Hacía ya cinco años que sus aventuras con el Digimundo habían terminado. Éste había sido un tiempo tranquilo. Ken Ichijouji había decidio cambiarse de instituto y ahora iba a clases con ellos. Debido a la cercanía y al paso del tiempo, su relación se reforzó. En estos momentos Ken y TK tenían una relación mucho más profunda, parecida y aún diferente de la que TK mantenía con Kari. No podía creerse que su viaje de fin de año fuera a Londres. Era el viaje que la escula organizaba tradicionalmente cuando sus alumnos cumplian dieciseis años, pues consideraban que pasar una semana inmerso en una cultura y una lengua completamente diferente resulta enriquecedor a nivel no solamente curricular, si no personal. No era el primer viaje a Europa para Takeru Takashi, pues él tenía familia en París. Sin embargo este viaje lo haría con Kari y Ken, por lo cual estaba seguro de que sería un viaje de lo más especial. Daisuke con el que el paso de los años también había ayudado a entenderse y habían llegado a construir una buena amistad por desgracia no podía ir con ellos, pues esa misma semana después de trabakar mucho para lograrlo había conseguido colarse en la preselección del equipo nacional juvenil de Japón y a pesar de sus inmensas ganas de ir a Londres con sus amigos, sabía que la oportunidad de entrar en la selección nacional japonesa, no es una que se presenta dos veces y que debía aprovecharla. Extañamente, después de concluir su segunda misión como niños elegidos las puertas al mundo digital no se habían cerrado, y hacían vida juntto a sus compañeros digimons.

"¿Puedo ir contigo TK?" – Preguntó Patamon sacandolo de sus pensamientos. – "No quiero estar tan lejos de ti!"

"No me va a pasar nada, Patamon." – Respondió T.K, él quería que su mejor amigo fuera con él a Londres, y podía entender su preocupación, no es que ningún digimon maligno fuera a atacarlos, pero nunca habían estado una semana sin estar juntos. Sin embargo no sabia como proteger su secreto en un viaje escolar tan largo, cualquiera podría descubrirlos.

Patamon decidió no contestar, aún le quedaban dos días para convencer a TK y para ello contaría con Wormnon y Gatomon. Entre los tres descubrirían como poder ir a Londres con sus compañeros.

La mañana siguiente Patamon acompaño a TK al instituto como hacía cada día, cuando el timbre sonó TK entró en clase con Daisuke, Ken y Kari. En el patio del instituto en la copa del arbol donde siempre se reunian, los digimons pasaron la mañana discutiendo que podían hacer para conseguir que los llevaran en su viaje a Londres con ellos.

"Podríais esconderos en su maleta!" – Comentó Veemon con entusiasmo.

"No funcionaría" – Contestó Gatomon rapidamente – "Se darían cuenta de que algo raro pasa en seguida, nuestra mejor opción es convencerlos"

"Pero.. ¿Cómo? Esa es la cuestión!" - Añadió Patomon con un tono entristecido "Yo ya lo he intentado todo con TK y no funciona!"

"Creo que tienen miedo de que nos descubran" – decidió intervenir por primera vez Wormmon. Seguía siendo un digimon timido, a pesar de confiar totalmente en sus amigos. "Tenemos que conovencerles de que podemos ir con ellos sin riesgo de ser descubiertos!"

"Creo que Wormmon tiene razón" –Sentenció Gatomon. "Yo no puedo hacerme pasar como el gato de Kari como suelo hacer, y ahora que ya tienen 16 años no sabrían como explicar a sus compañeros de clase que llevan peluches con ellos"

"TK me ha dicho que comparten habitaciones, así que no podriamos dormir con ellos." – Comenzó a analizar Patamon " El problema principal sería el viaje en avión y los momentos que tienen que estar con sus compañeros de clase"

"Durante el día podemos seguirlos igual que hacemos aquí" - Expuso Wormmon "Por la noche podríamos dormir, en la copa de cualquier arbol, somos digimons, estamos acstumbrados a ello"

"Ahora solo falta convecerlos, tenemos un plan solido"- Recapituló Gatomon -" En el avión que nos lleven en el equipaje de mano en una mochila, y en Londres los observamos siempre desde la distancia"

"Deberíamos intentarlo con los tres a la vez, entre los tres tendremos más posibilidades de convencerlos de que nos dejen ir" Sugirió Patamon. Wormmon y Gatomon estuvieron de acuerdo con Patamon y decidieron que al salir de clase harían este último intento, probablemente su último pues marchaban al dia siguiente.

