Este es mi regalo para Coraline T, y es que, en cuanto vi tu frase me quedé prendada, era algo tan bonito, que al final no supe si esto que escribí le haría justicia. Como no es la primera vez que te escribo algo, intenté no repetir el Takari (aunque admito que me siento más cómoda escribiendo de ellos) y Daisuke y Miyako vinieron al rescate. Espero que hayas pasado unas fiestas increíbles y que este año esté lleno de cosas buenas.

Disclaimer: Digimon no me pertenece. No hago esto con fines de lucro.

Para el Intercambio Navideño de Drabbles de Proyecto 1-8


Uno siempre espera algo a cambio, esa debería ser algo así como una ley universal, y es que, aunque a veces nos duela reconocerlo, eso también nos forja carácter. Cuando miraba a Daisuke llegué a preguntarme más de una vez que era lo que él esperaba del mundo, siempre con una sonrisa de oreja a oreja, nunca se daba por vencido, simple y sencillamente era una de las personas más optimistas que conocía en el mundo.

Eso era lo que pensaba hasta el momento que lo encontré sentado con aire alicaído en una de las jardineras de la escuela, era tan raro, que no pude contenerme y me acerqué a él, debería de, por lo menos, poderle levantar un poco los ánimos.

— ¿Pasa algo malo Dai? —pregunté.

— Siempre pensé que estaría enamorado de tí Hika —fue lo que obtuve como respuesta.

Como dije, uno siempre espera algo a cambio, y cuando no lo obtenemos tenemos dos opciones: crecemos o nos dejamos caer. No supe que decirle a Dai después de eso, incluso la sensación de dar media vuelta y correr me invadió unos instantes, hasta que él volvió a hablar.

— No es nada malo Hika, no te espantes, es solo que me doy cuenta que he estado ciego todo este tiempo.

— No te entiendo Dai —y era verdad que no lo hacía

— A veces uno piensa que el amor parpadea, pero no es así, el amor es infinito, nunca llega al borde. —una pausa, un suspiro y de repente Daisuke parece mayor— ¿Tú no lo supiste así, de repente, después de un parpadeo? El que te gustara Takeru, me refiero

Asentí. Y es que era cierto, nunca había imaginado que de verdad llegara a sentir algo más por Takeru que no fuera amistad. Quizá no entendiera en este momento a que se refería Daisuke cuando me dijo que el amor no parpadeaba, pero al menos sabía que no tenía el corazón roto por más dramática que pudiera parecer verlo tan serio .

— Me gusta Miyako.

Y eso aún me dejó más sorprendida.

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Miya no parecía tan sorprendida cuando le dije que quizá Daisuke sintiera algo por ella. A veces tampoco sabía que era lo que Miyako esperaba del mundo, o de Daisuke.

— Me lo dijo hace unos días.

— ¿Lo rechazaste? —y es que eso explicaría el aire decaído de Daisuke.

Pero no, no lo había rechazado. Curiosamente ella si se atrevió a dar media vuelta después de escuchar la confesión de Dai, de acuerdo a sus palabras no quería ver como es que nuestro moreno amigo se burlaba de ella haciéndole creer que le gustaba. Eso, definitivamente era una tragedia.

— ¿Y si de verdad le gustas Miya? —tenía que intentar al menos interceder un poco.

— ¡¿Tú también Hikari?!

Resulta que también Iori y Takeru ya le habían planteado esa posibilidad y es que ellos, habían presenciado toda la escena que había montado daisuke para confesarse. Cuando Miyako me contó los detalles, pude entender aunque sea un poco su desconfianza; a ella también le había ido con el cuento de que el amor no parpadeaba.

— Dime tú si eso no era una burla… —dijo casi haciendo un puchero.

— Sabes como es Dai de despistado, dale una oportunidad.

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Hacía mucho rato que no armaba tanto jaleo en el patio de la escuela, la última vez había sido una pelea entre Yamato y mi hermano. Se podían escuchar los gritos hasta la segunda planta donde Takeru y yo teníamos clase.

— ¡No seas tonta mujer! —reconocí esa voz en cuanto bajaba las escaleras. Daisuke era el único con esa voz.

Miyako tenía la cara tan roja que bien podía haber pasado por un jitomate. Daisuke, por el contrario, se veía lleno de resolución.

— ¡No soy tonta! Tú eres el que ha venido para decirme que el amor no parpadea, ¡¿qué tipo de discursos raros son esos Motomiya?!

— ¡Es que no me dejas terminar! —Daisuke tomó aire y se puso serio, seguro que se disponía a terminar aquel discurso.

Para cuando Dai quiso recomenzar por enésima vez con lo que iba a decir, uno de los profesores ya se dirigía hacia ellos. La cara de decepción que puso cuando les pidió explicaciones no fue de enojo siquiera, parecía, por primera vez, derrotado de verdad. Al final no pudo decir nada, todos regresaron a sus actividades no sin antes enterarse de que la pareja de gritones se habían ganado un día de detención. En realidad no había buenos motivos para detenerlos, si no contábamos el hecho de que casi media escuela les estaba prestando atención, así que esa tarde la pasaron juntos en un salón haciendo deberes extras.

Fue prácticamente un misterio para todos como es que terminaron saliendo juntos a partir de entonces.


Querida Coraline, si llegaste hasta aquí te podrás dar cuenta que la frase quizá está modificada o diferente, pero fue a propósito, aún tengo pensado publicar una segunda parte (quiero sorprenderte un poco). Espero que hasta ahora hayas disfrutado con el inicio.

A todo el que haya llegado hasta aquí gracias por leer.