Disclaimer:

Saint Seiya no me pertenece, si no a sus repectivos autores...

Si me perteneciera Marin ya le hubiera saltado encima a Aioria, los Doraditos tendrían más participación y Aioros hubiera molestado al Saga malo como un lindo fantasmita.

Técnicas y personas desconocidas son de mi propiedad, igual que esta historia loca.


Santuario de Athena, 20 años antes de la guerra contra Hades.

Cámara del Patriarca

El patriarca Shion, junto con un niño de 9 años de pelo castaño y ojos azules que portaba la armadura dorada de Sagitario observaban a un hombre encapuchado con una larga capa negra cubriéndolo completamente que sostenía un bebé en sus brazos.

— Ella es la reencarnación de una poderosa diosa, en un pasado peleó contra Athena, pero me pidió otra oportunidad y es lo que le estoy dando porque se lo merece, necesito que la entrenen, en unos años más volverá su diosa Caballeros y esta niña será capaz de enseñarle todo lo que debe saber como Diosa de la Guerra.
Lo único, deben entrenarla como si fuera una niña común destinada a convertirse en Amazona, eventualmente su cosmos arderá más fuerte por sí sólo, denle una armadura de plata que esté cercana al nivel de una dorada. Habiendo dicho esto, me despido. Por cierto pequeño Sagitario, ella es tu prima.

Al niño le brillaron los ojos por la emoción, Shion lo miró fijamente y con un carraspeo el pequeño preguntó "¿Mi prima? ¿Ella tiene un nombre mi señor? ¿Qué ha pasado con su familia?" el encapuchado soltó una risa melodiosa por la curiosidad del castaño y le respondió "Su nombre es Aiami, es tu prima por parte de su padre, tanto él como su madre murieron y su medio hermano mayor se encuentra en un orfanato de Nepal, aunque por lo que tengo entendido ya está siendo adoptado, como sea, debo irme, suerte Shion, cuídala bien, tú también cuídala Aioros".

Un destello dorado envolvió al encapuchado que luego de entregarle la bebé a Shion desapareció.

El Patriarca miró a la bebé y le acarició tiernamente la mejilla, observando sus grandes y brillantes ojos verdes y sus pequeñas hebras de cabello negro violáceo.

— ¿Puedo cargarla? ¿Me deja? Por favor diga que sí.

El mayor sólo rió por la emoción de Aioros.

— Tus modales Aioros.

El niño se sonrojó.

— Lo siento, mi señor, ¿me da el permiso de cargar a mi prima? – dijo el niño haciendo una reverencia que hizo sonreír aún más al peliverde.

— Por supuesto Aioros, llévala a conocer a los demás.

— ¡Sí, iré a la velocidad de la luz! ¡Aioria te amará, ya lo verás!

La bebé ahora en brazos del castaño soltó una risita y lo abrazó, a lo que el chico rió y le dio un beso en su pequeña cabecita.

Casa de Géminis

Dos chicos de 10 años de cabellos y ojos azules sacaban la lengua y hacían reír a los niños pequeños que había allí de entr años cuando se oyó un pequeño grito de una de las entradas y uno de los niños mayores se escondió rápidamente.

— ¡Aioria, hermano ven aquí!

Uno de los niños, de 2 años, cabellos rubios y ojos verdes corrió como pudo hacia donde se encontraba su hermano mayor.

— ¿Iolos?

El menor miró con curiosidad un bulto que tenía el mayor entre sus brazos.

— Ella es nuestra prima Aiami, va a ser una Amazona de Athena, nosotros vamos a entrenarla y protegerla. ¿No es bonita?

El mayor se agachó a la altura de Aioria que sonrió al ver a la niña y le acarició la mejilla.

— Iami es ninda mano.

— Lo es realmente… dime Aioria, ¿te has portado bien con Saga? ¿Dónde están los demás?

— Me polté bem mano, ven.

Aioria corrió hacia donde estaban los demás esperándolos curiosos y el mayor caminó con cuidado con Aiami en brazos.

— Siento haberte dejado solo amigo.

Saga dio un paso al frente.

— No hay problema, sabes que siempre me gusta cuidar de ellos y conmigo se portan bien. ¿Qué traes allí?

— Oh, es mi prima, el Patriarca me llamó para verla.

— ¿Podemos verla Aioros?

— Bueno Shura, ella va a ser una Amazona y si se entera en el futuro de que vieron su rostro tal vez intente matarlos.

Aioros soltó una carcajada al ver las caras aterrorizadas de los menores.

— No se preocupen, será nuestro secreto chicos, vengan.

Los primeros en ir fueron Saga, Shura, Aphrodite y Miguelángel, los últimos tres eran aspirantes a las armaduras de Capricornio, Piscis y Cáncer respectivamente, como los maestros de todos los aspirantes a dorados estaban en una misión, ellos se encontraban en el Santuario cuidados y entrenados por Saga de Géminis y Aioros de Sagitario.

— Vaya, es preciosa.

Saga tomó a la bebé en brazos, que alzó los bracitos hacia él y luego señaló un pilar de Géminis con un dedo, para luego reír y darle un beso en la nariz al dueño de casa, que se sonrojó.

— Creo que ya se enamoró de ti amigo, no me robes a mi prima.

El mayor sonrió ante las palabras de Aioros y los otros 2 niños tomaron las manos de Aiami que apretó un poco sus dedos, a lo que ambos sonrieron.

En tanto, Aioria gritaba que no sean tímidos y conozcan a su prima, que era muy buena y hermosa.

