En Hogwarts circula cientos de leyendas; historias increíbles de sucesos inimaginables, lugares extraños como el bosque prohibido alimentan decenas de ellas, pero sin duda eso es solo una parte de todo lo que se cuenta. Existen secretos guardados bajo llave en los despachos de los profesores de las materias más controversiales, pasajes escondidos solo detectados en artilugios peculiares como el mapa de los merodeadores, salas que cambian de lugar y que solo permiten su entrada a estudiantes que en verdad la necesitan, objetos malditos guardados en aulas clausuradas, los restos de un basilisco abandonados en una cámara secreta, entre muchos sucesos que alimentan estas historias que pasan de boca en boca atreves de los años.

Pero también existen leyendas o mejor dicho rumores, menos escalofriantes que nada tienen que ver con hechos oscuros o siniestros, sino mas bien con cuestiones juveniles y hormonales, por ejemplo, la existencia de cierta lista negra donde algunos chicos populares registran los nombres de sus conquistas otorgándoles una calificación que no se basa para nada en su inteligencia, pero si en sus atributos físicos y sus capacidades en la cama.

Como ocurre con la mayoría de los rumores, la existencia de la lista negra era cierta, aunque lo más interesante de este registro eran los protagonistas y las largas discusiones que se llevaban a cabo cada fin de mes en el baño de prefectos que era habilitado por los protagonistas de este grupo selecto como su edén personal, un paraíso de vapores que podían relajarles y desintoxicarles el cuerpo de las tenciones cotidianas, mientras discutían sobre temas por demás mundanos y adolecentes.

Ellos no eran los creadores de esa lista, mucho antes que ellos pusieran un pie en el colegio se llevaban registros de aquellas damitas que por sus muchos talentos eran bien reconocidas y admiras por los varones.

Anteriores a ellos, incluso había un club secreto conformado por los más cotizados miembros masculinos, que se peleaban el puesto número uno para ser el mejor conquistador de todos los tiempos, que resultaba ser quien tuviera la mayor cantidad de puntos en el transcurso del año escolar.

Hasta el momento Sirius Black y James Potter (hasta que se topo con Lily Evans, pero esa es otra historia) tenían en su poder la mayoría de los record, aunque lo seguían muy de cerca una gran cantidad de caballeros, como Bill Weasley y sus hermanos gemelos Fred y George Weasley. Incluso un par de nombres de la alta aristocracia estaban en esa lista como Lucius Malfoy y Regulus Black y de una generación anterior a ellos nada más y nada menos que Abraxas Malfoy, solo superado por el encanto y el aire de rebeldía de Sirius varios años después.

Esos eran pocos de los muchos nombres en aquella lista interminable de Casanovas de todos los tiempos en Hogwarts, obviando por supuesto a los fundadores Godrig Gryffindor y Salazar Slytherin que en sus buenos tiempos y mucho antes de la creación del colegio de magia y hechicería ya competían haciendo alarde de sus conquistas.

Dentro de ese grupo secreto de caballeros, no había divisiones de casa, ni diferencias de sangre o dinero, ni estatus social que valiera o apellidos importantes. Dentro todos eran iguales, solo hombres con instinto y con muchas ganas de mostrar sus cualidades a la hora de conquistar a las féminas del colegio.

En sus citas mensuales entraban a aquel baño turco con los colores de sus casas en sus uniformes, pero una vez dentro eran solo hombres en toda la extensión de la palabra y quizás no eran amigos pero eran compañeros que compartían sus más grandes aficiones el quiddich y las mujeres. Y eso era suficiente para sacar una relación amistosa y bastante gratificante a la hora de competir.

Ellos no eran muy distintos de los adolecentes muggles varones que en sus tiempos libres y entre amigos se jactaban de sus conquistas, hablando de autos, chicas, pornografía o el tamaño de sus penes, pollas o como quieran llamarles a sus amiguitos fieles.

Ninguno de los miembros podía mentir o alardear por cosas que no fueran ciertas, pues tenían un código que respetaban cabalmente. De no hacerlos las consecuencias serian mayúsculas pues estaba sentado el precedente que el ultimo chico que intento mentir para vanagloriarse había pasado un mes completo en la enfermería con postulas supurantes en sus partes intimas y muchos aseguraban que cuando estuvo en condiciones de volver a intimar con una chica "su amiguito" no había cooperado, incluso hubo quien afirmara que después de ese suceso traumático sus preferencia sexuales habían cambiado por su mismo género y gustaba de jugar a esconder la varita en quien estuviera dispuesto a unirse a sus juegos.

