¡Saludos jovencitos! Después de que aparentemente me han bloqueado mi cuenta anterior de he decidido volver a postear este fanfic, lo borre de la otra cuenta -¡Junto con otros que no puedo creer que algun dia me atrevi a subirlos! ¿Que pasa conmigo?- y ahora lo vuelvo a subir.
Disfrutenlo!!
EL PODER DE UN DESEO
Cuando terminaron su examen de Administracion, Umi, Eiko y Junetsu salieron del complejo estudiantil donde tomaban clases, caminaron por las calles, con sus morrales al hombro y platicando de cosas banales... Pero de cosas de las que la mayoría de las chicas no platican: Videojuegos.
-No te imaginas lo terrible que me sentí cuando me ganaron en las arcadias ayer... ¡¡YO! ¡Yo que soy la mejor del mundo!- Se quejaba Umi, ante sus amigas.
-Si, como no...- dijo Eiko -Nada mas eres buena en el King of Fighters, yo pateo tu trasero en Dead or Alive...-
-Sabes que eso no es cierto, Eiko...- Replicó Junetsu, a la que sus amigas llamaban June. -Sabes que yo soy mejor que ustedes dos en Dead or Alive.-
-Si, pero eso es porque TU tienes el XBox y nosotras no...-
-Umi tiene razón, yo tengo el 64...-
-Y yo el Game Cube... Así que todas somos buenas en algo...-
-Listo... Asunto arreglado...-
-Pero... ¿Saben que me gustaría?- Dijo Umi, con voz soñadora.
-¿Que cosa?- Dijeron al unísono sus amigas.
-¡¡¡Conocer a los personajes de Dead or Alive en persona!-
-Eso sería genial... Lastima que no se puede...-
-¡Eiko! ¡Déjame soñar!- Umi le dio un zape a su amiga.
Las tres amigas rieron mientras caminaban por la calle platicando sobre sus videojuegos, los animes que habían visto últimamente y los mangas que habían leído. Hasta que de pronto sintieron que todo comenzaba a vaciarse... Las calles estaban desiertas y la gente y los autos no pasaban. Eiko fue la primera en notarlo.
-¿Son mis nervios, o ya no hay nadie en las calles?-
-Tienes razón... ¿A donde se fueron todos?-
De pronto, las calles desaparecieron, convirtiéndose en simples caminos de tierra, y las tiendas y negocios fueron reemplazados por árboles y hierba, las tres chicas no tenían la menor idea de lo que estaba ocurriendo. Hasta que, mientras caminaban, fueron detenidas por una estrella de metal, que se incrustó en el suelo, sobresaltando a las tres amigas.
-¿Que demonios esta pasando aquí?- Umi estaba cansándose de esa situación, tomando en cuenta que ella era la mas temperamental de las tres.
-Parece que ustedes han entrado a nuestros dominios.- Dijo una suave voz desde la cima de un árbol, entre los árboles y la hierba, muy crecida, había cientos de ojos observando a las tres amigas.
-¿Quien carajo eres tú y que quieres con nosotras?-
-Oh, nada...- Dijo la voz. -Solo que salgan de aquí si no quieren morir...-
-¡El bosque es libre, amigo, puedo andar en el si me place!- Dijo Umi, caminando en círculos alrededor de sus amigas, para enfado de la persona que estaba sobre el árbol, observándolas.
-No tengo por que soportar forasteras arrogantes...- El hombre que les había estado hablando todo ese tiempo, se dirigió a sus compañeros. -Si no se dejan aprisionar... Mátenlas...-
Todos los montones de ojos que estaban entre las sombras se convirtieron en un sequito de ninjas que estaban a punto de lanzarse sobre las tres chicas, cuando de pronto, Eiko y June vieron a Umi quitarse el morral y hacerlo girar con una mano, ellas la imitaron, golpeando ninjas y lanzándolos a diestra y siniestra para donde cayeran (No se imaginan lo que las chicas llevaban dentro de esos morrales...) ante la mirada atenta, pero sorprendida del hombre que estaba en la cima del árbol.
-¿Como hicieron eso?- Preguntó serenamente el hombre. -Ustedes no parecen tener ninguna clase de entrenamiento.-
-Simple, amigo...- Dijo Umi, con una sonrisa altanera. -Mira, June sabe karate, Eiko esta asustada y yo... Yo estoy en mis días...-
-¡¿QUE!?- Dijeron a coro Eiko y June.
-¡No andes ventilando esas cosas como si fueran lo mas normal del mundo!- Dijo Eiko.
-¡Tiene razón! ¡Eres una indecente!-
-Vamos, el quería saber como lo hice, ¿no? Así que si el quiere saber, pues se le dice...-
-Como sea...- Dijo él, claramente molesto. -No crean que han ganado, ustedes nada mas son tres, y nosotros somos cientos...-
Hizo un gesto, y mas ninjas aparecieron de la nada, para sorpresa de Eiko, June y Umi, quienes no sabían si iban a poder contra tantos ninjas con solo tres morrales atascados de cuadernos. El hombre en la cima del árbol sonrió por debajo de la tela que cubría parcialmente su rostro, dejando solo a la vista sus vivaces ojos color nuez.