Ese día las clases fueron pasando rápidamente, pues la cabeza de todos, incluso en la cabeza de los profesores se encontraba el viaje que mañana acontecería, hasta el punto de adaptar su matería el máximo posible a ello. En algunas materias era relativamente sencillo, en la clase de ingles, hablaron de la ciudad de Londres y que harían esos días en el viaje, repasando el vocabulario requerido para no tener demasiados problemas para estar allí una semana. En filosofía estudiaron a un autor inglés. Cuando sus clases terminaron, y el resto de sus compañeros se habían ido a casa, se dirigieron al arbol donde siempre estaban sus amigos. En el mismo instante de su llegada Patamon, Gatomon y Wormmon anunciaron que tenían que hablar con ellos. Daisuke entendió rapidamente de que se trataba y junto a Veemon se despidió rapidamente excusando en que debía ir a entrenar para poder entrar en la selección. Kari, Ken y TK también eran capaces de adivinar de que se trataba. Esta vez, sus digimons no les dejaron hablar hasta que estos habían expuesto sus argumentos e ideas dejandoles poco margen para negarse a su petición. De esta forma accedieron a que sus digimons fueran con ellos a Londres. En el fondo, lo deseaban tanto como ellos. La noche en casa de los tres niños elegidos fueron bastante parecidas. Se dedicaron a hacer los últimos preparativos para el día de siguiente, añadiendo los últimos detalles en las maletas, y buscando una mochila de mano para poder llevar allí comodamente a sus compañeros durante el viaje en avión. El vuelo fue más tranquilo de lo que uno podía esperar trás más de 20 dentro de un avión en el aire. En lo que duro el vuelo atravesaron muy pocas turbulencias. Ken se había pasado gran parte del viaje leyendo un libro, Takeru se quedo dormido poco después de despegar mientras que por último Kari estava hablando tranquilamente con sus compañeras de clase.

Al llegar a Londres era el típico día en la capital del Reino Unido, es decir, una temperatura relativamente baja para lo que es Japón en esa epoca del año, y con el cielo amenazando con lluvia. El avión les dejo a medía tarde hora de Inglaterra, sin embargo por el Jet Lag, muchos de ellos estaban demasiado cansados como para hacer ninguna actividad como clase. Así que los profesores decidieron dar vía libre a los alumnos que quisieran dormir en el hotel se quedarán allí, y a los que desearan descubrir un poco de la ciudad podían dar una vuelta por la misma, hasta la hora de cenar cuando debían presentarse en el hotel donde se hospedaban al lado del British Museum. La mayoría de alumnos decidieron que preferían quedarse enel hotel descansando para el día siguiente tener la energía necesaria para mantener el ritmo de la visitas. En el recibidor del hotel se encontraban Kari, Takeru i Ken, debatiendo que se dispondrían a hacer. Por un lado Kari quería ir a ver Candem, el mercado para poder comprarse algo autenticamente londinense, y según el horario que les habían entregado los profesores no tendrían mucho tiempo libre cerca de la zona de Candem, así que la mejor opción de ir sin dar mucha vuelta era ir hoy. Ken se encontraba dividido entre acompañar a Kari, ya que no quería que esta fuera sola y la necesidad que tenía de descansar después de tan largo viaje. Sin embargo Takeru le despejo todas las dudas cuando se ofreció a acompañar a Kari a Candem y con la mirada le comunico no solo que no hacía falta que los acompañara, si no que prefería que les dejara ir a solas, para poder así tener un tiempo a solas.

Takeru y Kari no eran pareja, no obstante cualquier observador externo podía ver que solo era cuestión de tiempo, y de que uno de los dos decidiera de una vez confesar lo que siente por el otro. Ninguno de los dos reconocia un sentimiento más allá de la amistad por el otro, y quizás en el fondo de sus corazones ellos realmente creían que lo que tenían era una buena amistad. Pero analizar una relación desde el exterior conlleva sus riesgos. Para Ken, estos dos eran una incognita pues a pesar de conocerles desde hace ya años era incapaz de saber que pasaba entre ellos, y de descifrar su comunicación a través de miradas. Ken pensó que alomejor Takeru se había decidido de una vez de confesarse a Kari, así que decidió irse a su habitación mientras los otros dos iban a buscar a sus digimons para descubrir la ciudad con ellos.