Lord Balon Greyjoy no es un hombre fácil de tratar. Sus múltiples pérdidas y los largos años le han dado una amargura casi inigualable, así como una obstinación que incluso a su hija desesperaba en ocasiones. En las Islas de Hierro, se dice que no hay hombre más terco que él, quien pudiendo llevar gloria a la Casa Greyjoy no lo logró. Él sigue culpando a los Stark y Baratheon, pero los Hijos del Hierro saben que no es cierto. Si perdió la rebelión es porque no supo dirigir la batalla.
Incluso así, nadie le menciona esas ideas. A Lord Balon no se le hace ninguna recriminación y nadie piensa que deba ser derrocado: el Dios Ahogado le dio el título de Rey disfrazado de Lord, y ellos respetarían eso. Al menos mientras no hubiese un candidato más apto, fuerte y firme para arrebatarle el trono.
A pesar de que nadie en las Islas de Hierro se rebela, Balon sabe que las cosas no son ideales en su territorio. Puede ver que a su muerte, nadie en las Islas aceptará a Theon como su heredero. Ni siquiera él mismo sabe si Theon será un buen líder. Por todo lo que él sabe, Stark pudo haber hecho de él un cobarde.
Por otro lado, Asha, su orgullo, es una mujer. Por más que a él le guste pensar lo contrario y alardear de las habilidades de su hija (mucho más adiestradas que las de muchos), en las Islas de Hierro una mujer en el trono no sirve. Los isleños no permitirán quedar bajo el mando de Asha, aunque todos la admiraran.
Qué más quisiera Balon, que tener a Maron y a Rodrik de vuelta. Ellos sí eran verdaderos hombres, Hijos del Hierro de pies a cabeza. Tan tercos como él, pero con una extraña manera de razonar que lograba convencer a todo hombre de seguirlos a donde quiera que fuesen. Maron y Rodrik tuvieron una gran tripulación, sí, pero aún así no lograron conservar su vida.
—Lo que está muerto nunca morirá— dijo Balon para sí, sentado en el trono formado de piedra y mineral de hierro.
El Señor de las Islas de Hierro mira a su alrededor, donde la soledad de su castillo lo abruma. En esos momentos, desea que alguno de sus hermanos hubiese vivido para liberarse del trono. Pero el destino no lo quiso así, al igual que no quiso que Rodrik o Maron tuvieran el trono.
Quisiera, quisiera, quisiera. Lord Balon podría pedir muchas cosas y merecerlas, pero es un Hombre del Hierro y aunque le regalaran los Siete Reinos él no los aceptaría. El Rey de la Sal y de la Roca, el Lord Segador de Pyke, tomará lo que es suyo pagando el precio de hierro.
Para eso, hará lo mismo que hace el mar. Lord Balon ha esperado ya muchos años, ¿qué le cuesta esperar unos meses más? Robert Baratheon y Eddard Stark están muertos los dos; el viento ha comenzado a soplar. No tardarán mucho en alterarse las cosas en las tierras verdes y Lord Balon piensa aprovechar sus juegos políticos para conquistar y saquear, como un Greyjoy hace.
Ninguno de los personajes mencionados es mío. Todos le pertenecen a George R.R. Martin. Éste drabble fue escrito para el Reto #20 'Una casa, un personaje' del foro Alas Negras, Palabras Negras.
