Disclaimer: Si K-ON me perteneciera saldrían muchas OVAs de contenido Mitsu yuri. Pero no las hay, xq no me pertenece u.u

x] mi segundo intento de escribir algo... espero que les guste.


Un nuevo comienzo

Introducción

Era pleno verano. Ritsu y Mio llegaron a casa de la bajista antes de la puesta de sol luego de una divertida tarde junto con el resto de los miembros del club de música ligera. Desde que las vacaciones empezaron, no habían hecho más que salir incontables veces en celebración por su ingreso a la Universidad Femenina, olvidando por completo cualquier otro problema o responsabilidad que pudiese presentarse.

Apenas Mio abrió la puerta de su habitación, Ritsu entró con pasos ágiles y ligeros, dirigiéndose directamente hacia la cama y tumbándose en ella boca abajo. Ahí permaneció, inmóvil, durante unos minutos, mientras recuperaba sus energías. No se inmutó cuando su mejor amiga abandonó el cuarto.

-Hah…este calor sí que es agotador…-dijo Ritsu casi en un murmullo, cambiando su posición, ahora viendo hacia el techo. En ese momento regresaba Mio, con un par de bebidas frías en un azafate. Tomando un breve respiro primero, Ritsu se reincorporó y se sentó frente a la pequeña mesa, donde Mio puso las bebidas.

-¿Puedes creer que pasamos el examen? Dentro de poco seremos estudiantes universitarias... –fantaseaba en voz alta la baterista con un tono de entusiasmo y un toque de superioridad en su voz.

-Lo sé, hemos estado celebrándolo mucho últimamente. –respondió Mio suspirando.

-Hey! ¿No estás aliviada por tener un descanso luego de todo ese esfuerzo estudiando?

-Claro que lo estoy! He estudiado el doble por tener que enseñarte a último minuto.- Ritsu estaba a punto de responder a la queja cuando Mio continuó hablando en algo más seria. – Ne, Ritsu, ¿ya has pensado en cómo será cuando estemos estudiando? La universidad está algo lejos de esta zona…

-Si, he estado pensando al respecto. Tal vez busque alguna habitación disponible en los dormitorios de la universidad.- apenas terminó la oración Ritsu notó una mirada fija e incrédula sobre ella. – Mio..?

-¡Vaya! No pensé que pensarías al respecto hasta que ya fuese demasiado tarde y las clases empezando.

-Mou! Claro que lo he pensado apropiadamente, tu que tienes en mente, Mio?

-La…la verdad no lo había pensado hasta ahora. – respondió evitando mirar a su mejor amiga.

-Uhh…¿quién es la irresponsable ahora?.. –dijo Ritsu con una sonrisa triunfante antes de que surgiera una gran idea – ahora que lo pienso, creo que son habitaciones dobles ¿que dices si rentamos una habitación juntas? He oído que son cómodas y espaciosas.

Mio consideró la idea un segundo. ¿Vivir con Ritsu? No debería haber ningún problema, verdad? Realmente sonaba mucho más cómodo que vivir en los pequeños dormitorios de la universidad, con muchas otras personas alrededor, reglas que seguir, áreas comunes. Y después de todo, habían compartido habitación incontables veces, ambas conocían los hábitos de la otra. Mio se sentía más segura pensando que podría contar con su mejor amiga en cualquier momento, que no estaría sola. Podrían ir a clases juntar, cenar juntas, conocer los alrededores, ver a Ritsu cada mañana al despertar. No pudo evitar sonrojarse levemente ante la idea.

-Vivir juntas..?- es todo lo que logró articular Mio.

-Sí. Si tengo que compartir habitación con alguien preferiría que fueras tu, Mio. No me gustaría vivir con alguna extraña los primeros años. Además podríamos dividir todos los gastos en dos.

-Me parece buena idea.


Mio caminaba con mucho cuidado sosteniendo tres cajas, lo suficientemente altas como para bloquear su visión. De pronto sintió todo más ligero y pudo ver por dónde caminaba.

-¿Son las últimas?- preguntó Ritsu mientras tomaba dos cajas para aliviar la carga que llevaba Mio.

-Si, eso es todo- Mio observó cómo su mejor amiga podía ir con las cajas como si estuvieran llenas de plumas, mientras a ella aún se le hacía difícil andar sólo con una.- ¿De donde sacas toda esa fuerza?-preguntó suspirando, con un poco de envía y algo sorprendida.