El resto se acercó con algo de timidez y Saga se agachó para mostrar a la niña y la colocó en el suelo, ella miraba a los demás con interés y alzó sus brazos a un pequeño de cabello verde-azulado oscuro y ojos también azules, quien se acercó con intriga y le dio la mano, Aiami tomó su mano y la metió en su boca sonriendo, a lo que el chico hizo una mueca de asco que hizo reír a los demás.

— Bebé te quele comel Camus.

— Silencio Milo.

Entonces ella miró a Milo y frunció el ceño, para luego comenzar a llorar, Saga la tomó en brazos y automáticamente paró y le sonrió.

— A bebé no le gustan bishos feos como tú Milo.

— Cashate Camus.

Lo cierto es que Milo se sonrojó y molestó por cómo actuó la bebé, pero no dijo nada, después de todo él era más grande y debía demostrarle que era más maduro. Entre tanto, la niña se reía entre medio de todos los futuros caballeros dorados junto a Saga y Aioros, quienes llamaron a Milo que se acercó despacio, cuando Aiami lo miró volvió a ponerse seria, pero el futuro Escorpio alzó sus manitos al aire y le dijo "No llores por favor, no te haré daño" los otros sonrieron ante lo dicho por él y la bebé giró la cabeza, como si pensara, entonces sonrió y se estiró hacia el chico, que se sentó en suelo para cargarla.

— ¿Cómo se iama Iolos?

Preguntó Milo mientras miraba embelesado a los ojos verdes de la bebé que le dio un beso en la mejilla.

— Uh, lo siento por no haberlo dicho chicos, su nombre es Aiami.

— Es un helmoso nombie, como esha.

Aiami se rió como si hubiera entendido y abrazó fuerte al futuro Escorpio, que se sonrojó mientras todos reían.

— Bueno chicos, todos a sus templos con sus maestros, Saga debe estar cansado.

— Está bien Aioros, gracias, yo cuidaré a Aiami mientras llevas a los niños.

— Gracias Saga.

El mayor sonrió y tomó a la bebé en brazos, todos se despidieron de ellos y se fueron con Aioros.

— Hermano, ¿puedo verla?

— Claro que sí Kanon, ven.

El gemelo de Saga salió detrás del pilar donde estaba escondido y la bebé se rió señalándolo.

— Ella ya sabía que yo estaba ahí.

Dijo Kanon sonriendo y cargándola.

— Sí, por un segundo tuve miedo de que te vieran.

— Tranquilo hermano, no lo harán, así que Aiami ¿no? Eres una bebé preciosa.

Aiami se reía en los brazos del gemelo menor y él le llenaba la cabecita de besos. Saga sonreía ante la tierna imagen de su hermano, últimamente lo notaba más distante, le alegraba saber que al menos era como siempre con aquella bebé.
Ambos gemelos jugaban con la pequeña Diosa cuando sintieron el cosmos de Aioros, Kanon le dio un beso en la mejilla a Aiami como despedida y rápidamente se ocultó.

— Gracias por cuidarla Saga.

— No es nada Aioros, esta niña es una dulzura, adiós bonita.
El mayor besó la cabeza de la bebé y ella rió, luego Aioros la cargó y salieron rumbo a la casa de Sagitario.

— Presiento que tienes un destino muy importante primita hermosa.

Le dijo el chico con una sonrisa, Aiami le sonrió de igual forma y posó su mano sobre la mejilla del arquero, que oyó en su mente "Puedes apostar que sí Sagitario, lamento lo que pasará, pero siempre te protegeré incluso en el inframundo". El mayor paró en seco, observando con confusión a la pelinegra en sus brazos, que bostezó y se acomodó para dormir. No le dio importancia a lo que escuchó y siguió caminando con Aiami para ir junto a su hermano que los esperaba en Sagitario.


En el próximo capítulo...

"— Han llegado 3 nuevos caballeros dorados, Aioria, quiero que observes bien en lo que llegarás a convertirte si tienes la suficiente disposición y fuerza, Aiami, como vives en la casa de Sagitario conmigo debes conocerlos para que te dejen pasar.
Ambos asintieron impresionados, Aioros y Saga eran los únicos caballeros dorados en el Santuario, ahora habría cinco y se preguntaban quiénes habrían conseguido las armaduras."

"— ¿Entonces me amas?

— Sí, pero si quieres un beso en los labios para demostrártelo lo haré.

— No tienes que…

Aiami colocó sus labios sobre los de Kanon, quien la abrazó y quedaron así unos minutos, sólo con sus labios rozándose tímidamente.

— ¡¿Qué demonios?! ¡Kanon cómo puedes hacer eso! ¡Por Athena, tiene 5 años!

— Her.. Hermano… yo…"

"— Tuve una pesadilla muy fea Leoncito.

— ¿Me dices de qué se trata?

— Aio, Aio se muere y nosotros somos maltratados, te busco y no te encuentro y todos nos dicen traidores."

"Aioria volvió al centro del Coliseo con un destello dorado en todo el cuerpo y se plantó frente a la Armadura de Leo y encendió su cosmos, lo más alto que pudo, afortunadamente fue suficiente para que la Armadura saliera de su Caja y se colocara sobre Aioria."

"— Felicidades por conseguir sus armaduras, Aldebarán, Milo. Defenderán el Segundo y Octavo templo.

— Disculpe Maestro.

— Dime Milo.

— ¿Por qué los hermanos del traidor siguen con vida? Lo más probable es que sigan los pasos de Aioros de Sagitario, en especial Aiami ya que comparten signo."