restándole importancia.

Se dirigieron a la habitación de Ichigo, ahí también se encontraba un inconsciente Ishida, la morena hizo lo mismo que con las gemelas y ya todo estaba bien, pero termino por desmayarse ya que parece ser ese proceso de liberación le quitaba todas sus energías, Urahara la tomo en brazos y simplemente se marchó hacia la Senkaimon junto con el resto.

A lo lejos en direcciones opuestas dos chicas veían la escena con expresiones muy distintas, una con enojo y tristeza, jamás podría perdonar lo que sucedió, solo le quedaba salir adelante y apoyar a su mejor amiga en lo que pudiera, aun cuando realmente no comprendía como se sentía Orihime. Por su parte en posición contraria a su amiga la pelinaranja sonreía de forma sincera, porque sus amigos estarían en un mundo lleno de aventuras en la cual algún día ella también podría vivir con ellos nuevamente.

-que tengan un muy buen viaje… Kuchiki-san, Kurosaki-kun… Ishida-kun…- suspiro y una traviesa lagrima se escapó de sus hermosos ojos- algún día nos volveremos a ver y seguramente será tan divertido como ha sido desde que nos conocimos- dio media vuelta y comenzó a andar, se sentía muy feliz y tranquila, ya nada atormentaría su ser, porque sabía que sus amigos estarían muy bien de ahora en adelante.

Los Kurosaki no se llevaron nada, todo lo mortal se queda en el mundo mortal y ya no hay vuelta de hoja, sus recuerdos del mundo humano, sus amigos y posiblemente un futuro rodeado de vida mortal se quedaba atrás, pero eso no importaba, porque estarían bien, una nueva gran aventura se abría ante sus ojos…. fue así como la familia Kurosaki comenzaría su nueva vida, y fue así como terminaron viviendo en Soul Society.


Espero les llame la atención la historia, créanme que batalle mucho con el inicio porque no sabia por donde empezar, pero necesito tener Ichiruki aunque sea en un fic, esto solo es una pequeña introducción de como llegaron a Soul Society, porque he leído muchos fics sobre Ichigo en la sociedad de almas, pero no explican mucho de como se sienten los personajes y cosas así, además de que tenia que ser una situación de a fuerzas para que Ishida también se fuera jajaja

Me gusto mucho la idea de poner lo que sintió Orihime con la noticia, porque ella ya no es la niña llorona del inicio, maduro mucho y quise demostrarlo con ese apoyo que les dio, por su parte y con un fic que leí hace unos días me di una idea de lo mucho que sacaron a Tatsuki de la historia y lo poco que muestran lo que ella siente.

Quiero aclarar que aun cuando la historia es Ichiruki, no sera la única pareja que pondré, ya que técnicamente estará hecha de otras parejas crack que por una u otra razón no me he podido sacar de la cabeza. De ahí que Karin, Yoruichi y Urahara también vallan.

Gracias por leer la historia, toda estará hecha de capítulos largos, unos más que otros, por lo que si me tomara mi tiempo actualizar, intentare que no sean más de dos semanas. Aun no esta terminada, apenas llevo como seis capítulos... pero el manga avanza muy rápido y no quiero salirme mucho del tema principal del manga, si habrá cosas distintas porque después no la modificare, pero espero la disfruten tanto como yo lo hice al escribirla.

nos leemos en la siguiente actualización.

Besos, Carrie ;D