-Uhm…Debe ser por tocar la batería- respondió Ritsu no muy segura de sí misma. A Mio le parecía una razón lógica, después de todo Ritsu había seguido tocando frecuentemente aún en el tiempo de descanso. Mio no pudo evitar quedar un poco maravillada, Ritsu a simple vista era tan pequeña, sin embargo podría ser fuerte, resistente y enérgica, todo esto mientras mantenía un misterioso encanto.

Llegaron a la habitación y pusieron las cajas a un lado en el piso, junto con unas pocas más. Parecía bastante, teniendo en cuenta que habían procurado no traer más que lo indispensable. Ritsu colocó sus manos en la cintura y verificaba a la vista que no faltase nada. Mio se detuvo un instante para ver su nueva habitación. Consistía en dos camas, cada una pegada a un rincón, una frente a la otra, cerca a una de ellas una ventana. Entre ellas había un escritorio largo con dos sillas, arriba de él una estantería lo suficientemente amplia.

A uno de los lados se encontraba un armario mediano en la pared, al otro la puerta que daba al baño. Había un pequeño ambiento separado, una especie de cocina pequeña, con un par de hornillas eléctricas y una estantería para guardar platos y cubiertos debajo. A decir verdad no era muy espacioso, pero se veía acogedor y era más de lo que se hubieran imaginado para un dormitorio.

-Es perfecto- murmuro Mio.

-¿Eh?¿ Dijiste algo, Mio? –preguntó Ritsu dirigiéndose a la bajista. Esta negó con la cabeza, tratando de esconder una pequeña sonrisa – Bien! Entonces está todo listo. Desde ahora esta será nuestro nido de amor. Ouch! – Ritsu se frotaba la cabeza, y veía de reojo a su mejor amiga con una sonrisa traviesa.

-Ba-baka! No digas tonterías!- Mio se puso inmediatamente a ordenar las cosas fuera de las cajas, mientras Ritsu disfrutaba su reacción ante la broma.

Por unos segundos la baterista se detuvo a contemplar a su mejor amiga. Sus mejillas sonrojadas, el ceño algo fruncido, una expresión en los ojos que no podría decifrar, su piel tan tersa. Se veía tan linda. Linda? Acabo de pensar que Mio es linda? Bueno, no es la gran cosa…verdad? De cualquier forma todos pueden verlo, lo hay mayor misterio.

-Vamos, tu también tienes que ayudar a ordenar la habitación- Ritsu despertó de sus pensamiento al escuchar la voz de Mio.

-Hai…okaa-san…-respondió Ritsu en voz monótona y aburrida. Cuando se dio cuenta Mio se preparaba para darle otro golpe- lo siento Mio-sama!

-Entonces deja de hacer el tonto, a ordenar. – Ritsu siguió la orden obedientemente. Así pasaron el resto de la tarde, conversando y bromeando mientras sacaban todo de las cajas de mudanza.


Ya era de noche para cuando terminaron de ordenar la habitación y dejar todo en perfecto orden. Ritsu sonrió satisfecha luego de echar un rápido vistazo a todo el lugar.

-¡Terminamos! –anunció enérgicamente, acto seguido se estiraba tratando de ahuyentar el cansancio. Había sido un largo día entre despedidas de sus familias y la mudanza.

- Por qué no tomas un baño tu primero, lo dejé listo hace un rato. – sugirió Mio con una sonrisa. Habría pensando que Ritsu se escaparía de las responsabilidades de la mudanza y dejaría las cosas para último minuto, pero la verdad era que la baterista había hecho una gran parte del trabajo, especialmente al sacar y traer cajas e incluso había limpiado y ordenado correctamente. Mio creía que su mejor había merecía un descanso primero.

- Aw, ¡gracias mami! – respondió Ritsu de forma infantil mientras abrazaba a Mio como lo haría una niña pequeña a su madre.

- ¡Deja eso y entra ya! – le ordenó Mio algo molesta.

Ritsu se paró sonriente, le encantaba la forma en que Mio se preocupaba por ella y la trataba con cariño y cómo siempre trataba de disimularlo. Le encantaba, también, la cara que ponía cuando la molestaba. – Hai! Arigatou. – Dijo con una genuina sonrisa mientras finalmente entraba al baño. Por su parte, Mio no pudo evitar en pensar en lo mucho que le gustaba ver la sonrisa de su mejor amiga.


