Uchiha Sasuke era un anbu de alto rango. Estaba calificado para ir a las misiones más peligrosas e importantes que surgieran. Era uno de los seres más poderosos de la aldea, inclusive de todo el mundo ninja. Sin embargo, la mayoría de sus planes se veían frustrados por el hokage, quien siempre decía que lo necesitaba en la villa.

"Necesito que cuides de mí" le ordenaba, arrogante, el hokage.

"Estupideces" le contestaba Uchiha, con una mirada asesina, para posteriormente largarse hecho una furia.

Era así, la mayoría de las veces, porque había algunas en que se veía obligado a dejarlo marchar; y cada vez que esto ocurría, un profundo desasosiego lo invadía. Y Sasuke, para burlarse de él, ni siquiera se despedía.

Sakura era la mejor amiga del hokage, y estaba consciente de su mayor temor: Sasuke huyendo nuevamente. Por lo tanto, procuraba visitarlo siempre en esos tiempos; tratando de disipar sus preocupaciones salían a comer ramen o hablaban sobre nimiedades. Pero al final siempre había un atisbo de tristeza en él.

El líder de la aldea constantemente se decía que cuando el insufrible Sasuke regresara ni siquiera lo miraría, no importando cuantas veces le ha añorado a lo largo de esos tortuosos días, que a veces se convertían en semanas. Pero todos los pensamientos de este tipo iban a parar al más profundo de los abismos en cuanto lo veía poner un sólo pie en su oficina. Su corazón se caía a los suelos y sus entrañas ardían.

Sasuke, en esos instantes, nunca ponía su acostumbrada cara inexpresiva, si no que hacía algo que jamás haría con otra persona: mimarlo. Y esto se debía a que él también lo necesitaba, le hurgía el roce de su piel con la suya y sentir su palpitante corazón.

Le besaba hasta la saciedad, sus manos exploraban cada rincón de su cuerpo, y no permitía que el rubio se separara de él hasta haberse convertido en un solo ser indivisible.

Con el tono más dulce que su voz le permitía, Sasuke, le pedía perdón por haberse marchado sin mediar palabra, y pronunciaba su nombre como si fuera algo divino.

Y entonces el hokage se reprendía por pensar en que Sasuke lo abandonaría, pues cualquiera que supiera de los profundos sentimientos que Uchiha le profesaba, no dudaría en una unión eterna entre aquellos dos. Porque si Sasuke fuera un barco, Naruto sería su única ancla