Aunque no había manera de confirmar aquellos rumores, ninguno de los respetables miembros del grupo de casanovas estaba dispuesto a tomar un riesgo como ese, mucho menos cuando tenían lo suficiente para luchar con sus propios medios para ganar los favores de sus compañeras.

Ya que las paciones más grandes de estos chicos eran el quiddich y las mujeres habían conjugado sus aficiones para hacer aun más divertida la competencia. Esa era la razón que la mayoría de las categorías y nombres en clave que utilizaban hacían referencia al juego haciendo curiosas comparaciones que más adelante entenderán.

Existía una serie de categorías por las cuales pelear y estaban en función del tipo de conquista de la que se estuviera hablando. Cada chica tenía un nombre clave y una puntuación específica, pues ante todo eran unos caballeros que no dirían abiertamente un nombre, a pesar que muchas de las veces era más que obvio saber de quién estaban hablando.

"El Capitán" del año era el puesto más codiciado pues era quien al final había obtenido mejor puntuación al promediar todas las categorías, aunque no el único puesto que se peleaba, en general ser el ganador de este título significaba que era el mejor conquistador, aunque había muchos factores en juego y muchos aspectos a revisar.

El título de mejor "Buscador" lo tenía aquel miembro que obtenía la "Snich dorada". Cada inicio de año se escogía a la chica o chicas (Nunca más de 2) que tendrían este título, ellas representaban el premio mayor por el alto grado de dificultad para obtenerlas, por eso casi por lo general solo una chica era portadora del título y tenerlo era sinónimo de peligro en muchos sentidos. Ese año en particular solo había una Snich dorada en juego que representaba 150 puntos y que por tanto podría garantizar un triunfo arrasador.

Dentro del lenguaje masculino todas las chicas son Quaffles, es decir que todas suman puntos en mayor o menor medida. En general las chicas estándar marca puntos en una escala del 1 al 10. Para obtenerlos tienes que atravesar su "aro" lo que coloquialmente es llevártela a la cama, follar, coger o tener sexo.

Toda la población femenina del colegio era evaluado desde su ingreso y se otorgaba un puntaje, aunque no era definitivo, pues en base a su audacia y a sus cualidades didácticas podía tener puntos extras, o podría ser que quizás una chica que en un inicio tuvo un 5 con el paso del tiempo puede convertirse en un 8 o un nueve cuando comienza a desarrollarse, por eso casa año se reevalúa con el afán de otorgarles la calificación adecuada.

Los puntos extras también aplican si el acto se efectúa en un lugar poco común o en formas poco convencionales, entre más complicada la faena y más peligroso el lugar más puntos se sumaban.

Dentro de las Quaffles había una subdivisión que era por de más interesante e ilustrativa pues ayudaba a los chicos a mantenerse alejados de aquellas que representaban ciertos peligros para su bienestar físico, emocional y psicológico.

Las Banshee o lloronas eran las chicas que durante el encuentro de manera irremediable terminaban llorando, ya fuera para retener al chico o para intentar mostrar que no eran chicas fáciles. Generalmente lloran todo el tiempo ya sea por que estén extremadamente felices, conmovidas, tristes o alegres, estas siempre van acompañadas de una amiga inseparable que proporcionara los pañuelos para que enjuague sus lágrimas y que te odiara a muerte por "lastimar" a su amiga.

La virgen eterna, es la que jura y perjura que era virgen aun cuando figura en las listas de uno o varios conquistadores, suelen usar frases de "Eres el primer hombre en mi vida" "Me entregue a ti solo porque te amo" no importa que la experiencia que demuestre en la cama, siempre dirá que es inexperta e inocente.

Los más sabios y experimentados procuran no buscar problemas con las caza fortunas o las novias eternas, este grupo de chicas suelen ser extremadamente bonitas pero sumamente interesadas y buscan más que un galán de turno, un marido que las mantenga, suelen usar estrategias un tanto extremas para lograrlo.

Una come hombres o ninfómana… bueno se sobre entiende que son las chicas imparables e insaciables que pueden dejar secos hasta los más veteranos. En cada generación siempre hay al menos una y que suma puntos dobles si llegas a resistir una noche completa sus artes amatorios, que muy posiblemente los dejara al día siguiente en cama de tan adoloridos y cansados como si hubieran ido a la guerra a luchar cuerpo a cuerpo.

Uno de los especímenes más temidos son "las acosadoras" después de llevarlas a la cama te seguirán a todos lados, incluso hasta al baño y las encontraras vigilándote desde los oscuros rincones. No aceptan un "no" por respuesta y solo te dejaran en paz si encuentran una nueva víctima o que les lances un oblviate.