Después de un refrescante baño y una improvisada cena de ramen instantáneo, cada una entró en su cama, listas para dormir. A pesar de los días calurosos, en la noche hacía frio suficiente para querer cubrirse con un par de frazadas al menos, después de todo ya faltaba poco para el inicio del otoño. Algunos minutos después de darse las buenas noches y apagar las luces, ambas seguían despiertas. Ritsu estaba muy emocionada por el cambio como para conciliar el sueño.

-Mio, ¿sigues despierta?-preguntó en voz baja, no querría despertarla si estaba dormida.

-Si..- Mio dijo algo temerosa. Error. Gran error. Ritsu miró en dirección a su amiga y esbozó una sonrisa. A pesar de la oscuridad, pudo ver a Mio cubierta casi por completo por sus sábanas, escondida.

-Uhm…me preguntó cuándo vendrá, estoy un poco aburrida…- dijo Ritsu tratando se sonar ansiosa.

-¿Quien vendrá? –preguntó Mio confundida.

-Oh...tu sabes, cuando entramos había un grupo de estudiantes hablando, ¿recuerdas? – Mio asintió en la oscuridad – ¿no escuchas lo que decían? Al parecer hubo un misterioso accidente hace unos años en estos dormitorio, donde una nueva estudiante perdió la vida antes poder iniciar las clases. Todos los años desde entonces aparece en los dormitorios de las nuevas estudiantes, se dice que tortura a todas aquellas que se nieguen a irse, para que nadie pueda iniciar las clases.

Ritsu contó la historia con la voz más seria y fría que pudo poner. No pudo evitar reír por lo bajo apenas terminó de hablar. Escuchó a Mio levantarse de su cama, dando pasos torpes. Ritsu se preparaba para recibir un golpe en la cabeza, como suele pasar cada vez que intentaba asustarla.

-Jeje, perdo- ¿Mio? – Ritsu se disponía a pedir disculpas medio en broma para evitar el inminente golpe, pero antes de que pudiera terminar la frase Mio se metió en su cama temblando ligeramente, totalmente escondida entre las sábanas. -¿Mio? Hey…¿de verdad te asustó tanto esa historia?

No hubo respuesta. Mio permanecía encogida cerca de Ritsu, como buscando protección, seguía temblando un poco. Ritsu se empezaba a sentir un poco culpable al ver que Mio no reaccionaba, buscó con sus manos la cabeza de Mio y sintió algo.. ¿humedo?

- Mio, estaba bromeando, nada es real, yo me inventé esa historia – dijo Ritsu en voz baja y arrepentida, a la ves que agudizaba sus sentidos para comprobar sus sospechas.

- …lo..sé… - Luego de escuchar esto con una voz entrecortada y un pequeño sollozo no quedaba dudas, había hecho llorar a Mio.

Ritsu notó el miedo en la voz de Mio, además del que todos sentimos tras oír una historia de terror, había miedo genuino. Por otro lado, por supuesto que Mio sabría que la historia era falsa, ella sabe lo mucho que Ritsu disfruta asustándola. Ritsu se sintió verdaderamente culpable esta vez. Mio se había estado sintiendo insegura todo este tiempo, ella lo había notado, pero no pensó que fuera nada de qué preocuparse. ¿Qué clase de amiga soy? Debería haberla ayudado a calmarse desde un inicio, no forzarla. Baka Ritsu.

-Lo siento. – dijo sinceramente Ritsu. Acarició la cabeza de Mio con cariño. Así permaneció hasta que Mio se hubo calmado, luego le tomó una mano firmemente y susurró de forma apenas perceptible – Aquí estoy, siempre trataré de protegerte. – Mio apenas registró esas palabras antes de quedarse dormida.


A/N: Bieeen, que les pareció esta introducción? aburrida? divertida? normal? está bien? xD por favor comenten, acepto toooodo tipo de comentarios, no me molesto. a ver si lo continuo o lo dejo ahí no más x]U!

Por favor animen a más gente a participar de FF ya sea leyendo y comentando o escribiendo! Que se den una vuelta por la sección de K-ON ;]