Umi hizo un rápido movimiento golpeando con su morral a cuatro ninjas que cayeron fulminados al suelo, luego le dio una patada a uno que trataba de atacarla por detrás... Ahí donde duele... Sin embargo, los ninjas no tardaron mucho en tomar prisioneras a Eiko y a June, quienes gritaban y se debatían entre los brazos de los ninjas que las retenían. El hombre en el árbol sonreía, satisfecho... En poco tiempo, esa chica también se cansaría y podrían atraparla.
Sin embargo, pasaban los minutos y parecía que se llenaba de mas energía, al igual que sus amigas, que seguían luchando y golpeando a los ninjas que las aprisionaban, antes de que el hombre sentado en el árbol se diera cuenta, sus ninjas (Y me refiero a TODOS) estaban tirados en el suelo, completamente noqueados, y las tres chicas sonreían triunfalmente.
-Y ahora... ¿Con que piensas sorprendernos? Misterioso hombre sentado en el árbol...- Dijo Eiko, respirando suavemente.
-Con esto...- El hombre chasqueó los dedos y dos kunoichis (ninjas mujeres) y un ninja aparecieron detrás de cada una de ellas. -¿Creyeron que se había acabado? Pobrecillas...-
-Maldito sea... Jamás se le acaban las alternativas...- Dijo Umi, tratando, sin éxito, de golpear con su morral al ninja. -¡Deja de moverte! ¿Que eres? ¿Un pinche grillo o algo así?-
-Soy un súper ninja...- Dijo serenamente, para desaparecer de la vista de Umi y tomarla del cuello como si se tratase de su rehén. -Y ahora te tengo en mí poder...-
-¡No por mucho, súper hombre!- En ese momento, Umi bendijo el hecho de estar mas enana que ese tipo y le dio un golpe con el puño cerrado... Ahí donde duele... El pobre ninja cayó al suelo, gimoteando y chillando de dolor... Su prometedor futuro como padre se había ido de vacaciones al Caribe. Eiko y June se habían liberado de las kunoichis y ahora las tres corrían en dirección desconocida para ellas. Después de un rato, se detuvieron.
-Ahora... ¿Que hacemos?- Dijo Umi, tratando de recuperar el aliento.
-Más importante aun ¿donde estamos?- Eiko estaba sentada en el piso.
-No lo se...- Dijo June, sentada también en el pasto. -Pero... ¿No notaron algo raro en esas chicas que nos atacaron?-
-Yo no estaba poniendo atención, solo tiraba golpes...-
-Pues yo noté algo... La chica que estaba sosteniendo a Eiko tenía el cabello morado... Y creo que reconocí su traje...-
-¿Quieres decir que se trata de?-
-SI... Se parecía al menos...-
-Hey, compartan la información conmigo, ¿no?- Umi parecía molesta.
-Bueno... Es que esa chica se parecía a Ayane...-
-Quieres decir... ¿Que estamos en Dead or Alive o algo así?-
-Parece que si...-
-Entonces acabo de dejar sin descendencia a Ryu Hayabusa?-
-Parece ser que si...-
-Eso es terrible... Tengo que ir a disculparme...-
-No creo que tengas tiempo para tal cosa...- Le dijo June.
-¿Por que?-
-Mira detrás de ti...-
Umi se giró, y se encontró con unos enormes ojos verdes, enrojecidos, y mirándola con odio, como si fuese el ser mas repugnante y horrible parado sobre la tierra. Antes de que se dieran cuenta, las tres chicas estaban siendo llevadas a la aldea de los ninjas, mientras Umi se sentía el ser mas feliz del mundo por ser llevada (De forma nada amable) por un adolorido Ryu Hayabusa.
Pobrecillo... Pensó Umi... Ahora no podrá reproducirse óptimamente... Pero ahora estaba muy cansada... Estaba comenzando a quedarse dormida cuando sintió que era subida a una especie de carruaje, fue cerrando los ojos y la venció el sueño, al igual que a sus amigas.
Pasado un rato, las tres despertaron, no sabían en donde estaban ni a donde se dirigían, pero pudieron ver unas casitas, así que probablemente se encontraban dentro de una aldea.
-¿En donde demonios estamos?- Preguntó Umi.
-No tengo idea...- Dijo Eiko. -June, ¿no estaba esto en Dead or Alive?-
-No, que yo recuerde...- Estaban a punto de salir del carruaje cuando apareció la cabeza de Ryu Hayabusa... Así, de la nada... Las analizó a las tres y luego le dirigió una mirada cargada de odio a Umi, quizás por el incidente con Ryu Jr., pensó la chica. El joven de ojos verdes y largo cabello castaño les hizo un gesto para que bajaran del vehiculo en el que habían estado y le siguieran.
Al parecer las cosas no iban a ponerse nada bonitas después de lo que ellas habían hecho...