Las románticas te llenaran de cartas de amor, tarjetas y postales, meterán notitas en todos tus libros, te regalaran galletas, pasteles o cualquier postre con la que puedan endulzarte, te pondrán algún mote ridículo como "osito" "amorcito" "rayito de sol" o similares y si llegas a romperles el corazón terminara convertidas en una chica de tipo Banshee.

También están las brujas feministas que usan a los hombres antes de ser usadas, usualmente durante el sexo serán ellas quien manden en toda la extensión de la palabra, quien se anima a seducirlas posiblemente gusta de tener la chica en cuestión siempre arriba dejándose querer.

Las heroínas tienen el complejo de ir por la vida intentando salvar lo insalvable, se lían con los chicos malos pensando convertirlos, entre mas rebelde mas será su empeño de llevar al chico por el buen camino.

Las caritativas de buen corazón y bragas fáciles nunca son capaces de dar un no por respuesta cuando alguien les pide un poco de calor y cariño, por lo que suelen esta en la lista de la mayoría o de todos aquellos a quienes no les importe compartir sus afectos.

La inalcanzables son chicas sumamente difíciles y voluntariosas, generalmente se les tacha de apretadas y frígidas, por lo que solo aparecen en la lista de algún afortunado que logran echar abajo sus reservas descubriendo sus puntos débiles.

Las fashionistas que están más preocupadas de cómo se ven que de otra cosa, los chicos que se animen con esta especie descubrir que incluso su ropa interior es el último grito de la moda.

Las corazón de bruja que consideran esta revista como su biblia personal y que te someterán a todos los cuestionarios que ahí vengan para saber si eres su mago ideal, además que posiblemente prueben contigo todas las muestras gratuitas de pociones para enamorar o perfumes para enloquecerte que vienen en cada suplemento, así que cuidado con lo que comes o tomas.

La lista es larga y detallada, contiene información que escandalizarían a cualquiera, especificaciones de cada estilo de chica "Quaffle" con la calificación que le corresponde, junto con la puntuación según el lugar donde las seduzcas.

Debido a la guerra el grupo elite de varones se había disuelto pues tenían cosas más importantes en que preocuparse, pero dado que aquella etapa oscura había terminado, era tiempo de retomar aquel divertido reto para saber quién era el mejor conquistador de esa generación.

A penas había iniciado el ciclo escolar y con el afán de olvidar todo lo sucedido en los últimos tiempos se aferraron a reorganizar la lista negra y los miembros nuevos que formarían ese peculiar grupo. Esa fue la razón que terminaran juntos Draco Malfoy, Blaise Zabini y Theodore Nott de Slytherin, Harry Potter, Ron Weasley y Conrad MacLanger de Gryffindor, Michael Corner, Terry Boot y Duncan Inglebee de Ravenclau y Zacharias Smith, Ernie Macmillan y Justin Finch-Fletcheley de Huffelpuff.

Tres miembros por cada casa, considerados para ser miembros de ese grupo por su atractivo físico, su popularidad y talento con las damas.

La primera vez que los 12 chicos se juntaron no fue una situación demasiado cómoda, pero no tardaron al acoplarse cuando el espíritu competitivo surgió entre ellos, era una manera sana y mas que atractiva para ocupar sus tiempos y demostrar quién era el mejor. Además por diversas razones todos los chicos en cuestión eran solteros por tanto libres de jugar.

Dadas las circunstancias y los años de inactividad del grupo decidieron hacer borrón y cuenta nueva ese era el último ciclo que estarían en el colegio por lo que en las primeras semanas estos chicos harían gala de todas sus dotes seductores para hacerse del mayor puntaje posible.

Los Slytherin ciertamente se sentían tranquilos, habría que reconocer que ese trió de serpientes llevaban un buen camino recorrido antes de formar parte de ese peculiar grupo, sin embargo, ninguno de los demás chicos estaba dispuesto a dejarse vencer, aunque algunos fuera un tanto inexpertos al tratar con las féminas, tenían las cualidades suficientes para lograr dar una batalla interesante.

Al principio Harry y Ron no se sentían del todo cómodos, tenía poco que habían terminado con Ginny y Lavender respectivamente, además de que no tenían mucha experiencia y eran más bien un poco torpes a la hora de tratar con el sexo opuesto, pero las risas burlonas de sus contrincantes les hicieron replantearse la situación y estar más que dispuestos de hacer que esa serpientes venenosas terminaran mordiéndose la lengua.

La reunión del primer mes fue sumamente productiva…